Dedicado a: karlanicoleparra gracias por votar

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Ya había pasado un día desde que fui a las carreras y no había vuelto a ver a Aarón ni a William. No sé si ambos me están evitando. Tal vez a Aarón no lo he visto porque puede estar entrenando, sí, es eso, porque de hecho casi nunca lo veo los Sábados y William.... él si me está evitando, después de todo me odia aunque sigo sin saber el por qué.

Cuando al fin salí de mis pensamientos me di cuenta me encontraba leyendo pero no había prestado atención desde hace dos páginas atrás ¡Carajo! Odio cuando me pasa eso. Giré la página para comenzar donde mis pensamientos me interrumpieron y puse el separador para después cerrar el libro. Puede que leer sea lo que más amo hacer en el mundo pero cuando mis pensamientos ganan van a seguir ganando.

Puse el libro en la mesita de noche y comencé a deshacer la cama para de una vez por todas dormirme.

Lo único que sé es que antes de "dormirme" eran las 10:37 y ahora mismo son las 3:12 ¡Y sigo sin poder dormir! ¿Por qué? ¡Eso es exactamente lo que no sé! Estaba a punto de darme por vencida he ir a tomar mi cuaderno de dibujo para entretenerme con algo pero justo en eso la puerta de mi habitación se abrió. Al principio pensé que tal vez era Aarón pero después recordé que los últimos días solo una persona ha entrado a mi habitación a las 3 de la madrugada sin que lo notara. Así que sin pensarlo dos veces me senté en mi cama y encendí la luz, con eso supe que estaba en lo correcto. William estaba aquí.

William tenía puesto un pantalón para dormir y una sudadera color negro que le cubría el torso. Su cara al principio fue de sorpresa porque claro, había sido descubierto, pero como ya lo conozco supe que esa expresión no duraría mucho, y no me equivoqué, su expresión se volvió seria en solo unos segundos.

- Pensé que ya estabas dormida.

- Pues ya ves que no.- nos callamos unos segundos y antes de que él hablara yo lo interrumpí.- Creo que te había dejado claro que no quería que volvieras a entrar a mi habitación por las noches.

- Sí, lo sé.

- ¿Entonces?

- Honestamente no sé qué hago aquí. - él se encaminó a la puerta pero lo detuve.

- No has dormido ¿verdad? - no dio ni un paso más cuando escuchó lo que dije.

- ¿Por qué lo dices? - giró para mirarme.

- Tus ojeras te delatan mucho, William. - no dijo nada así que continué.- ¿Desde cuándo no duermes? - tardó unos segundos que parecieron horas hasta que al fin respondió.

- Desde hace una semana.

- ¿La última vez que dormiste fue cuando estuve contigo? - no respondió, simplemente asintió con la cabeza y eso me dolió porque era como si le diera vergüenza. - ¿Por qué no puedes dormir, Will?

- Por...solo diré que son pesadillas.

- ¿Desde cuándo las tienes? Si se puede saber.

- Desde hace años ¿Podemos dejarlo así?

- Está bien.- le sonreí pero él no me correspondió. - ¿Puedo hacer otra pregunta? - él me miró mal antes de asentir más a fuerzas que de ganas con la cabeza. - Si no puedes dormir ¿Cómo pudiste dormir cuando estuviste conmigo?

- No lo sé... tal vez duermo mejor con compañía. - se quedó mirando a la nada.

- Tú...- me callé unos segundos para pensar si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, como no lo sabía y no tenía todo el tiempo del mundo no pensé bien las cosas.- ¿Quieres quedarte a dormir aquí...conmigo? - William no dijo nada y por un momento pensé que su mirada se iluminó, como si hubiera dicho lo que él esperaba.

- ¿En serio? - una sonrisa se formó en sus labios pero desconocí si era de felicidad o de burla.

No dije nada, simplemente me hice a un lado para darle un poco de lugar y palmee el colchón con mi mano. Él rió y se acercó a mi cama para acostarse junto a mí.

Esta vez no fue como lo primera, en esta ocasión había un gran espacio que nos separaba.

- Buenas noches. - dije pero él no me respondió, solo apagó la luz.

Sentí que había pasado como media hora y yo todavía no podía quedarme dormida, pensé que tal vez era porque me sentía algo incómoda y también pensé que William ya estaba dormido pero no era así.

- ¿Jess, estás dormida? - tardé un momento para girar y sin querer quede cara a cara con él.

- No. - No dijimos nada, solo nos miramos y al igual que antes la sensación no era incómoda sino todo lo contrario... era agradable.

- ¿Puedo hacer algo?

- ¿Qué cosa?

William se acercó más a mí, puso su brazo alrededor de mi cintura, por un instante pensé que me besaría pero no fue así. Me acercó a su pecho y no hizo nada más, solo me abrazó... y eso me gustó.

Después de unos minutos escuché que la respiración de William era más lenta, se había quedado dormido al igual que yo minutos después.

Al despertar William ya no estaba, pero eso no me molestó para nada, de hecho lo agradecía porque yo todavía no asimilaba lo que había pasado. Yo, Jessica Cox le había pedido al chico que me odia, William Morrison, que durmiera conmigo, y lo peor de todo es que él había aceptado ¿¡Qué demonios está pasando!?