C29
Pasaron las semanas y ni Evan ni yo tocamos el tema de esa noche, todo iba bien y cada quien se enfocó en sus asuntos con normalidad; yo seguí el trabajo y para distraerme más ayudé a Florence con sus dudas, ella seguía siendo tan agradable que de repente fuimos tan unidas que comer juntas se hizo costumbre, era la primera vez que tenía una amiga de verdad en el trabajo, lo malo es que no venía por jornadas completas como yo.
Mañana jueves era mi cumpleaños, la única que lo sabía era Emma y Mía, ni siquiera se lo mencione a Evan, no tenía planeado hacer nada, por lo que dejé pasar el día. Regresé al departamento y vaya sorpresa que me encontré cuando vi a Daniel y Mia dándose sus arrumacos, después de todo finalmente Daniel ya tenía a alguien y Mía también, al fin quedó aclarado que ella no tenía una relación, solo un pretendiente que llevó a la boda pero nada serio ni formal.
Los salude y pasé directamente a mi habitación, hice pendientes en mi computadora y cuando Daniel se fue, me comí un cereal para cenar y regresé a mi habitación para bañarme y ponerme la pijama lista para dormir, recibí un mensaje de Emma a las doce de la noche cuando revisaba unos papeles.
—¡Feliz cumpleaños! Hoy 26 de noviembre oficialmente tienes 29 años. ¿Qué se siente acercarse a los treinta?
Me carcajee.
—Dímelo tú que tienes treinta ya.
—Ay, que graciosa, no te pongo en tu lugar porque es tu cumpleaños. Prepárate, mañana voy a ir a tu fiesta.
—¿Cuál fiesta?
—La que voy a organizarte, invita a Evan, mañana no te la vas a pasar en tu habitación encerrada viendo netflix, esta vez no será como en los años anteriores con solo yo y Mía y no se te ocurra decir que no.
—Me he dado cuenta que tu no necesitas pedirme permiso, porque no lo necesitas, haces todo a mis espaldas.
La cuenta de Tinder que me hizo lo respaldaba.
—Supongo que acepto porque me gustaría verte de nuevo, te extraño Emma.
—Yo igual, Amber, pero seguiremos viéndonos, no importa que este casada, eso no es excusa. Entonces, mañana llegaré a las siete, invita a alguien más si quieres, estaría genial.
Pensé en automático en Florence, me agradaría verla en la fiesta y que conociera a Evan, Mia, Daniel y Emma. Platicamos un poco de su luna de miel porque no solo se fue a las vegas, también se fue a Nueva York y Miami, tuvo unas largas semanas de luna de miel que este sería nuestro primer encuentro después de eso. Era la primera fiesta donde estarían todas mis personas favoritas, estaba emocionada, esto si sería una fiesta de las mías, inocentes y divertidas.
(...)
Invité a Florence y ella estaba más que dispuesta a ir, claro, a su edad asistir a una fiesta de personas mayores debía ser emocionante, aun así cuidaría de ella para que no se excediera con el alcohol, estaría en guardia; en mi hora de comida llamé a Evan como tres veces pero no respondía, le mandé mensajes de texto y tampoco funcionó, lo raro es que no supe nada de él desde la mañana, debía tener trabajo en Pharma Bio, debía ser eso.
Cuando se acercó mi hora de salida, seguía sin saber de él, lo único que pude hacer fue mandarle un mensaje para decirle que necesitaba verlo en mi departamento a las siete pero sin darle una razón. Conduje hasta el departamento, Mía ya había llegado del trabajo y entre las dos decoramos un poco, pusimos listones y luces para dar ambiente, también sacamos las bebidas y preparamos piña colada, quien llegó primero fue Daniel quien trajo botanas y más alcohol.
—¡Cumpleañera! —se me acercó para darme un gran abrazo y me levantó del suelo. —Espero te guste lo que te escogí, perfecto para la temporada.
