Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

C55

Cuando llegué al departamento de Evan, vi que Karen ya estaba ahí, se encontraba en la sala, lloraba en silencio, su cabeza estaba entre sus manos, no podía verle el rostro pero si su sollozo, Evan estaba sentado a un lado de ella, con aire ausente, mirando hacia la nada, un punto fijo que no molesté en buscar. Karen me vio y en seguida se me acercó, la abracé tan fuerte que el sentimiento de melancolía que ella lloraba tanto, se me pegó a mí y también empecé a llorar, hundí mi cabeza en su cabello, dejé que se desahogara y me dijera que había pasado.

Al parecer, William sufrió un paro cardiaco en su casa, al llevarlo quisieron reanimarlo en el hospital pero no pudieron, todo esto sucedió en cuestión de horas, Douglas estaba con él pero Karen ya estaba aterrizando en Chicago, ya que en unos días sería el aniversario de Pharma Bio, Evan estaba en silencio, solo me veía a mí sin decir nada, el teléfono de Karen no paró de sonar pero le era difícil contestar y aun así lo hizo.

Cuando Karen se alejó a la cocina para responder, Evan rápidamente se levantó del sofá, sacó de su pantalón el anillo que me puse sin protestar, se suponía que debíamos fingir de nuevo un matrimonio pero ahora que estábamos solos, decidí no hacerlo.

—Lo siento —susurré en significado de lo que había pasado, conocía a William poco pero lo suficiente para también sentirme mal y destrozada.

Asintió con cierta amabilidad, bajando la mirada.

—Gracias.

Karen salió de la cocina, acelerada, al parecer necesitaba volver a su hotel y necesitaba el auto de Evan, pensaba regresar a Seattle cuanto antes pues había cosas que debía hacer primero allá antes que planear la celebración de Pharma Bio.

—Mandaré a alguien para que te traiga el auto —le prometió.

—Espera, ¿No te vas a quedar? —le preguntó Evan, confundido.

—Solo está noche, compraré el boleto de regreso a Seattle hoy, espero poder salir esta misma mañana o madrugada —me explicó con voz ronca y quebrada. —Perdón por no estar con ustedes.

Al decir aquello, me volteó a ver a mí, se disculpaba por esta repentina despedida, yo estaba preocupada por ella y que las cosas salieran bien, quería decirle que podía pedirme lo que fuera pero ella estaba al parecer mejor cuando nadie estaba a su alrededor, en su tremenda tristeza ella prefería mantenerse lejos y sola.

Al estar solos en el departamento, me senté en el sofá y me quite el anillo, lo dejé sobre la mesita de centro, él tomó asiento en el brazo del sofá, un poco lejos de mí, el silencio reinó entre tanta paz y eso claro que no estaba bien, era tenebroso, estremecedor.

—Te llamé más de cincuenta veces para que estuvieras aquí antes —interrumpió la calma con su voz un poco endurecida, densa.

Me sorprendió encontrarme con su rostro cuando me volví para verlo, estaba un poco malhumorado pero no tanto para hacerme sentir amenazada, estaba frustrado y en cierta manera lo entendí por lo que estaba pasando.

—Tenía planes — fue lo único que respondí.

—Estabas avisada sobre Karen, sabías que ella vendría hoy.

—Sí pero también tenía mis compromisos.

Él se levantó del sofá con solo un movimiento, poniéndose frente a mí, me hizo soltar un grito ahogado por el susto.

—Tu compromiso el día de hoy era conmigo, ¡Solo tenías que estar aquí! Y después podías largarte si deseabas.

—Será mejor que no me provoques —le advertí, manteniendo mi compostura pero con mi voz pesada, áspera, mis ojos ya no lo miraban comprensibles, estaba ya comenzando a hartarme de su actitud, de todo y de exigirme. —Porque descubrí que te llevaste cosas mías sin permiso de mi departamento, te llevaste mi perfume y una fotografía mía también, ¡¿Quién mierda te dio permiso de llevártelos?!

—Lo que me diste no fue suficiente.

—¡Claro que lo fue! —grité, levantándome rápidamente del sofá, lo que hizo que retrocediera dos pasos, agite mi mano a su dirección, acusándolo con un dedo, lo señalé y él solo observaba con indiferencia —¡Y quiero todo de vuelta, me lo llevaré hoy mismo! Y me importa un carajo que lo necesites, estoy harta de ti, de todo lo que tengo que hacer, ¡Se acabó!

Camine directo a su habitación, yéndome hacia las escaleras, él era tan rápido que de tan solo dar tres pasos me agarró el hombro y me detuvo en seco, me hizo encararlo y yo forceje con él, lo empuje pero enrolló sus dedos alrededor de mi brazo, apretándome para no permitirme escapar.

