Dedicado a: JogdielysRodriguez1 Muchas gracias por votar y comentar en cada capítulo.

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— Por favor dime que esto es una broma, Ema. — respondí a través de mi celular.

— Me gustaría decir que sí pero lamentable la respuesta es no. — Cierro los ojos con fuerza para calmarme un poco.

— Es que practicante me estás diciendo que las 7 horas que tardé haciendo la tarea fueron en vano porque ¡Me diste mal la tarea!

— Sí, lo sé y de verdad lo siento porque tú nunca me dices las tareas mal pero es que estaba segura que era eso hasta que bueno... revisé la libreta donde lo había apuntado.

— Ay, por Dios. — froté mi sien con la mano que tenía libre. — en serio no sé qué voy a hacer porque en verdad es demasiado.

— Yo tengo un plan.

— ¿Cuál es tu plan?

— No hacer la tarea.

— ¡Cómo se te ocurre tal tontería!

— A cierto, se me olvidaba que estoy hablando con Jessica Cox, la chica que nunca falta con la tarea.

— Bueno... creo que tal vez no llevaré la tarea en esta ocasión. — dije algo nerviosa.

— ¡Wow! ¡Espera! ¡¿QUÉ ACABAS DE DECIR?! Porque creo que escuché mal ¡CREO QUÉ ES EL FIN DEL MUNDO! ¡DIME QUE POR FAVOR NO ESTÁ TEMBLANDO AHORA MISMO!

— No, no está temblando, así que deja el drama.

— Lo siento pero es que esto es muy extraño.

— Sí, hasta es extraño de mí pero en serio que no creo poder terminar todo.

— Bueno sigo sin creer tal milagro para serte sincera, pero no te preocupes tanto, el examen vale el 70% de la calificación total, solo tienes que estudiar bien para el examen... Bueno de hecho ni siquiera tienes de estudiar, lo puedes pasar con los ojos cerrados, es más creo que lo puedes pasar sin siquiera presentarte a hacerlo.

— No exageres.

— ¡No exagero! ¡Eres el segundo genio que conozco! — solté una carcajada.

— Gracias pero creo que de verdad estás exagerando ¿Y quién fue el primero?

— William. Puede que ese chico sea un idiota con las personas pero por alguna razón puede pasar los exámenes con A+ ¡Y a veces ni se presenta a sus clases!

— ¡Wow! No lo sabía.

— Bueno ahora lo sabes y si lo quieres verificar puedes revisar sus calificaciones cuando lleguen por correo, después de todo ambos viven en la misma casa.

— Mmm... Creo que no haré eso.

— Bueno, eso ya es decisión tuya. — se escucharon ruidos por parte de Ema.— Oye, mi compañera de habitación está fastidiando porque dice que no la dejo dormir.

— A claro, está bien, no te molesto más. Nos vemos mañana.

— Hasta mañana.

Y corté la llamada para después estrellar una almohada en mi cara.  

— ¡Ahhhh! — realmente me estresaba el hecho de no haber realizados la tarea por primera vez en mi vida, pero bueno ya no puedo hacer otra más que aceptar las consecuencias aunque tal vez no sean graves porque como dice Ema, el examen vale más. Bueno ya no importa.

Eran las 11:46 pm. Así que con una fuerte carga en los hombros (que tal vez era mi conciencia recordándome mi incompetencia)  cerré mis ojos e intenté quedarme dormida.

Por millonésima vez en la noche giré sobre mi cama para ver qué hora era: 2:54 a.m. Habían pasado poco más de tres horas desde que había intentado dormir pero por más que intento no puedo. Como lo había dicho antes, soy el tipo de persona que cuando está nerviosa por alguna cosa es casi imposible que pueda conciliar el sueño.

— ¡Ahg! — gruñí porque era realmente horrible ser una persona tan pero tan nerviosa por algo tan estúpido. Me quedé un momento sin hacer nada, solo acostada mirando el techo pero eso solo duró un par de minutos hasta que el silencio de la noche fue interrumpido.

— ¡AH! — me levanté de golpe al escuchar un grito. Al no volverlo a escuchar pensé que solo había sido mi cabeza jugándome una broma — ¡AH! ¡AH! — y con eso confirmé que no había sido mi cabeza.

Rápidamente me puse de pie y salí de mi habitación para después dirigirme a la de Aarón.

— ¡Aarón! — gritar fue lo primero que hice al entrar a la habitación y eso provocó que Aarón se despertara de golpe.

— ¡Qué pasó! — me miró realmente asustado.

— ¡Pues estabas gritando!

— ¿Gritando? — me miró extrañado.

— ¡AH! — el grito se volvió a oír. Era un grito tan horrible por el hecho de que se escuchaba el miedo... o mejor dicho el pánico que surgía de éste.

— Es William.— dijo Aarón.— todo el tiempo es así ¿No lo habías escuchado antes?

— No.

— Cierto, a esta hora tú siempre estás dormida.

— Sí pero ¿Por qué grita?— mi voz sonó algo asustada.

— Tiene pesadillas.

— ¿Todo el tiempo?

— Sí.

— Hay que despertarlo. — me acerqué a la puerta para salir.

— Jess.

— ¡Qué!

— Ya lo intenté un par de veces y él me pidió que no lo despertara más.

— Pero...

— Ve a dormir.

Lo miré un momento antes de salir de su habitación para dirigirme a la mía y cuando estaba por abrir la puerta escuché otro de los horribles gritos de William, pero a diferencia de los anteriores ahora salí corriendo hacia el sótano.

Abrí la puerta y bajé lo más rápido que pude las escaleras.

— ¡Will!

— ¡NO! — él estaba acostado en su cama mientras se movía y se retorcía por la misma con su cuerpo empapado de sudor.

— ¡Will! — me acerqué a su cama y lo comencé a mover para que se despertara.— Will, despierta, por favor. — Will despertó de golpe y desorientado.

— Jess— y de la nada me abrazó.

— Tranquilo, solo era pesadilla, estás bien.

— Gracias por despertarme.— después de eso ambos no dijimos nada más, él solo me abrazaba. Minutos pasaron hasta que yo decidí que era momento de separarnos.

— Creo que será mejor que me vaya. — me iba a poner de pie pero él tomó mi mano y me acercó a él.

— No.— me miró unos segundos antes de decir lo siguiente — quédate conmigo esta noche, por favor.

Lo miré un momento, pensado cuál era la mejor opción porque conociéndolo tal vez esto era una de sus bromas y yo terminaría humillada como siempre, pero decidí darle el beneficio de la duda al ver el miedo en sus hermosos ojos. Así que simplemente asentí con la cabeza.

Ambos nos acostamos en su cama, uno alejado del otro pero unos minutos bastaron para que él rompiese la distancia, para abrazarme y acercarme a él. Al principio me puse rígida, ya que era algo nuevo para mí, el chico que yo pensaba que más me odiaba en todo el mundo me estaba abrazando mientras se intentaba dormir, pero a pesar de lo raro esto no era incomodo, así que no fue difícil sentirme cómoda entre sus brazos hasta poder quedarme dormida.

8:56 a.m.

Al despertarme lo primero que vi fue si William seguía dormido y al notar que sí me fui escabullendo entre sus brazos para no despertarlo. Cuando al fin salí de la cama lo miré unos segundos porque no podía creer que el chico asustado que había visto hace unas horas es el mismo que ahora está tan tranquilo y hermoso mientras duerme. Estuve a punto de acercarme para volver a dormir con él pero al recordar que tal vez esto era una de sus bromas, decidí que lo mejor era irme, y así lo hice.