Dedicado a: Newtabc gracias por comentar y espero te guste el cap. (al final esta la foto de Will que me pediste).
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2 de enero del nuevo año.
El día de hoy en cuanto desperté vi que las maletas estaban llenas de nuevo, no había ropa regada ni nada por lo que intuí que Will había decidido que era momento de irnos. No entendí porqué pero al parecer así era. En eso la puerta de la habitación se abrió dejándome ver a Will.
— Ya despertaste — me sonrió.
— Sí — llevé mi vista a todas las maletas antes de volverlo a mirar. — ¿Ya nos vamos? — le pregunté confundida.
— Sí.
— ¿Por? Pensé que querrías quedarte más tiempo.
— Me gustaría pero Aarón regresa mañana ¿No lo recordabas? — ¡Era cierto! Aarón regresa mañana, lo había olvidado.
— Cierto... y se supone que yo estoy en su casa.... — miré a la nada.
— Así es, así que nos iremos hoy en la noche para estar allá mañana temprano.
— De acuerdo — lo miré y eso solo sirvió para que me sintiera mal. — perdón. — Ahora él me miró confundido.
— ¿Y eso por qué?
— Porque sé que te gustaría estar más tiempo con tu mamá y tus hermanas pero nos tenemos que ir por mi culpa. — ahora me sonrió.
— No tienes que sentirte mal, si no hubieras venido tal vez ni hubiera tardado un día aquí, es más, tal vez ni siquiera hubiera salido de la ciudad.— reí porque en serio que yo seguía sin entender. — ¿Que es divertido?
— Es que — sonreí para mí misma antes de mirarlo. — Todas me han dado el crédito de que estés aquí y yo siempre pensé que no era así pero ahora tú también me das a entender lo mismo.
— Pues es que es cierto ¿Por qué te dije que veníamos? — negué porque no lo recordaba. — Para presentarte ante mi familia como mi novia ¿lo recuerdas? — Cuando recordé esas palabras asentí y sonríe— Y también si recuerdas... — se sentó junto a mí. — yo me regresé porque me daba miedo venir, la única razón por la volví al camino fue por ti. — se acercó hasta que su nariz tocó la mía. — Así que sí, gracia a ti regresé a mi casa. — me sonrió y yo le devolví la sonrisa antes de acercarme más y abrazarlo. — ¡Oye! ¡Pensé que me ibas a besar! — me reí y hundí más mi cara en su cuello para comenzar a besarlo. — Mejor no hagas eso si no quieres terminar gritando y gimiendo. — me alejé de golpe.
— Oh, bueno ¿Quién te entiende? — ahora él rió, me sonrió y se acercó para besarme en los labios.
Golpes sonaron en la puerta, nos separamos rápidamente antes de que se abriera y vieramos a Wendy.
— Aja. — nos miró como si no se creyera que realmente estábamos en esas posiciones, uno alejado del otro. — dice mamá que ya pueden bajar a desayunar.
— Ya vamos. — dijo Will.
— Bueno, ya me voy para que se sigan agasajando, no los vi pero no soy estúpida. — cerró la puerta y Will y yo nos comenzamos a reír.
— Es divertida. — dije.
—Lo es. — se puso de pie. — vamos antes de que tu suegra y tus otras dos cuñadas piensen lo mismo. — me río y nos encaminamos a la salida de la habitación.
En cuanto llegamos a la planta baja de la casa ya olía delicioso y al entrar a la cocina el olor se intensificó haciendo que del estómago de Will saliera un gruñido. Suerte que no me pasó eso a mí porque ahora mismo todas las presentes (salvo yo) miraban a Will divertidas.
— Creo que alguien tiene hambre. — dijo Mady.
— Unos segundos más y ya comerán — me sonrió la mamá de Will y cuando miró a su hijo fue de manera extraña, no entendí como pero fue diferente, no con una sonrisa. Creí que tal vez mi mente y mi estómago me estaban jugando una mala broma así que lo ignoré porque ahora todos mis sentidos no estaban coherentes como para andar de "espía".