—¡Suéltame ya! ¿¡Por qué querías mi perfume y mi foto!? Ya te había dado cosas suficientes, lo que dices es mierda, voy a recuperar mis cosas y desde hoy mismo ya no tengo compromiso contigo, tienes lo que quieres, William murió, tienes tu jodida herencia. —estaba siendo oprimida cada vez más fuerte por su agarré.

—Todavía no tengo el dinero.

—¡Pero lo tendrás!

Miré hacia otro lado, intentando encontrar la forma de zafarme pero era casi imposible, era casi un acto de escape del que no saldría si no fuese por decisión de Evan.

—¿Y porque no me dices que estabas bastante ocupada con Chris? Porque mentir se te da mal, Amber, te llame por horas, gaste tiempo y me dejaste como un imbécil de nuevo, ¡¿Tú crees que eso tampoco me tiene harto?!

—¡Estas obsesionado! ¡Ya basta, Evan, déjame ir! —le grité histérica, esperando que pudiera soltarme.

—Eres tan ridícula —torció el gesto en lo que me soltaba, yo casi caía al suelo porque estaba tratando de zafarme.

Le lancé una mirada mordaz, en lo que subí las escaleras para ir a su habitación, quería poder detenerme y contestarle lo que se merecía pero yo no quería más que recuperar mis cosas y no gastar tiempo en sus tonterías; llegué a su habitación y empecé a guardarlo todo, en efecto, tenía todo en el closet donde había acomodado mi ropa como si estuviera con la suya, dando la idea de que compartíamos habitación, mi perfume estaba junto con el suyo y mi foto en su mesita de noche.

Bajé los escalones pero él ya estaba esperándome con la disposición de ponerse en mi camino para no darme paso.

—Quedamos que las cosas estarían aquí hasta que Karen se fuera —sus facciones estaban inmóviles pero su tono de voz fría e insensible lo decía todo.

—Técnicamente ella ya se fue —admití, tragando saliva con dificultad —Y esto es mío, no tenías derecho a robarte mis cosas, me queda claro que contigo jamás será de fiar nada, eres un completo mentiroso y no me has dejado en paz desde que me has obligado a hacer lo que tu quieres.

—Porque eso era lo único que tenias que hacer y siempre incumples todo, nunca obedeces nada. Eres pésima para cumplir acuerdos,

—¡¿Qué no obedezco nada?! —me carcajee en incredulidad, quería arrojarle la maldita maleta, baje apresurada a encararlo, la necesidad de propinarle un golpe estaba a nada — ¡¿Y casarme contigo no cuenta?! Fingir que te amo, ¿No cuenta tampoco?

Se quedó inmóvil cuando quise avanzar, impidiéndome de verdad bajar e irme de ahí, retrocedí solo un poco, escuche que respiraba con cierta velocidad.

—¿Y de que sirve, Amber? Si todo el jodido plan lo estas arruinando por completo en este momento, llevándote las cosas, yéndote con el imbécil de Chris porque desde que lo conociste no diste más que problemas.

—¡No se te ocurra meterlo en esto! ¡Estás obsesionado con el asunto de Chris y yo! Parece como si estuvieras molesto, como si estuvieras...

—¿Qué? —me frenó inmediatamente, con la forma abrupta en lo que lo hizo. —¿Cómo si estuviera celoso? ¿Eso quisiste decir?

Inhale aire con fuerza para retarlo, ya no le tenía miedo a nada, esta vez le diría todo como debió ser desde el principio.

—Sí, como si estuvieras celoso, como si te molestara saber de Chris cuando no tienes porque —no me apartó los ojos endurecidos de encima —¡Cómo si te afectara! Y yo sé que eso es mierda porque no me amas, fui tu maldito juguete, soy un contrato para ti que ya ha terminado.

—No es así. —respondió de repente con voz baja, con delicadeza.

A pesar de mi confusión y de la sensación helada que cruzó mi espalda vertebral, mi cabeza apenas me dejó procesar lo que me estaba diciendo, fue como si no quisiera creerlo, me recordé que no debía haberlo.

—Tú no lo sabes pero sí, es verdad, estoy jodidamente celoso y me molesta cada maldito segundo que sé que te la pasas con Chris —tenía la mandíbula apretada, sus ojos estaban sumidos en dolor y desesperación —¡Cada jodido segundo que estabas con él me volvía loco! Me atormentaba porque todo lo que alguna vez te dije, fue cierto, he mentido tanto en mi vida que se me hizo fácil hacerlo también contigo y no te merezco por eso, porque te involucré en esto, porque al principio creí que no podrías significar nada para mí pero me hiciste quedar como estúpido porque me enamoraste de una forma que no puedo borrar, que no importa lo que haga, no se va lo que siento por ti.

