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CAPÍTULO 8

POV KAI

Era miércoles en la tarde cuando entre por primera vez en la semana a la empresa y por ende a mi oficina, había tenido que viajar a Japón por un asunto con el video juego. Todo había sido tan apresurado.

En cuando me senté en mi escritorio mi mejor amigo Chanyeol, entró como si fuera su oficina. La verdad es que estaba cansado del viaje pero a él no parecía importarle.

-No estoy para tus cosas, estoy cansado y aún tengo que revisar algunos papeles.

-Solo te traje esto, estaba el lunes sobre mi escritorio. Ya arreglamos todo, hablé con él pero no quiso volver. Creo que encontró ya un trabajo – abrí el sobre mientras Chanyeol hablaba.

No me sorprendió el ver la carta de renuncia de Soo, ya me lo había advertido el viernes en el club, pero aun así me ponía a pensar. No dejaba de pensar en esa noche, el beso que le había dado el cómo ni siquiera me había correspondido y en cómo me quedé molesto cuando lo vi irse con su ex. El maldito ex que lo había dejado el día que nos conocimos. Solo de pensarlo me hacía apretar los puños. Había preferido largare con el idiota que lo engaño durante toca su relación a hablar conmigo.

-Por eso espero que sea verdad que encontró trabajo – levanté la mirada al escuchar aun ahí a Jongin.

-¿Qué dijiste?

-¿en qué mundo estas?

-Estoy cansado – mi amigo se puso de pie.

-Entonces te dejo.

-No, dime lo que mencionaste antes.

-Oh, que espero que Soo tenga ya trabajo. Chanyeol dice que Soo usaba este trabajo para pagar su arrendamiento en su departamento que casi vivía al día. ¿Sabías que sus papás lo corrieron de su casa? – Mi migo se volvió a sentar ensimismado en la historia – Cuando descubrieron que Chanyeol era gay lo habían corrido sin cosas- movió la cabeza pensativo – que suerte tuve yo con mis padres pero bueno. Chanyeol dijo que se había pagado su estudio con trabajo de medio tiempo y que algunas veces se privaba de comer. Creo que debió de pensarlo mejor antes de renunciar – fruncí mi ceño.

-¿Todo te lo dijo Soo?

-¿Qué? No, Do nunca mencionó nada de su vida. Me lo dijo Baek.

-¿Y porque te lo dijo?

-Pues no sé, confianza supongo – entrecerré mis ojos.

-¿Te vas a aprovechar de eso para conquistar a Baek?

-¿Qué? No, jamás haría algo así – se puso un poco rojo –Además creo que ya no me gusta mucho Soo – fruncí mi ceño, ahora si estaba interesado –Hmm, es una larga historia – me sonrió. – Además creo que Soo está saliendo con su exnovio.

-Si es todo lo que tienes que decir ya vete – Me giré en mi silla. La cabeza comenzó a punzarme muy fuerte.

No escuché cuando Chanyeol salió pero tampoco me importaba. La carta de renuncia de Soo sobre mi escritorio se burlaba de mí, giré y la tomé para romperla. La lancé a la basura. Mi dolor de cabeza se multiplicó por 10.

(-)

Mi teléfono sonó mientras caminaba hacia el restaurante donde me vería con Davika.

-Mamá, ¿Qué pasa?

-Jongin, ¿Por qué no me has llamado?

-He estado ocupado mamá.

-Deberías de venir con Davika a cenar – puse los ojos en blanco.

-Hablaré con ella y le diré.

-Espero que puedas. Te extraño mucho. Tu papá también te quiere ver.

-Si eso fuera me habría llamado él. Lo esperé en la fiesta de lanzamiento.

-Ha estado enfermo Jongin – Me recargué en la pared antes de entrar al restaurante. Davika ya se encontraba dentro. – Deberías venir a visitarlo, se sentirá muy contento.

-Ambos sabemos que no es así mamá – mi madre resopló.

Moví la mirada por el lugar. Las llamadas con mi madre siempre eran así, nunca me preguntaba cómo estaba y yo tampoco lo hacía, solo llamaba para que los visitara aunque ambos sabemos también que no es que me quieran ver sino que quieren controlarme y la relación con papá no era buena desde que cumplí 17 años.

-Deberías venir para hablar con tu padre, tal vez arreglen las cosas – Mis ojos se quedaron estáticos sobre un cuerpo que se paseaba por el restaurante.

Conocía perfectamente ese cuerpo. Era Soo, estaba atendiendo como mesero, parecía apurado. Sonreía a los clientes pero en cuanto lo vi darse la vuelta su sonrisa desapareció y parecía cansado.

De hecho si le prestabas atención se puede ver que está más delgado y quizá un poco pálido. Hacia más de dos semanas que lo había visto por última vez, después de lo sucedido en su cumpleaños. La bilis me sube por la garganta cuando recuerdo que prefirió irse con su maldito ex novio que hablar conmigo.

Y es que ese día yo ya estaba un poco ebrio y el verlo ahí, bailando tan sexy. Simplemente me había movido hacia él. Mi piel picaba por tocarlo.

-Mamá, te llamo más tarde. Comeré con Davika.- Colgué y me adentré en el restaurante. Soo no me había visto aun. Y parecía que no estaba atendiendo en la sección donde estaba.

-Kai – Mi prometida se puso de pie y me saludó.

-Hola – nos dimos un beso en la mejilla.

-Creí que no llegabas, tu madre me llamó hace un rato – lo sabía.

-Sí, ya hablé con ella.

-Quiere que vayamos a verlos a su casa.

-No quiero ir – Davika tomo mi mano y la apretó en comprensión.

-Lo sé, si tú no estás listo no iremos – Solo Davika sabia sobre mi relación con mis padres.

-¿Les traigo algo de beber? –levanté la mirada y me topé con los ojos de Do Kyungsoo. Nos dio dos menús.

-¿Soo? ¿Eres el Soo de Chanyeol? – Soo pareció avergonzado cuando Davika lo reconoció. - ¿Qué hacer aquí? ¿Ya no trabajas en la empresa? – Soo negó.

-Hola, no, tuve que salirme – Davika pareció confundida.

-Pero eras bueno.

-Davika, deja a Kyungsoo – Soo parecía cada vez querer más que la tierra lo tragara. – Tráenos el vino de la casa – Soo asintió y se alejó de ahí.

Mi vista fue detrás de él.

-Te gusta – levanté la mirada hacia Davika.

-¿Qué?

-Soo te gusta, por favor no me digas que por ti se salió de la empresa.

-No sé de qué hablas – Davika rio bajito.

-Olvidas que te conozco mejor que nadie.

-Les entrego su bebida. ¿Están listos para tomar su orden? – Soo nos observa, o mejor dicho mira a Davika porque a mí no me dirige ni una mirada. Davika alterna miradas entre él y yo.

-¿Puedes volver en un momento?

-Claro.

Se alejó y Davika me miró con atención.

-Escucha, si él te...

-Por favor Davika, te pediría que no te metas en esto.

-No puedo no meterme. Jongin ¿Acaso no te das cuenta? Soo trabajaba en tu empresa y ahora está aquí, de mesero. No digo que sea algo malo pero debe de irle mal. ¿No ves su estado? Parece más delgado.

-No me importa Davika. Te estas imaginando cosas.

-Kai...

-Para, alto. Deja de hablar de eso.

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