Como un Hombre
⌠Parte 1⌡
—Bien, ya lo tengo.
Kuroki parecía haber llegado a una conclusión después de pensar un par de minutos.
—¿Aceptarás ser mi comandante?
—Yo no contaría con ello, pero si te ayudaré.
Respondió con una picaresca sonrisa.
¿Ayudarme? ¿A qué se refiere?
En lo que pensaba esto, Kuroki se acercó lo más que pudo sin salir de la sombra, mordió su dedo índice haciéndolo sangrar y lo levantó a la altura de su cabeza.
—Prometo que a partir de ahora te ayudaré en todo lo que pueda a cumplir tu objetivo y que no te dañaré a menos que lo permitas.
—No caeré en eso. No voy a dar un paso hasta que me pruebes que no me harás nada.
Su rostro, ante mi respuesta, parecía mostrar sorpresa, luego furia, y finalmente calma.
—Sin duda hago bien en no ser tu comandante.
No entendí el por qué de su comentario, pero si me molestó un poco.
—Déjame explicarte que es un Pacto de Sangre, fenómeno.
¿Fe-fenómeno?
—Es un ritual que solo se puede hacer si hay un demonio involucrado, como soy yo casualmente.
Se ve muy orgullosa, ¿los demonios están en la cima del mundo?
—Quienes hacen este pacto intercambian una pequeña parte de su alma, y si uno de los dos lados intenta quebrantarlo sufrirá una lenta y agonizante muerte. Obviamente no podrías revivir de ninguna forma, sería absurdo.
Oh, así que eso es lo que hacía. Suena muy útil, aunque… ¿debería creerle?
Esto parece una trampa, se mire por donde se mire, ¿pero y si dice la verdad? ¿Debería arriesgarme y confiar en ella?
No, sería muy tonto hacerlo. Ya morí dos veces, no habrá una tercera.
Pero si cabe la posibilidad de que podamos hacer un pacto así no debería desaprovechar esta ocasión.
Bien, ya sé que haré.
Me acerqué hasta quedar a medio metro de ella.
—Vamos, solo tienes que morder tu dedo índice y hacer tu juramento. Acércate más, o me quemaré.
—Lo siento, pero no confío en ti.
—¡¿Qué?! ¡¿Es una broma?! ¡¿Después de todo eso de “te daré toda la sangre que quieras" te arrepentirás?!
—No dije que me arrepiento, solo estoy siendo precavido; no me arriesgaré a morir de nuevo. Si mi sangre te interesa tanto, tendrás que demostrar que puedo confiar en ti; así que dime que debo jurar y hagamos esto.
Obviamente me refería a que tendría que quemarse en el sol, y parecía entenderlo.
Cerró los puños mientras su rostro reflejaba duda y algo de ira, imagino que por el dolor que sufrirá.
—Un litro de sangre a la semana.
¿Se puede medir los líquidos por litros en este mundo? No, más bien, ¿puede medirlo mientras chupa mi sangre?
Además, ¿no me moriré si le doy tanta?
Aunque en una semana tal vez pueda subir de nivel de nuevo y revivir, pero a la larga será molesto.
—Juro que a partir de ahora te daré aproximadamente un litro de sangre cada semana.
Mordí mi dedo índice, haciéndolo sangrar al igual que ella, y lo levanté para luego hacer mi juramento.
—Vamos, te espero.
Apresuré a una indecisa Kuroki quien peleaba consigo misma sobre la decisión de mostrarle su brazo al señor sol.
Después de haberse golpeado para darse ánimos, extendió su brazo hacia mí a toda velocidad y tocó su dedo ensangrentado con el mío mientras se desgarraba la garganta en medio de sus gritos que resonaban por toda el área.
—¿Por qué gritas tanto? Tienes el brazo cubierto, ¿o es que la tela no te protege del sol?
Era obvio que no obtendría respuesta de su parte, no si seguía gritando.
Nuestros dedos comenzaron a brillar en cuanto se tocaron y la sangre comenzó a cubrirlos como un fino hilo rojo.
Cuando parecía que el pacto había terminado, Kuroki se alegró y llevó su brazo a la sombra mientras jadeaba con intensidad.
—Bien, el pacto está hecho. Ahora, ¡¿cuando me darás tu sangre?!
Parece que ya se recuperó, ¿qué tiene con la sangre? ¿De verdad le es tan deliciosa?
