C13
En todo el camino, ignoré los mensajes de Daniel, cuando se volvió incómodo, saqué el teléfono y traté de leerlos con rapidez, al parecer estaba cerca de mi casa con unos amigos y quería saber si pasaba por mí para ir al cine, gruñí, era demasiado apresurado. Traté de escribir pero lo dejé así y mejor guardé el teléfono de nuevo en mi bolsa.
—¿Todo bien? —preguntó con voz casual, aunque de todas formas se podía asomar la curiosidad andando por todo su cuerpo.
—Sí, nada importante.
—Vi que decía Daniel —añadió, juré que se le había endurecido un poco la expresión.
Mierda, seguro de reojo vio el nombre en la pantalla por las estúpidas llamadas que seguía haciendo Daniel, cerré los ojos, ¿Y ahora que? Fácil, decirle la verdad, no era nada malo.
—Es un viejo amigo de la secundaria, nos volvimos a encontrar por mera casualidad hace poco.
—¿En donde se encontraron?
No le digas, no le digas, que va, le diría la verdad, quería ver que tan celoso podía comportarse, tal vez hasta sería lindo.
—En tinder.
—¿Tinder? —le sorprendió o le horrorizo oírlo, desvió sus ojos de la calle para verme a mí unos cuantos segundos —¿Tienes perfil en tinder?
—Yo no lo hice, fue mi prima Emma, quiere que consiga pareja para su boda pero es una larga historia. —resoplé de tan solo recordarlo, no quería hablar de eso ni de porque no tenía con quien ir.
—Quisiera oír la historia.
—No quiero hablar de eso.
—¿Por qué no?
No supe que razón darle, simplemente no quería hacerlo, no era nada del otro mundo, era tan fácil decirle que Emma trataba de conseguirme novio porque llevaba seis años soltera y seguro creyó que ahí podría encontrar a alguien, resultó ser una estupidez.
—Es tonto.
—¿Y cuántos hombres conociste en tinder?
Sonreía a escondidas, claro que iba a preguntarme eso, ese era su principal interés, ¿Debía decirle que solo dos se habían interesado por mí? ¿O darme un poco de ventaja? Porque no, esto lo pondría interesante.
—Siete, la cuenta solo tiene una semana.
Vi que sujetó con un poco más de resistencia el volante, su expresión se volvió a endurecer, de perfil se le podía notar con mucha facilidad lo malhumorado que se había puesto, su silencio también fue parte de eso, a mí parecer cargaba con el dolor muy bien.
—Son bastantes hombres —repuso con pesadez —¿Saliste con todos ellos?
Estábamos cerca de mi departamento pero bajó la velocidad a propósito para mantenerme más tiempo en el auto, quería reírme y decirle que solo estaba jugando pero me gustaba el rumbo de esta pequeña mentira. Me tardé en responder y eso claro que fue aumentando su ansiedad.
—Aun no pero...
—Tienes pensando salir con ello —me interrumpió, llegando a la acera y se estacionó, una vez ya parados, se volvió hacia a mí con indignación y quizá un poco alterado.
Me quedé quieta.
—No...no sé, digo, solo son amigos.
—¿Amigos?
Estábamos de acuerdo que la definición "amigos" entre nosotros no era la más acertada, no después de lo que estábamos haciendo, no sabia si al menos eso era lo que éramos nosotros, nada de esto tenía sentido.
—Sí —logré decir, estaba abrumada de repente de que no sabía en que nos estábamos convirtiendo, era seguro que "en algo de una sola noche" estaba quedando atrás o Evan solo quería alargar el juego. —Debo irme, te avisaré cuando tenga tus fotos listas. Gracias por traerme.
Bajé del auto a prisa para que no tuviera oportunidad de preguntarme nada, estaba muy segura de que sus ojos me siguieron hasta que crucé la puerta del edificio, esperé a escuchar que el auto se alejaba y entonces fui hacia el elevador. Tenía que admitir que me agradaba que se sintiera celoso de mis pretendientes ficticios, lo que sí me hizo sentir mal fue que no tenía una idea concreta de nosotros, ¿Éramos amigos? Yo no pertenecía a su mundo, no encajaba ahí y la fiesta de ayer me hizo abrir los ojos.
Le mandé un mensaje a Daniel mientras caminaba para llegar al departamento, disculpándome.
—Acabo de leer tu mensaje, estuve ocupada esta mañana, perdón. Hubiera sido genial poder ir con ustedes, de verdad lo siento.
Me sorprendí que respondiera minutos después
—No te preocupes, aunque creo que la película te hubiera gustado, por cierto, ¿Cómo te fue ayer con la cita de trabajo que tenias?
No lo olvidó, me empecé a sentir culpable, tal vez debí haber ido ayer con él al cine en lugar de estar en aquella fiesta sin sentido, sintiéndome poca cosa.
—Bien, gracias por preguntar, obtuve un pequeño proyecto de fotografía, que de hecho debo empezar porque lo necesitan el martes. Ya tengo las fotos, ¿Qué película viste? No me digas que fue la misma de la que hablamos cuando nos vimos
—¡Sí! Fue esa misma, esta bastante buena, ¿Te la cuento?
—Claro que sí y para compensar, ¿Qué tal si vamos el viernes después del trabajo a ver otra? Tú escoges.
—¿En serio?
—Sí, te lo debo.
—Pero no fue tu culpa, yo entiendo que fue trabajo, que tal si nos ponemos de acuerdo para escoger una, habrá buenas la próxima semana.
—Me parece genial :)
Daniel terminó por contarme la película que fue a ver con sus primos, como ayer no fue conmigo aprovechó el día para ir hoy y todavía tuvo la consideración de volver a invitarme, que considerado. Comencé el trabajo de edición para las fotos de Pharma Bio, no era un trabajo tan pesado pero si necesitaba tiempo para que pudieran quedar decentes, presentí que iba a hacer otro día en vela cuando vi que ya eran las ocho de la noche y aún tenía un montón de cosas por hacer.
(...)
Llegué al trabajo exhausta, llené mi taza con café y me aguanté las ganas de bostezar cuando Nancy iba a mi cubículo para darme trabajo, lo bueno de la desvelada es que terminé las fotos de Evan, se las mandé por correo electrónico y me distraje con el trabajo para no seguir pensando en él. Me sirvió mucho hablar con Daniel, me distrajo mucho de Evan y eso me gustó, sobre todo porque no supe de él en todo ese día ni cuando llegué del trabajo, pareció que por un momento todo se había acabado.
El martes no supe nada de Evan, tampoco el miércoles, ni un solo mensaje, nada, ¿Se habrá enojado conmigo? Si así quedaba lo nuestro estaba bien, no quería continuar, no me importaba el dinero que restaba del trabajo, con lo que me había dado era suficiente.
Llegó el jueves , Nancy me citó en su oficina, resoplé, sabía para que, mañana sería la inauguración de Pharma Bio y seguro quería darme las indicaciones para mañana, fui fingiendo una expresión ingenua, toqué su puerta y me hizo pasar.
—¿Todo bien, Nancy?
Ella estaba sacando grandes carpetas de su locker y los ponía por orden sobre su escritorio, al verme me sonrió y asintió.
—Claro, Amber todo perfecto —respondió sin problemas —Te cité porque necesito decirte que mañana no vendrás a la inauguración de Pharma Bio quiero que cubras otra nota, sé que te había dicho que irías con Zoe a cubrirla pero tengo algo mejor para ti. Cubrirás la conferencia de las empresas agrícolas junto conmigo en el centro de la ciudad.
No supe que decir, lo entendía pero no pude procesarlo, eso significaba que no vería a Evan, una prueba más del destino que me mostraba la realidad, lo mejor era no vernos. Claro que no me afectaba, era trabajo y no iba a ponerme a hacer berrinches, acepté el cambio con profesionalismo pero no podía engañar la sensación de decepción.
—Muy bien, entonces... ¿Haley irá a cubrirlo?
—Sí, ya hablé con ella, parece que le emocionó, sobre todo porque cree que no la considero tan en serio. La pondré a prueba con esto, a ver que tal le va.
Sonreí a medias.
—Se lo merece.
No quería que nadie se diera cuenta de mi desagrado al salir de la oficina, no quería que malinterpretaran las cosas, yo estaba bien, digo, a excepción solo de la sorpresa de no cubrir la nota de Pharma Bio, no era nada del otro mundo, estaba de suerte, justo quería evitar a Evan y parece que por primera vez la vida me complacía.
(...)
Cubrir la nota de las empresas agrícolas me hizo salir temprano del trabajo, fue un día pesado y largo que Nancy me dio permiso de salir una hora antes de mi salida, porque bueno ni siquiera habíamos comido. Llegué al departamento y lo encontré vacío, me sentí bien estando sola que me arreglé un poco antes de que llegara Daniel por mí. Recibí su mensaje a las 5:30, bajé y él ya me esperaba desde afuera de su auto, desde que entramos empezamos a platicar de la película, fue una conversación graciosa y divertida.
Llegamos al centro comercial, pensamos en comer primero antes de ver la película por lo que pedimos unas hamburguesas en Wendy's, buscamos unas sillas y nos sentamos a comer, de repente la plática se había tornado un poco extraña, el tema se fue directamente a la boda de mi prima Emma lo que me hizo pensar que deseaba saber si ya había encontrado acompañante.
—No, da la casualidad que tampoco tengo el vestido, debo rentarlo —reí, me sentía patética de tan solo pensar que no tenia ni vestido, eso debía ser lo importante.
—¿En serio? No te culpes, yo también dejo toda a última hora. —rió conmigo.
—Ustedes los hombres lo tienen todo más fácil —comenté entre risas, mientras le mandaba un mensaje a Emma, diciéndole donde estaba y con quien por si llegaba a preocuparse —Solo un traje de etiqueta y listo.
—Bueno, es cierto, aunque el traje nos tiene que quedar bien pero tienes razón, es más fácil para nosotros.
—¡Claro que sí! —admití fingiendo indignación. —Todo es tan sencillo.
Después de nuestra pequeña charla nos fuimos a ver la película, suerte que era de misterio, nada de romance o comedias románticas, solo era una película cualquiera, desde que empezó no le presté atención a Daniel, me gustaba tanto el cine que sentí que estaba yo sola, ignoré que venia acompañada, ninguno habló, solo hasta que salimos de la sala. La disfruté mucho porque la historia fue buena e interesante, a mi me gusto y al parecer a él también.
—¿Crees que habrá una secuela? Muero por saber que pasa con los monstruos —estaba ligeramente emocionado —La madre sola y sus tres hijos, dios, voy a investigar, no se puede quedar así.
—Estoy segura de que lo habrá, ese final deja abierta a muchas suposiciones, sobre todo porque...
Me paralicé cuando desde las escaleras eléctricas vi subir a Evan, estaba literalmente a cuatro metros de nosotros. Mantuvo sus ojos fijos en mi y Daniel, palidecí, frené en seco al verlo con un semblante rígido, acercándose con pasos acelerados, me resultaba difícil descifrar su expresión, ¿Enojado? ¿Indignado? ¿Sorprendido? Quise correr, si, aunque fuera estúpido y patético.
Quise agarrar a Daniel del brazo para irnos por otro lado pero Evan nos saludó antes de poder escapar.
—Hola —su tono de voz era sereno, no decía nada. Asintió con la cabeza cuando vio a Daniel y cuando se dirigió a mí todo eso cambio, fue de forma automática, amable. —Disculpa Amber, quiero hablar contigo de las fotos que me mandaste el lunes por la tarde, ¿Podríamos hablar un momento?
