
*Capítulo 48: ¿Ya le contaste?
Dedicado a: AdaCortes0 muchísimas gracias por leer, espero te siga gustando la historia.
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Se supone que en estos momentos tendría que estar dormida pero he tratado por más de cuatro horas de conciliar el sueño y no puedo, lo intento y lo intento pero no lo logro, las imágenes aparecen en mi cabeza una y otra vez cada que cierro mis ojos ¿y los sonidos? Cuando todo está en absoluto silencio escucho un zumbido y luego comienzan de bueno, no hay forma de pararlos, tengo que cubrirme los oídos y convencerme mentalmente de que todo ya paso, que no es real.
Solo han pasado un par de horas desde lo que hice y lo que tuve que ver, al llegar a casa, Will me acompaño a descansar, fingí quedarme dormida y él se marchó, supongo que para hacer ediciones o cosas así y estoy segura que no me dijo nada porque no quería afectarme más y claro que se lo agradezco y no me molesta que no esté aquí, aunque si soy honesta lo necesito, lo necesito más que nunca porque nada de lo que vi puede salir de cabeza. Nada.
Supongo que el día de hoy realmente no voy a poder dormir.
Me giro por millonésima vez sobre mi cama para ver el reloj que esta sobre la mesita de noche, son las 3:47 de la madrugada. Y con eso me doy por vencida, no voy a poder dormirme. Me pongo de pie y camino hasta la salida de habitación, bajo las escaleras y me detengo enfrente de la puerta de la habitación de Will. Solo la miro porque por alguna razón me da miedo tocarla. Pasan segundos o talvez minutos cuando asiento para mí misma y toco tres veces. Otros segundos pasan en los que no escucho su voz, solo pisadas como si subiera las escaleras, más segundos pasan y la puerta de abre dejándome ver el rostro cansado de Will.
— Pensé que te habías quedado dormida. — dejo algo sorprendido de verme.
— No puedo dormirme. — me mira tiernamente antes de hacerse a un lado para dejarme pasar pero antes de que eso suceda lo pienso. No me quiero arriesgarme a ver esas imágenes de nuevo. — ¿Sigues ocupado? — y cuando pregunto eso Will me mira con triste antes de negar, él sabe que es lo que me pasa.
— No, acabo de mandar todo. — asiento y al fin entro a su habitación. Bajamos las escaleras y cuando estamos en suelo firme examino su habitación y efectivamente no hay nada, sus computadoras están apagadas.
— ¿Todo ayudara a Matt? — cuando digo ese nombre Will se pone tenso pero me contesta como si nada malo pasara.
— Todavía no lo sé. Si no lo vuelve a perder yo creo que sí. — asiento antes de acercarme a su cama y sentarme. Will se acerca y se pone en cuclillas frente a mí. — No me gusta verte así. — sonrío de lado para mostrar que estoy bien pero creo que mi sonrisa se ve triste porque la expresión de su rostro cae. — Perdóname. No te debí dejado hacerlo, fue mi culpa por no haber sido más insistente. Perdón por meterte en toda esta mierda. — se ve triste y lleno de culpa y eso me molesta porque no tiene que estar así, la decisión fue mía, él no me obligo pero sé que no lo voy a poder convencer aunque quiero intentarlo.
— No fue tu culpa, tú me lo advertiste, me dijiste que no era lo mismo crear esas cosas a solo verlas y yo no te hice caso. Tú hiciste lo que estaba en tus manos y ya lo demás dependía de mí. Lamento no haberte escuchado. — Él solo me mira, estira ambas manos y comienza a acariciar mi rostro.
Sé que ambos nos sentimos culpables, él por no haberme convencido y yo por no haberlo obedecido. Pero creo que ninguno de los tiene la culpa de todo esto, siempre intentamos lo mejor que podemos pero a veces simplemente no podemos ser tan fuertes.
Will continúa acariciando mi rostro hasta que sus manos pasan a mi cuello, él se acerca poco a poco hasta que sus labios están sobre los míos. Al principio no cierro los ojos, me aterra la idea de hacerlo pero conforme pasan los segundos y el beso se vuelve más profundo al fin lo hago, y las imágenes no aparecen, solo somos él y yo, como siempre ha sido.
Luego de unos segundos nos separamos, él me siegue mirando con su frente pegada a la mía.
