¿Ir a visitar la tumba de sus seres queridos? ¿Ir a un lugar que generalmente esta vació y todo el ambiente es deprimente? ¿Un lugar que solamente te hace recordar que estas solo? ¿Un lugar que por más que quieres, sabes que no podrás abrazar a aquellos cuya perdida te ha marcado? Eso sería como si volviera a revivir el momento en el que les quitaron la vida a ellos... momento que Dylan no quiere recrear.

Analizaba una y otra vez lo que su amigo le había dicho... ¿Realmente estaba listo para ir a ver aquellas lápidas que no solamente tienen el nombre de sus más grandes perdidas, sino que también tiene la fecha de los días más oscuros y que contribuyeron mucho en lo que ahora es? ¿Tenía las agallas de confrontar esos recuerdos? ¿Podría? Ahora mismo no soportaba recordar el sonido de las balas y mucho menos los cuerpos exánimes.

Suficiente tenía con soñarlo a lo largo de su vida y al hacerlo despertar sudando, con varias lagrimas acumuladas en sus ojos y una muy fuerte opresión en el pecho que a veces no le dejaban respirar, simplemente lo hacían una tortura.

Pero más que nada sentía que el no merecía estar ahí.

Simplemente no lo merecía.

Justamente por ello es que no había ido en poco más de 14 años.

Pero... ¿Y si ese maldito Japones tiene razón? ¿Y si es una forma para afrontar su más grande trauma?... ¿Eso ayudara para que supere su miedo a la soledad? ¿O lo empeorara?

Tenía tantas preguntas que rondaban en su cabeza y hasta el momento ninguna tendría respuesta.

Estaba acostado en su cama mientras miraba el techo blanco de su habitación, como si en este estubieran las respuestas que calmarian su inquietud. El sonido acompañado de una vibración llamo su atención así que saco de su bolsillo aquel aparato del que provenía el ruido que interrumpió su pequeña interrogación que lleva poco más de 5 días abrumandolo.

Miro la pantalla de su teléfono el cual había sonado nuevamente, era una notificación de alerta, se levanto rápidamente de la cama y se acerco a su escritorio donde procedió a prender su computadora.

—Sabia que ese estupido programa de seguridad no serviría para nada.-susurro con el ceño levemente fruncido.

Movía sus dedos en el teclado de forma rápida, tenía su vista fija en la pantalla la cual se había tornado negra y solo se lograban apreciar algunas letras acompañadas de signos y varios números.

—Eres extraordinariamente hábil, Sombra.-murmuró.

Después de algunos minutos soltó un suspiro antes de recargarse en el respaldo de su silla.

Cerró los ojos mientras trataba de relajar sus manos.

—No puedo seguir así.-dijo desganado antes de soltar un pequeño gruñido– En cualquier momento van a hackear otra vez a Athena y será un verdadero problema...

Recargo su brazo izquierdo en su pierna mientras recargaba su mandíbula en la palma de su mano, pensando detenidamente.

—La información de Esmeralda esta muy bien resguardada, aunque se infiltre en el sistema de Athena no encontrara nada... pero, los demás agentes tienen una gran posibilidad de que obtengan su información...

Se levanto bruscamente de su asiento y cerro los puños.

—Si tan solo hubiera alguna maldita forma de recrear el programa que Esmeralda y yo tenemos todo sería más fácil... carajo.

Miro una foto que tenía en su mesa de noche, se sentó en la orilla de su cama mientras tomaba la fotografía en sus manos.

—¿Por qué tuvieron que ser tan importantes para ti esos agentes?.-cuestiono con una mirada triste.

Acarició su entrecejo antes de soltar un suspiro y volver a colocar la fotografía en su lugar.

Él sabía cuan importantes eran los agentes de Overwatch para su amiga, desde pequeño lo sabía...

Sabía que Esmeralda les había tomado un gran cariño principalmente por que Gabriel Reyes le había salvado la vida, algo a lo que él le estaba agradecido... la segunda razón es que ellos fueron su más grande inspiración para entrenar pues ella quería seguir los pasos de Gabriel Reyes, y tercero, admiraba a aquellos héroes que daban su vida por salvar a más personas.

