Eren: -escucha que alguien toca la puerta- Yo voy abrir. -abre la puerta-

Kenny: Oh, Hola Eren, hace mucho que no te veía.

Eren: Hola Kenny, hola Mikasa.

Mikasa: Hola.

Kenny: Eren, ¿esta tu padre?

Eren: Sí, pasen -se hace a un lado para que pasen-

No esperaba que fueran Mikasa y su padre Kenny...
Y todos siempre me dicen que hace mucho tiempo que no me veían.

¿Qué esperaban de un chico que no le gusta salir de su cueva?

Eren: Esperen, iré hablarle a mi padre.

Kenny: Claro.

Fui ha la cocina, ya que ahí estaba mi papá.
Le dije que Kenny y Mikasa habían venido y que lo esperaban en la sala.

Grisha: Vale, ahora voy... Mientras lleva dos vasos con agua, se amable con las visitas.

Eren: Ya lo se padre... No hace falta que me lo repliques siempre.

Grisha: Aun así te lo digo para que nunca lo olvides... Ahora iré a la sala.

Y así fue... Salió de la cocina para dirigirse ha la sala.
Yo me quede en la cocina, sirviendo en los vasos agua.

El día de hoy estaba muy tranquilo, dormí perfectamente... Sin preocupaciones.

Salí de la cocina con los vasos llenos de agua y fui donde estaban todos.

Eren: -sonríe- Aquí tienen -le da un vaso ha Kenny y otro ha Mikasa-

Kenny: Gracias Eren -agarra el vaso- Tan amable como siempre.

Mikasa: Gracias -agarra el vaso-

Kenny: Veo que tu padre aun no te suelta en tus modales.

Eren: Así es. -algo apenado-

Grisha: Bueno Kenny... ¿A qué se debe tu visita?

Kenny: Vamos a ir ha un lugar y bueno; la familias de sus amigos van a ir... Queríamos ver si quieren venir.

Grisha: -ve a Eren- ¿Quieres ir?

Eren: Cómo tu digas... ¿Por qué me preguntas?

Grisha: Porque tu eres el que luego no quiere salir de su cueva.

Eren: ¿Y eso que? -susurra- Al final es lo que tu digas.

Mikasa: Entonces... ¿Si vienen?

Grisha: Sí.

Kenny: Bueno, nos vamos hoy en la tarde.

Grisha: Ten por seguro que estaremos listos a tiempo.

Kenny y Mikasa se quedaron un rato más y después, obviamente, se fueron.

Grisha: Será mejor que prepares tus cosas.

Eren: Solo será un día -agarra un libro y se pone a leer-

Grisha: Serán tres.

Eren: -deja el libro y se dirige a la puerta- Ahora vuelvo.

Grisha: ¿Vas por tus cosas?

Eren: Sí... Así es -se va-

Grisha: -ríe- Este nunca cambia.

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Fui a la otra casa, iría por un poco de ropa... No sabia a donde iríamos, pero al menos me despejará un poco.

Cuando entre a la casa la sentía muy fría, más de lo habitual.

No había venido desde la invocación del hombre de la media noche... Hace dos días.

Fui a mi habitación, agarre una mochila y en ella empecé a meter lo necesario.

Moví tanto el ropero para sacar la mochila, que escuche que algo había caído.

Eren: Genial, falte que haya roto algo -se fija atrás del ropero-

Mi sorpresa fue mayor cuando vi en el suelo una cruz de madera, como pude la tome.

Estaba algo pólvora, así que con un trapo la limpie... ¿Qué hacía algo cómo esto aquí?

La examine profundamente, algo me decía que volviera a ver detrás del mueble... Así lo hice.

Me percaté de que había un cristo... Este obviamente tenia que ir en la cruz.

Eren: Genial... Rompí esto -coloca la figurita en la cruz-

No estaba tan grande la figura y la cruz, de hecho era del tamaño de mi palma de la mano.

Recordé que tenia lago de pegamento, así que lo usaría para unir de nuevo las piezas... ¿Esto estuvo conmigo todo este tiempo?

Cuando era pequeño mi abuela me hablaba de todo esto... De Dios, de los ángeles, de las almas, de esas historias típicas de Jesús, María y los santos.

Por otra parte igual me hablaba de los ángeles caídos, los demonios, los entes, los espíritus... Y su rey.

Creo que ahora se porque me atrae estas cosas.

Mi abuelo era el que me contaba todas sus experiencias paranormales.
Gracias a el no dormía luego en las noches... Vaya cuanto los extraño.

Me tenían por horas pasmados con las leyendas, con sus propias historias sobre uno que otro lugar "embrujado" y hoy en día ya son más conocidos esos lugares.

También me decían que debía tener cuidado con los que hacían magia negra... Que no acudiera a ellos... Me hablaban sobre la ouija... Creo que por ellos le tengo mucho respeto a esa tabla.

Me hablaban de los elfos, duendes, hadas, brujas... Muchas cosas que a lo mejor muchos dicen que no existen, pero yo por ellos creo en todo ese mundo.

Además de que cuando era pequeño vi una bruja... Y no, no estoy loco... Al día siguiente de ese, desperté con rasguños y uno que otro moretón.
Donde estaba más lastimado era la espalda... De hecho aún tengo una pequeña cicatriz de un rasguño que tenia ahí.
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Ya por fin pegada la Cruz y la figurita los deje secando y regrese a lo mio... Aun le daba vuelas el ¿por qué eso estaba ahí?

Supongo que estuvo ahí desde la primera invocación que hice en esta casa.

Que extraño... ¿Será de la persona que antes vivía aquí?

Le preguntare a mi padre, puede que el sepa algo.

Proseguí con lo mio, coloque algo de ropa en la mochila; lo necesario para tres días, por un momento algo de miedo me invadió... Algo de preocupación, como si algo me dijera que no fuera.

Deje de lado todo eso y me apresure, aunque todavía era temprano... Bueno no del todo.
Eran las once con cinco minutos de la mañana.

Con las cosas ya listas me dispuse a salir de la habitación, recordé la figurita; me dirigí hacia el escritorio y la tome con mucho cuidado.

Así ya con las cosas en mano salí de la habitación, di un último vistazo y me fui.

Cuando baje fui a la cocina, tome un poco de agua y al terminar esta decidí irme.

No tenía mucho caso que me quedara cuando ya no tenía nada que hacer.

Y al igual que como lo hice en la habitación di un último vistazo a la casa y me fui.
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~Supuestamente dormiste tranquilo, pero te ves algo preocupado~

~¿Qué es lo que inundarán tus pensamientos más lejanos?~

~Sea lo que sea te llevarás una sorpresa~

~Dos días sin que hagas nada~

~Nuevo récord~

~Y a lo mejor otro día alejandote de esto~

~Te has superado a ti mismo~

~¿Pero por cuanto tiempo durará eso?~

~Volví a retomar mi energía que había tomado tu collar~

~Así que si esta noche me ves vagando en tus sueños... No preguntes por qué~
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Grisha: ¿Ya estas listo Eren? -bajando las escaleras-

Eren: Sí -sentado en el sofá leyendo un libro-

Grisha: ¿Qué tanto es lo que lees?

Eren: Etto... (Piensa rápido) Es un libro acerca de animales -sonríe- Ya sabes que leo cualquier cosa.

Grisha: Si, lo se muy bien... Bueno iré a ver a Hanji y Erwin para ver si ya están preparados.

Eren: Claro.

Por que poco... Si supiera en realidad que estaba leyendo uno de los libros que me había dado Hanji y luego sobre lo que es... Me hubiera matado.

Tuve suerte de pensar rápidamente en algo.

Mejor guardaré el libro... Tenia pensado llevármelo, pero mejor no corro el riego.

