42: Orfanato
Capítulo dedicado a:
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Terminamos de ir por Isabel.
Ella y yo terminamos hablando de aquel tema que quería dejar de lado, pero teníamos precaución de que nadie nos escuchará.
Isabel: Te has metido en un gran problema.
Eren: Lo sé... ¿Sabes? Mi mente dice que es broma, pero muy dentro de mi, algo me dice que obviamente no lo es.
Isabel: Así es nuestro ser... Pero Eren, esto es tan real, que nuestra lógica a veces aparece.
Eren: Ya no se que pensar Isabel... Siento que estoy... En un pozo sin fondo.
Isabel: No lo estas... Es solo reparar lo que has hecho mal.
Eren: No será fácil... Él no acepta mis disculpas.
Isabel: Es obvio... Te costará más remediarlo.
Eren: Demasiado...
Sin más que decir quedamos callados, los demás seguían platicando...
Yo no sabía que hacer, tengo un mal presentimiento... Siento que después de esto, puedo decir adiós a mi cordura.
No puedo hacer algo... Más que pedir perdón, pero el lo ha dicho... La piedad no servirá de nada... Y aunque sirva, será por un momento muy bajo.
Deseo acabar con todo, si pudiera regresar el tiempo o el momento... Me daría un fuerte golpe... Rompería aquel artefacto... Rompería nuestros lazos...
Incluso, rompería al lazo que tiene con Alejandra.
Es decir... Me rompería a mi mismo.
En verdad...
"~¡No!... No me vengas con tus tontas escusas... No eres un niño, ni mucho menos... Sabes lo que haces y las responsabilidades que tomas... Ahora es tiempo de hacerle frente a una consecuencia de esas decisiones~"
Yo...
"~¡No me pidas piedad!~"
Lo siento...
Palabras que nunca podrán remediar lo que hice... Y lo que estoy por hacer.
Puedo decir que... Si en algún momento muero... Al menos me alegro de que haya conocido quien me protege...
También me alegro de que él comenzará a tener un poco de confianza en mi...
No se que pasara de ahora en adelante... No se si mi cordura seguirá, no se absolutamente nada.
Podría saberlo, claro está... Pero... Quiero ser el mismo... El mismo iluso que él y yo conocemos.
El mismo niño que no ha crecido... Pero que a la vez es demasiado maduro al estar en un problema...
El mismo chico que es rencoroso cuando debe serlo...
La misma persona que él ha conocido...
Nunca existiría una amistad entre entidad y humano... Eso se veía claro...
"~Porque comienzas a caerme bien~"
Buscate a otra persona... Porque yo no soy la indicada.
Y aunque me duele a verte traicionado... Me dolerá más el trato que darás hacia mi.
¿Qué espero de ti?
Nada... Absolutamente nada... No quiero algo tuyo... Y si pudiera... Cortaría el lazo que tenemos.
Se que uno es el peluche... Otro la tabla... El otro... Ni idea, pero no debe de estar tan lejano...
Yo decidiré que hacer con ellos... Ya sea cortarlos o dejarlos.
Eso sí... No te acercaras a mi familia.
Haré lo posible porque no lo hagas.
Se que no puedo dañarte... Lo se muy bien... Pero si puedo poner varias barreras, aunque será fácil que las rompas.
Ymir: Hemos llegado.
Annie: Ahora debemos de caminar para llegar al orfanato.
No se si te veré aquí... Aunque es algo probable que lo haga...
Isabel: ¿Eren?
Jean: Suicida, ¿piensas venir o no?
Eren: -suspira- ¿Listo para que te hagan en carnitas, caballo?
Armin: No comiencen.
Y así baje de la camioneta.
Eren: ¿Saben? Por un momento me sentí un cazafantasma.
Gunter: Tanto así, que no tengo como cazarlos.
Eren: Literal... Pero, podemos soñar un poco.
Petra: Miren, ahí esta la entrada al orfanato.
Marco: Por lo que veo, es el patio... ¿Verdad?
Ymir: Así es.
