CHICAS ESPERO QUE ESTE CAPITULO SE ENTIENDA.

Las letras en cursiva son hecho pasados, una narración de recuerdos o escenas de antes.

Las letras normales es el presente. Espero no confundirlas.

POV Kai

*

Fue cuando cumplí los 17 años que todo cambio. Era un simple adolescente, enamoradizo e inocente. Esa tarde cuando entre a la clase de gimnasia ahí lo vi; alto, tez acanelada, pómulos altos y el rostro más perfecto del mundo. Mi corazón latió como no lo había hecho en 17 años y si digo que tenía dolor de estómago era porque realmente lo tenía.

Su nombre era Taemin, la estrella de baloncesto. Cuando su mirada se topó con la mía las rodillas me flaquearon. Pero ¿Qué demonios? ¿Por qué un chico me hacía sentir así? La respuesta la tuve 2 semanas después cuando nos besamos en los vestidores del gimnasio.

Estaba completa e irrevocablemente flechado por un hombre, Taemin había hecho que por fin me diera cuenta de que me gustaban los chicos. Jamás lo había sospechado, aun ni siquiera cuando mi mamá me había preguntado quien era más bonita de blanca nieves y cenicienta y yo solo había dicho que los príncipes eran lindos cuando aún estaba en primaria.

Después de eso siguieron los roces, los besos apasionados, los toqueteos y los coqueteos. Yo parecía una colegiala con su crush y realmente así era.

Lo que vino después se me hizo fácil, estaba enamorado mis padres debían de saberlo. Ellos siempre me habían comprendido y querido. Me amaban y apoyaban y yo confiaba en ellos. Vaya que equivocado estaba. Mi padre me soltó la primera cachetada que jamás me había dado y me exigió que dejara a Taemin, me molesté porque no me entendían y porque lo amaba.

Dos días después me corrió de casa, sin ropa, sin cosas, sin dinero. Yo ya no era más un Kim, y mi padre bien había dicho que yo ya no era su hijo si era un desviado. Pero mi mundo no terminaba ahí, tenía a Taemin. Nos amábamos, haríamos cualquier cosa por estar juntos.

-¿Estás loco? No puedo hacer eso Kai - Estábamos afuera de su casa.

-Pero yo te amo y tu dijiste que me amabas- mis lágrimas caían por mis mejillas.

-Sí y lo hago pero...- camino de un lado a otro – no estoy listo Kai, no estoy listo para salir del closet. Me espera la universidad, una carrera.

-Podemos hacerlo juntos, trabajar y estudiar – sentía que me estaban arrancando el corazón.

-No lo haré, lo siento – se acercó y me dio un beso corto en los labios.

-¿Entonces qué hago?

-Vuelve a casa, pide perdón a tus padres. Dile que estas equivocado.

No hace falta decir que me fui, estuve por días fuera de casa con unos amigos pero al final estaba tan molesto por haber dado todo por Taemin y él nada. Volví a casa, pedí perdón y me reivindique. Mi relación jamás volvió a ser la misma con mi padre y 11 años después sabía que el amor era una basura, al menos para mí. Es por eso que nunca me relacionaba con las personas con las que dormía, es por eso que me iba a casar con la única amiga mujer que tuve desde la infancia, es por eso que no podía aceptar ni pensar en Soo.

*

Salí del urólogo. Hacía semanas que tenía un problema con mi amiguito, no se levantaba ni con las mañanitas. Había pasado muchas vergüenzas con más de un chico, espesaba bien y de verdad que quería follar pero, cuando llegaba la hora no respondía. El medico decía que era estrés y ansiedad. ¿Qué demonios?

Ni siquiera tenía mucho trabajo y además no había hablado con mi padre, esto era imposible. PERO QUE SI, ESTABA ESTREZADO PORQUE NO PODÍA FOLLAR.

*

Había sido el mejor sexo desde hace mucho tiempo, mi respiración aún no se relajaba. La piel bajo mis yemas estaba caliente, el cabello de Soo caía sobre su rostro. Era una persona preciosa, había sido maravilloso el haber encontrado a alguien como él.

Sin embargo mirarlo a los ojos me producía una especie de incertidumbre, parecía ya no estar ebrio pero en sus ojos había una tristeza que hacía que me doliera el estómago.

Me puse de pie, debía ir a mi casa.

-Kai, por favor quédate – escuché que susurró, apreté los labios con fuerza, me dije que no cedería nunca y no lo haría justo ahora.

-Quedamos que solo sería sexo Soo – Este asintió y se giró dándome la espalda. ¿Por qué debería volver? ¿Por qué debería ceder ante su necesidad? Abrí la puerta y antes de salir del cuarto escuché un sollozo.

*

¿Cómo demonios había llegado a este lugar? Claro, tenía hambre.