La madre de Will nos entregó a ambos un plato lleno de hot cakes, inmediatamente se me hizo agua la boca pero afortunadamente supe como contenerme para no sufrir una vergüenza.
— Les quería decir que hoy en la noche nos vamos a ir. — en cuanto esas palabras salieron de la boca de Will sus hermanas dejaron de comer para mirarlo al igual que su mamá, quien lo miró con tristeza.
— ¿Tan pronto? — preguntó Mady.
— Sí, tenemos que arreglar unas cosas antes de regresar a clases otra vez.
— ¿No se pueden quedar dos días más o al menos uno? — preguntó Clary con cierto tono de tristeza en su voz.
— No, lo siento, no podemos. — cuando Will dijo eso me sentí mal porque básicamente nos teníamos que regresar por culpa mía, se suponía que yo tenía que estar en otra parte.
— A mí no me sorprende que se vaya. — Wendy se puso de pie y se acercó al lavaplatos y una vez ahí aventó los que tenía entre sus manos. — De nuevo. — Y sin más salió de la cocina.
— Creo que tengo que hablar otra vez con ella. — dijo Will, que estaba dispuesto a seguirla pero su madre tocó su mano para interrumpir su acción.
— Déjala, siempre ha sido algo dramática. — le sonrió dulcemente. — nosotras entendemos que se tienen que ir aunque nos gustaría que se quedaran más tiempo.
— No podemos. — La voz de Will sonó algo culpable pero su madre le volvió a sonreír de la misma manera.
— De acuerdo. — alejó su mano de la Will. — Pero supongo que si este será su último día aquí deberíamos hacer algo... ¿especial?
— No creo que sea necesario... — Will se vio interrumpido por sus hermanas.
— ¡Nosotras nos encargamos! — Y en unos segundos ellas ya no estaban en la cocina.
— ¿Por qué tanto entusiasmo? — pregunté porque realmente se habían ido demasiado rápido.
— Siempre han sido buenas para las sorpresas. — me contestó Abby pero la cara de Will era de preocupación.
— ¿Qué pasa? — le pregunté pero no me contesto, solo negó.
— Will odia sus sorpresas.
— ¿Por qué?
— Porque son demasiado sentimentales esas dos. — dijo Will mientras se cubría el rostro con sus manos cual niño pequeño y yo solo pude reír de lo tierno que se veía.
— Tranquilo, hijo, han pasado ya 12 años desde que empezaron con todo eso tal vez se queden sin ideas.
— Lo dudo mucho. — seguía con las manos en la cara. — Iré metiendo las maletas en el auto. — Y sin más Will se fue de la cocina pero no sin antes llevarse su plato lleno de hot cakes. — ¡Delicioso, mamá!
— ¡Gracias! — rió y después me miró. — Si te soy sincera yo tampoco creo que Mady y Clary dejen de ser sentimentales, solo lo dije para consolarlo. — Reí cuando escuché su confesión.
— A veces tienes que darle por su lado.
— Lo conoces bien. — me sonrió con ternura antes de encaminarse al lavaplatos. — Eres demasiado buena para él. — Eso yo lo sentí como que era un comentario para sí misma así que no dije nada y me concentré en mi desayuno.
💮🌸💮
Pasaron solo dos horas para que Mady y Clary ya estuvieran de vuelta en casa, fue rápido, cosa que Will odió más. Todos (Abby, Wendy, Will y yo) estábamos en la sala aun que todo se sentía realmente tenso.
— Tomen esto. — Mandy nos fue entregando antifaces negros, de los que usan para poder dormir. — Pónganselo, no hagan preguntas y no cuestionen nada. En especial Will y Wendy que sabemos que odian nuestras sorpresas.
— Es que son muy cursis. — dijo Wendy que comenzaba a ponerse el antifaz.
— Calla. — le reprendió Clary. — Con esa negación ante lo cursi nunca vas a conseguir un novio.
— No tengo novio porque no quiero.
— No consigues por tu humor. — le dijo Mady.
— Si William consiguió a alguien que lo aguante yo también podré.
— Bueno... eso es cierto. — Mady.