— Perdóname, Jess. — lo miro hasta que niego con la cabeza.
— Perdóname tú a mí, Will. — Sus ojos verdes siguen sobre mí antes de acercarse y besarme tiernamente para luego alejarse.
— Estamos bien ¿de acuerdo? — yo asiento.
— Estamos bien. — ambos nos sonreímos de lado.
— Creo que debemos intentar dormir. — asiento.
Ambos nos subimos del todo a la cama y una vez ahí solo nos abrazamos, ninguno de los dos dice algo mientras nos miramos a los ojos y nuestros cupos permanecen unidos. Al cabo de unos segundos él rompe el silencio.
— Jess, te prometo que siempre voy a tratar de cuidar de ti, quiero que siempre estés bien — vuelve a acercar su mano a mi rostro para acariciarlo. — porque eres lo mejor que me ha pasado.— cuando dice eso no sé qué contestar exactamente así que sin decir algo me acerco y lo beso, esperando que con ese gesto él sienta que le correspondo.
— Te amo. — lo digo cuando me alejo y él solo me sonríe.
— Te amo. — Nos volvemos a abrazar y al pasar los minutos ambos nos quedamos dormidos, tranquilos de saber que todo sigue bien entre nosotros.
(***)
Al despertar lo primero que hice fue buscar a Will pero claro que él ya no estaba dormido aunque no me molesto, ya me había esperado que él no tardaría con su nueva costumbre de dormir más que yo.
Me siento sobre la cama para después ponerme de pie y dirigirme a la salida de la habitación. Cuando estuve afuera no tarde demasiado en encontrar a Will porque en la casa solo se escuchaban ruidos en la cocina.
Al entrar Will estaba concentrado en acomodar un plato sobre la barra de desayuno que ya estaba repleta de muchos más platos, en cuanto di el primer paso para adentrarme un poco más él aparto la vista del plato para mirarme a mí con una hermosa sonrisa.
— Buenos días. — fue lo primero que dijo, se alejó de los platos mientras se secaba las manos con trapo.
— Buenos días. — lo miro a él primero antes de llevar mi vista a la barra. — ¿Qué es toda esta comida? — me acerque a una silla para sentarme.
— Es mi forma de decir lo siento por lo que paso. — Me regalo una sonrisa ladeada y yo le correspondí.
— Gracias pero no hay nada porque sentirlo ¿bien? — me miro unos segundos dudoso antes de asistir.
— De acuerdo. — sé que no lo dice en serio pero es un avance que por lo menos lo admita ¿no?
— Y bien.... — se centró en mí. — ¿tu plan para que me sienta mejor es que me ponga como una ballena? — él lanzo una gran carcajada. — porque es mucha comida.
— En parte. — lo mire curiosa antes de que él continuará. — mi plan es ponerte poco a poco como una ballena para que nadie más te quiera y te quedes conmigo. — Ahora yo lance una carcajada. — ¡No te rías! ¡Lo digo en serio! — calme mi risa y lo mire divertida.
— Bueno entonces tú me vas a ayudar a comer todo para que ambos nos pongamos obesos, nadie más nos quiera y solo nos tengamos a nosotros. — Él sonrió ampliamente.
— Ese plan me encanta. — ambos sonreímos.
Will dio la vuelta a la barra para quedar a un lado de mí y besarme pero segundos después el sonido de la puerta nos separó más a fuerzas que de ganas.
— Yo iré a ver quién es, tú por mientras comienza con el plan. — me dijo Will antes de darme otro beso y salir de la cocina.
Sonreí como un idiota ya que en serio que estaba muy enamorada de Will, nunca me había sentido de esta forma... de hecho nunca me había enamorado... pero luego de unos segundos mi sonrisa de borro de golpe ¿Qué pasará cuando todo esto termine? porque tengo que ser realista, todo en la vida tiene una principio un final y aunque me cueste hasta imaginarlo sé que lo tenemos Will y yo algún día terminara, no sé cuándo ni dónde pero el simple hecho de pensarlo me asusta, me asusta demasiado ¿Que hare cuando él desaparezca de mi vida? Porque desde hace meses yo ya no puedo ver mi futuro si verlo a él primero.
Lo amo y aunque nos separemos estoy segura que eso no cambiara jamás.
