Capítulo 27: Competencia.
Dedicado a: Crisacosta09 muchas gracias por comentar, votar y leer esta historia espero te guste el capítulo.
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11 días después.
Al salir de la universidad me sorprendió ver que no había tantos estudiantes caminando en el campus como era de costumbre. No le di mucha importancia porque lo único que quería era irme así que saqué mi celular y decidí llamar a Aarón para irnos juntos.
Después de tres tonos al fin contestó.
—¿Hola? ¿Jess? —batallé un poco para entenderle porque tal parecía que el lugar en donde él se encontraba había mucho ruido.
—Hola, Aarón, te llamaba para ver si ya nos podíamos ir a casa.
—Oh, es que ahora mismo estoy viendo una competencia, toda la universidad está aquí ¿No quieres venir? —lo pensé un momento ya que no me entusiasmaba mucho la idea pero de todas formas voy a tener que esperar a Aarón así que qué vas da ¿No?
—Bien ¿Dónde estás?
—En la piscina.
—¿Es una competencia de natación?
—Sí, te veo acá.—y sin que pudiera decir algo más él cortó la llamada.
Comencé a cambiar de dirección para dirigirme a la piscina que afortunadamente no quedaba muy lejos de donde me encontraba en este momento. Ahora entendía porque no había ni un alma caminando por el campus, todos estaban viendo la competencia de natación pero ¿Qué tenía de importante? No lo decía porque la natación no fuera importante sino porque yo siempre pensé que a la mayoría solo le prestaba atención al fútbol pero bueno, soy nueva aquí así que yo qué puedo saber ¿verdad?
Conforme me acercaba al edificio donde estaba la piscina pude notar que la mayor parte de la universidad se encontraba ahí ya que a pesar de estar a una distancia considerable podían escucharse los gritos, como si estuviera en un concierto de rock. Y al entrar al edificio el sonido de los gritos se intensificó veinte veces más.
Todos estaban sentados en las gradas, bueno, no todos porque varios se encontraban de pie o sentados en las escaleras viendo todo. Por un momento pensé que me costaría mucho trabajo encontrar a Aarón pero esa idea se fue de mi mente cuando en la primera grada pude notar a una rubia con flores en el cabello y donde ella estuviera también se encontraba Aarón.
Fui acercándome con gran dificultad hacia dónde estaban ambos y cuando solo me faltaban unos metros para llegar Hanna se dio cuenta de mi presencia y eso a veces no era bueno.
—¡Jess! —se alegró de verme pero cuando se dio cuenta que me estaba costando caminar por todo el tumulto de estudiantes su expresión facial cambió drásticamente. —¡Todos ustedes, inútiles! —todos la miraron haciendo que el edificio cayera en silencio.—¡O se quitan para que pase mi amiga o los quito yo! ¡Y les recomiendo la primera opción!—todos se hicieron a un lado rápidamente para que yo pudiera pasar, cosa que hice pero con la cabeza baja por la vergüenza que sentí en ese momento. —¡Sigan en sus asuntos! —Todos obedecieron.
—Hanna, no era necesario que hicieras eso.
—¡Claro que lo era, Jess! ¡Nadie de estos idiotas te dejaba pasar! —
—Bueno, gracias. —decidí no contradecirla ya que de todas formas me había ayudado.
—De nada, pequeña. —Aarón y ella quitaron sus mochilas para hacerme un lugar y poder ver todo.
—¿Cuándo va a comenzar todo? —le pregunté a Aarón.
—Ahora mismo. —con sus dedos apuntó hacia dónde se encontraban los bloques de salida (plataformas) pues ahí había varios nadadores, unos tenían puestos bañadores rojos y otros azules, estos segundos eran de nuestra universidad.
En eso dos chicos con bañadores de colores opuestos se subieron a su respectiva plataforma provocando que todo el edificio estallara en gritos de apoyo. Ambos se pusieron en posición de salida y en cuanto el silbato sonó los dos saltaron hacia la piscina. No sé mucho sobre estilos de natación así que solo puedo decir que estaban nadando muy pero muy rápido de diferente forma cada uno. Ambos estaban muy parejos y en cuanto realizaron sus vueltas (de ida y regreso) los siguientes dos que estaban en las plataformas saltaron y comenzaron a nadar en el mismo estilo. Los dos equipos estaban conformados por cinco integrantes cada uno. En esta ocasión el equipo contrario fue más rápido y desafortunadamente nos quedamos en una enorme desventaja. Las siguientes dos parejas también fueron muy rápidos pero no fue suficiente para que lográramos recuperarnos.
—Creo que ya perdimos ¿no? – me dirigí a Aarón.
—Espera, Jess. —pero ¿que tenía que esperar? Todo estaba bastante claro, ya habíamos perdido.
En eso los dos últimos chicos se pusieron sobre la plataforma. El chico del equipo contrario salió y el del nuestro tuvo que esperar a que llegara su compañero. Al ver quién era el último en competir por parte de nuestra universidad me sorprendieron todos los tatuajes que tenía sobre sus brazos pero me sorprendí más cuando noté que se trataba de William.
En cuanto el chico que estaba nadando tocó el borde de la piscina William salió disparado a ésta misma provocando que todos los estudiantes gritaran más fuerte que nunca.
—Oh, Dios. William es tan sexy.
—Esa palabra le queda corta. — escuchar los comentarios de esas dos chicas que estaban atrás de mí provocaron que me molestara un poco y que sintiera algo de náuseas, esto se debía a que nunca me había puesto a pensar las cientos de chicas que estaban tras William. Él podía tener a la chica que deseara.
William tenía una enorme desventaja ya que cuando él salió el chico del equipo contrario ya estaba a la mitad de la piscina pero eso no tardó mucho. Me quedé totalmente sorprendida al ver que en tal solo unos segundos, cuando el chico estaba en su vuelta de regresó, William ya estaba a la par de él.
Los gritos siguieron aumentando conforme ambos nadadores empezaban a llegar al borde de la piscina. Todo estaba muy parejo y confuso pero las cosas se comenzaron a ver más claras cuando William empezó a nadar más rápido y todo se definió cuando él fue primero en tocar el borde de la piscina.
Los estudiantes explotaron en gritos y saltos de felicidad. Mi vista se concentró en el equipo de la Universidad, todos estaban festejando entre ellos excepto una persona que en cuanto salió de la piscina se apartó del resto de sus compañeros, William.
—Aarón.—me miró.—¿Por qué William se aparta? Si por él ganaron.
—No lo sé. Tal vez sea porque no le agradan sus compañeros. Él nada porque le gusta hacerlo, Jess, no porque le guste su equipo. —volví a buscarlo con la mirada pero ya no estaba. —¿Nos vamos? —asentí con la cabeza.
En cuanto los tres llegamos al aparcamiento Hanna habló.
—¡ESPEREN! —Aarón y yo nos quedamos quietos.—¡Se me olvidó que tenía que hacer una broma!
—¡Hanna, por favor...! —Hanna calló a Aarón.
—¡Ya me pagaron así que cállate y ven! —Hanna tomó a Aarón del brazo y se lo llevó.
—Espera aquí, Jess. —dijo Aarón mientras era llevado a una de las aventuras de Hanna. De nuevo.
Pasaron como diez minutos y ellos todavía no regresaban. Estaba "disfrutando" de mi soledad pero en eso ésta se vio interrumpida.
—¿Por qué tan sola? —temblé un poco por el susto pero también porque reconocí la voz. Giré y me encontré con William.
—Am... Hanna fue a hacer unas cosas.
—Una broma más bien ¿no? —Asentí y nos quedamos callados unos segundos.
—No sabía que nadabas tan rápido.
—Tal vez porque lo hago desde pequeño.
—Sí, desde los tres años. Lo recuerdo.
—¿Lo recuerdas? —sonrió un poco, como si le gustará escuchar eso.
—Sí. —dije ahora más avergonzada. Decidí cambiar de tema. —¿Por qué no te fuiste con tu equipo? Lo digo porque gracias a ti ganaron.
—Ah... no me caen bien. Creo que todos me tienen miedo por varios rumores como que estoy en la mafia, mato personas para ganarme la vida y cosas así. No me gusta estar con personas que me tengan miedo. Por eso no tengo amigos. —rió un poco pero eso me recordó nuestra pelea de hace unos días.
—¿Por eso dices que jamás seremos amigos? ¿Por qué crees que te tengo miedo? —lo dije algo dolida porque no aceptó que éramos amigos. Él se sorprendió.
—¿Qué?
En eso gritos se comenzaron a escuchar y Hanna y Aarón aparecieron corriendo.
—¡Sube al auto, Jess! —no supe porque, solo obedece, pude averiguar todo hasta que miré hacia atrás y vi que ambos habían estado corriendo de los nadadores del equipo contrario pues estos estaban pintados de color azul.
Cuando ya los tres estábamos en el auto Aarón arrancó.
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