Fui al centro comercial para comprar lo que necesitaba.

Por suerte encontré todo lo que necesitaba.
Después regrese a la casa que había comprado mi padre.
No puedo decir que es mi casa, ya que mi papá la compro.

Algunas cosas que compre las puse en el refrigerador.
Otras en los muebles que estaban en la cocina, no compre mucho.

Fui al baño y mi sorpresa fue ver un espejo ahí, nunca creí que hubiera un espejo.

Cuando salí, cheque las habitaciones que había, las cuales sólo eran dos.
Y solo una tenia cama.

La otra tenia colchas y todo eso.

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Quería experimentar un poco más de miedo, pero no sabia que invocación hacer.

¿El juego de la palmada? ¿No mires atrás? ¿El juego de la ventana? ¿El juego del armario? ¿Las escondidas?

Supuestamente el juego de la ventana es el juego más prohibido, supuestamente dicen que es un juego prohibido por dios.

No sólo ese, también el juego de no mires atrás.

Muchos dicen que no, otros que si.

Si son o no, pienso jugarlos.

Escuche que mi celular empezó a sonar, era un número privado; conteste sin más, cuando pregunte quien era, no hubo respuesta, tan solo se escuchaba distorsión.

Al final colgaron... No sabia si ponerme histérico, que no serviría de nada o empezar a temer por mi vida.
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Armin: ¿¡Qué hiciste que!?

Mikasa: Estas loco Eren.

Eren: Tranquilos, no paso nada... Estoy bien.

Mikasa: ¿Quieres morir? Porque si lo quieres, puedo matarte yo misma.

Eren: Ejem... Que lindo clima ¿no creen? Un hermoso día nublado... Lloviendo.

Armin: Esperemos que no te pase algo.

Eren: No me pasara nada y si pasa que más da.

Mikasa: -suspira- No queremos que estés maldito Eren.

Eren: ¿Maldito? Dudo que pase... Tal vez me posea un ente o demonio que es lo más probable, pero no me va a maldecir.

Armin: ¿Como sabes eso?

Eren: Me informo antes de ello.

Mikasa: ¿Ahora que piensas hacer? Porque dudo que no hagas otra invocación.

Eren: Pienso jugar el juego de las escondidas.

Armin: ¿Qué? ¿Desde cuando el juego de las escondidas es un juego maldito?

Eren: Este es maldito ya que lo juegas con un ente que esta dentro de un peluche.

Mikasa: Eren, sabes que no existe eso verdad.

Eren: Sí no existiera, ¿Por qué está la ouija? Se supone que no debería existir, además nuestros ancestros si creían en estas cosas.

Mikasa: No pienso pelear, solo te pido que no hagas tonterías.

Eren: No pasará nada.

~Eso crees tu~

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Fui a casa, tenia que ver como hacer aquel juego.
Apunte lo que necesitaba, no lo haría hoy, debía descansar de lo de ayer.

Aun seguía pensando sobre el incidente del ordenador.
No encontraba lógica alguna.

Me acosté un rato en mi cama, a lo cual me gano el sueño.
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- ¿Qué crees que estas haciendo?

Eren: ¿Disculpe?

Una silueta, no podía distinguirla... ¿Conozco aquella persona?

- No te metas en terreno prohibido.

Su voz, era algo fría.

Eren: No entiendo.

- Y no lo entenderás.

No comprendo lo que dice.

- No te esfuerces, por mi sigue asiendo estupideces... Al final... S... E.... R...

No entendí lo último, desperté de salto; pues el ruido de que golpearon la pared me despertó.

Volví a escuchar el golpe, obviamente eran los vecinos.
Mi corazón estaba a mil por hora.

Y la sensación de estar vigilado me torturaba.
Maldita paranoia.

Hacia mucho frío, tal vez me enfermería.
No me extrañaba, pues ya estábamos en otoño.
Y siempre enfermo en estas fechas.

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Al día siguiente, me sentía de la patada, moría de sueño.
No dormí casi, los vecinos tenían tanto escándalo en la noche y madruga de este día.

Tuvieron fiesta, sin contar que casi queman su hogar por estar bajo el efecto del alcohol.

Tenía mucho sueño, mi rostro tenía ojeras, pero no podía seguir dormido.

Así que sin más me levanté de mi cama, fui al baño y me empecé a duchar.