—Creo que ya has bebido mucha por hoy, ¿no crees?
—No.
Creo que debería acostumbrarme a que me lo pida.
—Aun así no te daré nada, tendrás que esperar una semana.
—Como quieras. Bueno, ahora estoy a tu disposición, cualquier cosa que necesites puedes contar conmigo.
Al menos dilo con ánimos, maldita sanguijuela.
¿Algo que necesite? O mejor, ¿una orden a mi primer súbdito?
—Arrodillate ante mí.
Mi orden pareció serle tan divertida que comenzó a reírse a carcajadas.
—Lo siento, pero como dije no soy tu subordinada, así que solo puedes obligarme a hacer cosas que te ayuden.
—Me siento desanimado, me ayudaría que te arrodillaras.
—¡¿Por qué tanta insistencia en que me arrodille?! ¡¿Es algún tipo de fetiche?! Solo haré cosas que te ayuden con tu objetivo.
Supongo que no se puede evitar.
No tengo dinero para comer ni lugar para descansar, ¿estará bien que pida esto?
—Maldición, ten.
Me entregó una pequeña bolsa repleta de monedas doradas.
¿Qué es esto? ¿Cómo supo que necesitaba dinero? ¿Puede leer la mente?
—Este es uno de los efectos de nuestro pacto. Cómo intercambiamos una parte de nuestras almas, puedo saber cuando de verdad necesites ayuda, siempre y cuando pueda ayudarte.
¿Entonces si estoy en peligro ella vendrá? Este pacto puede que de verdad me sea de utilidad.
—Oye, ¿esto no es mucho? ¿De dónde lo sacas?
—Es el dinero de mis presas.
Su alegre y orgullosa sonrisa me resulta algo dulce, pero en serio es escalofriante cuando dice algo así, más por el hecho de que yo fui una de esas presas.
⌠Parte 2⌡
Mierda, que bien dormí. ¿Hace cuánto que no descansaba así? Claro, morí ya dos veces y reviví las mismas.
Mientras hacía esta rápida observación, salí de mi cama y fui al baño.
Después de que Kuroki me diera el dinero suficiente para subsistir un tiempo, volví a la ciudad y comencé a explorarla para ver qué lugares me serían útiles.
Entre los que encontré estaba esta posada; por lo qué escuché, los aventureros no reciben sumas de dinero muy elevadas, después de todo la mayoría de monstruos son débiles, incluso Radock lo mencionó cuando nos conocimos: "la paz y la tranquilidad ciernen sobre la tierra" "ya nadie muere como antes" entre otras cosas.
Esto provoca que los aventureros escaseen, por lo que puede que no vea más de cinco o seis en la ciudad.
Mi objetivo, o el objetivo con el que él me envió aquí, es sembrar el caos en el mundo, ser el símbolo de la maldad y del miedo, ¿está bien que esté descansando despreocupadamente? Incluso en lugar de hacerme fuerte, ayer perdí niveles y me hice más débil.
Sí, me hice débil, debo compensar esos niveles perdidos haciendo una misión, de hecho hay una que es perfecta para mí.
Tomé los pergaminos de misiones y busqué uno que había visto antes, era el que pensaba hacer hasta que el imbécil de armadura me interrumpiera.
Misión de nivel tres: encontrar y subyugar diez Limos de sub-categoría en las afueras de la ciudad.
Un dibujo de una bola con un par de puntos estaba bajo el escrito, imagino que es la representación de los Limos.
Las otras misiones eran sobre ayudar a fortificar los muros de la ciudad, talar cinco árboles del bosque, y descubrir la identidad de un licántropo que ha estado asesinando a varios ciudadanos.
Sin prestarles mayor atención, dije mis palabras clave para asimilar la misión de los Limos.
—Acepto el trabajo.
Ya veo, ¿así se ven en realidad?
La magia del pergamino me enseñó cómo se veían estos limos y breve información de ellos.
Para empezar, no son bolas de baba como yo esperaba, más bien son bolsas de baba, ya que su piel es como una delgada tela que si es cortada hará que los órganos se salgan y mueran.
Son los monstruos más débiles por excelencia.
Una vez hecho esto, me puse mi pantalón, guante, parche y la túnica morada para salir de mi habitación.
Cuando cerré con llave me dirigí a las escaleras para salir del hospedaje, pero me encontré con un rostro conocido.