— Sí... — Clary.
— Estoy de acuerdo. — dijo Abby.
Will miro mal a todas las presentes y yo solo intentaba no reírme.
— Lo siento hijo pero todas siempre pensamos que nadie te soportaría y morirías solo.
— ¡Vaya! ¡Qué apoyo!
Todas nos reímos por la cara de enfado que Will puso.
— Traidora. — Will intentó sonar molesto cuando me dijo eso pero una pequeña sonrisa lo traicionó.
— No te enojes. — le sonreí y a los pocos segundos de estar serio me devolvió la sonrisa.
— Contigo no podría aunque quisiera. — ambos sonreímos y nos pusimos los antifaces.
— De acuerdo nosotras los vamos a guiar a su sorpresa. — Ahora mismo no tenía ni la menor idea de quién estaba hablando, las voces me sonaban igual, podía ser Mady o Clary... no sé.
Sentí que alguien tomó mi mano y comenzó jalarme así que no puse resistencia para dejarme guiar.
— Esto no me gusta. — esa era sin duda la voz de Will y había hablado en voz baja.
— Tranquilo. — fue lo único que dije y no volví a escuchar su voz.
Todo alrededor estaba demasiado frío y hacía mucho viento, tal parecía que habíamos salido de la casa y nos guiaban a otra parte.
Lo siguiente que se escuchó aparte de nuestras pisadas fue el rechinido de una puerta pero sonaba como si ésta fuese muy grande. Sentí que soltaban mi mano una vez que nos detuvimos.
— Bueno, pueden quitarse el antifaz.
Cuanto me quité el antifaz lo primero que vi es que el lugar donde nos encontrábamos estaba hecho completamente de madera, parecía ser un granero ya que el segundo piso estaba lleno de paja.
— Arreglaron todo... — la madre de Will miraba todo realmente maravillada al igual que Wendy que a pesar de no decir nada se notaba que estaba conmovida.
— Llevábamos meses arreglando todo para algo especial y creímos que este era el momento. — dijo Clary con una gran sonrisa.
Lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Abby y rápidamente sus hijas fueron al rescate.
— ¿Will? — lo interrumpí de sus pensamientos ya que él estaba igual que todas, miraba todo con mucho detalle. No entendía qué estaba pasando y creo que Will lo notó cuando me miró ya que me contó.
— Este era el lugar favorito de papá, se la pasaba horas aquí desarmando y armando los autos y motociclistas que están al fondo. — me apuntó los tres autos y las siete motocicletas. — Él me enseñó a reparar una motocicleta aquí. — su voz se rompió así que tomé su mano. Esperó unos segundos para volver a hablar como si nada. — Cuando él se tuvo que ir nadie quiso entrar aquí... y quedó destrozado, no como ahora. — Él volvió a sonreír mientras miraba todo.
El lugar estaba rodeado de foquitos color blanco que iluminaban todo y justo en medio había dos sofás, atrás de éste un cañón y enfrente una pantalla blanca.
— Tomen asiento. — se animó a decir al fin Mady.
Todos nos sentamos en los sofás. Las luces se apagaron y en la pantalla comenzaron a aparecer fotos y videos de la familia, todos reían y hacían comentarios sobre algunos vídeos y fotos, se notaba que esto los tenía felices... recordaban su pasado juntos. Yo solo sonreí por todo y más por la bella escena que estaba pasando ahora mismo; una familia reunida recordando hermosos momentos... creo que no había nada mejor que eso.
En una foto aparecieron dos niñas pelirrojas, una más grande (que creo que era Mady) y una más pequeña como de dos años, en seguida pensé que era Rosy, la otra hermana de Will, de quien ya no sabían nada desde hace años y creo que estuve en lo correcto ya que cuando esa foto apareció nadie dijo nada.
Pasó un largo rato, no sé cuánto tiempo exactamente y tampoco es que me importará ya que este momento del que yo estaba siendo testigo no se podía comparar con nada más y no me daban ganas de estar en ningún otro lado ¿Lo mejor de todo? Will estaba feliz, realmente lo estaba, lo podía notar en sus ojos y por como sonreía en cada imagen que pasaba por la pantalla, me sentía afortunada de poder estar a su lado en todo esto.