Me vio inhalar con fuerza, fijó su mirada en mí y como supo que yo no diría nada, continuó como si jamás se hubiese detenido, aunque yo me estuviera partiendo en dos de tanta tristeza y mi llanto estuviera a nada de desbordarse de mis ojos, el dolor de sus palabras me alejaban de mi realidad, me dejaban desorientada, porque bien sabía que nada de lo que decía era cierto.

—Cada vez que sonaba tu teléfono, me estaba muriendo, de verdad, lo hice muchas veces, me molestaba con todos, conmigo mucho más pero sabía que no debía pensar en ti de esa forma, me esforcé porque a veces pensaba que él te tenía a como yo te tenía antes, que deje ir la mejor parte y se lo dabas a alguien más, por eso te voy a ser sincero, Camille está involucrada conmigo solo porque tenía sexo con ella para intentar calmar mi furia, la usaba y ella empezó a darse cuenta pero creo que ella está feliz con la idea que se ha hecho en la cabeza, cogía con ella mientras tu lo hacías con Chris pero no la amo, ni siquiera puede hacerme olvidarte.

No pude siquiera tragar saliva, transcurrieron lo que fácil pudieron ser segundos y yo ya estaba con el rostro bañado en lágrimas que caían sobre el piso, no me daba tiempo de ni siquiera limpiarme los ojos, solo deje que todo se volviera borroso y claro a la vez, porque la mentira me dolía, me ardía como una vieja herida abierta que estaba ya a punto de cerrar.

—Tomé tú perfume porque quería sentirte aquí conmigo, también tu foto porque te veía día y noche y recordaba lo mucho que todos te querían, eres la persona favorita de Karen, de Milly, lo fuiste de William, incluso la mía y eso lo supe después, recordé más tarde que solo eras un contrato porque ni siquiera éramos un matrimonio, pero aun así me gustaba saber que estabas unida a mí aunque fuera de esa manera, sé que nos vez como un contrato pero eres mi contrato favorito, el que quisiera que jamás pudiera terminar. Pero prometo dejarte ir si eso es lo que quieres cuando todo esto se haya acabado, porque sé que es mejor así para los dos.

Tan solo recordé lo que habíamos pasado, los momentos increíbles y los mejores de mi vida que había pasado exactamente a su lado, pero también las mentiras y el dolor que todavía estaba en mí, la inmensa tristeza que causó por su mentira y el riesgo al que me ponía en todo esto, quería responderle como era, elegir las palabras correctas pero simplemente debía huir de ahí fuese como sea, estar a su lado era un riesgo más mortal para mí que para él.

Tomé aire otra vez, apenas con la valentía para hablar.

—Quiero que termine ya, no quiero saber de ti —susurré, todavía llorando, mi voz estaba quebrada pero le fue fácil escucharme entre tanto silencio, su rostro estaba relajado, en paz pero mi respuesta lo alteró un poco. —Ya es hora de que me dejes ir, de verdad.

Tragó saliva con dificultad, sus ojos no pudieron esconder la derrota que golpeó dentro de él.

—Lo sé, lo entendí desde hace mucho pero no pude.

Corrí hacia la puerta para poder irme, él no me detuvo, ni se interpuso, salí del departamento y fui hacia el ascensor, me aguanté las ganas de no llorar, sobre todo por la gente que de vez en cuando me veían; salí hacia el estacionamiento y me metí a mi auto,  hundí mi cabeza en el volante y rompí a llorar, ¿Qué era esta sensación? ¿Qué era esto que había dentro de mí? Qué me estaba quemando por dentro, quise arrancármelo del pecho, estaba creciendo tan rápido dentro de mí que estaba a punto de estallar, me tenía inmune, débil, justo el efecto que seguro Evan quería.

A pesar de que sabía que no debía creerle nada, una parte de mí quiso hacerlo, solo por simple masoquismo, simplemente porque ese lado de mí todavía vivía con la esperanza de algún día poder escuchar lo que él acababa de decirme, de su amor por mí que jamás pudo borrar, a pesar de haberlo intentando tanto como yo.


¡Hoy inicia la ENCUESTA! recuerden que esta encuesta será para darles el epílogo antes de que se publique nenas, solo quien responda las 14 preguntas de forma correcta, esta encuesta finaliza el domingo.

La encuesta se hará en mi instagram, el link está en mi perfil <3 

Espero les guste esta dinámica y el capítulo, besitos. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro