Marzo, 2020

-¿Qué haras en las vacaciones que te dieron?

-No son vacaciones Ivanna-conteste a mi mejor amiga. -Estaré con este collarin en mi cuello dos meses.-mi voz denotaba tristeza.

-Sabes que pudo ser peor... -hizo una pausa, levantó su mochila del suelo-vendré a verte todos los dias, ¿si?

Asenti con la cabeza.

-Te quiero, debo ir a clases, llegare tarde-me dio un beso en la mejilla y salió de mi habitación.

Suspire.

Ahora si me sentia realmente mal. No veria a mis compañeros de escuela y tendria que hacer tarea desde casa. Mi mamá estaba enojada conmigo, y habia razones para estarlo. No hice caso a su advertencia y ahora iba a estar en mi casa todo el día, teniendo que soportar sus regaños.

Unos minutos mas tarde entro a mi habitación.

-¿Ya se fue? -preguntó mi mamá sentándose en el borde de la cama.

-Ya-conteste cortante.

-Tenemos que hablar.

Obviamente no hablariamos, mas que nada me regañaria.

-¿Por que no me obedeciste Scarleth? Te dije que ese tipo era peligroso. Te dije que tu papá no estaba bien. Sabes cuanto daño me hizo y aun asi, te escapaste del colegio para ir a verte con él. -sus ojos estaban rojos, habia estado llorando y me sentia mal por ella, por hacerla sufrir.

-Perdon... -dije con lagrimas en los ojos- queria verlo y que me explicara por que nos abandono.

-Esa no es una excusa, gracias a él estas como estas. -se me quedo viendo.

Sabia lo que venia.

-Sabes cuanto sufrí por él, cuanto daño me hizo. Estoy rota por culpa de él y me duele el alma saber que lo contactaste para encontrar respuestas.

-Mamá... Yo.. -me silencio con su dedo.

-No he acabado. Eres muy ilusa Scarleth, siempre fantaseando, buscando siempre lo mejor de las personas. Pero no, esto me pasa por no ponerte un alto. -se quitó las lagrimas y se levantó de mi cama. -Sacaras ficha en otra universidad, no quiero que estudies literatura. Estas a tiempo.

Abri los ojos. No, no, no.

-Mamá, eso no... Haré lo que quieras, pero no me quites mi sueño. -dije suplicante.

Me habia costado mucho convencerla.

-Lo siento. Lo he dicho.

-No quise hacerlo, el me dijo que fuera con él, una salida de padre e hija. No pense en las consecuencias.

-¡Es que tu nunca piensas Scarleth!¡Te queria secuestrar! Yo... Yo me hubiera muerto si te hubiera pasado algo.

-Mamá, perdoname. No lo volveré a hacer.

Me dio la espalda y se dirigió a la puerta.

-Esta decidido. No te quitare las historias que has creado, basta con tu sueño. Por cierto, tu padre tiene una orden de restriccion.

Con eso salio de mi cuarto, dejandome un vacío en mi pecho.

¿Que habia hecho?

(...)

-Me costó mucho que tu mamá te dejara salir. -Ivanna tomó mi mano y la apretó . -Quita esa cara Scarleth.

Habian pasado tres dias desde la discusión con mi madre. No me sentia bien ni físicamente, ni mentalmente.

-¿A donde vamos?

-Abrieron una tienda vintage en el centro y quiero ver si puedo comprar algunas decoraciones para el estudio de papá y para mi coche. -contesto emocionada.

Ivanna tenia un mini Cooper, regalo de su papá por sus 18 años. A veces sentia envidia de mi amiga. Nataniel, su padre, era muy unido a ella.

Me abrio la puerta de copiloto, y me ayudó a subir.

-Baja la cabeza despacio... -era muy cuidadosa. -Listo, manejare lento para que no te vayas a lastimar.

Me ayudó con el cinturón de seguridad, para luego manejar.

El trayecto era tranquilo. No habia tráfico pero ibamos a una velocidad no apta para una carretera. Varios conductores pasaban a lado de Ivanna, pitando o diciendole palabras que no mencionaré.

-Puedes ir mas rapido, no te preocupes. -le dije, viendo que estaba nerviosa.

-No quiero que te lastimes. Tranquila, ya casi llegamos. -me dio una sonrisa.

(...)

La tienda era bonita, era grande y habian varias decoraciones antiguas. Sinceramente no era mi estilo, pero tenia que admitir que todo era una belleza.

-Mira Scarleth, que florero tan bonito, ¿crees que a tu mamá le guste? -levante los hombros.

El estilo de mi mamá era raro, asi que sinceramente no sabia si le agradaría.

-Se lo voy a llevar.

Lo metió en el carrito que habia tomado cuando entramos.

-Scarleth, mira esto ¡Qué hermosa alfombra!

Cheque su precio y me parecio muy cara, aunque a Ivanna no le importo, le pidió al joven que la estaba atendiendo si le podia ayudar a enrollarla ya que se la iba a llevar.

Seguimos viendo cosas, ella seguia comprando. Yo estaba un poco estresada ya, hasta que algo capto mi atencion. Un libro color cafe, que estaba en un mostrador. Me acerque y lo mire mas de cerca.

-¿Te puedo ayudar? -me dijo una señora ya grande.

-¿Puedo ver ese libro? -se lo señale.

-Oh, bueno, no es un libro como tal, es mas como un diario. -lo sacó y me lo tendió.

Su pasta era gruesa. Tenia un broche que me impedía abrirlo. La señora se dio cuenta.

-La llave es este dije -me mostró una pulsera y me la dio.

Coloque el dije de estrella en el broche y éste encajo a la perfección. Sonreí cuando se abrió y pude abrirlo, las hojas eran color crema con detalles en sus esquinas, su olor era como el de un libro nuevo. Tenia separadores de listones con detalles dorados.

-Es hermoso.

-Si, lo es. Y tiene su historia. -levante mi mirada.

Habia captado mi interes.

-¿Que historia? -pregunte curiosa.

-Bueno, la persona que no los vendio, nos dijo que este diario podia saber si eres buena o mala persona, si eres buena, este se abriria con facilidad. -mis ojos brillaban mientras contaba. -Y no solo eso, al dueño le consedera un deseo.

-¿Un deseo ? ¿Que tipo de deseo?

-La verdad no lo se-me sonrió con boca cerrada. -pero estaria bien averiguarlo, ¿no?

Antes de responder. Ivanna se me acercó.

-Scar, ya termine con las compras, ¿nos vamos?

-Amm si -observe el diario y se lo regrese a la señora. -Muchas gracias por enseñarmelo. Ahorita no puedo comprarlo, tal vez venga por el despues. -le dije.

Ivanna se acercó mas, miro el diario y despues a mi.

-¿Lo quieres Scar? -me preguntó.

Negué.

-No Ivanna, luego vengo por él.

Pero no me hizo caso.

-Porfavor, envuelvalo para ella-le extendió su tarjeta. -Con un papel bonito.

Vio que estaba por llorar, asi que me dio un abrazo delicado, tratando de no lastimarme.

-Ivanna, no. Es muy caro.

-Te lo mereces, es un regalo de mi parte-y me besó la mejilla.

La señora me dio el libro y me guiño el ojo.

-Tienes una buena amiga... No te olvides de lo que hablamos, ahora tu eres su dueña.

Me despedí de ella y sali con Ivanna de la tienda.

Mi pensamiento era uno solo. ¿Que deseo iba a pedir?

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Años años han pasado desde que publique esta historia. La verdad es que yo cada cierto tiempo leo mis historias y me enojo conmigo misma ya que nunca pude terminarlas.
Aunque nadie lea la historia yo la acabare esta vez. Espero les guste y disfrutenla.