—Vaya, pero si es el nuevo aventurero, ¿apenas empezaste en este oficio y ya tienes para dormir aquí?
Contuve mi rabia antes de responder.
—Tengo… algo de dinero guardado.
El tipo de armadura siguió hablando con su arrogante sonrisa.
—Ya veo, debí imaginarlo con esas ropas tan costosas. Odio a los niños ricos como tú, ni siquiera tuviste las pelotas de ir a la misión que te recomendé, ¿por qué no mejor le dejas esto de ser aventurero a un verdadero hombre, mocoso?
El mismo tipo que me envió a mi primera muerte se fue riendo a lo que parecía su habitación después de empujarme con el hombro.
Te pido disculpas, Radock, quería que tú fueras el primero al que mataría, pero me doy cuenta que hay más bastardos a los que tendré que desmembrar con mis propias manos.
He renacido en este nuevo mundo, no volveré a permitir que me molesten sin pagar por ello.
Otro de los lugares que encontré fue la armería de la ciudad, donde compré la única arma que me podía permitir: una daga oxidada de diez centímetros; no repetiré el error de la otra vez e iré armado.
Al caminar por un rato, salí de la ciudad y llegué a la pradera que la rodea, donde se ha visto la mayoría de Limos.
En los videojuegos atacan con embestidas, o eso escuché, así que si me defiendo bien no creo que haya mucho problema.
En la pradera, aproximadamente media hora después de comenzar la misión, pude encontrar un pequeño grupo de Limos: uno del tamaño de mi cuerpo y otros dos que me llegaban a las rodillas.
Aquí están, los monstruos más débiles del mundo, las bolsas de puntos de esfuerzo para aventureros, por fin voy a poder subir algunos niveles para variar.
De verdad que dan asco, un corazón, dos ojos y, ¿qué son esos cables que se extienden por su cuerpo? ¿Un sistema nervioso?
Mierda, ¿por qué me distraigo con esto? Debo ir hacia ellos.
El grupo de Limos no parecía darse cuenta de que me acercaba sigilosamente mientras ellos continuaban rebotando en el mismo sitio.
Ahora que lo pienso bien, no tienen oídos, no necesito hacer esto, solo iré corriendo.
Como dije, fui corriendo hacia ellos con mi daga en mano, pero cuando intenté cortar al Limo más grande, este se comprimió esquivando mi corte para agrandarse violentamente, dándome una brutal embestida y provocando que caiga al suelo de espaldas.
La maldita bola de baba se quedó rebotando encima de mí mientras los otros dos intentaban comer mis piernas. Aunque era lento, parecía como si digirieran la tela de mi pantalón por el hoyo que asumo era su boca.
¿Por qué todo lo que hago en este mundo me sale mal?
En cuanto este pensamiento cruzó mi mente, una gran cantidad de baba me cayó encima.
El Limo que saltaba sobre mi y los otros dos habían sido cortados perfectamente a la mitad.
¡Mierda! ¡Qué asco!
No solo la baba, sino también sus órganos cayeron sobre mí. En mis piernas colgaban ojos y un corazón, encima de mí pecho tenía los nervios del Limo. Eran como cientos de pelos babosos que me cubrían.
Esta sensación tan pegajosa en serio me enferma. ¿Y quién es él?
Al principio creí que había sido salvado por Kuroki, pero me di cuenta que me equivoqué al ver la corta y grisácea cabellera de mi salvador junto con su piel de un tono notablemente menos pálido que el suyo.
—Hey, gracias por distraerlos, me fuiste de gran ayuda. ¿Estás bien?
Que raro, aunque es un flacucho, como yo, usa una espada que le llega a los hombros.
—Quitando las secuelas mentales que esto me habrá dejado, estoy bien. Muchas gracias por ayudarme.
Este hombre, o más bien este chico ya que parecía de mi edad, me respondió con una radiante sonrisa.
—Descuida, entre aventureros nos apoyamos. Esta misión es de nivel bajo, pero puede ser peligrosa sin el equipo adecuado, y los Limos, aunque son algo lentos, en grupo son peligrosos.
» ¿Quieres una mano? Ya terminé esta misión y no tengo nada que hacer.
Eh…
Me encantaría aceptar su ayuda, pero es que es demasiado sospechoso.
Kuroki parece cazar aventureros por placer y el idiota con armadura intentó matarme solo por mi ropa. Sin duda no puedo fiarme de las apariencias en este mundo.
