Desde que murió mi papa, mis hermanos y yo habíamos salido sin las mascaras, ante el público, mi abuela habia decidido terminar con la educación en casa, he inscribirnos en una escuela.

Al principio, la idea era excelente, pero conforme pasaban los días, en aquella escuela cada vez se oían mas comentarios como.

-Es cierto, que tu padre abuso de esos niños.

-Tu padre usaba mascaras, porque no tenía nariz.

-No te juntes con ella, o te vas a volver drogadicto como su padre.

Algunos de esos comentarios ni siquiera eran verdad, pero en estos momentos no podía decir nada de lo que estaba pasado a mis tíos, incluso ni a mis abuelos, ya que se encontraban ocupados con la demanda a la promotora por los 50 conciertos.

Por lo que Bruno, un amigo que habia conocido en un concierto, se habia convertido en mi confidente, el cual siempre al terminar de contarle algo, me decía una frase, una de las que me habia dicho, y que me dejo pensando, era, porque las lagrimas son saladas.

Bruno se habia convertido en una persona especial para mí, después de todo lo que habia pasado, era una de las pocas personas en que confía, y siempre a pesar de lo ocupado que estaba, tenía tiempo para mí, lo que mi familia a veces no tenia.

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No, me di cuenta que ya era tarde, hasta que el teléfono empezó a sonar, por lo que aun con sueño, y sin fijarme en la pantalla, decidí contestar.

-Hola.

-Hola.

-Como has estado.

-He estado mejor, pero hay voy, y tu.

-Tratando de olvidar a carlota, pero según yo bien.

-Ya encontraras a alguien.

-Si, pero no te hablaba por eso, tu prima Rafaela, ya va a tener a su bebe, y me pidió que fuera por ti, para llevarte al hospital, que dices.

-Claro que si, asi visito a mis hijos, y a katherin, de una vez.

-Te puedo preguntar algo.

-Sí, de que se trata Facha.

-Has pensado en enamorarte otra vez.

No tenía idea de porque a todos de repente, les interesaba mi vida personal, o es que me veían tan mal, que querían encontrare pareja, o en el caso de Facha, convertirse en mi pareja, es como si no pudieran entender, que solo existe y existirá, una persona en mi corazón.