Capítulo dedicado a:

toradorari

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Como siempre... Aquel sueño me tortura.

Veo el pasillo, sigo el camino de siempre.

Algo cansado y agotado, siento que nunca llegare a la casa.

Y aunque ni yo lo creo llego a esa parte oscura... Esta vez decido ir lento, no tengo ni ganas de correr.

Cuando paso por ahí, siento que es enorme.

Demasiada oscuridad, pero mis ojos se acoplan a la luz del fondo.

Escucho gruñidos, como si de un animal se tratase, más sin embargo dejo todo de lado.

Continuo mi andar, llegando lento a la casa.

Me siento desfallecer, como si en cualquier momento mi cuerpo se quebrara en mil y un pedazos.

Suspiro, me adentro en la casa que siempre me espera.

Cierro la puerta y lentamente mi cuerpo baja hasta quedar a la altura del piso, sentado en este y apoyando mi espalda con la puerta.

No se que me pase, pero ni ganas de luchar tengo.

Una parte de mi duele... Mi pecho hace un dolor inigualable, pongo una mano donde el dolor, tratando de calmarlo, pero nada funciona.

El dolor se hace mayor, trato de respirar, pero esto se ha ido incrementando.

Me duele al respirar, de mi boca sale un quejido de dolor; mi vista se vuelve borrosa, poco a poco mi cuerpo cae al suelo... Los dolores cada vez son mayores, aprieto más con fuerza, como si mi vida dependiera de ello... Pero... Tan simplemente nada funciona.

De mi boca sale un "ayuda", tan bajo, que hasta apenas yo lo escuche.

Mi cuerpo tiembla, esto no me ayuda mucho.

De repente su voz hace que mi vista busque en todas partes, pero nada funciona.

~Te llaman~

Quiero levantarme, pero el dolor me lo impide, mi vida se me va de las manos y no puedo hacer nada.

No puedo pedir ayuda, nadie me escuchara; no puedo huir, pues no tengo la fuerza suficiente para llegar a la habitación.
Me arrastró, una fuerte punzada hace que grite, los dolores son mayores; por el mismo dolor, lágrimas bajan de mis ojos.

Grito... Pido por ayuda, pero nada funciona.
Mi vista se hace borrosa, siento como mi corazón cada vez hace menos fuerza por trabajar... Mi respiración es nula, un fuerte dolor azota en mi cabeza.

Y en un largo, pero último suspiro término por cerrar mis ojos y olvidarme del sueño.
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~07:00 a.m~

Escucho ruido a lo lejos.

- Eren...

La voz la reconozco al instante, es la voz de Farlan.

Trato de abrir mis ojos, pero esto es imposible, es como si estuvieran pegados para no poder moverlos.

- Eren, estarás bien.

¿Bien? No se a lo que se refiere.

Sigo tratando de abrir mis ojos, pero nada funciona.

- Se que eres fuerte Eren... Confío en que estarás bien.

La voz de mi padre hace eco en mi mente... ¿Qué sucede?

~Ellos te llaman~

No escucho nada más... Quiero despertar e irme de aquí.

¿¡Qué está pasando!?

Ayuda...

~Escucha con atención~

Quien sea... Ayúdeme... No puedo despertar.

~Susurran tu nombre~

Calla... No hables.

~Quieren convivir contigo~

Necesito despertar...

¿¡Sigue siendo un sueño!?

~El reloj marca la hora de tu inicio y final~

- ¡Doctor! ¡El aparato de oxígeno se a detenido!

~La vida solo depende de un pequeño hilo que puede ser cortado en cualquier momento~

- Eso no funciona, el paciente no está recibiendo el oxígeno adecuado... ¡Debemos reanimarlo! ¡El corazón se ha parado!

~Aunque... Muchas veces no se logra cortar~

- ¡Vamos!

~Es porque... Aun no es tu momento, aun te aferras a tu vida, siempre te vas aferrar a ella~

- ¡Ha respondido! ¡Rápido, el oxígeno!

~Cuando pasa eso... Te quedas en la mira~

- Doctor, el paciente está despertando.

Carlo: Eren... Eren... Eren, despierta... No te duermas... Eren, vamos... Eren, escúchame.

Poco a poco mis ojos se abrían, con pesadez, pero lo hacían.

Carlo: Eren, vamos... Tu familia te espera.

Y así, por completo abrí mis ojos.

Carlo: Bien, no cierres los ojos.