Ahora, ¿cómo le digo que no?
—Creeme que me gustaría aceptar, en serio, pero mi… orgullo de hombre no me lo permitiría.
Obviamente me lo estaba inventando. Parecía ser el tipo de persona que se creería algo así.
—Ya veo. Lo entiendo perfectamente. Lo último que querría es meterme con el orgullo de otro hombre. ¡Por favor, perdóname!
Y por supuesto que lo era.
—Eh… No importa, en serio.
Esto se está poniendo incómodo.
Sé que él me salvó la vida, pero no puedo evitar verlo como un tipo raro. Siendo sincero, no quiero tenerlo cerca.
—Aún así, el orgullo puede ser peligroso para un aventurero. Te pido que tengas cuidado.
Aunque puedo sentir una gran calidez de él y su sonrisa. Es una sensación extraña.
—Lo tendré. Gracias.
No pude preguntar su nombre. Lo haré la próxima vez, si es que nos volvemos a ver.
Seguí caminando por la pradera para encontrar Limos y poder finalmente terminar la misión. Aunque si debía matar a diez de esos, esto sería más difícil de lo que esperaba.
Volví a encontrar uno, este era más grande que el anterior, incluso más que los otros tres juntos, por lo que no podía fallar.
Pero no pensaba confiarme, por lo que continúe caminando lento y sin hacer ruido.
Sigo sin entender cómo me esquivó el anterior si no me estaba viendo, ¿sintió las vibraciones de mis pisadas?
Cuando ya estaba a medio metro, este Limo giró sus globos oculares dentro suyo y me vio antes de comenzar a dar saltos de poco más de cuatro metros sobre mí.
—¡¿Pero qué…?! ¡Mierda!
Salté de lado a lado en un intento por esquivar al Limo, el cual saltaba en cuanto caía al suelo sin darme oportunidad de acercarme.
¡Maldición! ¡¿"son algo lentos"?! ¡Una mierda! ¡Debo pensar en una forma de matarlo!
¿Podría pedir ayuda a Kuroki? Lo haré si no se me ocurre nada más. ¿Dejar que me aplaste y aguantar? Los cráteres que deja en la tierra son enormes, debe pesar una tonelada, ¡me mataría!
¿Qué hago?… Espera, ¡claro! Ya sé que hacer.
Al estar corriendo un par de minutos se me ideó un plan simple, tan simple que no se me había ocurrido hasta ahora.
El Limo no puede cambiar de dirección en medio del salto, por lo que si calculo bien el tiempo en el que está cayendo y veo la dirección que tomó al saltar, podré averiguar dónde caerá y esperarlo con mi daga.
Uno, dos, tres.
Uno, dos, tres.
Uno, dos… ¡tres!
Mi plan, ¡fue un éxito!
En el momento en el que el Limo cayó, tenía mi daga apuntando hacia donde este aterrizará estando yo a una distancia segura y logré hacerle un pequeño corte que se expandió por la presión de la baba.
Lo- ¡Lo hice!
¡Finalmente he matado un monstruo! ¿Eh? ¿Y esto? ¿Nivel seis? ¿Por uno solo? ¡Increíble! ¡Por fin algo me sale bien!
Cuando maté al Limo me sentía algo cansado, pero al subir de nivel me recuperé un poco.
Un par de Limos la mitad de grandes que el anterior salieron detrás de una roca. Estos fueron al cadáver del anterior y se quedaron saltando a su alrededor mientras dirigían sus globos oculares hacia él.
¿Eran sus hijos? Me sorprende que monstruos descerebrados como estos puedan tener ese tipo de sentimientos.
Bueno, ahora son mis Puntos de Esfuerzo.
Corrí hacia ellos mientras estaban distraídos con el cadáver y los corté con facilidad.
¿Solo nivel siete? Claro, como los maté tan fácil no me dieron puntos, que inútiles.
Como dijo la anciana del registro, las estadísticas que más uso son las que suben, veamos, subieron velocidad y resistencia en gran medida, pero también fuerza y, ¿energía magica?
Que extraño, no he usado estos atributos en absoluto y aún así subieron un poco.
Tendré que averiguarlo luego, ahora quiero una ducha, o mínimo una siesta.
⌠Parte 3⌡
Desperté a mitad de la noche por lo que parecía ser un aullido, sin embargo lo que mantuvo despierto fue ver un gran grupo de personas caminando por la calle con las luces de las farolas iluminando a toda potencia. Parecía un festival.