Cuando termine me vestí, decidí ir a desayunar.

No me sentía tan mal estar solo, ya se me hace costumbre.

No sabia que hacer el día de hoy, ahora que recuerdo empezaría a empacar para irme a la casa que me había comprado mi padre.

Ahí haría el juego de las escondidas, muchos dicen que es peligroso... No me gusta el peligro, pero me gusta lo paranormal y si empezaba a jugar estaría en constante peligro.

No quería cargar esta casa con malas energías, no me gustaría que me padre; cuando regresará, tuviera problemas aquí o viera cosas extrañas.

Al terminar mi desayuno, lave los trastes y los acomode una vez más en su lugar de origen.

Fui a mi cuarto y comencé a empacar mis cosas es unas maletas, por suerte no era mucho.

Al terminar fui a la otra casa, cuando llegué comencé a desempacar.

Me sentía extraño, pues estaba en un lugar diferente.

Todo estaría bien, no tenia por que temer; no va a pasar nada, absolutamente nada.

Saque la hoja donde tenia escrito el juego de las escondidas, a las tres de la mañana comenzaría a jugar.

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*2:50 a.m*

Por fin eran las dos cincuenta de la noche, por fin comenzaría a jugar.

Para poder jugar se necesita un muñeco de algodón, que tenga brazos y piernas, ocupe un zorro que tenia; recuerdo que ese juguete lo encontré tirado en el parque, por alguna extraña razón lo levante, en ese entonces tenia unos ocho años de edad.

También necesitaba arroz, un pedazo de mi uña (lo se es extraño), una aguja e hilo de color negro, una taza de agua salada, un cuchillo y obviamente el lugar donde me escondería; por alguna razón la invocación decía que la habitación debía estar purificada con incienso, pero debía tener un televisor en buen estado.

Cosa más extraña, pero no me arriesgaría a que el ente se enojara, así que sin más lo haría tal y como decía ahí.

Debía de abrir al muñeco por la mitad para sacarle el relleno, después tenía que rellenarlo con el arroz, cosa que empece hacer.

Al terminar de rellenarlo tenía que colocar una uña mía , para que así el muñeco tuviera más contacto conmigo, me corte una de mis uñas (apenas si tengo, pero bueno todo por hacer esto) y la coloque donde me indicaba el ritual.

Después tenia que coser al muñeco con el hilo rojo, así comencé hacerlo.

Vi la hora, faltaba dos minutos para las tres de la mañana.

Debía de ir al lugar donde me escodería y ahí en frente colocar el vaso con agua salada, lo cual sin dudarlo lo hice.

Fui a por un caso con agua, tenemos que colocar ahí el muñeco, el caso estaría en el baño.

Por fin comenzaría el juego.

*3:00 a.m*

Como siempre, mi celular estaría grabando; descubrí que en realidad la visión nocturna del celular se veía bastante bien, así que la empezaría a ocupar de ahora en adelante.

Las luces de la casa estaban apagadas, absolutamente todas.

Fui al baño para así de una vez comenzar con todo esto.

Moría de nervios, pero a la vez de emoción.

Eren: -en el baño y agarra el peluche- Tu nombre es... (genial Eren, debías de buscar algún nombre ya de aperdida) -suspira- Tu nombre es juan... No, tu nombre es Levi (¿por qué? Porque yolo... No mentira, ni yo se porque dije ese nombre), mi nombre es Eren y tu seras el primero en buscar -coloca al muñeco dentro del caso con agua y se lleva el cuchillo con el-

El siguiente paso era ir a tu escondite, pero en ese momento tenias que encender la televisión; cosa que hice, desde ese momento la tele empezó hacer interferencias muy extrañas.

Me coloque en el escondite, comenzando a contar hasta el diez.

Eren: Uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis... (empezaba hacer frió) siete... ocho... nueve... (¿qué hago con mi vida?) diez.

Me pare y fui en dirección hacia el peluche, esta vez el tenia que buscar; debía apuñalarlo con el cuchillo.

Eren: Tu eres el siguiente en buscar Levi -lo apuñala y lo pone en el suelo- Bien... -suspira-

Ahora comenzaría el verdadero juego, rápidamente fui a mi escondite, debía esperar hasta que el muñeco me encontrara.