En algunas fotos del final aparecíamos Will y yo, peleando en la nieve, en otra salimos dormidos en su habitación (tal parecía que habían entrado a tomarnos una foto dormidos) y otras dándonos nuestro beso de año nuevo... en todas esas las presentes hicieron "Aw" (excepto Wendy claro) pero Will y yo solo sonreímos (por mi parte apenada.)
Cuando las imágenes terminaron nadie dijo nada, solo seguían sonriendo hasta que Will revisó su celular y se puso de pie.
— Ya nos tenemos que ir. — se dirigió a mí pero claro que todas escucharon.
— ¡Buuuuu! — Su mamá lo abucheó y yo aguante mi risa.
— ¡Aguafiestas! — Wendy.
— ¡Yo lo detengo! — y sin más Mady había tirado a Will al piso... no entendí cómo lo logró pero me quedé sorprendida.
— ¡Sobre él! — Clary se fue sobre ellos y luego Wendy se subió a un sofá para desde ahí irse sobre ellos tres que gruñeron de dolor.
Abby y yo solo reíamos.
Después de varios minutos al fin dejaron a Will libre y comenzamos a despedirnos. Clary y Mady me abrazaron fuerte y me agradecian de haber traído a Will. Me acerqué a Wendy.
— Lamento haber empezado con el pie izquierdo. — ella me sonrió cuando lo dije.
— Lo importante es que creo que terminamos con el derecho.
— Eso creo — reímos y nos abrazamos.
— Asegúrate de que este idiota no nos vuelva a abandonar otros cinco años. — sonreí.
— Tranquila, yo me encargo de eso. — nos alejamos.
— Oye... aunque a veces no lo pueda parecer... él te quiere mucho... lo conozco... él y yo somos iguales. — se encogió de hombros.
— Gracias por eso. — me sonrió y se alejó.
Me giré para ir ahora con Abby pero se encontraba hablando con Will, esperé hasta que se alejaron, al verme ella se acercó a mí para abrazarme instantáneamente.
— Muchas gracias por traerlo, necesitaba saber que estaba bien.
— No fue nada.... él las extrañaba. — no supe qué más podía decir ante esas palabras.
— Y nosotras a él. — se alejó de mí y me miró. — Él te quiere... más de lo crees... y lo conozco y sé que podrá hacer cosas tontas solo... necesita que lo entiendas... ¿si?
— Sí... — no sabía a qué se refería realmente pero estaba de acuerdo, Will hacia cosas tontas pero solo necesitaba que lo escucharan.
— Ya nos vamos. — dijo Will y todas lo miraron tristes pero no dijeron nada, supongo que para no hacer más doloroso el momento.
Comenzamos a caminar hacia la camioneta hasta que al fin estuvimos en ella, Will la encendió y condujo hacia el camino que daba a la carretera, cuando llegamos al final y estábamos por cruzar a la carretera él detuvo el auto y eso me preocupó.
— Will ¿Pasa algo? ¿Quieres que regresemos? — no me respondió, él miró a la nada, negó para sí mismo antes de mírame con una sonrisa y sin decir algo se acercó rápidamente y me besó.
Este no fue como otros, este beso estaba cargado de felicidad, eso sentí. Me besaba de forma apresurada y profunda y eso me encantaba. Cuando terminamos se quedó cerca, acarició mi rostro con una sonrisa aún en sus labios antes de decir algo que nunca me imaginé.
— Te amo, Jess.
No supe qué decir porque no sabía si había escuchado bien o fue solo mi imaginación.
— ¿Qué? — me mente no entendía lo que pasa, él rió un poco por mi reacción, supongo.
— Lo que escuchaste. Te amo. — me acerqué y ahora yo lo besé de esa misma manera, llena de felicidad. Al alejarnos lo dijo de nuevo. — Te amo, Jess. — sonreí.
— Te amo, Will. — Él me sonrió y me volvió a besar.
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