Caminé hasta el restaurante para comer algo, sin querer terminé en la sección que Soo estaba atendiendo. Cuando me vio su rostro se puso pálido, un poco más pálido de lo que parecía ya. Estaba aún más delgado desde la última vez que vine a aquí. Me pregunte por primera vez si lo que Chanyeol había dicho era verdad. Si Soo no tenía dinero, parecía estar descuidándose.

-Hola, buenas tardes. ¿Gusta algo de beber? – Levante la vista, este no era Soo.

-Claro, agua por favor – él chico se alejó y yo busqué con la vista a Soo, parecía que se había ido.

¿Qué demonios te pasa Kai? ¿Por qué estás buscando a Soo? El chico no me había dicho que trabajaba para mí, y había rotó nuestros términos. Él había dicho que me amaba.

*

Soo estaba dormitando, era costumbre que me fuera inmediatamente después de que termináramos.

Sin embargo aquí estaba yo, observando al chico dormir. Hoy mi corazón se había sentido apretado, papá me había ido a ver y aunque todo parecía normal, Hacia ciertos comentarios mordaces, Sé que sabe que me veo con chicos, él lo sabe pero se lo oculta a mamá.

Aunque eso no justifica que trajera comida para Soo, no justifica tampoco que mis manos piquen por tocar su rostro y mover esos mechones de su cara. O que quiera pasar mi nariz por la hendidura de su cuello, que quisiera dormir abrazándolo. Nada de eso lo justificaba y por eso me puse de pie y salí de su casa.

*

Mastiqué despacio mi comida, el sabor no era tan bueno pero ya estaba aquí. Casi me trago el bocado entero cuando vi por fin nuevamente a Soo, estaba hasta el fondo, en una mesa comiendo con alguien que me parecía conocido. Espera ¿Ese no era el idiota de su ex novio?

Apreté los cubiertos con fuerza, ahora la comida parecía 10 veces peor. Estaban platicando, no reirán ni nada pero parecían cómodos, de vez en cuando el ex novio me lanzaba miradas y sonreí con alegoría, los dedos de mis pies se engarrotaron. Que sujeto más irritante.

Como pude pedí la cuenta, no soportaba más estar en ese lugar con esa gente, ni siquiera sabía porque estaba aquí cuando podía ir al mejor restaurante de Tailandia.

Deje algo de dinero para pagar la cuenta y me puse de pie. Estaba a punto de salir del lugar pero me detuve, mis pies se movieron por si solos hasta donde estaba Soo con ese tipo. Lo tomé de la mano sin mirar al acompañante y me lo llevé sin decir nada.

Claro que sabía porque estaba aquí, claro que sabía porque no podía dormir con alguien y sabia porque estaba estresado y ansioso, todo era su culpa.

*

-¿Tanto quieres el sexo? – Maldita sea, deme había salido de las manos.

-MALDITA SEA KAI, no tiene que ver con el sexo. TE AMO, jodidamente te amo y no quería alejarme de ti, me dolía el corazón de pensar que no te volvería a ver – ¿Qué decía? Mi corazón se detuvo por un momento. – Y sé que no debía enamorarme, pero fue inevitable y créeme que tampoco lo quería, odia tener estos sentimientos por ti, lo odio - No pude moverme de ahí, los recuerdos de alguien más mencionando esas dos palabras me golpearon como un huracán.

-Soo, tú sabes que debemos...- No me dejó terminar, mis oídos me punzaban.

-Terminar esto, lo sé – Su voz se escuchaba lejana. Soo me amaba ¿Él se había enamorado? – Siento que las cosas fueran de esta manera Kai –Quería decir algo pero no salía - Fue totalmente un placer conocerte y trabajar para ti – Él salió del auto dejándome ahí, con el corazón palpitando en mis oídos.

*

-Que me sueltes Kai – Gritaba un Soo molesto una vez afuera.

-No, tú lo jodiste ¿Entiendes? Por tu culpa y la de tu revelación no puedo dormir con nadie – me jale los cabellos. – He estado estresado porque solo puedo pensar en lo que dijiste.

-¿Qué jodidos dices?

-Tu confesión de amor. ¿Por qué me amas?

-¿Así que ese es el problema? Me vienes a molestar a mi trabajo ¿Por qué ese es el problema?

-DIMELO.

-Pare que ya no te moleste te diré esto... YA – NO- TE – AMO – Una ira interna se apodero de mí, maldita sea Soo y ese tipo.

- ¿Tan seguro estas? ¿Crees que puedes dejar de amarme?

-Sí, te deje de amar y te odio – mis puños se apretaron. – Tú y tú jodida...

No lo deje terminar, mis labios estaban sobre los suyos.

Algún error de nombres, me disculpo.