Sonreí, la caja plateada era tentadora, quería abrirla pero tenía que esperar hasta el final.
—Tenlo por seguro que todo lo que sea para este crudo invierno es bienvenido.
En lo que llegaban los demás, conectamos el karaoke porque esperábamos que Emma hiciera su imitación de Tina Turner, era clásico en nuestros cumpleaños que Emma hiciera su show, le encantaba hacer reír a todos.
Los siguientes en llegar fueron Emma y Brian, ella estaba despampanante, la vida de casada le sentaba muy bien, se veían plenos y muy felices, no perdieron tiempo en contarnos su increíble luna de miel y los lugares a los que visitaron, fue una travesía interesante. Pasada de las siete llegó Florence, trajo un pastel vegano porque ella se consideraba vegana, lo hizo para que pudiéramos probarlo y además nos aseguró que tenia menos azúcar y calorías, lo que claro le fascinó a Emma por las calorías y a Mia porque también se consideraba vegana o eso intentaba.
Pasamos la próxima hora y media platicando y comiendo las piernas de pavo en salsa de vino tinto y piña junto con spagueti que Emma preparó, todos estaban muy animados a excepción de mí que seguía revisando el celular por si recibía un mensaje de Evan pero todo estaba igual.
Estaba resignándome a que no vendría pero tocaron la puerta con insistencia que nos hizo callar a todos, corrí para ver quien era y resultó ser ni más ni menos que Evan con un grupo de globos metálicos de varios colores en una mano y con la otra sostenía una caja enorme envuelta en papel de cumpleaños y encima una botella fina de whisky.
Mis ojos no daban crédito a lo que veían, ¿Cómo supo que era mi cumpleaños? Y lo más importante ¿Dónde estuvo todo el día que no pudo responder mis llamadas?
—¡Feliz cumpleaños! —sonrió de oreja a oreja, su rostro brillaba de alegría tanto como sus ojos verdes.
No lo hice entrar, lo contemplé sin decir nada aunque supongo que adentro todos se debían estar asomando para ver porque no dejaba entrar a Evan.
—Puedo explicarte mi retraso si me permites entrar y conocer a tus amigos —admitió ahora con timidez, mordiéndose el labio con aire seductor, eso claro que lo provocó para que yo accediera a perdonarlo.
Y ganó, como siempre maldita sea, quería hacerme la fuerte pero con Evan eso era intentarlo en vano, tenia que escuchar lo que tenía que decir.
—Pasa —lo invité.
Al entrar todos se sorprendieron de los globos llamativos que trajo para dar ambiente, los pusimos en cada parte de donde faltaba decoración y ya con eso el departamento se veía de verdad listo para una fiesta de cumpleaños. Le presenté a Mia quien era la primera y la más cercana, después a Daniel a quien sonrió sin problemas, que alivio; seguí con Emma que a ella también ya la conocía, su esposo Brian y por último a Florence.
Todos nos reunimos de nuevo en la sala a conversar, el tema se concentró en Florence y Mia quien resultó haber estado en la misma fraternidad que Florence cuando estaba en la universidad, pensé en ir a abrir el whisky y ponerlo junto con las demás bebidas así que fui a la cocina y Evan fue detrás de mí, me alegré de que lo hiciera, teníamos que hablar.
—Se que estás enojada conmigo y lo comprendo, llegue tarde y no te respondí.
—Sí, de hecho estoy molesta —respondí sin mirarlo, me concentré en otra cosa menos en verlo a la cara —No diste explicación y no sabía de que otra forma podía contactarte. Creí que ibas a fallarme.
—Eso nunca —confesó con aplomo, suspiré y me obligó a verlo cuando me tomó del brazo y lentamente fue guiándome hacia él —Lo que pasó fue que tuve una discusión con Jordan que terminó en unos cuantos golpes.
Se me crispó la cara, estudié su rostro, no había ni un rasguño y eso no le daba veracidad a sus palabras.
—No entiendo, ¿Una pelea?
—Sí, no fue una gran pelea, solo le di un puñetazo —levantó su mano apretada para que viera sus nudillos enrojecidos —Le dije que lo que pasó en la fiesta no estuvo bien, que te puso en peligro y dijo que no era para tanto pero me molesté porque te hizo a un lado y lo golpee. Le dije que si no te trataba como debía entonces era mejor no ser amigos.
Estaba atónita, había terminado la relación de amistad por mí, no lo podía creer, bastaba con no seguir yendo a sus fiestas pero se tomó muy en serio lo de mi seguridad y no permitiría que lo de esa noche volviera a pasar, estaba inmensamente feliz porque no tendríamos que ver a Jordan otra vez.
—¿Lo hiciste? No lo puedo creer, ¿No fuiste demasiado lejos? Me siento rara de ser yo quien rompiera con su amistad.
Negó con la cabeza, su voz fue conciliadora.
—No Amber, no tuviste la culpa, él no mide el riesgo de nada y yo no voy a ponerte en peligro y que después no quiera hacer frente a la culpa. Se acabó.
—¿Seguro?
—Muy seguro —sonrió aunque se le podía ver un poco de indecisión en el rostro, se hizo el fuerte para no desistir —Creo que estamos mucho mejor en esta clase de fiestas, son a las que deberíamos asistir.
Nuestra pequeña fiesta era modesta pero divertida y sana, Emma ya estaba preparando su presentación en el karaoke lista para interpretar a Tina Turner, Brian y Mia ya se reían. Fue difícil concentrarme en los demás mientras veía a Evan reírse, me gustaba verlo feliz y más a costa de mis amigos.
—¿Cómo supiste que era mi cumpleaños? —inquirí con los ojos entrecerrados.
Cuando respondió todavía reía a causa del show de Emma.
—Facebook, una semana antes me dio aviso, ¿Creíste que iba a llegar a tu departamento sin saber de que se trataba?
Le eché una mirada imposible, un día de estos iba a bloquearlo a ver que hacía sin la información que le proporcionaba mi perfil.
—Por cierto, Amber —me detuvo antes de que saliera de la cocina con la bandeja donde llevaba el whisky y los vasos, escuche el escándalo que hizo mi corazón cuando se acercó a mi rostro —Tienes tu otro regalo pendiente, si me permites quedarme en tu departamento podría dártelo esta noche.
Me limite a sonreír con discreción, iba a propinarle un golpe en el estómago pero estaba de suerte que tenia las manos ocupadas, solo ruborice esperando que los invitados no se dieran cuenta de lo escabroso que se tornó la conversación.
—Evan Ross, se más respetuoso por favor —le dije, bajando la mirada, la gente se podría dar cuenta de que se estaba acercando demasiado a mí. —¿No puedes vivir sin tus perversiones?
—Oh nena, es como si me privaras del aire, eso jamás podrá pasar.
Hice que retrocediera con la bandeja, le sonreí en lo que salía de la cocina y llevaba las bebidas, Evan se unió también y todos presenciamos el show insuperable de Emma, reímos por casi una hora de solo verla hacer playback, era la reina de la comedia. En efecto era la mejor fiesta de cumpleaños que tenía en mucho tiempo, estaba con las personas que amaba y con mi favorita, Evan.
No cabía duda de que si Evan hubiera faltado a mi fiesta no hubiese sido lo mismo para mí, se convirtió en una pieza vital en mi vida, mi otra mitad, jamás había sentido tanto amor por una persona en mi vida, me consolaba, me hacia sentir viva, bien conmigo misma, única, feliz, pero sobre todo amada, sin él todo esto no tenía sentido, me demostró que podía confiar en él, que desde ahora las cosas serían diferentes, sacrificó una amistad importante, lo que quería decir que me tomaba en serio, que nuestra relación era primordial y yo no podía sentirme más complacida de haberlo hecho parte de mí todo.
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