2. Deseo
Marzo, 2020
La relación con mi madre parecía no mejorar. Me hablaba cortante o a veces ni me hablaba. Me ayudaba a lavarme el cabello, y me ayudaba a arroparme, pero hasta allí.
Sabia que la había decepcionado feo. Lo bueno es que no estaba sola.
—¿Como te sientes? Disculpa por no poder ir a visitarte, tengo examen el viernes y he estado estudiando.
—No te preocupes Mathew, estoy bien.
Mathew era mi mejor amigo y confidente. Nos llevábamos muy bien los tres, Ivanna, él y yo. Aunque ahorita la relación de ellos estaba un poco complicada.
—Una vez que termine la prueba, me la pasare todos los días contigo, lo prometo. Tengo que colgar Scar, mi mamá esta insoportable—escuche como le gritaba "ordena tu cuarto Mathew" —Te dejo.
—Ve, te quiero—colgó.
Los días eran aburridos aunque ocupados. Me la pasaba haciendo las tareas que diario Ivanna traía para mi que los profes dejaban en el colegio.
No haba tenido tiempo ni de escribir en mi diario y menos "pedir mi deseo".
(...)
Llego la noche, estaba cenando y viendo una serie en mi celular cuando mi madre llegó. Se quitó los tacones, y fue a la cocina por un vaso de agua. Me observó mientras tomaba el liquido.
—Hola. —saludó.
—Hola... —dije intimidada.
—¿Ya terminaste la tarea?
Asentí con la cabeza.
—Dejala en la mesa, mañana la pasare dejando a la escuela. Me encontré a Nath —
¿Nath? Notó mi confusión.
—Nathaniel, el padre de Ivanna.
¿Desde cuando lo tuteaba?
—Que te dijo.
—Que tu amiga anda enferma del estomago, mañana no ira a clases. Asi que iré yo.
Dijo eso y subió a su habitación.
Sabia muy bien que Ivanna no estaba enferma, mas bien no quería ir por que mañana era el aniversario de la muerte de su madre. Siempre se ponía mal ese día.
Le mande un mensaje pero ni siquiera le llego. Seguramente tenia apagado su celular, le marque pero nada, quería ir a verla, pero mi madre no me dejaría. Le escribí a Mathew, me contesto al instante, me dijo que iría a visitarla y que me avisaba cualquier cosa.
Esperaba que su relación mejorará con esto.
(...)
Subí a mi recamara y me fije en el diario.
Amaba a mi amiga, me había echo un regalo muy valioso, siempre al pendiente de mi, queriendo saber todo, como me sentía, que tenia, y me entristecía el que ella se guardara siempre su dolor. El año pasado estuve a su lado, pero ¿este año? Sabia que no me quería preocupar, pero deseaba escuchar su voz y saber que esta bien.
No tardo en llegar la respuesta.
—Mathew, ¿la viste? —pregunte de inmediato apenas conteste la llamada.
—Scar, si, la vi. Mejor dicho, la estoy viendo. Traje muchas cosas, chocolates, botana, pizza, su papá me dejo quedarme con ella a dormir.
—Oh, que bien, dale muchos abrazos de mi parte, y dile que la quiero.
—Te esta escuchando.
Se escucho una risa melancólica.
—Yo también te quiero Scar. Estaré bien. —agradecí mentalmente.
Me despedí de ellos. Feliz por los dos. Hablarían y tal vez hasta se confesarían sus sentimientos, no me gustaba verlos así, distanciados.
Ivanna estaba enamorada de Mathew desde hace años y el me confesó sentir algo por ella, todo se fue a pique cuando él comenzó una relación con una de las porristas, enemiga de ambas. Nos distanciamos, hasta que hace poco supimos que su noviazgo terminó.
Seria muy feliz si ellos dos estuvieran juntos.
—Ahora, solo falto yo. De conocer a alguien que me quiera. —camine hasta mi mesita y tome el cuaderno. —Diario, si en realidad concedes deseos, ¿me podrías decir quien es esa persona?
Sonreí.
Era una locura que preguntara eso. Tal vez la señora de la tienda había inventado todo con el fin de vender, pero una parte de mi quería hacer sus palabras reales.
Deje el diario de nuevo en la mesa y fui al baño para lavar mis dientes e ir a dormir.
En el trayecto a mi cama, me empece a sentir mal, la cabeza empezó a punzarme, me sentí mareada, le grite fuerte a mi mamá para que me ayudará pero mi visión se hizo borrosa, me detuve de la puerta del baño, y fue allí que sentí que me desplome, lo ultimo qué vi fue un resplandor que venia del diario.
Después todo se volvió negro.
(...)
Me despertó el sonido de la lluvia. Estaba en mi cama e intente recordar lo que había sucedido.
—¿Qué fue todo eso? ¿Como llegue aquí?—pregunte para mi misma.
Me levante, salí de mi habitación y busque a mi mamá. Estaba haciendo el desayuno.
—Ya despertaste. Milagro te levantas temprano. ¿Quieres desayunar?
Baje con cuidado, no quería que me pasara lo mismo de ayer.
—Mamá, ¿tu me llevaste a la cama?
—¿Cuando?
—Anoche... Me sentí mal y te grite.
—Tal vez fue un sueño. No escuche nada y eso que me dormí tarde.
—¿Enserio?
—Enserio.
Se me quedo viendo.
—¿Estas bien?
—Si.
Que extraño.
Desayune con un nudo en el estomago. Mi mamá no tenia por que mentirme, le creía.
Pero era una sensación extraña la que tenia, como si lo que me sucedió, no fuera normal.
Un pensamiento llego a mi.
"El resplandor del diario"
Subí a mi habitación corriendo. Mi mamá me regaño por que me iba a lastimar el cuello si subía con esa velocidad. La ignore.
Mi vista enfoco el diario, camine hasta el y lo tome. Lo abrí con cuidado, lentamente. Cerré los ojos fuertemente, no queriendo saber que había allí.
Cuando mis ojos se posaron en el, casi lo suelto al darme cuenta de que la hoja principal contenía letras y que la mayoría de las hojas estaban también escritas.
No, no.
Y lo peor, es que era mi letra.
Oh, diario, ¿que era esto?
Comencé a leer y lo que mas me sorprendió es que todas eran fechas futuras. ¡Era un diario escrito por una chica de 17 años pero con fechas del 2021!
—No puede ser. Lo del deseo era real. —dije suspirando.
Como por arte de magia después que termine de decir la frase, el libro se abrió en una pagina en especial y dos palabras se iluminaron con letra dorada.
... "Ethan Smith", este día lo conocí. —leí.
Ethan Smith, ¿era mi deseo?
Pero, ¿quien era el?
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