C49
Pasaron tres días después del casamiento en Las Vegas, no recordaba lo difícil que era fingir ante las personas como si nada hubiera pasado, eso trataba de meterme en la cabeza todo el tiempo pero no era nada sencillo; recordaba todo el tiempo el momento en que dimos los votos y cerramos el compromiso con un beso, todavía podía recordar los labios de Evan sobre los míos y me ponía de nuevo muy mal, me daban ganas de llorar y mi ansiedad se iba hasta el tope.
Ese día Florence no vino al trabajo, lo que me hizo quedarme sola a la hora de comida y no encontrármela por los pasillos también marcó una diferencia, quería hablar con ella, hacer mi rutina y mi vida tal y como si nada hubiera pasado, con ella podía manejarlo todo más fácil. Una hora antes de salir del trabajo, me llegó un mensaje de Chris, invitándome a comer a un restaurante coreano pues estos dos días habíamos hablado de mi interés por probar el ramen y él se ofreció a invitarme.
Lo esperé fuera de la oficina y llegó en su auto, un VERSA gris oscuro, se bajó y me saludó.
—¿Qué tal el trabajo? —me preguntó, le di un leve abrazo, su sonrisa aumentaba los hoyuelos de sus mejillas, era demasiado agradable tener a alguien con quien platicar y estar el resto del día, me gustaba la presencia de Chris.
—Bastante bien —sonreí y él me regresó también el gesto —¿Quieres que vayamos en mi auto?
—De hecho, podemos ir caminando, está a unas tres cuadras de aquí, ¿Qué te parece?
El día estaba agradable y me gustaba la idea de caminar e ir platicando con Chris, la verdad el tiempo con él se pasaba demasiado rápido, siempre tenía cosas interesantes que decir y era muy gracioso, siempre me escuchaba a pesar de las tonterías que a veces yo solía decir, no me hacía sentir mal.
—Claro, me parece bien —acepté, haciendo mi sonrisa más grande.
Caminamos sin mucha prisa, aunque tampoco íbamos lento, íbamos a nuestro ritmo y aun así sentía que íbamos muy rápido, me gustaba aprovechar el tiempo con él, hablamos de cosas muy rutinarias, me platicó que tuvieron de visita en el foro a un grupo y que la mayoría de las chicas estaban muertas por los tres integrantes, lo peor es que un amigo de él tiene a su novia trabajando en el foro y que ella tampoco se resistió ni un poco.
Para cuando tocamos el tema, ya nos estábamos sentando en la mesa, yo pedí ramen con pollo y Chris algo vegano, no sabía que tenían esa clase de platillos en un restaurante coreano; en lo que esperábamos seguimos platicando de la situación vergonzosa de su amigo.
—¿Hubo una clase de discusión en el foro cuando el grupo se marchó? —pregunté con una sonrisa inocente, podía imaginármelo si es que se dio.
—Creo que no, al menos si la hubo no nos enteramos —rió bajito, me quedé contemplando de nuevo la forma en la que sus hoyuelos se marcaban con fuerza sobre sus mejillas a pesar de la poca insistencia de su sonrisa. —La mayoría se burló de mi amigo, muchos prefieren no complicarse con relaciones de ese tipo.
—¿Qué clase de relaciones?
—Trabajar con tu novio o novia —sonrió a medias —Dicen que suele ser....complicado. Puedo imaginarlo ahora.
Soltamos una risa al mismo tiempo, ya habían traído nuestras bebidas y ambos estábamos un poco nerviosos que también fue coincidencia que bebiéramos al mismo tiempo.
—Pensé que ibas a decirme que te había pasado —comenté, sin poder verlo a los ojos, hasta después de un rato.
Se puso un poco serio pero de nuevo pareció divertirle el tema.
—No al cien por ciento pero puedo decir que tuve una experiencia similar. Trabajé en el negocio de mi ex novia, pensamos que resultaría una buena idea pero creo que no —me explicó un poco desanimado, después sonrió y le dio un sorbo a su bebida.
Tenía la intención de animarlo pero no sabía cómo.
—Puede que no haya terminado siendo una mala idea, a fin de cuentas creo que esta clase de experiencia nos dan una buena lección.
—No trabajar nunca para tú novia —rió ya más animado —Eso es lo que pude sacar de eso y no resultó tan mal, ahora ya lo sé.
—También yo —añadí, riendo con él.
—Mezclar una relación con el negocio nunca será una buena idea, además también me hizo entender que necesitaba tiempo para mí, creo que disfruto bastante del tiempo que ahora es para mí, estresarme era lo que también me hacía daño.
Nos trajeron la comida en el momento en que quise preguntarle algo, cuando nos preparábamos para comer pude reformular mi pregunta para que no se lo tomara muy a pecho.
—¿Fue una relación difícil? —pregunté con tono suave, de forma inocente, mantuve poco mis ojos en él para no presionarlo a contestar si no quería.
Su rostro estaba sosegado cuando respondió pero en el tono de su voz me hizo entender que hablar de eso le resultaba un poco difícil, tal vez quería evadir los recuerdos, el caso es que no me quedó ganas de preguntarle por más.