—¿Hay algo malo con las fotos? —pregunté insegura, desconfiada, no había nada malo con esas fotos, estaba confiada de que era otra cosa.
—Sí —respondió a secas.
—Bien —acepté, iba a seguirlo pero él no se movió, comprendí que quería, presentarlo ante Daniel —Am...Daniel, él es Evan Ross, Evan él es Daniel.
Se estrecharon la mano, Daniel fue cortés pero Evan fue demasiado formal, no hubo una sonrisa, solo otro asentimiento con la cabeza. Le dije a Daniel que me diera un momento, seguí a Evan a un pequeño rincón dónde ni el propio Daniel podía vernos, una planta alta nos cubría por completo.
Estando de frente, Evan se dio a relucir, salió a flote lo celoso que estaba, su incomodidad, empezó a hablar muy rápido, creo que su enojo le daba demasiada energía que sus manos hicieron muchos ademanes.
—No fuiste a la inauguración de Pharma Bio, creí que te vería ahí y resultó que no me avisaste que alguien más iría en tu lugar, tenía algo preparado para ti y me dejaste cómo...
—Espera. —lo frené de repente, levanté una mano haciéndolo callar, ahora yo era la molesta —Tú desapareciste, no volviste a hablarme desde el domingo, ¿Y te molestas conmigo? Te mandé las fotos el lunes tal y como querías y no me mandaste un mensaje y ahora te apareces aquí por arte de magia, ¿Cómo mierda supiste dónde estaba?
Transcurrió un segundo en silencio hasta que con más calma continuó a hablar.
—Eso no importa —soltó un gran suspiro, su rostro se relajó igual que su postura —El caso es que creí que te vería hoy y me doy cuenta que te la estás pasando muy bien con tus citas, ¿A cuántos has visto hoy? ¿Tres?
—¡Ay por dios! —me cubrí la cara con las dos manos —Ya vas a empezar, Daniel es mi amigo, te conté de él, ya lo sabes, deja esta maldita actitud y dime ¿Qué viniste a buscar? ¿Las fotos están mal? ¿Quieres que vuelva a empezar?
—Olvídate de las jodidas fotos —masculló —No vine a hablar de eso, te fui a buscar a tu departamento y tu prima me dijo que estabas aquí, llevo una hora buscándote.
—¿Y?
—Quería que me dieras unas explicación de porqué no habías ido a la inauguración y también a darte tu dinero restante. —me entregó un cheque doblado por la mitad, como no lo agarré me obligó a aceptarlo, tomó mi mano y puso el cheque dentro. —Esto te corresponde, me gustaron tus fotos.
—Gracias —susurré con delicadeza, sus ojos fueron tiernos, afectivos, me resistí a poder besarlo una última vez, eso quise, una despedida cumpliendo este último deseo —¿Es todo?
—¿Vas a decirme porque no fuiste a Pharma Bio?
—No fue mi culpa, cubrí otro evento, eso no me correspondía a mí, sabes que no puedo cambiar las cosas del trabajo. Debes superarlo, me tengo que ir, lo siento.
Me jaló del brazo para hacerme regresar, su desesperación me dijo que ya había comprendido las cosas y no le gustó en absoluto.
—¿Esto es un adiós definitivo? ¿Por eso me pides perdón?
Este era el momento de decírselo, no perdería mi tiempo en un juego estúpido, ya no me importaba quien iba a salir ganando al final, jamás debí permitir que llegara tan lejos.
¡Gracias por las 3k! Espero que disfruten del capítulo, mucho. No se olviden de seguirme a mis redes sociales que son facebook e instagram, está última es la que uso más, todo los links están en mi perfil, ahí pueden ver mis contenidos y cosas variadas que subo para ustedes.
Sin más que decir les mando un beso enorme y nos seguimos leyendo.
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