No pasaba nada, obviamente no pasaría nada a la primera... Lo que debía tener en cuenta era no extender este juego hasta dos horas.

Poco a poco el ambiente era pesado, hacia más frío; de repente el ruido de una puerta abriendo y cerrándose al mismo tiempo me saco de mis pensamientos.

El ruido de un cuchillo siendo raspado contra algo se escucho... ¿En donde me he metido?

Paso un buen rato, de repente habían lanzado algo y ese algo llego a donde yo estaba... Me sorprendí, era el plumón que ocupe en la invocación de sonic, cosa que me sorprendió ya que este estaba dentro de mi maleta, nunca lo saque.

Era hora de terminar con esto, no quería que después el ente me aventara el cuchillo.Me levante de mi escondite, debía agarrar el vaso con agua y tomar un poco de esta, pero mantenerla en mi boca.

¡Sorpresa! El maldito vaso no estaba... Me quede en shock, pues la invocación no decía que podía pasar esto... No tenía ni idea de que hacer.

Quedarme ahí no era una opción, debía hacerle frente al ente.

Camine rumbo hacia el baño, en el pasillo estaba el vaso, llámenme loco o lo que quieran, pero aquel vaso se estaba moviendo... Lo más gracioso es que se fue rumbo a mi habitación... Sinceramente tenia miedo, miedo de saber que había en ese lugar, pero yo decidí jugar, era hora de tomarlo enserio... Respire profundamente y suspire, poco a poco nervioso me dirigí a aquel lugar.

No había nada, solo el maldito vaso, el cual estaba encima de mi cama... Dios me estoy volviendo loco.

Escuche ruido en la sala, lugar donde yo estaba escondido.

Agarre el vaso, tome un poco del agua; obviamente sin pasarme el agua, la mantenía en mi boca.

Me dirigí a la sala, mi sorpresa fue mayor cuando vi al peluche ahí con el cuchillo... Deje el celular apoyado en un mueble, obviamente que grabara todo.

No deje el vaso en ningún momento, poco a poco me acercaba al peluche; el agua no fue suficiente... Agarre el peluche, pero algo agarro mi brazo, cosa que hizo que escupiera el agua en el peluche (cosa que se debía de hacer después de terminar el juego).

Eren: ¡Suéltame! ¡YO GANO LEVI! ¡YO HE GANADO!

Así una fuerza extraña me empujo, no me levante... Tape mi rostro, sentía una respiración cerca de mi cuello... No quería ver, pero sin mas destape mi rostro y revise mi alrededor... No había nada ni nadie, solo el zorro y yo.

Esto fue más lejos que la invocación de sonic... Agarre el vaso con agua, que por alguna extraña razón estaba ileso, se lo eche al peluche encima, ahora tenia que quemarlo.

Debía de salir de casa y enterrarlo en algún lugar, esa era la regla para acabar con el ritual.

En lo que pensaba en donde irlo a enterrar, empece a quemar el peluche, obviamente no del todo.

Cuando pensé que ya era suficiente, deje al peluche... Vi la hora, eran las cuatro de la mañana, debía apurarme... No podía extender esto más y aunque ya había acabado, es como si no hubiese cerrado el ritual.

Cerca de aquí había una montaña, lugar donde nadie iba, pues mucha gente cuando iba solo era para suicidarse... Por ello gano el nombre de la montaña suicida, solo agarre el peluche, mi celular y fui a donde la montaña.

No veía casi a nadie por las calles, algo bueno y malo a la vez.

Llegue muy rápido aquella montaña, hice un agujero y enterré aquel peluche... Ojala y nunca lo volviera a ver... Esta vez si la pase muy mal.

Regrese a casa, moría de sueño... Pero no podía dormir todavía, debía hacer una limpia a la casa.

Llegue, agarre el agua bendita, puse velas blancas, prendí un incienso y así comencé la limpieza.

Termine a las 5:30 de la mañana... Era hora de dormir un poco... Ahora que lo pienso... ¿Como es que puedo dormir sin problemas?

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~Sigue tocando terreno prohibido~

~Poco a poco me das poder~

~Toca la linea de fuego~

~Conocerás mi verdadero ser~

~Juega lo que quieras~

~Me divertiré contigo~

~Cada vez lo hago más~

~Cada vez me atraes más~

~Tu alma sera mía~

~Al final... Morirás y yo seré el causante de ello~