Capítulo 7
Narra Milk
Era mediado de octubre y el frío ya había empezado a dar fuerte, y eso, anudado a la lluvia, hacía que mis días fueran deprimentes, largos y negros. Estornude.
-Milk, lo mejor será que te metas en la cama en cuanto subas.
-Claro, Vegui...
Debía de dejar de ponerles apodos estúpidos a la gente. Volví a estornudar, pero esta vez me retumbó todo el pecho y me picó la garganta.
-Ya llegamos - Vegeta paró el coche delante de mi portal - ¿quieres que te acompañe hasta arriba? - se volvió en su asiento y me miró con ojos enternecidos.
-No, Vegui. Ya me has hecho un gran favor al traerme cuando habías quedado con una amiga. No quiero molestarte más y que llegues aún más tarde por mi culpa.
-Sabes que no es molestia traerte desde el trabajo a tu piso - Vegeta, a pesar de la fina llovizna que caía, bajó del enorme jeep y lo rodeó. Abrió mi puerta y me ayudó a bajar del enorme coche.
-Gracias, Vegui - le sonreí, pero un nuevo estornudo cortó mi sonrisa.
-Anda, vamos - Vegeta me rodeó con su gran brazo, protegiéndome de la llovizna, y me condujo hasta el portal. Espero paciente y sosteniendo mi carpeta hasta que conseguí sacar las llaves de mi bolso abriendo el portón.
-Gracias de nuevo - le dije - vete ya - lo empujé, cosa difícil, hacia su jeep - me prepararé algo calentito y me meteré en la cama.
-De acuerdo. Te llamaré mañana por la mañana y me cuentas cómo estás. Si sigues enferma, yo avisaré al comedor para que manden a alguien para sustituirte.
-Ok - hice una mueca con mi cara en un intento de sonrisa, pero me sentía tan débil que hasta sonreír me costaba trabajo - adiós y disfruta de tu salida.
Vi a Vegeta montarse en el jeep y ponerlo en marcha. Llamé al ascensor y espere que llegara. Estaba muerta. Parecía que un trolebús me había pasado por encima.
Cuando entré en el piso, no me vi con suficientes fuerzas para llegar hasta mi cuarto, así que tiré mi bolso y mis cosas al suelo, me deje caer en el sofá y me saqué los zapatos. Con un esfuerzo tremendo, como si me costara la vida, me tumbé y me tapé con la manta que había apoyada en el respaldo. Creo que solo tardé dos minutos en quedarme dormida.
Cuando escuché unas llaves tintineando y la puerta abrirse no sabía dónde estaba y la cabeza me daba vueltas. Intenté incorporarme, pero me dio vértigo.
-¿Milk? ¿estás bien?
Goku llegó corriendo y se arrodilló al lado del sofá, a la altura de mi cara. En el momento en que mis ojos lo enfocaron me di cuenta de la cara de preocupación que tenía. Soltó los libros que traía en la mesita baja y puso una mano en mi frente.
-¡estás ardiendo!
-¿si? - debía parecer tonta preguntando eso, pero mi cerebro no daba para más - había unos cuantos niños resfriados en el comedor, creo que me lo han pegado - me intenté levantar de nuevo para ir a buscar unas pastillas o algo que me matara. Si, cuando estaba enferma era un poco drástica.
-¡quieta! - Goku me obligó a recostarme - espera ahí - me ordenó.
Goku se levantó y fue corriendo por algo. A la vuelta, traía un pequeño maletín de piel negra. Lo abrió y sacó un termómetro.
-Abre la boca, por favor - me metió el termómetro.
¡Uy, si me hubiera pedido eso en otra situación! Abriría la boca para lo que él quisiera. Estaba mal, ¡ya deliraba! Cuando pitó, sacó el termómetro.
-¡Milk, tienes 39ºC! Hay que bajar esa fiebre - Goku me tapó mejor con la manta y comprobó que tenía los pies cubiertos - ¿te duele algo más? ¿la garganta, el pecho, la cabeza...?
-Siento como si la cabeza me diera vueltas y me duele mucho el pecho.
-Bien, voy a auscultarte, ¿de acuerdo?
Goku me ayudó a sentarme y sacó un fonendoscopio del maletín. Se colocó los auriculares en los oídos y soltó su aliento cálido en la campana para que la superficie no estuviera fría.
-Milk, ¿podrás...? - lanzó una mirada a mi camisa.
Oh, claro. Necesitaba auscultarme, por lo cual abrí los primeros botones de la camisa. "¡qué rápido va usted, señor Son!", pensé, pero Dios, ¿en qué estaba pensando? Goku me sonrió agradecido y puso la campana sobre mi corazón y escuchó. Noté que sólo se me veía el filo superior del sujetador beige. Cambió la campana de sitio y volvió a escuchar atento.
-Muy bien, ahora gírate un poco, tengo que escuchar tus pulmones por atrás - Goku se sentó detrás de mí en el sofá y bajó un poco la camisa por mis hombros y mis brazos - Milk, ahora exhala - hice lo que me pidió - y expira - solté el aire - repítelo otra vez.
Cuando terminó, me subió la camisa y yo la abroché para luego arrebujarme de nuevo en la manta.
-Tienes los pulmones un poco obstruidos, por eso te duele el pecho. Creo que has cogido una buena gripe - guardó sus cosas en el maletín - deberías ir al médico para que te recetará algo.
-Pero Goku, tú ya has visto lo que tengo, y no tengo nada de ganas de salir a la calle para que me digan lo mismo que me has dicho tú, me encuentro muy débil y cansada - sólo quería dormir - ¿tú sabes lo que me puedo tomar?
-Sí, pero no sé, debería verte un médico.
-¡Tú eres un casi médico y eso me vale! - puse un puchero, de sólo pensar en levantarme, ir al médico y volver, me daba más flojera - en el mueble del baño, tengo varias medicinas, creo que alguna servirá.
-De acuerdo - Goku suspiró y se revolvió el cabello, una acción que me encantaba - pero si mañana sigues igual, vas al hospital de cabeza.
-Sí, papá - le entrecerré los ojos y me estiré más en el sofá.
-No te vayas a dormir hasta que te tomes algo para bajarte la fiebre - Goku se perdió por el pasillo, sólo me queda esperar y ponerme a contar las nubes que se veían por la ventana para no dormirme.
Lo escuché regresar por el pasillo, pero fue a la cocina y empezó a trastear entre los muebles y abrió un par de veces la nevera. No sé cuánto tiempo pasó, sin embargo, a pesar de mi esfuerzo, noté que me estaba quedando de nuevo dormida y que tenía mucho calor, por lo cual empecé a bajar la manta.
-Ni se te ocurra - la voz de Goku me paralizó. Dejó una bandeja sobre la mesa y volvió a taparme - sé que tienes calor, porque la fiebre a veces te da frío y otras te entra mucho calor, pero no puedes destaparte, si no cogerás más frío y será peor.
Goku me ayudó a incorporarme y me colocó un mullido cojín detrás de la espalda. Me colocó la manta para que se ajustara a mi nueva posición. Tras eso, colocó la bandeja en mi regazo y vi que había un cuenco con sopa caliente, un zumo de naranja natural y un par de pastillas.
-Debes comer algo, no es bueno tener el estómago vacío antes de tomar medicación. Pero tómate antes el zumo, las vitaminas y la acidez te despejaran la garganta.
Cogí el vaso, pero tenía tan poca fuerza que casi se me resbala, pero Goku fue más rápido y me ayudó a sostenerlo. A pesar del escozor que provocó la acidez del zumo en mi garganta, me lo tomé de un tirón. Después de eso, me dispuse a tomarme la sopa, no obstante cuando Goku vio que no podía ni con mi alma, él mismo me dio la sopa cucharada por cucharada.
Al terminar, me tomé las pastillas y Goku me pidió que esperara un momento y se fue. Cuando regresó, sin decir nada me tomó en brazos al estilo novia y sin dejar que se me cayera la manta, me llevó hasta mi dormitorio. Había abierto las cobijas de mi cama y cerrado las cortinas. Me tumbó encima y me tapó.
-Ahora lo mejor es que descanses, ¿de acuerdo? - me sonrió y me arropó.
-Gracias, Goku - le dije medio dormida.
Me sentía atontada y mi cuerpo ardía, pero no sé si estaba soñando o no cuando noté como el colchón se hundía a mi lado y Goku me depositaba un suave y prolongado beso en mi frente caliente.
[...]
Abrí los ojos, totalmente abrumada. Me sentía sepultada bajo millones de mantas y me entró mucho calor, pero recordé, como si hubiera sido hace un millón de años luz, recordando a Goku diciéndome que no me desabrigara. Giré la cara hacia mi mesita de noche y vi que el reloj marcaba las ocho y cuarto de la mañana. Había dormido un montón de horas seguidas. Llevé mi mano izquierda a mi frente, para comprobar si aún tenía fiebre, cuando me di cuenta de que tenía la mano ocupada.
-Oh... - musité.
Goku estaba dormido a mi lado agarrando mi mano. Llevaba sólo el pantalón del pijama, como era normal en él. Menos mal que mi cama era bien grande y cabíamos los dos. Me giré hacia él y lo observé atenta.
Estaba acostado de lado, con su rostro mirando hacia mí. Los mechones de su cabello estaban alborotados y su color, que era rubio, contrastaba con el tono lavanda suave de la tela de mi almohada. Las cejas, pobladas, pero definidas, enmarcaban el arco de sus ojos verdes azulados cerrados, que a su vez daban paso a una cincelada y recta nariz. Respiraba tranquila y pausadamente, abría levemente los labios en cada expiración. Su boca parecía estar diseñada totalmente para besar y para emitir esas sonrisas torcidas que hacían que mis piernas temblaran. Su mandíbula, fuerte y cuadrada, estaba cubierta por una leve sombra de barba, dándole un toque sensual y varonil.
Goku no era guapo, lindo o simplemente atractivo.
Era hermoso, en toda la extensión de la palabra.
Pasé lentamente la yema de mi dedo índice por su rostro, y se sintió suave cuando lo deslicé por su mejilla y me raspó un poco cuando lo pasé por su barbilla.
Aún dormido, dejó entre asomar en la comisura de sus labios una tenue sonrisa al sentir mi dedo rozar en su piel, y sin saber por qué, yo le sonreí de vuelta, a pesar de que él no me viera.
Recordé todo lo que hizo por mi ayer. También vino a mi mente en forma de flash como en algún momento de la madrugada Goku me había despertado con suavidad para auscultarme de nuevo, para tomar mi temperatura y darme, después, otro par de pastillas con un zumo de naranja natural.
Inconscientemente, apreté su mano como para transmitirle lo agradecida que estaba por todo lo que había hecho; sin embargo, lo que no esperé es que él, aún dormido, convirtió su leve sonrisa en esa sonrisa torcida que tanto me gustaba y apretó mi mano de vuelta.
Y lo supe.
Y no sabía que había hecho en mi anterior vida para merecer en ésta a un hombre como Goku a mi lado.
Pero lo supe.
Estaba perdidamente enamorada de Son Goku.
Mi compañero.
Mi compañero gay.
💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞
Espero les haya gustado el capítulo, estaré actualizando, lunes, viernes y sábado.
Hasta la próxima👋👋👋👋👋👋.
Perdón por las faltas de ortografía🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏🙏.
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