Recordó cuando Esmeralda se había parado de forma repentina y espontanea para acercarse a la televisión y ver a los primeros agentes de Overwatch dando un discurso, solo que Jack Morrison, Ana Amari y Gabriel Reyes eran los que más destacaban, tal vez por el hecho de que eran los que estaban comenzando con el programa de Overwatch. La vio tan alegre y con una gran sonrisa mirando atenta el televisor que todo el odio que les tenía en ese entonces se desvaneció... ver ese brillo en los ojos de su amiga fue inigualable, claro que ella siendo una niña de 7 años se veía realmente tierna, pero no solo eso, se veía tan llena de vida, tan... inocente.

No tuvo muchos recuerdos felices de su niñez, pero ese es uno de los que más adora, ver la sonrisa de Esmeralda lo llenaban de alegría, era una sonrisa única sin nada de hipocresía, no, simplemente una sonrisa sincera. Para él, esa simple línea curveada era suficiente para tener un motivo por el cual seguir.

Desde muy pequeño prometio que no permitiría que la sonrisa y carisma de Esmeralda nunca se apagaran.

Ciertamente ella era la vela que alumbraba su obscuridad y haría hasta lo imposible con tal de que no se apagase.

Sonrió levemente y se levanto nuevamente para ir a su escritorio.

—Ay madre... ¿por que no pude hacer otra copia de tu sistema de seguridad?.-susurró.

Entro a una configuración cuyos términos eran muy complicados, inclusive teniendo conocimiento del lenguaje informático no era nada fácil comprenderlos.

Miro el suelo y entre cerro sus ojos antes de soltar un suspiro cansado.

—Todo sea por ti Cookie...

Levanto la vista y comenzó a "transladar" aquel programa a el sistema de Athena.

Ahora nadie podría infiltrarse...

Se levantó de forma desanimada y salió de su habitación dejando su celular arriba de su cama.

Tomar esa decisión fue extremadamente arriesgado.

Ahora realmente estaba en peligro.

¿Por qué? La respuesta es muy sencilla:

Aquel programa protegía su información, mensajes, fotografías e inclusive su cuenta bancaria. Ahora literalmente estaba desprotegido.

Él estaba consciente de ello, estaba consciente de que Sombra lo había estado investigando y al hacer eso sabía que le estaba brindando su información en bandeja de plata.

Parecía que todo para él se había ido al diablo.

Y tal vez así sea, esa decisión cambiara muchas cosas... ¿tal vez para bien? ¿Tal vez para mal?

(...)

Mientras el estaba recostado en una colchoneta, cierta hacker acababa de regresar de la cafetería.

Estaba algo agotada y comenzó a maldecir por lo bajo a su "jefe" a ese hombre alto, moreno y amenazante pues acababa de tener una pequeña riña con él.

¿Por qué tenía que ser tan resentido?

Nuevamente habián discutido por Reaper, Doomfist seguía aferrado a la idea de que era un traidor, en parte tenía razón, pero el punto que Sombra respaldaba para negar dicha idea era que Reaper nunca tuvo un mando como tal.

Pasaron varios minutos con el mismo tema hasta que Doomfist le ordeno que volviera a infiltrarse al sistema de Athena, algo que la hacker hizo de mala gana.

Las cosas estaban siendo demasiado fácil y eso hizo que frunciera un poco el ceño ¿Por qué Crow estaba demorando demasiado en deshabilitarla?

Justo cuando se había indignado a sacar la información vio como su acceso fue denegado y su usuario bloqueado. Sonrió, sabía que Crow la sacaría puesto que en los anteriores intentos siempre terminaba deshabilitandola.

Ante la insistencia del moreno, Sombra tuvo que tratar nuevamente solo que esta vez se vio sorprendida.

Algo había hecho Crow que simplemente no podía acceder, no lograba comprender dichos términos que estaban ahora, eran extremadamente complejos.

Intento varias veces, pero simplemente no podía ¿Cómo es que logró conseguir un programa como ese?

Comenzó a sentirse abrumada así que hizo desaparecer las pantallas en las que trabajaba y tomó un café ignorando los llamados de su jefe.

Tomo asiento en su cama y cerro los ojos.

—En mal momento tuviste que irte Gabrielito.-dijo desanimada.

Dio un sorbo a su café para después dejar la taza en su mesa de noche y así recostarse.

Estar en Talon no había sido para nada sofocante, pero ahora que no tenían a un elemento fundamental las cosas eran muy complicadas, pero aún así no quería irse. Si bien no le tenía miedo a Talon, quería proteger a Gabriel.

Ahora mismo pensaba que estaba en la caricatura de Tom y Jerry, ella por el momento era aquel gato que recibía el nombre de Tom puesto que ese personaje "odiaba a Jerry y quería cazarle" pero la realidad era que le protegía para que otro gato no matara a aquel ratón que se había vuelto su amigo.

¿Qué ejemplo tan maduro, no?

Soltó un suspiro y se recostó de lado, de tal forma que miraba la puerta.

Si, la vida en Talon se término volviendo aburrida.

Estiro su brazo e hizo aparecer una pequeña marioneta con la forma de aquel mercenario que hasta ahora estaba causando bastante controversia en Talon.

Una leve risa se escapo de sus labios.

Le hubiera gustado que Reaper se quedará más tiempo o que simplemente no hubiera decidido quedarse con Overwatch.

Miro unos segundos su marioneta.

Si.

Le extrañaba, se divertía molestandolo y al hacerlo su estadía en Talon no era aburrida.

Necesitaba distraerse de otra forma, pero Doomfist estaría molestandola... Pero ¿por que hacer caso? Nadie le había dicho que debía de hacer a lo largo de su vida, ella hacía lo que se le diera la regalada gana.

Si iba a encontrar como distraerse.

Lo haría sin que nadie se interpusiera, no lo permitiría ¿Por qué Talon debía darles ordenes ahora? Ella hacía lo que la beneficiara.

Así que ahora, le llamaba la atención molestar a Dylan Cruz ¿Por qué específicamente a él? Porque era una persona misteriosa y, para ella, tal vez sería fácil manipularlo, sin contar que estaba segura de que ese diseñador tenía cierta paciencia, algo que sería más divertido si lograba sacarlo de quisio.

Se enderezó con las intenciones de hacer aparecer nuevamente sus pantallas para investigar otra vez a Dylan, pero el sonido de la puerta abriéndose la interrumpio.

—¿Ennuyeux? (¿Molesto?).-pregunto la francesa asomando parte de su rostro por la pequeña abertura.

—Na, ya entra wey.-contesto Sombra.

Widowmaker se abrió paso mientras miraba a los lados antes de cerrar la puerta.

—¿Sabes? Nunca supe por que decías esa palabra.-comentó la ojiamarillo señalando la silla que estaba cerca del escritorio obteniendo un asentimiento por parte de la hacker así que tomo asiento.

—¿Cuál? ¿Wey?-preguntó Sombra.

—Oui (si).

—Se puede decir que Wey es una forma de hablar con tu compa, o hermano, amigo o como quieras llamarle.

—Lo dices en diferentes ocasiones y no hay a quien.-comento la francesa.

Sombra chasqueo la lengua y soltó una ligera carcajada.

—Bueno, es que en México, wey se usa en muchas cosas... "¡Ay wey!" Sirve como una forma de quejarte que te duele algo o alguien te espanta, "No seas wey" es una forma de decirle a alguien que esta equivocado o va por mal camino, entre otras combinaciones de palabras que no voy a decir por que están subidas de tono y me sería complicado explicarte, es como si quisiera explicarte los diferentes términos que tiene la palabra madre para los mexicanos, puede ser tanto una ofensa o simplemente una palabra casual ¿comprendes mendez?

No muy segura Widowmaker asintió, es seguro que nunca comprendería en totalidad el lenguaje mexicano.

—A todo esto ¿por qué viniste?.-preguntó Sombra al percatarse de la cara de confusión de la ojiamarillo, sería complicado hacer que entendiera.

—Ah, solo quería hablar.-respondió la francesa.

—¿ok? Como que ya le agarraste gusto.-comentó la hacker con una sonrisa– Dime ¿ya tienes planeado cuando vas a ir a la tumba de Gerard?

Widowmaker asintió en respuesta pero estaba un poco desanima.

—Si, sera en unas 2 semanas, mañana a primera hora saldré de misión con Doomfist y Sigma, de eso ya estas enterada, pero así sirve que ellos llegarán algo agotados y no me estarán vigilando.

—No entiendo, ellos nunca te vigilan, literalmente tienes ganada su confianza, así que no tendrías de que preocuparte. Imagínate como estoy yo, me tienen vigilada las 24 horas, solo que son tan imbéciles y en un par de segundos hago lo que quiero.

Widowmaker soltó una carcajada y eso sorprendió a Sombra quién sonrió de lado, era extraño ver a la ojiamarillo comportarse así.

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Espero que les haya gustado, realmente lamento la demora, pero si es una friega esto de las clases virtuales, tratare de actualizar un poco más rápido...

Gracias por leer.

Capitulo publicado: 12/09/2020