Por cierto ese libro trae unas muy buenas invocaciones... Inevitable no poder hacerlas, pero le prometí a Hanji que no las haría.

Subí a la habitación y deje el libro dentro del cajón de mi cama.

Tenia miedo que lo viera mi padre y me regañará por este.
Aunque no lo culparía, tiene razón para enojarse.

Me quedé sentado en la cama, viendo en un punto fijo de la habitación y perdido en mis pensamientos.

¿Será bueno que vayamos a lugar?

¿Correré algún riesgo?

¿Acaso moriré ahí?

Bueno si muero pues que se le va hacer... Tal vez era mi destino.

Parece que al menos a eso no le temo, a la muerte... Y es que no se porque algunas personas tienen miedo a morir.

Será un mundo desconocido, pero no es motivo para temer.

- Eren...

Aun así no se porque pienso en esto.

- Eren...

¿Faltará mucho para irnos?

¿Será bonito ese lugar?

- Tierra llamando a Eren, responda por favor -le da unos pequeños golpes-

Eren: -reacciona- ¿Eh?... ¿Qué pasa Hanji-san?

Hanji: Te quedate hipnotizado.

Eren: Ah, es que me quede hundido en mis pensamientos.

Hanji: Ahora todo tiene sentido.

Eren: Sí.

Hanji: Bueno será mejor que bajemos, al parecer ya nos iremos.

Eren: Vale, ya voy.

Hanji salio de mi habitación, yo me pare de la cama e igualmente salí.

Iba por el pasillo cuando sentí como me tocaron el hombro.

Por un momento creí que era Hanji, pero cuando volteo y no veo a nadie me sorprendí.

¿Por qué cuando más relajado estoy me sucede esto?

Suspire pesadamente, regrese a mi camino; dejando de lado lo que había sucedido.

Baje las escaleras, encontrándome a todos en la sala.

Grisha: Es hora de irnos.

Erwin: Vale, será mejor llevar las cosas al carro.

Hanji: Vamos entonces.

Todos salimos de la casa, mientras mi padre cerraba bien la casa, yo ayudaba a Erwin a meter las cosas al coche.

Erwin iría manejando, ya que por lo sucedido mi padre no podía hacerlo muy bien.

Al principio mi padre me dijo que fuera adelante con Erwin, pero no quise, conociendome terminaría dormido en el auto.
Así que mejor le dije que el se subiera adelante.

Ya con todos subidos en el coche decidimos ir al casa de Mikasa, pues ahí nos dirán como llegar o ha donde iríamos.

Y ahora recuerdo... Se me olvido preguntarle acerca de la figura a mi padre... Que tonto soy.

Durante el camino le pregunte... Espero y deseo no preguntar algo indebido.
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~Te crees saberlo todo, pero no es así~

~Se supone que deberías saber porque te pasa eso~

~Eres muy ingenuo~

~Una vez encontrado tu solución, hallarás tu perdición~
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Ya íbamos camino hacia ese lugar, delante de nosotros iban los Alert en su carro y atrás de nosotros los Ackerman.

Así ya no podíamos perdernos.

No sabia cuanto faltaba para llegar, pero esto se había vuelto muy divertido gracias a Hanji y Erwin... Técnicamente me venía muriendo de risa.

Hanji: Erencin tranquilo, ya hasta estas llorando.

Eren: Ay... Es que... Cada cosa que dicen. -se limpia las lágrimas que le habían salido-

Grisha: Esperemos que no le de su ataque de risa.

Erwin: ¿Enserio le dan ataques de risa?

Grisha: Sí, antes no le daban, pero de los nueve años para adelante le comenzaron a dar.

Hanji: Wow, que extraño.

Eren: No me dan ataques de risa.

Grisha: No que va -sarcástico-

Eren: Claro que no... Es una enfermedad que sólo les da a muy pocos.