En realidad nunca he sido un gran fanático de esta clase de eventos, aunque tampoco es que haya podido ir a muchos. Ir a este no me mataría, pero solo es para aprender un poco de este mundo, no es que de verdad me interese ir a un tonto festival.
Al salir de mi habitación y bajar por la posada, vi un pequeño grupo que caminaba en la misma dirección con canastas en sus brazos.
Decidí seguirlos y acabé en el centro de la ciudad, donde efectivamente se estaba celebrando un festival, lo supe al ver distintos puestos de comida y juegos, incluso una casa embrujada; sin embargo ningún puesto usaba magia muy a mi decepción.
Uno de los puestos vendía papeles doblados y coloridos.
¿Son folletos? Pero cuestan algo de dinero y no estoy para gastar… No importa, ahora necesito de esos folletos para saber que pasa aquí, el conocimiento es poder después de todo. Al fin y al cabo puedo pedirle más a Kuroki.
Utilicé las últimas pocas monedas que me quedaban y compré un folleto que empecé a leer.
“Homenaje Anual a las Deidades. Una celebración en la que se rinde culto a un ser específico que adores y respetes”, básicamente es un día en el que adoras a un dios y le mandas ofrendas, pero por lo que leo aquí, no solo adoran a dioses, también a demonios, reyes y líderes supremos de otras especies, o incluso otros humanos.
Me pregunto si molestaré a Radock enviándole ofrendas a un dios, aunque nunca he creído en uno, ¿existen en este mundo?
Había un altar gigantesco en el que las personas dejaban sus ofrendas para su deidad, no había nada que dijera a que deidad le enviaban tributo, seguramente se quería mantener privado para aquellos que adoran a un demonio.
Esto me hace preguntarme de algo que me he fijado desde que llegué, ¿por qué solo hay humanos? En ningún momento he visto otras especies como hombres bestia o elfos, las típicas especies que te encuentras en un videojuego de este estilo, los únicos no humanos que vi hasta ahora son Kuroki y los Limos, quienes son el objetivo de misiones para los aventureros.
Honestamente no es que sea algo que me importe, pero me ha entrado la curiosidad.
—¡Oh! Qué sorpresa verte por aquí, ¿disfrutando el festejo?
Escuché una voz familiar detrás de mí.
—Oh, hola, eh… sí, pero ya estaba por irme.
Respondí con timidez al hombre que me salvó esta tarde
—Ya veo. Me sorprendió verte aquí, más que nada porque no pareces alguien muy festivo que digamos.
—Sí, me lo dicen seguido. Por cierto, olvidé preguntar tu nombre.
—Es verdad, me disculpo. Soy Kreed Fi… O-olvida mi apellido, llamame Kreed. ¿Y me dirigo a…?
—Soy Makoto Ryoru. Fue un gusto volver a verte, pero ya debo irme.
Di la vuelta y caminé rumbo a la posada.
—¡Espera!… Ry-Ryoru, ¿irás por ese camino? ¿No preferirías tomar un camino más largo? ¿Disfrutar de la hermosa luna carmesí y las estrellas?
Obviamente no quiere que valla por aquí. ¿Me quiere asaltar o algo así? No tengo mucho para robar, pero no me arriesgaré.
—No, en serio estoy… muy cansado, iré por aquí.
—Oh, ya veo, entonces no me queda otra opción más que acompañarte y asegurarme de que llegues a salvo.
¡¿Estaba en peligro sin importar lo que eligiera?! Maldición, y para peor hay unas farolas que ya están apagadas, no creo que haya electricidad en este mundo, ¿se les acabó el gas? ¿Y justo ahora? Que mala suerte.
Comenzamos a avanzar hacia la posada.
—¿Sabes? Aunque ya lo dije, es una hermosa luna llena la de esta noche, con ese carmesí tan intenso.
Dijo mientras caminaba a mi lado.
De pronto esto empezó a darme miedo en otro sentido.
—S-sí, es… una linda noche.
—Y lo es aún más si piensas en lo que pasa en noches como está.
Cada palabra que decía me obligaba a alejarme más y más de él.
—Me refiero a los asesinatos por supuesto.
Demonios, eso sí me asustó. Estaba hablando de…
—Disculpa, ¿los asesinatos?
