C21
Me senté sobre el borde la cama, él todavía estaba un poco avergonzado pero estando yo ahí pudo poco a poco pretender que nada había pasado, me quedé esperando y él finalmente tomó asiento a mi lado, simplemente quedó en silencio hasta que este se volvió incómodo. Transcurrió un minuto cuando de la nada deslizó su mano para agarrar la mía, su contacto me sobresaltó pero estaba tan acostumbrada a su toque que fue como reconocer una sensación que pareció estar muy lejana a mí.
—Perdona mi actitud, Amber, lo que sucedió fue lo mismo que nos pasó hace poco, ¿Recuerdas que dejé de contactarte casi por una semana?
—Sí —susurré.
—Fueron los celos, no suelo controlarme nada bien, esto es nuevo para mí —vi la frustración en sus ojos cuando se acercó cada vez más, su belleza me distraía de lo que sus palabras trataban de explicar —Yo nunca tuve una relación por tanto tiempo y me refiero a que tenías razón, mi reputación es de un mujeriego que le gusta ser parte de una sola noche en la vida de una mujer.
A pesar de mi expresión de horror que lo interrumpió un momento, siguió dándome la explicación necesaria.
—No soporte que Jordan te viera con solo mi camisa puesta y peor aún no llevabas siquiera ropa interior, ¿Cómo iba a reaccionar? Tenia que mandarte a la habitación y aunque él sea mi mejor amigo, yo debo cuidarte de todas formas. —deslizó un dedo por mi mejilla, una y otra vez, respiré para contenerme las ganas de poder acercarme e inhalar su aliento que ya se estaba aproximando
—Creo que tu reacción fue exagerada pero entiendo tu punto —me mordí el labio, todavía me costaba recordar la forma en la que me había gritado, me hizo sentir mal —Solo que no vuelvas a hacerlo, por favor.
Me rodeó en un abrazo y me apretó a su pecho, inhalé con fuerza su perfume y me deje llevar por el tierno afecto y la sensación de su tacto, claro que me sentí mucho mejor ya que su disculpa fue sincera, se veía que estaba muy arrepentido, supongo que no fue su intención haber actuado de esa forma,
—Te lo prometo nena, de verdad y tienes razón en absoluto, mi reacción estuvo mal, ¿Me perdonas?
No me tomó mucho tiempo el aceptar sus disculpas, supongo que si estuviera en la misma situación que él, hubiera reaccionado de igual forma, debí haberme puesto más ropa encima para no causar tal problema.
—Sí, solo que si vuelves a comportarte cómo un imbécil no volveré a ser amable —le advertí, sonriendo para mi misma, se carcajeó y sentí como se le inflamaba el pecho.
—Es un trato, entonces, ¿Te quedas? Podemos ver una película y te llevo a tu departamento, no quiero que te vayas, es la primera vez que te quedarías aquí todo un día completo.
—¿Y ya no habrá más interrupciones? —me incorporé para verlo a los ojos con una sonrisita burlona.
Negó con la cabeza y sostuvo mi barbilla con sus dedos para que quedara firmemente cerca de su rostro.
—Ninguna persona nos molestará, es otra promesa nena —me besó y luego me sentó sobre su regazo, acariciándome las piernas —¿Por qué no te pones cómoda? Se que te gusta usar mi camisa y dios sabe que a mí me encanta verte con ella o incluso sin nada puesto.
Le propine un codazo.
—Evan Ross, eres un completo pervertido —eché mis brazos a su cuello y jugué con su cabello que ahora que me daba cuenta, era ondulado estando seco y sin la gran cantidad de spray que usaba para tenerlo fijo—Tienes un cabello muy lindo, me gusta como se te ve, deberías usarlo así.
—¿Te gusta? —sonrió de oreja a oreja cuando yo asentí —Lo voy a considerar solo para darte gusto.
Me incliné para rozar mis labios con los suyos una vez más, él no quería terminar el beso pero yo estaba riéndome, quería ir a la cama y acomodarme para estar los dos juntos viendo televisión.
—Vamos, pongamos una película —le pedí una vez que logré separarme, salté a la cama y me metí entre las sábanas.
Entró a netflix y no supe cual de todas podíamos ver así que le pedí que pusiéramos desayuno en tiffanys que era mi favorita, una vez que la puso, se acostó a mi lado, llevábamos unos diez minutos de que había empezado la película cuando sus manos debajo de la sábana me acariciaron los muslos y su boca se acercó a mi oído, dándome pequeños y cortos besos.
Sonreí en plena oscuridad porque estábamos solo iluminados por la televisión, estaba recostada sobre su pecho y cuando metió una mano dentro de mi pantalón, di un salto.
—Respeta la función —lo regañe, tratando de sacar su mano pero el resistió —Quedamos que veríamos una película.
—Tú y yo sabemos que eso es mierda —repitió lo mismo que en la ducha, supe a donde iba esto y entonces sonreí y me eché encima de él, tenia que ser sincera, apenas y le prestaba atención a la película, estar recostada con él era una distracción imperdonable.
Me reí de verdad y atrapó mi boca con un beso que me robó el aliento antes de que pudiera replicar respecto a eso.
(...)
Llegue al departamento a las nueve de la noche, me encontré con Emma viendo televisión y hablando por teléfono, me saludó con una amistosa sonrisa cuando me senté a su lado, hablaba con su organizadora y tenía muchos papeles sobre la mesita de centro, estaba dando los últimos detalles a su boda que sería ya en una semana, parecía tranquila pero por dentro se le veía que las cosas estaban fuera de su alcance y que el tiempo no era suficiente.
Cuando colgó le sorprendió que llevara la bolsa con el vestido que Evan me compró y también que llevaba la misma ropa desde ayer.
—¿Quién lo diría? Creí que no te vería por aquí hasta mañana —rió mientras acomodaba su desastre en la mesita —¿Qué llevas en la bolsa?
Deje que sacara el vestido, se le dilataron los ojos y acarició la tela fina, siguió leyendo una y otra vez el precio del vestido y se le cayó la mandíbula.
—Es el vestido que llevaré en tu boda —le dije con orgullo evidente, iba a hacer el mejor de toda la noche —Es hermoso a Evan y a mí nos gustó mucho.
El trago amargo que tuve al recordar que no solo nos había gustado a nosotros me hizo callar, Camille atravesó mis pensamientos pero no quise que eso me hiciera sentir mal, así que manejé bien el pequeño dilema y seguí hablando con Emma con normalidad.
—Así que ¿Tú y él? —enarcó ambas cejas, simulando una expresión traviesa, me sonroje y jugué con mis dedos, ella ya se sabía la respuesta —Vaya y creíamos que se trataba de un fuckboy y no de alguien que podría querer algo serio.
—Yo tampoco lo entiendo, me cuesta creerlo pero en verdad parece que le gusto. Hoy conocí a su hermana por mera coincidencia y le caí muy bien.
—¿De verdad? Es algo pronto para conocer a su hermana.
—Todo lo nuestro está sucediendo tan rápido que resulta extraño
—Sin duda alguna que lo es —sonrió pero rápido añadió —Solo que al menos trata de llevarlo todo con calma, hablen lo más que puedan y conózcanse uno al otro, que sea una relación honesta, sin mentiras. Comenzar con el pie derecho.
De repente la conversación entre Evan y su hermana y la llegada repentina de Jordan al departamento me dejó mucho en que pensar, no quería hacer un escándalo con esto porque bien no podría significarse nada pero era inevitable no hacerse ideas.
—Sí, estamos conociéndonos, yo estoy consciente de que si queremos que este funcione, tendremos que hablar de todo —asentí con media sonrisa y tuve la necesidad de cambiar de tema para no tener que profundizar—Por cierto, ¿Hablaste con el hermano de Brian? Dile que todavía me interesa el auto, ya tengo juntando más de la mitad, ¿Crees que podría darme el auto y pagarle el resto en dos semanas?
—Supongo que sí, puedo preguntarle a Brian y decirte, sé que te urge tener auto propio.
—Demasiado —puse los ojos en blanco, la tortura de no tener auto desde hace casi tres años era una tortura, esta vez quería invertir en un auto decente. —Es urgente.
—Está bien, hablaré con él cuanto antes, oye, me preguntaba, ¿Qué tal su casa? ¿Es bonita?
Fruncí el ceño mientras guardaba el vestido en la bolsa, pretendí que no era importante hablar de eso cuando no era así, moría por contarle los detalles.
—Es un penthouse muy lindo, ideal para un hombre como él, estuve muy cómoda ahí que siendo sincera no quería irme.
—Sí, ya me imagino —hizo una mueca de disgusto con los labios, se puso un poco incomoda —No quiero detalles, Amber, pero en fin, seis años de soltería deben ser razón suficiente para pasarla muy bien en toda la extensión de la palabra.
Nos carcajeamos, en temas como estos no era sorpresa que fuéramos reservadas, respetábamos la vida de la otra, yo no quería detalles de ella y Brian y seguro ella no quería los míos de Evan y así era mejor para las dos. Charlamos de la boda y sobre mi acompañante, le dije que le separar un lugar y ella me aseguró que tenía el lugar reservado desde antes.
—¿Y que tal si no conseguía a nadie con quien ir? —expresé mi indignación, cruzándome de brazos, esto lo consideraba una de sus tantas locuras.
—T e hubiera conseguido a quien fuera —respondió con una sonrisa chiflada —Ya me conoces.
—Sí, sí, ya se —hice un ademán con la mano, pidiéndole que ya se callara, agarré mis cosas para irme pero me volví para preguntarle por una de las cosas que más me daba curiosidad saber —Oye Emma, ¿Le enviaste invitación a mi madre para que fuera a la boda?
Emma se puso sería, termine viendo como sus ojos me daban una disculpa anticipada.
—Sí, mamá me dijo que la invitara.
—Ah, está bien —me apreté los labios en una sonrisa casual —No importa, me voy a mi habitación, estoy un poco cansada.
Llegue a mi habitación y me deje caer sobre la cama, agarré mi almohada y vi el techo durante un buen rato, me imagine en la boda encontrándome con mi madre, mierda, no hablaba con ella desde que tenía como veinte años y si lo hacía ella era quien tenía la iniciativa de llamarme y preguntarme como estaba. Nuestra relación decayó cuando mis padres se divorciaron, yo tenia dieciocho años, era mi primer año de universidad, supe de la razón de la separación poco después; mi madre había engañado a mi padre un par de meses con un maestro de mi preparatoria, mi papá se enteró y claro que le pidió el divorcio, lo peor es que ella al mes de estar oficialmente divorciada se casó con él, contrajo matrimonio con el mismo tipo con el que lo engañó.
Lo peor de todo es que yo lo sabía, pedí que lo dejará y ella me mentía diciendo que no era en serio la relación pero resultó mentira, ahora viven juntos en Washington dónde él es entrenador de un equipo estatal de futbol americano, por otro lado papá sale con una camarera agradable que también es divorciada, me siento bien por él pero con mamá es diferente, la desprecio por ser hipócrita. Tiene derecho de ir a la boda de su sobrina pero la odio tanto como para evitar que conozca a Evan o para encontrarme con ella y su nuevo esposo.
Tendría que haberle contado esto a Evan porque Emma tenía razón, nuestra relación recién comenzaba, no debía haber mentiras de por medio, no quería ocultarle nada porque yo era muy transparente, si ambos nos confiábamos nuestros problemas o secretos no habría nada que pudiera interferir con nosotros.
Tarde pero seguro queridas, ojala les guste el capítulo.
Gracias por las 10k leídas!!! Espero seguir avanzando más y poder llegar a más personas, con su ayuda se que es posible.
Nos leemos pronto, muak
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