Grisha: ¿Cómo se llama la enfermedad? -ríe un poco-

Eren: Se llama risitis aguditis crónica.
Hanji: -ríe- Pero que Eren le haya a todo.

Erwin: -ríe- La nueva enfermedad.

Grisha: Descubierta por el doctor Eren Jaeger.

Eren: Alias el pejelagarto por favor.

Y con esa estupidez terminamos riendo más.
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Supongo yo que ya ha pasado más de media hora.

Veía el paisaje, el cual era bonito.

Casas muy bien arregladas, el pasto bien cortado, unos hermosos árboles y uno que otro animal por ahí.

Recordé lo de la figura y decidí preguntarle a mi padre.

Eren: Oye papá.

Grisha: ¿Qué pasa Eren?

Eren: Cuando estaba sacando mi mochila del mueble se callo algo... Ese algo era una cruz con un cristo... ¿Antes de comprar esa casa vivía alguien?

Grisha: No... De hecho el dueño de la casa me dijo que prefería venderla y comprar otra ya que esa le quedaba bastante retirada de donde el vivía, le quedaba a tres horas... Así que nadie vivía allí.

Me quedé algo sorprendido, entonces... ¿De donde había salido eso?

Pues yo nunca lleve esa figura a la casa, ya que no tengo.

Grisha: A lo mejor tu la llevaste y dejaste ahí, por lo que ahora no te acuerdas.

Eren: Sí, puede ser.

Dije eso para no seguir con esa conversación ya que no nos llevaría a la persona que dejo eso.

No se si quedarme con ella.

Pero por ahora lo haré.
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~Vaya, ahora aparecen cosas extrañas por ti~

-¿Qué haces aquí? -seria-

~Estoy siguiendo a mi presa~

-¿Acaso no te canses?-

~Mmm... -pensando- No, al contrario me da más vitalidad~

-Deberías dejarlo-

~-ríe- ¿Por qué?~

-No habría problemas-

~Ingenua... Ahora ya se porque el es así... Creeme que si yo no estuviera con el, otra persona si y obviamente seria lo mismo~

- (Por desgracia tiene razón)-

~¿Qué pasa? -sonríe- Veo que tengo razón~

-Por supuesto que no... No cedere ante ti-

~Tu no, pero el si~

-Eso lo veremos-

~Por supuesto que lo veremos~

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Por fin, después de un largo tiempo llegamos a nuestro lugar destinado.

¡Genial! Ya tenía mis piernas dormidas.

De hecho fui el primero en bajar del auto.

Mikasa: Eren, ven.

Eren: ¿Qué sucede? -va con ella-

Mikasa: Será mejor entrar corriendo y escoger nuestras habitaciones -ríe un poco-

Eren: Es cierto.

Mikasa: ¡Vamos! -agarra del brazo a Eren y entran corriendo a la casa-

Jean: ¡Eso no es justo!

Armin: Será mejor que entres -entra corriendo-

Annie: Tiene razón. -igual entra corriendo-

Y así Mikasa y yo escogimos nuestras habitaciones, de hecho la casa donde estábamos era de tres pisos.

Puse mis cosas en el pequeño mueble que había ahí.

Y encima de este puse la Cruz.

Kenny: Chicos escuche iremos a la iglesia. -hablando en el pasillo-

Jean: Eren se quemará ahí. -ríe-

Eren: ¡Te escuche cara de caballo! -grita desde su habitación-

Petra: Wow... Tiene oído de vampiro.

Armin: Si... Así es. -ríe-

Ya que iríamos a la iglesia llevaría la Cruz, al menos para que el padre bendiga la figurita.

Baje con esta en mi mano, solo faltaba yo; los padres de Petra nos guiaron ha aquella iglesia.

Cuando llegamos me impresione al ver aquella parroquia.

Era demasiado hermosa, cuando entramos apenas se iniciaría la misa.

Grisha: Vamos, busquemos lugares.

Y por desgracia que damos hasta en frente.

Veíamos al padre frente a frente.
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~Ag... Maldito idiota~

~Has pasado la linea~

~Y esta vez~

~Si cobraré descanso~

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Ya estaba a punto de acabar la misa.

Padre: Éste es el Cordero de Dios... invitados a la Cena del Señor.

Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Empecé a marearme, un dolor punzante en mi cabeza se hizo presente.

Grisha: ¿Estas bien? -ve a Eren-

Eren: S-si...

~-ríe- ¿Estas seguro?~

Hanji: Eren... ¿Enserio te sientes bien?
Eren: Yo... Sí, no se preocupen.

~No podrás huir~

¿Por qué escucho esa voz?

Padre: El Señor esté con ustedes.

Todos: Y con tu espíritu.

Padre: La bendición de Dios todopoderoso... -todos empiezan a persinarce- descienda sobre nosotros.

Eren: -se agarra la cabeza- ¡Aah!

Hanji: ¡Eren!

~¡Cállate!~

Eren: ¡Basta! -se agarra más fuerte-

Grisha: ¡Eren! -lo agarra- ¿¡Qué sucede!?

~¡Esto no es real!~

Eren: ¡Déjame! -trata de soltarse de Grisha-

Grisha: ¡Tranquilizate! -agarra más fuerte a Eren-

Padre: -se acerca a ellos- ¿Qué sucede aquí? -ve a Eren- Póngalo en el suelo.

~¡Haz lo!~

Siempre se presentarán gentiles.

Eren: ¡Cállate! -ya en el suelo, agarrado de las muñecas por Erwin y Kenny-

~¡Vamos haz lo!~

Padre: -empieza a rezar y al terminar dice unas palabras- Vete de este cuerpo, no te pertenece...

Eren: -sus ojos son ahora de un rojizo carmesí y su voz es más grabe- Claro que me pertenece.

Padre: No es tu cuerpo, no es tu alma... ¡No perteneces aquí! -le empieza a echar agua bendita a Eren y comienza ha rezar una vez más-

Eren: ¡Cállate! ¡Es mio! ¡Su alma me pertenece! -trata de soltarse-

Padre: ¡No es así! ¡Salte de ahí, salte de este joven; vete a las lejanías de la oscuridad porque ahí perteneces!

Eren: -ríe- ¿¡Qué sabes tu de este mundo!? ¡No vales nada! ¡Los humanos son unos tontos!

Padre: -agarra una cruz y se la coloca en la frente a Eren- Un alma en pena, cegada por el mal... Alejada de esta alma que es pura, de este cuerpo santo y de ese corazón tan noble.

Eren: ¡Basta! ¡Cállate!

Padre: No cederá ante ti esta alma que lucha, así que por el Dios todopoderoso; ¡volverás al sitio donde perteneces!

~-ríe- Ya tengo más energía y lo mejor... Es parte de tu vitalidad~

Eren: ¡Aaah! ¡Morirán! ¡Yo los mataré! ¡Me saciarse con su sangre!

~Ahora ya se que puedo manejar perfectamente tu cuerpo~

~Y ahora, te dejare en paz; pero sonó por este momento, ya que haz satisfacido mi deseo~
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Todo esta oscuro.

Hace frío.

Quiero salir de aquí.

Alguien ayúdeme.

Por favor...

Mi cuerpo me arde...

Algo me quema...

Esta aquí.

Siento su respiración...

Esta caminando alrededor mio, pues su pasos son inconfundibles.

Ayúdame...

Quiero salir de aquí.

No me hagas daño.

Por favor, te lo pido...

~Ten cuidado~

¿Qué es lo que buscas?

~Con lo que~

¿Qué quieres de mi?

~Deseas~

Dejame salir.

~Pues esto~

Te lo pido... No me hagas daños.

~Puede ser~

¿Alguien me escucha?

~Real~

¡AYUDA!

~Eres mio... Jaeger~

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Gracias por leer.

~>Adry<~

Pd: ¿Alguna sugerencia?