Me percaté de que tenia el aparato de oxígeno puesto...

¿Qué ha pasado?

Carlo: Eres fuerte... ¿Cuantos veces has burlado a la muerte?

Mi vista se para en una esquina de la habitación, veo una sombra negra, pero esta desaparece al instante.

Carlo: -toca el pecho de Eren- Tus músculos están inflamados... Otra vez se está aplastando la caja torácica.

Cuando el doctor toca mi pecho, me duele y aunque no apriete... Me duele un poco.

Carlo: Enfermera, traiga un trapo caliente... Ah, traiga el colchoncito que tiene arroz, calientelo y lo trae de inmediato.

Enfermera: Por supuesto.

Carlo: Ahora te haremos estudios... No es normal que siempre te suceda esto.

Sentía mis ojos cerrarse.

Carlo: Eren, no cierres los ojos; ya estas despierto, ya es otro nuevo día... Te espera mucho por descubrir.

Seguía despierto, el doctor mando a llamar ha alguien de mi familia; para mi sorpresa entro mi padre.

El doctor le explico lo que me paso a mi padre, yo igual esta sorprendido.

¿En realidad había pasado?

¿Me había desconectado de este mundo?

Carlo: No te duermas Eren.

Cada que me decía eso, mis ojos se abrían de golpe, el doctor le dijo a mi padre que iría a ver que pasaba con lo que encargo.

Le dijo a mi padre que me hablara, que no me dejara que cerrará mis ojos, pues aún no sabían si el corazón estaba recibiendo buena señal, por ahora debían desinflamar mis músculos.

Grisha: Eren... Pequeño, no cierres los ojos.

Siento la mano de mi padre tocando mi rostro... Siento su calidez.

Grisha: Aun no haz visto las maravillas de esta vida.

Eso hace que mi mundo se detenga por un momento... ¿Las maravillas?

Grisha: Tan sólo estas aun aprendiendo a vivir.

Sin evitarlo, sin entenderlo, sin desearlo... Lágrimas salen de mis ojos...

¿Qué me pasa?

Grisha: No llores Eren... Te hará daño.

Suspiro, pero ese suspiro duele... Mi pecho aun duele.

Grisha: Eren... Pequeño, quiero que me perdones.

Siento que esto es un chiste, trato de buscar si hay algo fuera de lugar... Pero no es así.

Mi vista se dirige a la de mi padre, veo su culpabilidad y lamento en su rostro.

¿Puedo creerle?

Grisha: Se mis errores y fallos...

¿Qué me espera ahora?

Quiero irme.

Grisha: Por eso... Quiero que me perdones, se que será difícil; pero te quiero hijo mio... Además, eres el único recuerdo que me queda de tu madre y tampoco quiero que me dejes.

Mi madre...

De repente llega el doctor, se acerca a mi.

Carlo: Eren, este trapo esta caliente; no debería de dolerte; pero de ser así, levanta la mano.

Y así comenzó a colocarme esa cosa, estaba muy caliente y no pude evitar sacar un gemido de dolor...

Carlo: Tranquilo.

Mi padre tomo mi mano, una vez puesto eso, el doctor me puso una cobija algo gruesa.

Carlo: Con el calor disminuirá el dolor, puede que se te inflamara tus músculos por el frío... ¿Durmió con la ventana abierta? -ve a Grisha-

Grisha: No, pero durmió en el piso, aunque obviamente puso colchas, supongo que eso le afecto.

Carlo: -ve a Eren- Hay niño, eso te afecto... Bien, espero que con el calor del trapo se te baje un poco el dolor, después te haremos estudios.

Carlo dijo que descansará un poco, mi padre salio al igual que el doctor...

Cerré mis ojos y en un instante me dormí.

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~08:30 a.m~

La puerta siendo azotada hace que despierte de golpe, escucho cómo el aparato de los latidos se acelera.

Me muevo incomodo, abro los ojos y veo que no hay nadie.

Cierro mis ojos una vez más.

Siento como la cobija que tenia puesta es jalada, abro mis ojos nuevamente; frente mio aquella sombra negra hace énfasis, veo que poco a poco se acerca a mi; trato de gritar, pero mi voz no sale, trato de moverme y sucede lo mismo, no pasa nada.
Escucho cómo el aparato de los latidos se acelera nuevamente.

Aquella cosa desconecta el oxígeno, escucho aun el aparato de los latidos, este a disminuido; esto debe ser una fea broma.