Mis pensamientos se alejan de inmediato de mí pero no por la comida tengo enfrente sino por gritos que vienen de enfrente de la casa. ¡Will!
Rápidamente me pongo de pie salgo de la cocina y me dirijo hacia la entre principal, cuanto más me acerco los gritos se intensifican y por ende puedo reconocer de quien es la voz y sé que quien toco es Matt.
En cuanto llego la puerta esta encuentra cerrada así que me acerco solo para escuchar porque sé que Will la cerró por algún motivo.
— ¡Vamos, hombre! ¡Al comprador le gustaron las fotos! Más que otras veces. Si metemos a tu noviecita podríamos ganar más. — mis manos comienzan a sudar en cuanto escucho que hablan de mí.
— No vas a meter de nuevo a Jessica en tu porquería, ella solo te ayudo esta vez pero no se volverá a repetir ¿Te quedo claro? — se escucha un silencio antes de que Matt vuelva a hablar.
— Bueno la que tiene que decidir eso es ella, no tú.
— Pues ella no quiere y punto. — me sentí aliviada cuando escuche el tono con el que lo dijo, estaba claro que no dejaría que hiciera eso de nuevo. — Es más, tampoco cuentes conmigo. — se escucha un silencio. — Renuncio a todo esto, voy a cortar cualquier relación que tenga con toda esta mierda, y eso te incluye a ti. — escucho una risa burlona que estoy segura es de Matt.
— ¡¿VAS A DEJAR TODO POR ESA MOJIGATA?! — Después de esas palabras solo escucho un fuerte golpe de algo que cae al suelo seguido de muchos más. Sin pensarlo salgo de la casa y en cuanto eso pasa veo a Will golpeando a Matt, sus golpes son tan fuertes y constantes que ya la cara de Matt estaba empapada de sangre, él intenta esquivar algunos golpes pero con muy poco éxito.
— ¡WILL, YA DEJALO! — Grito desesperada al ver que sus puños no seden contra su cara. — ¡WILL, LO VAS A MATAR!
Me quedo inmóvil solo gritándole a Will que ya lo suele pero no parece funcionar, él ya no me escucha, esta cegado por la ira. De la nada Aaron aparece corriendo a toda prisa de la casa, se acerca a Will y con trabajo logra separarlo de Matt.
— ¡NO LA VUELVAS A LLAMAR ASÍ! ¡¿ENTENDISTE, HIJO DE PUTA?!
Will sigue intentando ir sobre él, pongo mi mano sobre su brazo para intentar hacer que me mire y una vez que lo hace me quedo muda al ver toda la sangre en su rostro, sé que no es de él pero el verlo de esa forma me hace sentir mal de alguna manera.
— ¿Te quieres deshacer de mí? Bien — Matt se pone de pie y continúa hablando. — pero entonces ¡Cuéntale la verdad! A ver si quiere seguir contigo. — La cara de Will se tensa.
— Mejor cállate. — la voz de Will se escucha amenazante.
— ¿De qué verdad hablas? — pregunto y la sonrisa llena de sangre de Matt se hace más grande.
— ¡Ya ves! ¡Ella quiere saber, Will! — Will se tensa más pero no dice nada. — ¡Anda! ¡Dile que todo el tiempo le has mentido!
— No lo escuches, Jess. — Ahora Will parece asustado.
— Dile que su papá es el hombre que metió al tuyo a la cárcel. — en cuento escucho eso aparto a Will de mi lado y me acerco a Matt.
— ¿De qué estás hablando? — Él sonríe más. Sabe que acaba de lanzar una granada que destruirá todo.
— Hablo de que tu papá, el gran abogado, metió a tu suegro a la cárcel ¿Y qué crees? A nuestro Will no le gusto eso así que paso años y años buscando una forma de vengarse hasta que al fin encontró a tú hermano. — lo sigo mirando pero no digo nada. — ¿Por qué crees que William está metido en todo esto en primer lugar? — niego al ver que él quiere una respuesta. — Pues porque tu Will planeaba dejar copias de su trabajo abajo en el sótano, él se iría de la casa, hablaría anónimamente a la policía por toda la mercancía ilegal que había y ¿A quién crees que culparían? — A Aaron — A tu hermano. William no está en la casa por casualidad, querida.