—Es un hermoso concepto a mi parecer. Dicen que la luna llena conecta el mundo mortal con el cielo y el infierno, donde habitan y descansan los dioses y demonios, pero durante la luna escarlata, esa conexión se vuelve más fuerte que nunca.
» Por eso creo que los creyentes aprovechan las noches del festival, las únicas en las que sale esta luna, para matar personas y usarlas como ofrenda para la deidad que adoran.
Ya veo, no tenía idea de eso. ¿Estará relacionado con mi llegada a este mundo? Si esta conexión se hace tan fuerte como para enviar almas, ¿podría enviar cuerpos enteros? Es posible que por eso mi llegada a este mundo esté sincronizada con el festival.
¿Eh? ¿Qué es eso?
Habíamos llegado a un punto donde ya no había luz, así que pasé mi parche del ojo izquierdo al derecho, revelando mi ojo de vampiro, el cual, según Kuroki, tiene la habilidad de ver a través de las paredes y en la oscuridad, aunque aún no he podido ver a través de ninguna pared.
Ahora que podía ver claramente, pude ver lo que había en el suelo. Honestamente sí me sorprendió.
Por algún casual de la vida, la misma persona que me envió a mi primera muerte en este mundo se encontraba tirada en un charco de sangre. Es probable que estuviera volviendo del festival y se dirigía a la posada a descansar.
Podía ver su cadáver con total claridad. Estaba cubierto de sangre, con signos de mordeduras y arañazos.
El solo pensar que pude haber sido yo me hace helar la sangre.
—Eh… ¿Q-qué pasa? Te quedaste parado, Ryoru.
No sabe que puedo ver el cuerpo, de otra forma ya me habría atacado.
Está claro que él lo mató, pero también podría ser que solo lo vio y me dijo que tomara otro camino para evitarme algún trauma, ya que no creo que él pueda hacer esas heridas, son más como las que haría… Claro, un animal.
Hace un momento hablaba de la luna llena tan felizmente, y una de las misiones que tenía pendientes estaba relacionada con un hombre lobo. ¿Es probable que sea él?
—Eh… Perdona, es que… Eh… Creí haber olvidado algo en el festival, pero no es nada.
—Oh, eh… Bien, sigamos.
Continué caminando con él.
Si no se entera de que veo el cuerpo no me hará nada, solo debo caminar tranquilo.
—¡E-espe…!
Cuando nos acercamos al cadáver, lo salté para evitar caerme.
Eh…
Mierda, ¡fue por reflejo! ¡¿Qué más podía hacer?!
Kreed me miró unos momentos en silencio.
—Tú… ¿puedes verlo?
Debo inventar una excusa, ¡rápido!
—Es que… Eh… Vi su silueta y… Seguramente es un borracho que se durmió en la calle, ¿no crees? Solo sigamos caminando.
Me reía muy nervioso.
—No puedo creer que lo hayas visto, y yo que esperaba poder resolverlo de forma pacífica.
—O-oye, tranquilo, no creo que tú lo hayas matado, es decir, solo miralo, ni que fueras un hombre lobo o algo así.
—Nunca mencioné a ningún hombre lobo.
Me quedé en silencio antes de continuar hablando.
—Tengo curiosidad, ¿cómo lo descubriste? Qué soy un licántropo.
Dudé un momento antes de responder.
—Una de las misiones de aventureros es sobre un hombre lobo, además hace poco hablaste de lo mucho que te gusta la luna llena, eso y que intentaste ocultar este cuerpo que fue claramente atacado por un animal.
—Ya veo… Te pido una disculpa, hasta ahora te veía como un tonto, pero veo que me equivoqué.
Curiosamente yo pienso lo mismo de ti.
—Antes de que pierda el habla, déjame decirte que me caíste bien, no muchos aventureros entienden lo que significa "ser un hombre" y tener orgullo como tal. De verdad lamento mucho esto.
Supongo que se sigue creyendo esa excusa que inventé para negar su ayuda esta tarde.
Sus brazos, sus piernas, su pecho, todo su cuerpo se tensó y se hinchó de golpe sin romper su ropa. Pelos crecían de toda su piel, sus orejas se habían estirado mientras su rostro se deformaba, formando un hocico babeante de grandes colmillos, tanto como sus filosas garras de manos y pies, los cuales se volvieron más delgados. Se había convertido por completo en un hombre lobo.
En medio del frío ambiente, mientras la luna iluminaba la calle, descansó sus manos en la tierra esperando atacar, en lugar de correr hacia mí directamente.
—E-escucha, esto es muy innecesario. Si te soy sincero, ese tipo no me caía bien de todos modos. Creeme que te puedo guardar el secreto, de-de verdad.
No me hizó caso y comenzó a acercarse.
Supongo que no me queda de otra, debo pelear y aguantar hasta que alguien venga.
Desenvainé mi daga y comencé a retroceder igual de lento de lo que él se acercaba.
Piensa con detenimiento. Obviamente tiene una gran fuerza, no puedo dejar que me atrape, también están sus garras de pies y manos, podría atravesarme con ellas. Su hocico es muy grande, tanto que podría arrancarme el cuello de un mordisco. En resumen, no debo permitir que se acerque…
Sin dejarme pensar en mi estrategia, Kreed se acercó a mí a gran velocidad y, cuando intenté defenderme con mi daga, él la hizo pedazos con sus garras antes de rasgarme el pecho con ellas; lo siguiente que vi fue el cielo sobre las nubes mientras soltaba gritos de agonía y mis brazos cubrían mi herida.
Era imposible considerar esto una pelea, literalmente me sentía como una presa siendo atacada por un depredador.
Me encontraba en el suelo desangrandome. Él estaba parado frente a mí y parecía estar a punto de acabar con esto.
Cerré los ojos y al abrirlos, Kreed tenía varios cristales de hielo enterrados en su brazo y torso, haciéndolo aullar de dolor mientras gruñía a su atacante quien tenía más cristales de hielo flotando a su alrededor apuntando hacia él.
—Siento decírtelo, pulgas, pero estoy en la obligación de proteger a ese chico. No me gusta para nada la sangre de licántropo, así que, ¿te puedes marchar? Gastar energía en algo que no es comida es absurdo.
Al terminar de hablar, Kuroki extendió su mano a Kreed lanzando los cristales, obligándole a alejarse de mí y terminar huyendo.
Seguramente pensó que alguien podría venir por el ruido y decidió irse por el momento.
Yo seguía desangrándome en el suelo, poco a poco iba cerrando los ojos.
—Oye, te puedo hacer daño, ¿verdad? Todo el daño que quiera, ¿está bien?
Me preguntó Kuroki al acercarse a mí.
¿Qué está diciendo esta adicta a la sangre en un momento así?
—Haz lo que quieras… de todas formas voy a morir…
Finalmente cerré los ojos por completo.
⌠Parte 4⌡
¿Ya morí? Mierda, no quiero que Radock me torture el resto de la eternidad.
Pensé antes de abrir los ojos.
Desperté sobre una mesa de madera en una habitación un poco extraña.
A un lado había una zona con tubos de ensayo y demás herramientas químicas. Al otro lado veía una cocina con un refrigerador y todo.
Arriba, en el segundo piso, había una gran biblioteca con estanterías repletas de libros que rodeaban toda la habitación. Por último, entre las estanterías, había una ventana con algo debajo, pero no conseguía ver desde mi posición.
¿Radock quiso remodelar?
—¿Qué tanto ves, fenómeno?
Kuroki me veía parada a mi lado.
—¡Ah! ¡¿Q-qué haces aquí?! ¡¿Qué hago aquí?! ¡¿No había muerto?!
—Tranquilo, te traje a mi casa para tratarte. No moriste por poco.
¿Cómo qué por poco?
—¿Entonces solamente quedé inconsciente?
—Yo no diría solamente. Quedaste en coma por tres días. Perdiste mucha sangre y recibiste mucho daño, afortunadamente te apliqué los conocimientos de… esos libros.
Apuntó a su biblioteca orgullosa mientras veía cómo caía una gota roja de su labio.
—Oye, ¿perdí mucha sangre? ¿No será que me la has estado chupando?
—Me permitiste hacerte todo el daño que quisiera, no desaprovecharía la oportunidad.
Y lo confiesa sin problemas.
—A decir verdad, es un alivio, creí que en verdad estiré la pata. Oye, ¿qué pasó con Kreed? Esto… el hombre lobo.
—No he sabido de él.
—Ya veo.
—¿Qué pasa? ¿Querías que lo matara? Seguro quedaste dolido por la brutal humillación que recibiste.
—No en realidad, solo sentía curiosidad.
Claro que estoy molesto con él, pero tampoco es que haya quedado dolido o me ahogue en rabia por matarlo, al fin y al cabo lo que hizo lo veo como un acto de desesperación, no es muy diferente a lo que yo hice.
Aún así debo deshacerme de él de una u otra forma, de lo contrario me matará.
—Oye, ¿esos libros son todos de medicina?
—No, son también de historia, ciencia, magia, biología y alguna que otra novela, ¿te interesan?
¿Dijo magia?
—Veo que sí. Adelante, lee cuanto quieras. Con lo tonto que eres seguro te viene bien.
Me levanté de la mesa ignorando su comentario y fui a las escaleras de mano, pero cuando empecé a subir sentí un gran dolor en el pecho antes de soltar un fuerte grito. Caí al suelo.
—Maldición…
—Veo que se abrieron tus heridas, será mejor que no te esfuerces demasiado.
—Ya me di cuenta. Pasame unos libros, ¿quieres?
Kuroki se veía bastante irritada, sin embargo me hizo caso muy de mala gana.
Vaya…
Aunque suele ser bastante arrogante, es innegable que es muy atractiva, por lo que fui incapaz de no disfrutar la vista de sus prominentes curvas cubiertas de pantimedias grises bajo su vestido blanco y rosa.
Una burbuja de agua salió de su mano y cayó en mi pecho, haciendo que mi herida ardiese y yo gritara de dolor.
—¿Qué libros quieres, fenómeno?
Me las pagarás, maldita…
—Eh… Cualquiera, sobre todo de magia.
Comencé a leer los libros que Kuroki me lanzó.
El primero que tomé era uno de tapa roja y finas líneas decorativas, pero no contaba con título en la portada ni en el interior, así que solo empecé a leerlo.
Al parecer trataba del Soberano Demoníaco, sus guerreros, sus formaciones, el héroe que lo derrotó y demás. Lo leeré más tarde. Tomé otro libro al dejar el anterior a un lado.
Estuve leyendo durante horas cada uno de los libros que me dio Kuroki sin darme cuenta. Pude leer de la magia y aprender un poco de esta, como que los cristales de hielo que ella lanza son Magia de Creación, que consiste en crear elementos no minerales y darles forma y órdenes. Otros tipos de magia son la Magia de Maldición y Magia de Ilusión, pero no leí mucho de ellas.
—¡¿Ya es de noche?!
—¡Ah! ¿Que…? Me quedé dormida.
Kuroki estaba en la cocina bebiendo lo que parecía un té y se durmió en la mesa. Aparentemente no tenía una dieta exclusiva de sangre.
Algo avergonzado le pedí que me acompañara a la ciudad ya que no sabía llegar por mi cuenta, a lo que aceptó a regañadientes.
Finalmente llegamos a la posada. Por suerte no era noche de luna llena, por lo que si me encontrara con Kreed podría tener una posibilidad de sobrevivir mayor a la anterior.
Me despedí de Kuroki y llegué a la posada sin problemas.
Al fin puedo descansar, aunque, ¿por qué estoy tan cansado?
Sin darle importancia, me acosté en mi cama cómodamente y me dormí.
O eso me gustaría decir.
—Hola.
—Ho-hola.
Kreed estaba en la esquina de la habitación con un cuchillo pequeño, seguramente no quiere hacer mucho ruido, por lo que no lleva su gran espada.
—Quiero decirte que esto no es nada personal, de verdad me caes bien.
Es lo mismo que dijo la otra noche.
—Escucha, esto es en serio muy innecesario. ¿Como te puedo convencer de que no le diré a nadie de tus asesinatos?
—No puedes, mi única opción es matarte.
—Pero escucha, miralo de esta forma. Justo ahora solo me puedes matar con ese cuchillo, en lo que tardas en llegar de ahí hasta donde estoy, me da tiempo a gritar y que el que tenga que venir que venga y te vea.
Se quedó en silencio ante mi amenaza.
—Ahora, si te vas y vuelves mañana, y me das la oportunidad de convencerte, te demostraré que puedes confiar en mí.
—¿Y… cómo lo harás?
—Algo se me ocurrirá, pero, ¿qué otra opción tienes?
—V-volveré mañana.
Saltó por la ventana y, aunque no pude ver bien su rostro, parecía muy decaído.
¿Ya se fue? Maldición, no podré dormir en toda la noche.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro