capitulo seis.
Un plan doloroso.
—Entra —obedecí a Sana dando pasos a su casa, o mejor dicho mansión, aquí cabe mi casa y sobra espacio-siéntate en el sofá, no hables, no toques, si puedes, no respires- Sana se fue por otro lado, así caminé al sofá.
Pero antes de llegar al mueble, no pude evitar mirar unas fotos que estaban sobre unas mesas decorativas, eran fotos de Sana de bebé, lo supe porque había muchos pingüinos alrededor, sonreí tomando uno de estos marcos para ver más de cerca la carita de bebé de Sana, aunque aún sentía que me daba una mirada de desprecio hasta en las fotos.
—¿Qué haces? —di un brinco del sus al escuchar la voz de Sana ocasionando que mi mano suelte el marco y este caiga al suelo rompiéndose un poco el cristal.
—Yo, yo, no quise, me asusté y emm, perdón—rápidamente me agache para tomar el cuadro y colocarlo en su lugar pero por los nervios terminé tirando otras fotos en la misma mesa.
—De verdad que me sacas de quicio—Sana se acercó a mi tomándome del cuello de mi abrigo me arrastró con ella al sofá para sentarnos—Kim—la mire atenta—¿podrías dejar de mirarme?, mira al frente —sacudí un poco la cabeza y miré al frente.
—¿Por qué me invitaste a tu casa?—pregunté sin mirarla.
—No quería que la gente me viera agradecerte por lo que hiciste, muchas gracias Kim Dahyun—me fue imposible no sonreír, las primeras lindas palabras que me daba Sana—y para darte esto— Sana extendió un plato en el que había un pan con ketchup, sólo ketchup.
—Sana, no tenías que..—la mire sonriendo— pero realmente no tengo hambre ahora mismo..—la japonesa tomo el pan y agarró mi barbilla metiendo la comida en mi boca, casi me atragantaba si no empezaba a masticar.
—Eres insoportable, tienes que aceptar todo lo que te doy, ¿entendido?—asentí aún masticando, sentía que el pan no se terminaba—te buscaré agua —Sana se levantó y se fue al parecer a la cocina.
—Si esto es un sueño, es muy extraño —suspiré después de haber tragado—hora del mini plan, esto es una señal de Jihyo, debo hacer un movimiento, ¿pero cuál?— me callé al ver que Sana regresaba.
—Aquí tienes —agradecí el agua para luego beberla terminar de pasar la comida—bien, vete—-eso me cayó como la diarrea de hace dos semanas, debía hacer algo para quedarme.
—¿P-puedo ir al baño antes?—Sana rodó los ojos señalando la puerta del baño, asentí y me levanté para ir a este.
Tenía que hacer algo y ya, nunca tendré otra oportunidad como esta. Tanto pensar me dio ganas de orinar, después de orinar lave mis manos y aceptando que no tenía ningún plan iba abrir de puerta pero esta fue abierta de golpe haciendo que choque contra mi rostro.
Una mano suave se deslizaba por mi mejilla haciéndome sonreír, estaba segura que era Sana, sólo ella tendría una mano tan delicada, al parecer el golpe de la puerta me había noqueado.
Sonreí de lado tomando dicha mano y llavarlo a mis labios para depositar un beso sobre este.
—Esa es mi mano de las pajas —al escuchar la voz de Mina abrí los ojos y solté dicha mano levantándome de inmediato de la cama en la que reposaba.
—¿¡Qué hacía tu mano en mi cara!?, ¿qué hacen ustedes aquí? —las mire frunciendo el ceño.
— Sana nos contactó diciendo que estabas mal, que sin querer te pego con la puerta, así que vinimos, tenías ketchup en la mejilla y estaba tratando de limpiarte—suspire frustrada.
—Tuve la esperanza que ella se hubiera hecho cargo de mi, pero para ella no soy más que un fastidio—mis amigas no dijeron nada—vámonos—las dos asintieron.
Al salir de la habitación no había rastro de Sana así que simplemente nos fuimos de la casa.
—¿Deberíamos decirle que cuando llegamos Mina la tenía en sus piernas llorando?—susurró Tzuyu a Mina.
—No creo, dejemos que las cosas entre esas dos pase por si sólo, además, Sana nos mataría si le dijéramos y Dahyun se la pasaría preguntándonos —ambas chicas rieron.
***
-Dios mío, oh Dios mío, Dubu, lo lamento -Sana se acerco al cuerpo desmayado de Dahyun estaba ya en el suelo, tomó su cabeza y la dejo sobre sus piernas mientras llamaba a las amigas de está por el celular de la coreana- estarás bien, si lo estarás -la japonesa empezo a dar ánimos dando caricias al rostro de Dubu mientras sin evitarlo se acumulaban sus ganas de llorar en sus ojos.
***
Para Sana, Dahyun era la persona más insoportable del mundo, pero muy en fondo, le dolía ver lastimada a la chica muy lastimada por su culpa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro