Capítulo 35: Por favor
Dedicado a: Todas mis lectoras
____________________
— ¿Cómo vas con tu estudio? — levanté la vista para mirar a William quien estaba sentado en mi escritorio sin despegar la vista de mi laptop.
— Creo que voy bien ¿Tú cómo vas con tu proyecto?
—También bien.
Hace alrededor de tres horas que William llegó a mi habitación diciendo que si podía hacer su proyecto aquí porque quería estar conmigo, yo le dije que estaba bien pues de todas formas tenía que estudiar pero eso último había sido mentira. En estas tres horas que habían pasado lo único que hice fue dar vueltas a las hojas de un libro de la universidad aunque después de una hora me di cuenta que éste estuvo al revés todo el tiempo. Había estado fingiendo estar ocupada todo el rato para que él no se sintiera presionado y pudiera hacer su proyecto.
En eso la curiosidad de saber cómo era su proyecto me invadió así que me fui inclinando poco a poco hacia la derecha para ver qué es lo que hacía y cuando tuve una clara vista del computador me sorprendí pues él no estaba trabajando ¿Cómo lo sabía? pues en la pantalla solo se veía el juego de PacMan.
— ¡¿Has estado jugando PacMan todo el tiempo?! — me puse de pie mientras que él ponía pausa al juego y giraba la silla para mirarme.
— No todo el tiempo.
— ¿Y cuánto sería ese "no todo" entonces? — me crucé de brazos y él solo se quedó pensando.
— Como... hace dos horas... tal vez.
— ¿¡Por qué no me dijiste que habías terminado!?
— Por qué no quería irme y tú estabas estudiando.
— ¡NO ESTABA ESTUDIANDO! ¡FINGÍ PARA QUE TÚ PUDIERAS HACER TU PROYECTO!— Se quedó callado durante unos segundos hasta que una sonrisa apareció en su rostro.
— ¿En serio hiciste eso? — bajé la vista porque ahora que lo decía en voz alta había sonado del todo patético.
— Sí... — Me sentí muy pequeña en ese momento.
— Te ves tan linda toda apenada y con tu pijama.— estuve a punto de cubrirme el rostro pero no lo hice, en su lugar levanté la vista y lo miré. Él seguía con su sonrisa. — Ven aquí, Jess, por favor. — me acerqué hasta estar enfrente a él, tomó mi mano y me jaló hacia sí. Me senté en sus piernas y al hacerlo él me acercó más y me besó.
— ¿Quieres que juguemos un rato? — Abrí mucho los ojos cuando dijo eso y él solo se rió. — No me refiero a eso, niña pervertida, me refiero a que si quieres que juguemos PacMan. — Me sentí una tonta en ese momento así que solo asentí.
Él me dio un beso en la frente y después de eso giró la silla y a mí para que pudiéramos jugar en mi laptop.
💮🌸💮
— ¡Arriba! ¡Arriba! ¡Te van a acorralar! ¡Rápido! — Grité al ver que los fantasmas tenían acorralado a William... bueno, más bien a Pac-Man. No sé como Will había logrado llegar al nivel 50 del juego mientras que yo solo había llegado a la mitad del primero... sí... nunca había sido buena en los videojuegos. Ya no tenía más vidas y solo le faltaba un punto amarillo por comer, estaba a solo unos pixeles de distancia cuando... el fantasma azul se lo comió.
— ¡Mierda! — dijo William mientras echaba hacia atrás la cabeza totalmente frustrado por la derrota pero ¿cómo culparlo? si él había tardado horas jugando y había perdido cuando le faltaba poco.... bueno.... no tan poco porque en Pac-Mac son 255 niveles.
— Ay, Will, lo siento.
— Jodido fantasma azul. — se quedó mirando la pantalla de la laptop por un largo tiempo.
— Ya... no te enojes. — volteó a mirarme.
— Fue por tu culpa. — abrí mucho los ojos al escuchar eso.
— ¿¡Mi culpa!? — pregunté ofendida.
— Sí. — me miró molesto.
— ¿¡Por qué!? ¡Yo solo te estaba apoyando!
— Me apoyaste demasiado y me desconcentré. Así que creo que por ese motivo te mereces un castigo. — lo miré algo asustada porque la imagen del antiguo William volvió a mi mente.
— Ah... ¿Un castigo? — mi voz sonó temblorosa.
— Sí... — acercó su rostro al mío y su mano derecha acarició mi mejilla izquierda. — un castigo. — cortó la distancia que había entre nosotros juntando sus labios con los míos.
Las últimas veces que lo había besado todo era calmado y tierno, no existía ninguna prisa entre nosotros, como si él procurará que fuéramos al mismo ritmo para no presionarme pero en esta ocasión no era así. El beso estaba siendo profundo, rápido y algo desesperado... algo a lo que yo no estaba acostumbraba pero por alguna razón no me costaba seguirle el ritmo, de hecho, podría decir que lo sentía demasiado familiar... y me encantaba besarlo de esa manera.
