No sabía que responderle, porque después de todo lo que sucedido, no me habia puesto a pensar que pasaría con mi vida, ni siquiera, tenía claro lo que lo que habia pasado, ya que todo fue tan rápido, así que solo logre decir.

-Creía, que no querías que nadie ocupara el lugar de tu papa.

-Es que conocí a alguien, y quiero presentártelo.

Tal vez, no salía mucho, y ellos estaban preocupados por esa razón, pero en estos momentos yo no quería conocer a nadie, ni volver a estar ligada sentimentalmente con otra persona.

Sin embargo, sabía que las intenciones de Paris eran buenas, y que se preocupaba por mí, pero si ese era el caso, Eduardo o Facha, serian los primeros en apuntarse a la lista, y después de todo lo que habia pasado para estar al lado de Michael, no lo quería repetir.

-Creo que todavía no es el momento, princesa.

-¿Pero por qué? Ya es hora de que salgas, si te vinieras a vivir con la abuela, no estarías tan sola.

-Que te parece si lo pienso, y luego te digo mi respuesta.

-Está bien, mama, por esta vez te hago caso, porque Blanket, quiere que juegue con él, adiós.

-Adiós.

Esa noche, como de costumbre, me la habia pasado dando vueltas en la cama, pensando en lo que Paris me habia dicho, y por primera vez, habia sentido un gran odio hacia Michael, y mientras mis lagrimas caían sin cesar de mis ojos, tome una foto suya, para gritarle, porque habia hecho que me enamorara de él, si al final, sufriría con su adiós.

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No sabía dónde me encontraba, pero aquí no estaban mis hijos, ni el amor de mi vida, aunque era un lugar hermoso y las estrellas parecían estar más cerca, aun así, lo único que podía distinguir, eran miles de voces llamándome, algunas de ellas me preguntaban porque me habia ido, y otras simplemente decían que me extrañaban, por lo que comencé a gritar con todas mis fuerzas, que aquí estaba, que no me habia ido, pero parecía que nadie me escuchaba.

Por lo que, poco a poco, me empecé a desesperar, hasta que pude distinguir a una persona, que al verme sonrío, y aunque dudaba si acercarme o no, estaba más que claro que esa persona era mi única oportunidad, de saber donde me encontraba, por lo que de inmediato y sin que lo esperara mi voz temblorosa empezó a salir de mi garganta.

-Que es este lugar, donde esta mi familia.

-Parece que no te has dado cuenta.

-De que.

-De que estas muerto, y que en este lugar se reciben a todas las almas.

-Entonces, dime, que debo hacer para regresar, mi familia me necesita.

-Lo siento, pero ya nada se puede hacer, cada persona es quien elige su destino, y ese mismo destino, hace que llegues rápido o lento a este lugar.