Mi pecho aun duele, el dolor se hace mayor; se me dificulta el respirar.

Aquella sombra sigue ahí, se acerca más; me toca el pecho... Siento demasiado frío y eso hace que un dolor me recorra.

Me quita el aparato del oxígeno.

Mi cuerpo tiembla... Y sin evitarlo, grito.

Aquella cosa desaparece, veo como entra el doctor corriendo, junto con una enfermera.

Carlo: -se acerca a Eren- Tranquilo -ve el aparato de los latidos- Enfermera, rápido prenda el oxígeno.

Y así me coloca otra vez el aparato para poder respirar bien...

Carlo: Enfermera... ¿Quien ha entrado? Es obvio que Eren no haría tal cosa, dudo que pueda pararse sin sentir dolor alguno.

Enfermera: Nadie a entrado doctor, los familiares del paciente están en la sala de espera... Nadie a entrado.

Carlo: -ve a Eren- Pronto me dirás que sucedió... -toca el pecho de Eren- Aun sigue inflamado... Te haremos tus estudios para ver que sucede.

Y así me llevaron a otra habitación, donde me hicieron los estudios.

Una vez hechos, los cuales tardaron unos minutos; me regresaron a la habitación de antes.

Me volvieron a poner el trapo caliente, sinceramente lo sentía muy bien.

Me dejaron otra vez solo.

Tenia miedo de que volviera a pasar lo mismo de hace rato.

Cerré mis ojos.

~Sí escuchas bien... Oirás sus susurros~

Abrí mis ojos rápidamente, trataba de ver donde estaba, si era una broma de mi mente... Era horrible.

Volví a cerrar mis ojos, y en la oscuridad que veía, aprecie dos ojos... Color carmesí, los mismo que vi en su momento.

Sus ojos.

No puedo estar en paz.

Vuelvo ha abrir mis ojos, quiero irme de aquí; trato de ver a todos lados, pero no hay nada.

Quiero irme.

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~Me voy de donde estoy, soy llamado nuevamente; ¿ahora qué?

- ¡No, padre!

¿Qué hacen?

- ¡Cállate! -lo golpea- ¡Tienes que hacerlo!

- ¡No quiero!

Cuanto odio esas sectas, las odio demasiado.

~¡Déjalo!~

Aparezco, dejo ver mi forma.

Me acerco a donde esta el chico.

Tratan de evitarme a toda costa, desato al chico.

~Vete~

- Gr-Gracias...

Y así corre.

- ¡Maldito, no dejen que se vaya el muchacho!

~-ríe- Bastardos infelices, juguemos un poco~

Así comienzo mi masacre.

¿Cuántas veces he manchado mis manos con sangre? Con su sangre.

Todo el lugar comienza a oler ha hierro.

Algunos cuerpos aun agonizan, otros tan solo se desangran.

Veo la luna, su luz me traspasa; escucho a mis compañeros vagando, pidiendo por ayuda.

*Levi*

~Tch... ¿Qué quieres ahora?~

*Veo que te has divertido sin mi. -ve los cadáveres-*

~Sí... Así es, tu solo eres un estorbo~

*¡Oye! Eres malo... Por cierto... ¿Y el chico de cabello castaño? ¿Ya lo has matado?*

~-suspira- No, me mantengo ocupado matando a otra gente... -sonríe- ¿No es hermoso?~

*Me das miedo Levi... Aunque si es hermoso la masacre que has hecho*

~Bueno... ¿Qué quieres?~

*Siempre yendo al grano*

~Habla ahora~

Comienzo a caminar, la chica me sigue.

*¿Sabias que tu castañito esta en el hospital?*

~¿Y?~

Sigo mi camino, veo un gato de color negro; se me acerca y es inevitable no acariciarlo.

*¿Sabes qué se esta muriendo?*

~¿Y yo qué tengo que ver en esto?~

*¿No iras ayudarlo?*

~¿Por qué debería?~

*Porque si muere no tendrás energía*

~-suspira- ¿Quién te dio el informe? -ve a la chica- Porque si crees que yo iré ha ayudarlo, estas muy equivocada~

*¿Sigues peleando con Carla?*

~¿Eres policía o acaso te interesa mi vida?~

*Ambas -sonríe-*

~Tch... ¿Qué quieres hacer?~

*Mmm -pensando- No lo se... ¿Qué tal si espantamos a alguien?*

~Para la edad en la que moriste, eres muy; demasiado infantil~

*Venga, eres un amargado*

~Lo sé~

*Eres un raro Levi*

~¿Cuantas veces me lo has dicho?~

*Neee... No se... ¡Vamos al hospital! Me cae bien aquel chico con el que estas*

~¿Por qué?~

La miro y rio un poco.

*Nee, porque... Es raro al igual que tu... Además... Es divertido hacerle creer muchas cosas... Aunque claro... -sonríe- Solo es tuyo*

~Claro. -sarcástico- ¿Vienes?~

*¿A donde?*

~-sonríe- A otra secta~

*-sonríe- Me parece bien... ¿Después?*

~Después tu escoges el lugar a cual quieras ir~

Íbamos rápido, al final nadie nos vería; fuéramos lentos o rápido.

No somos nada, solo... Somos como el viento... Solo es sentido por lo fuerte que es y por el respirar de las personas.

En el camino, nunca imagine escuchar esa pregunta.

*Oye Levi... ¿Tu crees que dejaremos de ser almas vagando?*

Me detengo, volteo a ver a mi amiga.

~No lo se... Se necesitaría algo para que sucediera eso~

*¿Por eso no matas a... Eren?*

Río un poco.

~No es eso... El collar que trae... No se... Tiene algo, algo que a veces me debilita y a veces me da poder~

*Quiero dejar esta vida... Claro, si le puedo llamar así*

~Calla, seremos castigados si seguimos así... Bastante tengo con lo que pasa~

*¿Eh? ¡Lo siento! No quiero causarte más problemas*

~No te preocupes~

Seguimos nuestro camino, veo como la chica que viene conmigo ve la luna.

*Tan hermosa como siempre... Levi... Quiero acabar con esto*

La veo.

~Yo también... Pero no te desanimes... Pronto saldremos de aquí~

*¿Tu crees? Yo lo veo improbable... Ya no quiero regresar al lugar donde morí, ya no quiero escuchar a mis compañeros penando, ya no quiero escuchar más regaños... Quiero nacer una vez más*

Solo hay una forma de que eso pase.

~Dame tu alma entonces~

*¿¡Qué!? ¡¿Si hacemos eso pagaras muy caro?!*

~¿Acaso importa? Al menos uno de los dos no sufrirá las penas del infierno~

Su rostro de sorprendida es enorme.

*Levi...*

~Decide ahora, tienes dos opciones; esperar a que alguien venga y te ayude o dejar que yo te ayude... Solo deja tomar tu alma, después seguirás la luz~

*Pero vas a sufrir más...*

~Algún día lo compensaré, ya veras... Ahora, solo decide~

Hasta las paredes tienen oídos, se que nos escuchan y después seremos llamados, acusados otra vez de traicioneros.

*N-No... No lo hare*

No hay opción... Si la dejo... Ambos sufriremos, ¿verdad?

~-sonríe- Bien, la tomare entonces~

Y así un grito desgarrados fue escuchado por la calle~

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Carlo: Déjeme ver las cámaras de seguridad.

- Por supuesto doctor.

Así Carlo se acercó a las cámaras, por suerte no sólo había fuera del pasillo de las habitaciones, si no en las propias habitaciones.

Carlo: Por favor muestrenme la habitación B-12.

Y así poco a poco vio lo que pasaba, hasta que llegó a la parte de cuando la puerta es azotada.

Después se percataron de aquella sombra negra, el doctor pidió poner la ahora la cámara para ver que pasaba en la habitación de Eren.

Su sorpresa fue mayor cuando vieron una sombra, demasiado oscura; Eren descansaba por lo que no se daba cuenta lo que pasaba.

Aquella sombra poseía un traje, el doctor se acordó de lo que le dijo una paciente.

"Hay un hombre, de traje y siempre viene a visitarnos, nos cuida... Nunca nos a hecho daño"

Si nunca les hacía daño... ¿Por qué a Eren si?

Carlo decidió regresar con Eren.

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- Eren... Eren despierta.

Mis ojos se fueron abriendo poco a poco, tengo hambre... Tengo sed... Mi boca esta seca.

Carlo: Bien, tu músculo se ha desinflando un poco, eso es un progreso.

Cuando Carlo se me acerco, la imagen de cierto ente se me hace presente.

Mi cuerpo sintió un gran escalofrío.

Carlo: -le quita el oxígeno- Ahora veremos que tal.

Al sentir el cambio, no pude poder suspirar.
Aunque me dolió, pero no como hace rato.

Carlo: ¿Cómo te sientes?

Eren: Un poco mejor.

No se que pasara.

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~Al día siguiente~

~05:00 a.m~

Vamos de regreso a casa, me quede todo un día en el hospital y no lo niego... Tengo hambre.

Ya no me duele el pecho y es algo bueno.

Carol: ¿Tienes hambre, Eren?

Eren: Sí, un poco.

Grisha: Ten. -le da un bolsa a Eren- Sabría que tendrías hambre, además te daré un golpe... Carlo me dijo que no comiste nada.

Eren: Etto... No me gusta la comida de los hospitales.

Grisha: Tu No eres de los que come afuera, necesita ser en un restaurante de confianza para que puedas comer.

Eren: Lo se.

Abrí la bolsa que mi padre me dio, me percaté de que traía un jugo; un pequeño sándwich, un flan y un chocolate.

Eren: ¡Yei! ¡Flan! -saca el flan-

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Llegamos a casa de mi padre a las cinco y media de la mañana, Alejandra me recibió con un fuerte abrazo.

Farlan: Creímos que morirías ojos de moco.

Eren: Yo también te quiero.

Isabel: -suspira- Su amor apache nunca falta.

Armin: Así es.

Carol: Eren, te quedarás aquí por un tiempo; tu amigos igual pueden quedarse.

Grisha: Nada de dormir en el suelo... Dormirán en el cuarto de abajo, tiene dos camas, creo que caben dos en una.

Eren: Ok, ya entendí.

Decidimos ir a descansar, después de todo... Había sido unos momentos muy agitados.

Como siempre Isabel hizo que Farlan y yo durmieramos en la misma cama.

Sin duda termine rendido.

Mi cuerpo se sentía débil y no dudo en descansar rápidamente.

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- ¿Cuantas personas has matado?

~No lo sé... No llevo una cuenta~

~Y aunque la llevará... ¿Qué más da?

- Has matado a una compañera tuya... ¿Acaso no te cansas Levi?

~Sí, a veces quisiera unas vacaciones -sarcástico- ¿¡Qué tipo de pregunta es esa!?~

- Vete, antes de que te delate por traidor.

Hago lo que el dice, a demás... Igual lo haría, me aburro estando ahí con ellos.

Sin pensarlo y sin quererlo regreso a la casa de cierto chico.

Que aburrido es esto.

Veo como el mocoso se mueve.

Cierto... Estaba "muriéndose" por un dolor en el pecho... Lo más irónico es que ahora yo no tuve nada que ver.

De nuevo mi vista se dirige a algo brilloso y es el collar del mocoso.

Es como si sacará una especie de luz.

Y esa pequeña luz atrae.

×Levi...×

~¿Qué?~

×Necesitamos ayuda, tu eres el más indicado×

~¿Tan grabe es?~

×Sí×

Me guía al lugar indicado, y es ahí cuando me percató de que es una trampa.

- Por favor alguien del mes haya, ayúdanos a dañar a esa persona.

Entiendo el plan... Si hago lo que el pide, una que otra "traición" se me será perdona.
~¿A esto me has traído? Tu hazlo, además... Te ha invocado a ti y no a mi... Tengo cosas más importantes que hacer~

Sin esperar respuesta alguna, me voy.

Veo un pequeño rayo de luz, sin evitarlo poso mi mano es este, pero como siempre... Me traspasa.

Por alguna extraña razón recuerdo el momento cuando experimente esto por primera vez...

No es hermoso despertar y ver tu cuerpo lleno de sangre y cuando se acercan personas y tratas de llamar su atención estos no hacen caso.

Al principio no entendía lo que pasaba, creí que era un sueño; pero mis esperanzas se fueron cuando supe que no era así.

Siempre se escucha en las sectas al demonio que pena por las almas de estas.

Me temen, nadie sabe mi origen y los que lo saben, nunca imaginarían que soy yo.

Aunque la información que hay de mi, es de pocas personas que me han visto o invocado.

Más sin en cambio no tienen la más remota idea de esto.

Regreso a mi lugar de origen... Esta vez llego a la casa del mocoso.

Una vez dentro me percató de lo oscura que esta... No sólo eso, la ouija esta en la mesa del comedor.

¿Cómo llego hasta ahí?

Me acerco a esta, al momento de tocarla, comienza hacer cosas extrañas.

Es más que obvio, sin más que hacer la dejo.

