*Capítulo 50: Perdóname.
Dedicado a: kamaviza muchas por votar y comentar, espero que te guste el capítulo 😊
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Luego de explotar mi cabeza por más de cuatro horas seguidas al fin cerré de golpe la laptop, pongo ambas manos sobre mi cara y gruño con frustración. Me dolía la cabeza por haber hecho tanta tarea en una computadora pero ya no importaba, había terminado todo y no tendría que preocuparme el resto del día. Los últimos dos meses mi rutina había sido de esta forma; despertar, desayunar, conducir una hora a la universidad, tomar mis respectivas clases, regresar a casa de mis papás, comer, pasar todo el día haciendo tarea, cenar, bañarme y dormirme para prepararme para el día siguiente. Lo sé, días monótonos y aburridos pero eso necesitaba por el momento, no necesitaba nada más.
Por unos segundos (o talvez minutos) solo mire un punto fijo en mi habitación, no pensaba en nada en específico, estaba totalmente perdida. En eso el sonido de la puerta llama mi atención.
— ¿Jess? ¿Sigues viva? — es la voz de Aaron.
— Para tu mala suerte sí, tonto. — con esa respuesta fue suficiente para que Aaron entrara a la habitación.
— Perdón, es que estaba todo muy silencioso. — últimamente Aaron se disculpaba de cada broma que me hacia, tal parecía que le daba miedo que algún comentario me lastimara aunque eso nunca pasaría, sé que todo es broma de hermanos pero creo que no puedo hacer gran cosa, él solo tiene que darse cuenta que todo esta bien.
— Tranquilo, sigo aquí para poder seguir fastidiándote. — sonreí y él solo me respondió con una sonrisa de lado que fue hecha más a fuerzas que de ganas.
— No digas esas cosas... — miro al piso y por primera vez me sentí triste de que Aaron no quisiera seguirme el juego pero me contuve, no le dije nada. — Am... venia también para decirte que creo que es momento de que regreses a casa conmigo.
— ¿Y eso? — Lo mire curiosa.
— Pues no creo que este bien que tengas que conducir una hora entera todos los días solo para ir a la universidad.
— No me molesta hacerlo...
— Sé que no pero no esta bien.
— No creo que sea buena idea regresar...
— Sabes perfectamente que es lo mejor. — Lo pensé otra vez y como casi siempre él tenía razón, no me gustaba la idea de regresar pero creo que él tenía un punto, no era lógico tener que conducir tanto cuando tienes un hermano que vive a cinco minutos.
— Bueno... esta bien, creo que es lo mejor.
— Sé que no te gusta la idea pero será más fácil para ti estar cerca de la Universidad.
— Sí... bueno, solo deja empacar mi ropa y ya.
— Te espero abajo.
Dicho eso Aaron se fue de mi habitación mientras que yo solo me quede mirando a la nada por un largo rato, no sé cuanto, solo sé que me aterraba la idea de regresar a su casa.
No lo he visto desde que me fui de la casa de Aaron, ni siquiera en la Universidad me lo he llegado a topar por suerte pero no sé... siento que si vuelvo al lugar donde lo conocí tal vez lo vuelva a ver y honestamente no estoy lista para eso... o talvez nunca lo este.
Luego de perderme en mi cabeza unos segundos por fin decidí ponerme de pie para comenzar a guardar mi ropa en dos maletas pequeñas. Paso media hora para que todo estuviera dentro de las maletas. Antes de salir de la habitación mire todo de nuevo, no sé porque pero sentía que iba a regresar de nuevo.
Al bajar Aaron estaba al lado de la puerta principal y en cuanto me veo se acercó para ayudarme con mis maletas.
— Ya subí a Hook al auto. — asentí antes de que los dos por fin saliéramos de casa para encaminarnos al auto.
— Aunque no lo creas Hook te extraño mucho. — dije cuando Aaron arranco el auto y Hook quería venir adelante con nosotros.
— ¿En serio? ¿Solo Hook?
— Sí, solo él. — ambos sonreímos porque claro que él sabía que lo había extrañado... y mucho.
(***)
Al llegar a casa lo primero en lo que me di cuenta es que todo no estaba como la ultima vez que vine sino como la primera vez, todo estaba en absoluto orden, los mismo muebles que recordaba sin nunca imperfección, parecía como si fuera la primera vez que venia a la casa de Aaron y el lugar de ser una sensación agradable la que eso me provoco me sentí... extraña, como si no estuviera bien todo esto.
— Todas tus cosas sigues en tu habitación ya que no quisiste regresar por ellas. — Dijo Aaron en cuento bajaba las escaleras por ya haber llevado mis maletas al cuarto.
— Sí, esta bien, gracias. — él me sonrió pero fue más preocupado.
— Espero que te sientas bien por regresar. — yo asentí antes de que él se marchara a la cocina.
Sin hacer algo más comencé a subir las escaleras hasta que llegue a mi habitación seguida de Hook.
Al entrar pude comprobar que lo que Aaron había dicho era cierto, todo seguía como yo lo había dejado salvo por una cosa de la que solo yo podía percatarme y era que en el árbol que yo había hecho para poner mis fotografías y dibujos más preciados faltaba una foto y era la mía y la de él. Tal vez Aaron la había quitado para que al llegar no me afectara el hecho de verla pero en cierta forma me lastimaba que el árbol estuviera incompleto aunque sé que es lo mejor pues después de todo ninguna hoja de árbol llega a ser permanente, con un insignificante aire se van y las más fuertes, con el más crudo invierno, terminan por desprenderse.
Seguí mirándolo por unos segundos en los que solo pensaba que el árbol se veía extraño e incompleto pero sea como fuera así era mi realidad justo ahora.
Deja de mirar el árbol y en cuanto hice eso solo una idea cruzo por mi mente, era algo masoquista pero tenía que hacerlo, tenía que ver con mis propios ojos que al fin todo había desaparecido. Así que sin pensarlo dos veces o esperar a que Hook me siguiese, salí de mi habitación para bajar las escaleras y en cuanto estuve fuera del ultimo escalón solo tuve que girar para ir a la siguiente puerta, la puerta del sótano, la puerta que era de él.
Tampoco sé cuanto tiempo me quede ahí mirando para tomar el valor suficiente de abrir la puerta pero luego de un rato lo tuve, acerque mi mano para girar el pomo y abrir la puerta. Sentí miedo cuando baje el primer escalón pero sabía que era lo mejor así que continúe.
Cuando llegue al piso al fin lo pude ver, no había absolutamente nada, ni cama, ni escritorio, ni batería, ni computadoras... nada. Era como si nunca hubiera estado alguien aquí, como sí él nunca hubiera estado.
Solo miles de recuerdos invadían mi mente, y ahora todos ellos parecían ser más imaginaciones mías que recuerdos, por muy triste que suene. Sentí que quería llorar por todo, mi garganta se sentía irritada por contener el llanto pero no cedí, no llore, ya era suficiente, estaba aquí para encarar mi realidad y si tenía que continuar tenía que ser sin lagrima alguna. Y así fue, salí del sótano sin llorar.
Volví a subir las escaleras con una gran sensación de alivio, sentí que después de todo talvez todavía podía continuar mi vida, una vida donde ya no estuviera él.
Justo cuando llegue a la planta alta y estaba por entrar a mi habitación Hook salió corriendo escaleras abajo.
— ¡Hook! — no entendía porque había salido corriendo hasta que la puerta principal se abrió dejando pasar a mi demonio.
Hook comenzó a moverse de felicidad, de felicidad por verlo después de tanto tiempo mientras que yo, no sabía si salir corriendo o gritar. Saltaba y ladraba de felicidad hasta que después de unos segundos salió corriendo en mi dirección haciendo que él llevara su vista a donde yo estaba y me mirara.
— Jess... — sonó como un susurro pero lo pude escuchar fuerte y claro y eso me lastimo.
— ¿Tú qué haces aquí? — Era la voz de Aaron. Él no respondió a la pregunta, solo me miraba sorprendido y yo... simplemente lo miraba.
— Regresaste. — Una sonrisa se formo en su rostro mientras que yo sentí un gran hueco en el estomago.
— ¡A ELLA NO LE HABLES! ¡TE HICE UNA PREGUNTA! – Pero él seguía sin responder, seguía haciendo lo mismo, mirarme. — ¡VETE A TU CUARTO, JESS! — Y eso hice pero en cuanto cerré la puerta tras de mí comencé a escuchar gritos.
— ¡NO! ¡Jess! ¡REGRESA! — Pasos se escucharon en la escalera seguido de algo que caía.
Solo podía escuchar que gritaba mi nombre una y otra vez, su voz sonaba cortada, como cuando tenía sus pesadillas pero la diferencia era que ahora yo tenía la culpa de que estuviera gritando, eso me hacia sentir mal, no quería que sus gritos fueran por mí pero no podía salir, eso significaría darle otra oportunidad, y no puedo hacerlo, por Aaron y por mí.
Seguí escuchándolo, incluso se oyeron golpes y un grito de "Por favor perdóname" pero no importo, yo no salí de la habitación hasta que todo estuvo en silencio y la puerta toco suavemente.
— Ya puedes salir. — Era la voz de Aaron así que abrí la puerta por completo pero cuando lo hice tuve que ahogar un grito. La cara de Aaron estaba golpeaba.
— ¡Pero qué fue lo que te hizo ese idiota! — estaba asustada, nunca pensé que lo golpearía.
— Se enojo porque no lo deje subir. — Aaron solo se encogió de hombros.
— Lo lamento tanto, Aaron, por mi culpa esto te paso.
— Tranquila, esta bien, prefiero esto a que él se te vuelva a acercar. — Me acerque y lo abrace, él me correspondió.
— Gracias, Aaron.
— Todo estará bien, Jess.
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HOLA!!!
PERDÓN! En serio un millón de perdones por no haber subirán dos semanas, en serio perdón, no podre excusas solo diré que el tiempo no me alcanzaba y no estaba de muy bien de humor y les disculpas por que mis cosas personales se interpongan en todo esto, prometo que no pasara de nuevo. Y bueno aquí comienza la cuenta para lo capítulos que faltan.
50/53 cap + Epílogo.
MEEEH!
— books-silent-reader.
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