Isabel: El ambiente se pone pesado y melancólico.
Sasha: No comiencen a darnos miedo.
Una vez que llegamos al patio, Ymir nos entrego linternas, cada una de ellas era de diferente color.
Mikasa: ¿Por qué los colores?
Annie: Si por alguna extraña razón nos separamos... Las luces nos ayudarán a distinguirnos en medio de esto.
Connie: Dudo que nos separemos.
Jean: Media hora después... Buscando a medio mundo.
Marco: Solo esperemos que algo no suceda.
Armin: Bien... Después de una pequeña representación de lo que pasará más adelante... ¿Ahora qué?
Erd: Ymir, Annie y Petra deben de dirigirnos.
- Ey...
Eren: ¿Alguien más escucho eso?
Mikasa: ¿Qué?
Isabel: Sí... Vino de aquí cerca.
Eren: Ya vamonos.
Annie: No se escuchó nada... Además Eren... ¿Qué te pasa? Tu no eres así.
Y todos se me quedaron viendo.
Eren: Es que... Digamos... Que... Emm... Etto... Estoy alucinado.
Isabel: El sueño.
Eren: Si, eso debe ser.
Isabel: Te dije que durmieras un poco antes de llegar.
Eren: Pero no podía.
Petra: Ok... Después de la conversación más rara del mundo... Entremos al orfanato.
Ok, por alguna extraña razón tengo mucho miedo; me siento incomodo estando ahí.
Y ahora que recuerdo... Nunca me han gustado las almas de los niños, por alguna extraña razón son los que más les temo... ¿Ahora qué?
Isabel: ¿Enserio estas bien? -ve a Eren-
Eren: ¿Tu qué crees?
Isabel: Para estar pálido... Lo dudo mucho.
Eren: -suspira- Será mejor seguir a los chicos, antes de perdernos.
Seguimos a los demás.
El ambiente es pesado... Demasiado diría yo.
Seguíamos a Ymir, yo no decía nada, al contrario estaba atento de todo.
Hacia mucho viento así que este pegaba con las ventanas, causando un feo ruido.
Quería irme de ahí, me sentía demasiado vigilado, y aunque trataba de apuntar a todos lados con la lámpara... Nada se veía.
Subimos al segundo piso, algo me saco de mis pensamientos, un ruido proveniente de arriba.
Viniendo del tercer piso.
~Eren...~
Me detuve... Su voz hacia eco y mis amigos siguieron su camino.
No sabia que hacer... Me gire, tratando tal vez de ver de donde provenía su voz... Tal vez tratando de verlo.
Vuelvo a escuchar su voz, pero esta vez más grabe que nunca.
~Eren... Ven~
No se si escucharlo o tan simplemente pasar de largo de el.
Otro ruido capta mi atención, proviniendo igual del tercer piso.
Quiero irme.
Me giro en dirección a donde estaban mis amigos, pero veo que estos obviamente ya no están... Genial... Me he separado de ellos.
Tengo dos opciones buscarlos o tan simplemente esperarlos en la entrada.
Doy un paso al frente... Pero después me arrepiento, decido mejor ir a bajo y esperarlos en la entrada.
Así que decido bajar, recorriendo todos los pasos que dimos hace rato y dando así a la entrada y salida.
Salgo de ese lugar y me quedo en el patio principal... Tengo más probabilidad de que me pase algo aquí que algo dentro del orfanato.
Pero no quería estar dentro de ese lugar.
Escuche un fuente golpe, al parecer venia de atrás.
Creo que hay un patio trasero y de ahí se escuchaba el ruido, creo que para llegar a el debemos de cruzar todo el piso uno, pasando por la sala, hasta llegar a la zona de juegos y de ahí en adelante se llega al patio trasero.
Decidí entrar y hacer eso.
Lentamente entre y poco a poco caminaba por el lugar al cual no fuimos.
Tenia miedo, eso no lo niego, pero quería saber que producía aquel ruido.
Llegue al salón, vaya que el orfanato es enorme.
Cuando llegue ha aquel salón, me percaté de que había dos lugares, uno que llevaba a la izquierda y el otro a la derecha.
No sólo eso, en medio del salón había unas escaleras, uno de los dos lugares me lleva al patio trasero... Pero... ¿Esas escaleras?
~Eren...~
Tan claro como el agua, escuché su voz en un susurro.
Venía de aquellas escaleras, me quedé observando ese lugar y poco a poco comencé a caminar hacia las escaleras.
~Eren... Ven y acabemos con aquel error~
Me detuve... Error... Eso me hizo reaccionar.
Dije que no haría lo que el quisiera.
Dirigí mi vista al lado derecho... Seguí por ese camino.
Tenia que ver que hacía aquel ruido, pero antes de irme del todo; escuche cómo cayó algo al suelo.
Se escuchaba cómo un vidrio romperse en el momento del impacto.
Pare y regrese, vi aquel objeto... Era una copa.
De la cual saco un líquido, un líquido muy espeso y puedo asegurar que este estaba dentro de la copa; la linterna no me ayudaba de mucho, pues las cosas se veían rojas y no las podía ver con claridad.
Agarre uno de los vidrios el cual tenía el líquido y lo olí.
Era un olor a hierro, aquel olor a sangre que tanto desagrado.
Por lo que veo cayo de las escaleras.
Me asomo por estas y obviamente no veo algo.
¿Qué quiere de mi?
Y así decido subir las escaleras, lentamente; pues no quiero que alguien me vea, llego arriba del todo.
Un enorme pasillo, con muchas habitaciones... Una de ellas se destaca por una pequeña luz.
Decido ir, pero igual que antes, voy cautelosamente.
Llego a la puerta y me asomo, ni siquiera entro a la habitación; antes de ser descubierto apago la lámpara, y veo lo que hay dentro de la habitación.
Tres hombres uno de ellos amarrado, y los otros dos golpean sin piedad alguna al que está amarrado; mi vista se dirige al suelo, veo ahí una estrella de cinco puntas y en cada una de estas, esta situada una vela negra.
El hombre que esta amarrado se sitúa en el centro de la estrella, veo también una copa igual a la que hace un rato se cayo y rompió al momento del impacto... E igual tiene un líquido... Estoy seguro de que es sangre.
Escucho cómo golpean aquel hombre.
-Habla ahora o seras un buen festín.
-¡No diré nada!
Otro golpe, aquel hombre ya está demasiado lastimado... Me da pena, pero... ¿Qué puedo hacer yo?
"~Así empiezan... Pidiendo cosas~"
Sus palabras hacen retumbar a mi mente... Debo parar todo esto.
Vuelvo a fijar mi vista en aquellos hombres, los dos traen túnicas negras, de hecho... Toda su ropa son de color negro.
- Tonto, morirás aquí.
- ¡Prefiero morir antes de decirles la verdad!
- Que así sea entonces.
Y así aquellos hombres de túnicas negras comienzan a decir oraciones.
- Oh, demonio desconocido, oh ente errante;oh alma en pena, tu joven carmesí...
- Escucha nuestras plegarias, escucha a tu gente... Escucha a quienes te necesitamos...
- Vuelve al mundo de los vivos y complace nuestros sueños egoístas, al igual que las personas que acabaron con tu vida...
- Oh, joven desconocido, escucha nuestras plegarias; daremos nuestra vida si así lo deseas, pero queremos tu ayuda...
- Tu ojos carmesí, tu muerte andante, veremos el destino que nos toca; sabremos el cómo moriremos, haremos lo que sea...
- Lo que sea para calmar tu furia...
Y así aquellos hombres al mismo tiempo dijeron:
- Acepta esta ofrenda... Como la última que recibirás.
No lo niego, tenia miedo... Aquellas frases me helaron la piel, no... El cuerpo entero.
El otro hombre comenzaba a toser de forma muy horrible, quería entrar y acabar con eso, pero... Algo me lo impide.
- ¿¡Qué me han hecho!?
Y después de eso...