—Sí, bastante, al inicio todo iba bien pero cuando menos me lo esperé todo se había acabado, se arruinó y el trabajo fue parte también de que las cosas quedaran mal, ella fue diferente, descubrí quien era gracias al pasar más tiempo con ella en el trabajo. No se resolvió como realmente quería.
También me percaté de su cambió de expresión, se puso más serio y quizá algo pensativo.
—Lo siento —respondí con voz baja, jugando con los fideos del ramen. —Yo entiendo lo que es pasar por una relación complicada.
Yo tenía la mirada en el plato pero sus ojos eran tan penetrantes que traspasaron mi concentración, sus labios dieron una sonrisa leve pero compasiva y agradable cuando me escuchó decir eso, sus ojos me parecieron sinceros cuando habló.
—¿Te ha pasado lo mismo que a mí? Es curioso porque creí que tendrías novio o corrígeme si es así.
Fui yo la que bajé la mirada y sonreí, quise mentir de inmediato porque no quería tener en la cabeza que en realidad no es que tuviera novio, más bien estaba casada con un hombre estúpido que me chantajeaba para conseguir dinero a costa de una herencia, las faltas de poder decírselo no me faltaban, de verdad esto me comía por dentro.
—No, no tengo —respondí, creí que eso me haría sentir bien pero a juzgar por mi tono de voz que se escuchó un poco serio, pudo haber creído que quizá me molestaba la idea, así que tuve que aclararlo —No solo tuve una mala relación, debo decirte que han sido todas las que he tenido, podrás hacerte una idea que ya no creo en eso y sé por lo que es pasar por una relación demasiado complicada.
Nos quedamos solo unos segundos en silencio pero en verdad me pareció mucho más de lo que era, de nueva cuenta me sonrió pero esta vez su sonrisa fue atrayente para mí porque se mostró muy sincero, amable y muy simpático.
—Me doy cuenta que finalmente encontré a alguien con quien poder hablar de esto, antes mis amigos no llegaban a comprenderme del todo pero no sé porque algo me dice que nos entendemos bien respecto a eso. No me molesta hablar de esto con alguien que se que me entenderá de verdad.
Le regresé la sonrisa, fue algo que me nació de verdad, hubo algo de pena en mis ojos que me hizo bajar la mirada pero cuando pude contemplarlo de nuevo, sentí que sus palabras eran las mismas que iban a salir de mí segundos antes, porque también me sentía en confianza para explicarle lo que había pasado con la relación que más había marcado mi vida.
—Me pasa igual a mi, siento que podrás escucharme de verdad.
Reímos al mismo tiempo, otra vez, se hizo costumbre hacerlo y era agradable.
—Me gusta escuchar, las personas buscan por lo general un consejo, una ayuda o simplemente alguien que solo tenga la disposición de quedarse callado y escuchar sin decir nada.
Iba a decirle que pensaba exactamente igual a él pero mi teléfono sonó, al ver la pantalla mi sonrisa cayó al suelo, tuve la suerte de que Chris no viera mi expresión pues quien me llamaba era Evan, de nuevo solo estaba su número en la pantalla, me disculpé con él para ir a contestar afuera del restaurante.
—¿Qué quieres?
—¿Por qué tu auto esta en el estacionamiento de tu oficina?
Se me cayó la mandíbula al escucharlo, miré hacia todos los lados para asegurarme de que no estaba espiándome.
—¿Cómo sabes que ahí está mi auto? —pregunté molesta, yéndome a un rincón para que la gente que pasaba no me escuchara discutir con él pero eso era imposible, mi tono de voz era elevado.
—Te fui a buscar a tu oficina, Karen quiere felicitarnos a ambos por el casamiento, espera que hagamos una video llamada, insiste en vernos a los dos, seguro quiere que vayamos a verla.
—No, no —repetí una y otra vez, me pasé la mano por el cabello, inhale aire y todo salió expulsado en un resoplido, no podía pasarme esto. —Estoy ocupada, inventale algo, lo que sea, será mejor que te las arregles sin mí.
—Eso ya no es necesario. —respondió bastante seguro, su firmeza me atemorizó.
Inesperadamente una corazonada me hizo sentirme ansiosa, temerosa, sabía que algo estaba por ocurrir que me arruinaría esta cena, podía ver venir la tormenta acercándose a paso acelerado.
—¿Qué quieres decir?
—Voltea y verás.
Me giré para ver a que se refería, miré hacia la calle y vi su mustang estacionarse a unos seis kilómetros de dónde estaba, bajó con el teléfono en la mano, al verme colgó y lo guardó en su pantalón, se acercó a mí, esquivando a la poca gente que estaba en la acera, palidecí, no pude moverme hasta después de que su acercamiento era lo suficiente para que todos los del restaurante lo vieran desde las ventanas.
Debía evitar que Chris lo viera, que Evan lo viera, que los tres tuviéramos contacto al mismo tiempo pero no sé porque sabía que eso no sería posible.
Trataré de subir la próxima semana el capítulo el martes para que no tengan que esperar tanto :3 yo se que no les gusta la tardanza.
No se les olvide que tenemos grupo de whatsapp de la historia y que el link está en mi perfil.
Las amooo!
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