Y por mas que quise, no pude esconderme.

Él sabía de mi existencia, no sabía si eso afectaría mi destino, solo una cosa tenía presente "No me arrepentía de nada".

Sus ojos, esos ojos azules con los había soñado ya hace varios meses atrás me estaban mirando con una gran intensidad, con un brillo el cual jamás había visto en otra persona. En ese momento, un nudo en mi estómago se formo ¿así se sentía estar enamorada? Todo se sentía irreal, el ambiente cambió y supe que él, desde el momento que me enteré de su existencia había llegado a ser mi perdición.

Ya no tenía que leer, ni escribir historias de amor, por que justamente, en ese instante en el que él me devolvió la mirada, supe que estaba dentro de una.

No podía moverme de mi lugar, aunque una parte de mi quería correr y esconderse, otra anhelaba que ese chico que conocía muy bien se me acercara y me hablara.

Si, estaba enamorada de él, de eso no había duda.