~-ríe- Los humanos no cambian... ¿Verdad Jaeger?~
Mierda... Estoy jodido.
- ¿Qué ha dicho?
- ¿Jaeger?
Aquellos hombres de túnicas negras se quedaron viendo, después de eso... Comenzaron a caminar hacia la puerta... Estoy perdido.
Comencé a retroceder, en el momento que me gire, para poder correr e irme de ahí; mi pie se dobló, haciendo que me cayera y obviamente hiciera un fuerte escándalo al chocar con el suelo.
Más torpe no puedo ser.
- ¡Ey! ¡¿Quien mierda eres?!
Se acercaban a pasos rápido, estoy acabado.
Y así como pude, me pare del suelo.
Comenzó una persecución.
Mierda... ¡Maldita sea mi curiosidad!
Quiero irme.
No sabia a donde iba, solo sabia que debía correr y no mirar atrás.
Llegue a una habitación demasiado oscura, mis ojos se percataron de un mueble... Era un ropero... Así que sin pensarlo mucho entre, ocultandome en el.
- ¿¡Dónde está!?
- ¡Yo que se, tu lo estabas siguiendo!
- Mierda... -entra a la habitación- Aquí no está.
- No pudo ir tan lejos.
Estaba quieto, sin hacer ningún ruido, trataba de no moverme para que ellos no me escucharan.
Mi corazón iba a mil por hora.
Mi respiración tampoco se quedaba atrás, pero obviamente esta no podía ser escuchada.
- Joder... Busquemos a ese tonto niño.
Y así escuche como salieron de la habitación.
Espere un momento y salí de aquel lugar... Me asome, pero no vi nada, así que salí y mi objetivo era... Llegar a la salida.
Pero...
- ¡Mira, esta ahí!
Gire rápido mi rostro, los hombres estaban muy atrás mio... Así que mi única alternativa era correr.
Eren: ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! -corriendo- No vi nada...
- ¡Eren!
No puedo hacer ruido, debo correr.
Mierda... ¿¡Quien me manda a mi a meterme en estas situaciones!?
- ¡Eren!
Isabel... ¡Cállate!
Eren: -ve una habitación- Es todo o nada. -se mete a la habitación y se oculta en un mueble que hay ahí-
- ¿Dónde está? No podemos dejarlo así, ha visto todo.
Joder... Están aquí.
- ¡Eren!
- Vaya, hay más personas... ¿Qué tal si nos divertimos?
Me ha encantado esa idea.
~-ríe- El joven a cual buscas, esta en ese armario~
Y supongo que gracias a su fuerza se cayo el armario donde estaba... Ahora estaba encerrado, no lo niego, ha dolido el impacto.
- Gracias... Ahora volveremos por el... Vayamos por las demás personas.
No escuche nada más.
Tengo que salir a como de lugar.
-Eren...-
Esa voz...
Eren: -susurra- Ayúdame... Por favor.
Solo estas cosas me pasan a mi.
Y por eso mi esperanza de vida se reduce a cero.
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No se cuanto tiempo ha pasado, llevo encerrado aquí más de cinco o diez minutos... Trato de salir, pero nada.
- ¿¡Eren donde estas!?
Esa voz...
Eren: ¡Farlan! ¡Ayúdame!
Y así comencé a patear el armario, aunque me era algo difícil y no lo niego... Cada vez se hacía más difícil respirar.
Escuche pasos acercarse, no se si sea una ilusión, un ente burlón o lo que sea... Pero quiero salir de aquí.
Farlan: ¡Eren! -toca el armario- ¿¡Cómo llegaste aquí!?
Eren: Larga historia... Pero ahora, por favor... Ayúdame.
Farlan: Tranquilo Eren, ahora te saco de ahí.
Escuche cómo Farlan le gritaba a Isabel, supongo que pasaba por ahí.
Farlan: Bien Isabel, agarra de ese lado, yo tratare de levantar tu solo ve guiando el mueble.
Comencé a sentir como el mueble iba siendo levantado, y creo yo que cuando iba por la mitad del mueble... Salí de este, pues las puertas se abrieron y pues... Caí.
Pero como Farlan estaba enfrente no podía salir, así que como pude me arrastre un poco y salí de ahí.
Eren: Gracias chicos.
Isabel: Nos alegramos que estés bien... Farlan... Será mejor que dejes caer el mueble.
Farlan: Es lo que haré, pero quita tus manos, que si no te lastimarás.
Y con eso último, Farlan dejo caer el mueble.
Isabel: ¿Cómo llegaste ahí? -preocupada
Eren: Pues...
Y así su voz retumbo en la habitación.
~Vaya... Me han sorprendido~
Isabel y Farlan quedaron petrificados cuando escucharon esa voz.
Eren: ¿Ahora qué quieres?
~Divertirme un poco... Eso está claro~
Creímos que en el orfanato no había luz, pero... Estas se hicieron presentes.
Y pudimos observar que él estaba ahí, parado en la puerta de la habitación.
Eren: ¿Qué le has hecho ha aquel hombre?
Veo que trae la copa en sus manos, aquella copa con ese líquido carmesí.
~No lo sé... -toma un poco del líquido de la copa- ¿Acaso interesa?~
No sabia que hacer... Tenemos que salir de aquí a cómo de lugar.
Eren: Déjanos ir.
~Antes quiero algo~
Sabia que saldría con algo así... ¿Ahora qué?
Isabel: No Eren, no le hagas caso.
~Calla, el asunto es entre él y yo... Tu, no tienes nada que ver aquí~
Eren: ¿Qué quieres?
~Ve arriba y apaga aquellas velas... Desata al hombre y se van de aquí, lo que pase ahora no tendrán que hablarlo, porque si lo hacen... Esto acabará muy mal~
Eren: Pero... Es tu ofrenda.
~No, no lo es... Odio a esas personas... Así que... Ellos, serán la ofrenda~
Entendí perfecto lo que quiso decir.
Fuera luces.
~Ahora... Hazlo, antes de que haga lo mismo con ustedes~
Y así me gire a Isabel y Farlan.
Isabel: ¿Enserio vas hacerlo?
Farlan: Tiene que hacerlo, le ha puesto una amenaza en medio... Así que... No hay opción.
Eren: De hecho... -suspira- Vamos, no hay tiempo que perder.
Y así rápidamente fuimos donde estaban las velas y aquel hombre.
Cuando llegamos comenzamos a desatar al pobre señor, estaba demasiado lastimado.
Después de eso apagamos las velas y nos fuimos de ahí lo más rápido posible.
El hombre lastimado se fue por su propio rumbo, insistimos en que nosotros lo llevábamos al lugar que el deseara, pero no quiso.
Nosotros nos dirigimos a la camioneta y después escuchamos gritos desgarradores... Gritos de aquellos hombres.
Isabel: Pobres...
Eren: Ellos decidieron su destino.
Y así rápidamente salimos de ahí.
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Vi la hora, eran las dos y media de la madrugada, aun no llegábamos a casa.
Eren: Por cierto... ¿Tu qué haces aquí? -ve a Farlan-
Farlan: Llegue de Alemania, hace no muy poco había contactado con Armin y él me dijo la dirección de donde vivían, así que al momento de llegar fui a su casa... Antes de llegar, tus tíos le informaron a tu padre, a lo cual el nos dijo que si había algún problema podía ir a su casa... Así que cuando vi que ustedes no abrieron la puerta, decidí ir a la casa de tu padre... El marco, pero no contestaron, así que después yo te marque al celular, pero nada y después ha Armin, pero fue lo mismo... Luego de tanto, Hanji me ayudó a rastrear sus celulares y bueno... La dirección fue el orfanato.
Eren: Mierda... En el problema que me he metido.
Farlan: Tranquilo tu padre no sabe de esto, solo Hanji y Erwin... Ellos están preocupados.
Isabel: Bueno... Al menos ya no dará tantas explicaciones.
Farlan: Así es.
Eren: ¿Y cómo se conocen ustedes dos?
Isabel: Somos hermanos.
Eren: ¿¡Qué!? -sorprendido- Estoy impactado.
Farlan: -ríen un poco por la cara de Eren- Así es, solo que nuestros padres se separaron... Ella se quedo con mamá y yo con papá... Así que... Solo nos quedamos con el apellido de quien nos cuidaba... Ahora cada uno de ellos tiene una nueva familia, pero decidimos no ser muy parte de ella.
Eren: Wo... Que juerte.
Isabel: La cara de Eren, es todo un poema. -ríe-
Farlan: El mundo es muy pequeño Eren.
Eren: Demasiado diría yo.
Isabel: Creo que Farlan no esperaba verme ahí.
Farlan: Así es, yo pensé que estabas en Canadá, pues dijeron que estudiarías ahí.
Isabel: Al final encontré buenos amigos aquí y decidí quedarme. -sonríe-
Farlan: Eso es bueno.
Isabel: ¿Y ustedes cómo se conocieron hermanote? -con cara pícara-
Farlan: Fue un día muy hermoso cuando lo conocí -ríe-
Eren: Sobre todo eso... "Hermoso"... Entre comillas, muchas comillas.
Isabel: Dime, ¿Cómo se conocieron?
Farlan: Ese día me dijo Reiner: "ven que te presento a unos amigos", así que fui con el y me presento ha Armin; después de eso ellos decidieron ir a despertar a Eren, así que me dijeron que los acompañará y así lo hice... Cuando llegamos a su habitación lo vimos dormido cual niño pequeño. -ríe un poco-
Isabel: Vaya manera de conocerse -ríe-
Eren: Así es... Algo extraña.
En todo el camino de regreso a casa íbamos platicando.
Hasta que salió algo respecto a lo de hace rato.
Farlan: ¿Qué habrá sido de aquella mujer? -ve a Isabel-
Isabel: Quien sabe... Todo fue muy raro.
Eren: ¿Qué mujer?
Farlan: Cuando llegue me encontré con tus amigos, ellos me dijeron que no te encontraban, cuando estaba buscándote una mujer de cabello negro, ojos color casi caramelo o apiñonados y piel como bronceada me dijo que la siguiera, pues sabia donde estabas tu; al principio dude, después la seguí y atrás de mi venia Isabel, después de encontrarte no la vimos más.
Eso me sorprendió mucho, pues recordé el escuchar una voz, una muy angelical.
Eren: Que extraño, pero ahora que lo dices, antes de que ustedes llegarán escuche una voz muy dulce.
Isabel: ¿Seria la misma persona?
Farlan: Puede ser.
No dijimos nada, después de eso no aguante más y termine dormido, de hecho me sentía muy cansado y débil... Además de a dolorido.
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El pasillo... ¿Cuantos veces lo voy a soñar?
~Gracias~
Me gire, lo veía en frente mio.
Eren: De nada... Supongo.
Y así se fue... ¿Qué está pasando?
Comencé a caminar y esta vez no iba corriendo como muchas veces.
Veía cada detalle de las casas que había, hasta que llegue una vez más ha aquella parte oscura y ahí fue donde corrí hasta llegar a la casa.
Está estaba iluminada, lo cual era extraño.
¿Qué hago aquí?
-Eren...-
Vi donde me llamaban, al parecer esa voz venia de la habitación.
Con algo de duda me dirigí hacia ese lugar, llegue a la habitación.
No vi nada hasta que volví a escuchar la voz y me gire rápidamente mi rostro, viendo una hermosa mujer... Era como la que describió Farlan.
Aquella mujer se acercó a mi, con una de sus manos agarro mi rostro, no me aleje, pues no me causó miedo alguno; al contrario, sentía tranquilidad máxima.
-Has crecido bastante-
Eren: ¿Quien eres?
-Eren, pequeño... Soy yo, la que te protege siempre-
Entendí lo que quería decir... Nunca creí y nunca pensé que conocería a mi madre así, en un sueño.
Eren: ¿Madre?
-Así es-
Estaba algo shockeado, pues no sabia que hacer o decir.
Solo sentía ese delicado afecto que me gusta.
-Te has metido en un gran problema-
Eren: Lo se.
-Debes de cambiarlo, debes remediarlo-
Eren: ¿Lo conoces?
Creo que sabe a lo que me refiero, pues su expresión paso de una delicada a una preocupada.
-Lo conozco muy bien... Se su objetivo, se el poder que posee y de eso he venido hablarte-
Eren: ¿Qué pasa?
-No podre defenderte siempre-
Eren: ¿Por qué?
-Porque nuestros poderes son diferentes, solo podre retenerlo... Además comienza a desatar su poder que tenia oculto... Así que mi pequeño... Necesitarás la ayuda más posible... Las invocaciones no las podrás dejar, pero su podrás en su momento retenerlas y en ese momento podrás acabar con todo-
Eren: Tengo miedo.
-Lo se, cada persona llega a sentirlo en su momento, pero tu no temas... Que muchos te estarán apoyando-
Eren: ¿Qué puedo hacer entonces?
-Hasta ahora seguir su juego-
Es cierto, lo único que puedo hacer es eso.
Luego de aquella platica, se quedó más tiempo... Hablamos de muchas cosas, me sentía tranquilo, me sentía en paz... Nunca había sentido eso.
Pero como todo sueño tiene un final.
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~Al día siguiente~
~09:00 a.m~
Iba despertando, me percaté de que estaba en mi habitación... Pero no en la casa donde Armin y yo vivíamos... No... En la habitación de la casa de mi padre.
Gire mi rostro, tal vez tratando de ver algo que pudiera decirme que todo ha sido real y que no he pasado tiempo dormido y a penas he despertado del pequeño coma.
Pero veo que Farlan entra a la habitación.
Farlan: Buenos días ojos de moco.
Eren: Hola farfetch'd. -sonríe-
Farlan: Veo que estas bien.
Eren: Supongo.
Y así Farlan se me acerco, sentándose a un lado de donde yo estaba acostado.
Farlan: ¿Todo bien?
Eren: No lo sé...
No dije nada más, no quiero decirlo.
Farlan: Le invente algo a tu padre, le dije que fuiste con Isabel y demás a una fiesta, espero que no te moleste.
Eren: No te preocupes, al contrario debería estar agradecido... ¿Dónde está Armin?
Farlan: Decidió ir a la casa de sus padres y pasar ahí la noche.
Eren: Ya veo... Gracias por ayudarme Farlan.
Farlan: No agradezcan, yo se que tu hubieras hecho algo igual.
Eren: Tal vez.
Farlan: Eso me pasa por ser buena persona.
En eso vi que la puerta se abría, dejando pasar a Hanji.
Hanji: Buen día Erencito, buen día Farlan. -sonríe-
Farlan: Hola Hanji-san.
Hanji: -con cara pícara- ¿Qué hacían?
Eren: Hablábamos como toda gente civilizada.
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Por fin se a presentado ante ti... Vaya que tardo mucho.
¿Ahora qué pasará?
Bueno... En realidad... Tal vez sepa lo que pase.
Aunque ahora ellos serán un estorbo, pero... No haré daño.
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Tu única alternativa es... Correr.
No lo harás... Podrás correr pero no esconderte.
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>Hola...
Bien, el capítulo es corto, pero no tenia nada en mente, además de que evento sueño xD.
Bien elijan las invocaciones... Cual primero y cual al final... Estas son las que tengo en mente...
1.- Ben Drowned
2.- 9 Veces Verónica.
3.- No mires atrás.
Ustedes decidan y ahora dígame.
¿Cuales otras invocaciones desean?
Otra cosa...
Un Millón de gracias por apoyar esta historia, cada día a todas horas recibo notificaciones de que nuevas personas leen esta historia y eso me hace muy feliz.
Además de que las/los que empezaron a leer esta historia siguen aquí...
Les debo mucho, así que espero darles una buena historia.
Sin más que decir... Nos vemos.
Gracias por leer.
~>Adry<~
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