》Pero cuando estaba a punto de hacer todo apareciste tú. — me sonríe. — y eso mejoro las cosas. Él planeaba contigo hacerte sufrir primero, como una venganza de todo lo que sufrió su familia por culpa de la tuya, pues, que mejor forma de vengarse ¿no? Con la hija adorada del hombre que más odia. — una lágrima salió de mis ojos y Matt se puso más contento. — Ah, pero ahí no iba a terminar todo, él te quería meter en una de nuestras películas, contra tu voluntad por supuesto pero claro que eso no paso porque nuestro pequeño Will... — me tomo de los hombro y me giro sobre mis talones para ver a William que estaba mirando a la nada. — se enamoró de ti.
William solo miraba a la nada, las lágrimas llenaban mis ojos, no podía creer todo lo acababa de escuchar.
— Mi trabajo termino. — me susurro Matt antes de alejarse pero no lo mire, solo esperaba que Will dijera algo.
— ¿Todo eso es cierto? — preguntó Aarón. Pasaron segundos en silencio hasta que William respondió lo que más me temía.
— Sí. — levanta la vista y me mira, en sus ojos se veía una tristeza profunda pero por alguna razón eso no me importó, yo ya no sentía nada. – Jess, perdóname, por favor. — se acercó a mí y tomó mis manos. — si quería hacer todo eso pero enamoré ti, perdón, sé que no tenía que desquitarme pero por favor entiéndeme, te lo suplico. — lo miré unos segundos más hasta que recordé algo, así que asentí.
— Está bien. — me seguía mirando angustiado. — solo quiero que respondas algo.
— Lo que sea.
— Casi cuando Aarón supo de nosotros yo entré a tu habitación y estabas hablando por teléfono ¿Era la policía con quien hablabas? — él solo me miró y no dijo nada. — ¿Planeabas seguir con todo a pesar de que estabas conmigo? ¿Quería dañar a Aarón? — tardó en responder.
— Por favor perdóname, Jess. — en cuanto dijo eso me separe de Will y comencé a caminar a mi habitación.
William me seguía pero logré entrar y poner el seguro. Las lágrimas salían de mis ojos pero no me importó, yo necesitaba salir de aquí ahora mismo.
Tomé una maleta que estaba cerca y comencé a meter todo lo que pude, cuando estuvo llena me fui a la puerta, sus gritos se siguian escuchando justo afuera así que luego de respirar hondo la abrí.
Will me abraza en cuanto salgo.
— No me dejes. — lo empujo a un lado y logró apartarlo, bajo las escaleras rápidamente y salgo de la casa. Aarón está en la entrada en el mismo lugar donde estaba antes de irme, se encuentra mirando a la nada, tal parece que todavía no cree todo.
— Aarón — me mira. — ¿Puedes llevarme a casa? — Él asiente sin pensarlo dos veces.
— ¡JESS! ¡JESS! — Will se acerca así que aceleró el paso para llegar al auto y cuando estoy a mitad de camino una mano toma mi brazo — No te vayas por favor. — no me da tiempo de responder porque un puño se va contra la cara de William y lo hace caer al suelo.
— ¡CUANDO REGRESE QUIERO QUE YA TE VAYAS MARCHADO! — William solo nos mira desde el piso Aaron y yo nos giramos y seguimos nuestro camino.
Cuando Aaron arranca el auto y estábamos a una distancia en la que ya no se ve la casa al fin rompo en llanto. Aaron no dice nada, solo toma mi mano para consolarme.
— Aaron... — él me mira. — ¿Se puede amar y odiar tanto a alguien al mismo tiempo?
No me responde, y se lo agradezco porque después de todo no sé si pueda seguir amándolo.
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Hola!!!!
Bueno espero que con el capítulo de hoy no me vayan a odiar, tarde en subir porque me costó trabajo escribir este capítulo, no quería que esto pasara pero tarde o temprano tenía que suceder.
Para quienes no recuerden lo del teléfono está en el capítulo 45.
En verdad espero que no me vayan a odiar, sé que no les gusto el capítulo por lo que paso pero que sigan leyendo la historia porque nos falta muy muy poquito para terminar todo, ¡7 capítulos!
Bueno esto es toda, gracias por leer, espero no me odien y nos seguimos leyendo.
— Meh!
— books-silent-reader.
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