¿Ahora que?~

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~03:00 a.m~

Eren: -da una palmada a la puerta-

~¿Qué piensa hacer?

Dos velas... Una en la habitación y otra donde esta él, es decir... Fuera de la habitación.

Una foto, no se de quien sea.

Tiene él agua bendita a lado de el.

Hace no mucho se le rompió el fósforo, cosa que le quemo un poco su pierna.

Pero... ¿Qué planea?

Eren: ¿Hay alguien aquí?

Una invocación.

La he visto antes... Si no me equivoco es la de... El juego de las palmadas.

Una palmada es si y dos palmadas son no.

Pero tengo entendido si es que se rompe el fósforo algo malo puede pasar.

Veo la foto que ha puesto... Es la de su primo.

¿Qué planea?

Eren: ¿Hay alguien aquí?

Aparte de tu y yo... No... No hay alguien más.

Nadie más... Ahora que lo pienso... ¿Donde esta la madre del mocoso?

Ella nunca falta en las estupideces de su hijo.

Eren: ¿Hay alguien aquí?

Esperando respuesta.

Un juego algo... Absurdo, pero muy significativo para las personas.

Así puedes hablar un poco con las personas que han vivido contigo.

Eren: -suspira- No creo que funcione.

Bueno y malo a la vez, porque como pude ser la persona, como puede ser otra.

Eren: (¿Me arriesgo?) Levi... ¿Estas aquí?

Algo irónico que me llame...

Se escuchan dos palmadas.

Eren: -susurra- ¿Enserio?

Solo... Acaba el juego.

Eren: ¿Hay alguien?

Deja de intentar.

Eren: ¿Madre?

Ningún ruido.

Eren: ¿Hola?

Ninguna señal.

Eren: -se levanta-

Tch... ¿Por qué tengo que hacer esto?

Doy un palmada

Eren: -susurra- ¿Qué clase de maldad es esta?

Aunque yo no lo crea me da risa, el fastidiarlo y demás es... Divertido en cierto grado.

Se sienta y hace preguntas.

Toda y cada una de ellas las contesto... Me hago pasar por su primo, Eren tenia una cara de alegría y melancolía al mismo tiempo.

Eren: ¿Te puedo decir algo?

Doy una palmada.

Eren: Para ser un demonio... Eres muy bueno... Gracias.

Cierra la invocación.

Limpia la casa y se va a casa de su padre.

Debe de estar, antes de que se percaté de que cierto castaño falta.

Como siempre lo sigo.

En poco tiempo regresamos a esa casa.

Va a su habitación, se cambia y se vuelve a acostar.

¿Cuanto tiempo permanecerá aquí?

De repente escuchamos un grito, es de Alejandra.

Todos se levantan a ver que pasa.

Carol: Tranquila pequeña... He sido una pesadilla.

Eren: Ale...

Alejandra: ¡No! Aléjate... Me haces daño... Vete... -abraza a Carol-

Eren se queda quieto.

Alejandra en realidad no le dijo a él, si no a mi.

De un momento a otro la pequeña comenzó a temer, no se el porque.

Comenzó a decir que tenia pesadillas por mi, que la torturaba y demás cosas.

Pero mientras eso pasaba, yo me divertí con Eren, no tendría sentido que estuviera con ella.

Y cuando lo hacía era algo... Genial... Por momentos me sentía de nuevo vivo y aunque no sentía el oxígeno llenado mi cuerpo... Sabia que una parte de mi no había desaparecido.

Eren retrocede y decide regresar a la habitación, Alejandra vuelve a decir lo mismo...

Me retiro de ahí, a pasos lentos llego donde esta el mocoso.

Acostado en la cama, viendo hacia el techo...

Y ese pensamiento vuelve a mi.

Quiero irme~

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>Hola..

Lo se, algo extraño el capítulo, pero quería incluir algo de los pensamientos de Levi.

Como ven él también sufre, pero de una manera diferente.

Lo se, tenia que actualizar ayer, pero... No tenía el capítulo listo.

Este juego no es fuerte (no se porque dicen que es peligroso, pero weno).

No lo puse a detalle ya que... Creo que quedo bien el capítulo.

Perdón por las faltas de ortografía, pero tengo sueño y además el celular me cambia toda las palabras (literalmente).

Sin más que decir, nos vemos.

Gracias por leer.

~>Adry<~

Pd: ¿Alguna idea para el siguiente capítulo? (Sinceramente me gusta leer sus aportaciones que dan :3)