Mis manos acariciaban su cabello mientras que las de él se encontraban en mi cintura y comenzaron a bajar poco a poco por mi espalda hasta llegar bajo mis muslos, apretó un poco para después ponerse fácilmente de pie y comenzar a caminar en dirección a mi cama. Al llegar Will se sentó del lado derecho de la cama mientras que yo seguía sentada en él pero eso no tardó mucho ya que poco a poco fui recargando mi peso en él hasta que quedó acostado en la cama.
Sus manos volvieron a subir calmadas tocando mi pijama pero al llegar al borde de mi pantalón sus manos no tocaron mi blusa sino la piel de mi espalda igual de calmado, haciendo que mi piel entera se erizase. Comenzó a subir un poco más pero en cierto momento se detuvo, incluso dejó de besarme para mirarme a los ojos.
— ¿Quieres que me detenga? — sus hermosos ojos color verde me decían que estaba bien cualquiera que fuera mi decisión y en seguida supe cual era... lo quería a él.
— No, por favor no lo hagas. — una sonrisa se cruzó por sus labios y sus manos continuaron subiendo, haciendo que mi blusa comenzará a dejar a la vista mi torso. Para que él supiera que no tenía duda alguna de mi decisión puse mis manos en mi blusa para quitármela por completo mientras que las suyas seguían subiendo para acariciarme pues ahora estaba desnuda de la cintura a la cabeza ante él. Hice la blusa a un lado para después mirarlo de nuevo y descubrir que su sonrisa seguía allí, tomó una de mis manos y me jaló hacia sí para volverme a besar.
Sus manos rodearon mi cintura y fue girando hasta quedar sobre mí. Estaba algo nerviosa, no sabía qué era lo que tenía que hacer, mis manos se movían torpemente y supongo que Will lo notó ya que con cuidado las tomó y las puso bajo su camiseta para después yo comenzarla a subir y deshacerme finalmente de ésta.
Will siguió besándome en los labios por unos segundos más para luego comenzar a bajar hasta mi cuello pero no se detuvo ahí, continuó hasta llegar a mi seno derecho y con su mano comenzó a acariciar el izquierdo haciendo que un suspiro extraño saliera de mis labios. Mis manos bajaron hasta el borde sus pantalones y boxers y poco a poco comencé a bajar ambos aunque decidió ayudarme para deshacerme de estos por completo. Will siguió bajando, besando mi abdomen ahora pero no se quedó ahí, continuó hasta llegar al borde de mi pantalón de pijama. Comenzó a bajarlo y conforme lo hacía dejaba pequeños besos en el camino.
Al deshacerse de éste regresó a donde estaba mi braga para empezar a bajarla y cuando mi parte intima quedó a la vista de él le dio un corto beso provocando que un pequeño gemido saliera de mí. Me sentí algo patética ya que cada cosa que él hacía conmigo me provocaba sensaciones increíbles. Regresó hacia mí para besarme en los labios con la misma desesperación que lo había hecho antes. Sus manos bajaron hacia mis piernas y las separaron para él ponerse entre ellas. Estas siguieron hasta estar en mi entrepierna y pasar a mi parte intima para acariciarme una y otra vez hasta que finalmente uno de sus dedos entró en mí para comenzar a jugar y robarme pequeños gemidos pero las cosas no terminaron ahí porque introdujo un segundo dedo y así ambos empezaron a salir y entrar de mí tan rápido que casi me era imposible seguir gimiendo. Estaba por llegar al clímax pero en eso Will sacó ambos dedos de mí para luego mirarme a los ojos.
— ¿Estás lista? — Asentí.
Se acercó para besarme en los labios, sus manos me tomaron por la cintura y comenzó a entrar en mí. Un quejido salió de mis labios, mis manos presionaron su espalda por el dolor que sentí.
— Tranquila, es normal.— me dijo al oído. — Voy a seguir ¿sí?
— Sí... — me volvió a besar y comenzó a mecerse poco a poco, entrando y saliendo de mí. El dolor no desapareció pero se volvió soportable y fue pasando a segundo plano cuando Will comenzó a entrar y salir más y más rápido. Gemidos de ambos eran los que se escuchaban en la habitación. Continuó con sus movimiento, dándonos más placer a los dos, los movimientos de Will y nuestros gemidos se hicieron más fuertes hasta que ambos llegamos al clímax.
No dijimos nada, solo se escuchaban nuestras respiraciones aceleradas y cuando comenzaron a calmarse Will me dio un beso en los labios y salió de mí.
— ¿Estás bien? ¿Te hice daño? — me miró preocupado así que lo miré con ternura y le dí un pequeño beso.
— No, estoy bien, tranquilo.— me dio un beso en las mejillas, en la frente, en la barbilla, en la nariz y después uno largo en los labios.
Cuando nos separamos Will se bajó de mí para acostarse a un lado y una vez así me tomó y me acercó a él para abrazarme.
— Por si no lo notaste sí use condón.— eso me hizo reír un poco.
— Es bueno saber eso.— me sonrió y solo nos miramos. — Te quiero demasiado, Will. — se acercó y me dio un beso en la frente.
— Y yo te quiero demasiado a ti, Jess.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro