Ya habían pasado ¿2 o 3 días? Desde que Esmeralda había sido aceptada en Overwatch.

Dylan estaba sentado boca abajo en su sillón mirando su reflejo en la pantalla apagada de su TV.

En el transcurso de esos días, todo fue aburrido. Diseñaba su cómic que en un par de meses o semanas publicaría, recibía mensajes y propuestas de ciertas compañías ya sea de modelaje o cualquier otra.

También recibía mensajes de quienes querían solicitar el "servicio"... rechazaba, en algunos casos lo amenazaban o simplemente le advertían, algo que no le quitaba el sueño pues no era nada nuevo.

Tomó su teléfono y miro la ultima conexión de Esmeralda... apenas pasaron unos días desde que se fue y siempre se sentía agotado y desanimado.

Quería mandarle un mensaje, pero no podía... ella estaba entrenando y es seguro que no le respondería... no al menos hasta que comenzara a atardecer... tal vez aun más tarde.

Se levantó sin muchos ánimos y fue a la cocina, tomó un panquesillo que había comprado hace unas horas. Lo miro unos segundos, no estaba acostumbrado a comprar comida ya preparado pues generalmente él y Esmeralda preparaban su propia comida y aperitivos.

Levantó los hombros y le dio un mordisco... si, prefería preparar sus propios aperitivos, es decir, no estaba tan mal como imaginaba, pero no tenía... ¿cómo explicarlo? No tenía ese toque de ¿dedicación?

Tal vez era algo absurdo, pero para él, un postre representa bastante, en el muchas veces se puede apreciar la dedicación y ¿cariño? Con el que fue preparado... cerro los ojos y recordo una de las últimas charlas que tuvo con Sebastián.

"Por más recetas que tengas, si no tienes dicha inspiración y dedicación el postre o cualquier comida no sabrá igual, esa es la diferencia entre un producto ya procesado y una comida hecha en casa... aunque si necesitamos buenos ingredientes ¿se imaginan un aperitivo hecho con cosas caducas?".

Una pequeña sonrisa involuntaria hizo aparición al recordar como él y Esmeralda hicieron una pequeña cara de asco al escuchar la pregunta de Sebastián... recordó como aquella cocina se lleno de risas y como después de unos minutos estaban con harina en la cara y ropa.

¿Por qué?

¿Por qué ahora tenía que recordar eso?

¿Por qué demonios tenía que hacerlo?

¿Por qué ahora que esta sufriendo su más grande miedo?

No le gustaba hablar sobre como se sentía ante la perdida de sus seres queridos, evitaba hablar del tema con Esmeralda, no le gustaba....

No.

No se sentía listo para hablar de eso.

No podía superar la muerte de aquellos seres queridos.

No podía...

Superar esas perdidas implicaba confrontar los recuerdos que más de una vez lo han atormentado cuando duerme.

No lo quería recordar... no quería recrear ni el sonido de aquel dia, ni el cuerpo de sus padres... Sebastián... Adrián...

Simplemente no podía...

Se mostraba algo entusiasmado cuando Esmeralda comentó que dejarían de ser Zk y Crow, la razón de ello la tenía muy oculta y dada a su personalidad, ni Esmeralda se lo hubiera pensado y menos por que:

Él, era uno de los asesinos a sueldos más buscados.

Él, era un personaje cuyo nombre era pronunciado por muchas personas y algunas veces les ocasionaba un escalofrío (aunque no tanto como pronunciar el nombre del mercenario Reaper).

Él, era alguien extremadamente hábil al hackear.

Él, era alguien que sabe ocultar su personaje a la perfección aunque su nombre real es reconocido a nivel mundial.

Él era Crow.

Crow y Zk, los asesinos a sueldo más buscados y por quienes pagan hasta billones vivos o muertos. Ocasionaban algunas masacres las cuales se volvían tendencia en las noticias, en los solovideos y en más plataformas digitales en cuestión de minutos.

Si.

Ese asesino de quien la mayoría teme, respeta y evita, odiaba las balaceras, odiaba el sonido de los tiroteos, odiaba el sonido de los cadáveres al caer al suelo, odiaba los gritos... ciertamente odiaba matar.

Eso era algo disparatado, simplemente absurdo y más por que desde los 10 años ha estado haciendo aquellos trabajos.

Literalmente los mejoraron para hacer ese tipo de trabajos.

Antes no lo veía mal... pero ahora que esta solo sus miedos están apareciendo.

Ya no están ocultos en lo más profundo.

No.

Ahora también lo comienzan a atormentar.

Su cuerpo comenzó a temblar levemente, algo que no le gusto pues sentía la necesidad de llorar.

Recargo su espalda en una de las paredes de la cocina y se dejo caer lentamente hasta que finalmente estaba en el suelo.

Se sentó y abrazo sus rodillas mientras escondía su rostro en ellas y, aunque lo evito, varias lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas pero la mayoría eran absorbidas por su pantalón de mezclilla.

Un sonido proveniente de su teléfono le llamo la atención así que levantó levemente la mirada para ver la mesa.

Sin muchas ganas se puso de pie y se acercó para ver quien llamaba. Al darse cuenta lo tomo rápidamente ente sus manos y contesto.

—¡Hola Cookie! ¿Qué sucede?.-preguntó con entusiasmo mientras secaba las lagrimas con la manga de su playera negra.

—¿Qué? ¿Acaso no puedo llamar a mi brother?

Escuchar las palabras y el tono burlón de Esmeralda lo hicieron sonreír.

—Pues como ahora eres una heroína de Overwatch no creo que puedas llamarme así como así.-respondió irónicamente.

—Me ofendes poste.-comentó la ojiazul– Que ya no podamos hablar como antes no significa que dejare de hablarte bobo, algunas veces necesito estar entrenando y ya tu sabes, trató de llevarme bien con los demás, en especial con Reaper.

—Cierto cierto cierto, pero aun así me pega que ya no me hables, o al menos hasta la noche.-comentó con la mirada decaída.

—Tratare de que eso ya no pase, la verdad no puedo asegurarte nada... como Reaper, Ana, Jack, Winston, Echo y Baptiste fueron de misión tengo más tiempo libre, bueno, si no me equivoco regresan hoy en la noche.

—¿Cuánto tiempo llevan de misión?

—Salieron desde que prácticamente les mandaste las ubicaciones de los que nos amenazaron, así que si mis cálculos no me fallan, llevan ¿3 días?

—No creí que fueran a buscar aquellas ubicaciones, me alegro... pero eso significa que apenas hoy tuviste tiempo para hablar ¿Qué ocurrió?

—Bueno, digamos que finalmente experimente lo que se siente que se te disloque algo.-respondió con gracia Esmeralda.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que te dislocaste algo?! ¡¿Que fue lo que ocurrió?!.-cuestiono un poco alarmado.

—Calmado, me disloque el tobillo.-contestó la ojiazul– Estaba compitiendo con Hanzo y Genji para ver quien de los 3 trepaba más rápido, pero cuando pase el muro, al momento de aterrizar se me atoro el tobillo en un agujero, perdí el equilibrio y caí, sin embargo, Mercy estaba ahí así que termino curandome y ahora puedo caminar normal solo que estoy usando una venda.

Escuchar esa pequeña historia hizo que Dylan se relajará y soltara un suspiro.

—Lo bueno es que Mercy estaba ahí... déjame adivinar, como te dislocaste el tobillo te obligaron a ya no hacer algo más.-dijo con burla.

—Exacto, que comes que adivinas.-comento divertida– Bueno, ahora que yo he dicho lo que me ha pasado, quiero que me digas ¿qué es lo que has hecho? ¿cómo has estado?

Dylan se quedo pensando, no quería que le preguntara eso.

—Tu tranquila, estoy bien digo, no es como si no me hubieras hablado desde hace semanas.-respondió con un pequeño toque de gracia, aunque realmente estaba decaído– Pues estoy trabajando en algunos diseños y en un pequeño cómic digital, sin contar que obviamente he estado entrenando.

(...)

Otra vez estaba acostado en el piso de la sala mirando el techo, aunque trataba de evitarlo, no podía dejar de pensar que estaba solo.

Hablar con Esmeralda lo ayudo a distraerse los minutos que la llamada duro.

Necesitaba hacer algo para distraerse.

¿Pero qué?

No tenía ganas de continuar con su cómic, nuevamente no estaba de ánimos.

Los recuerdos que comenzaban a aparecer nuevamente en su mente lo estaban artando.

¿Por qué después de tantos años tuvo que volver a recordar eso?

—No puedo con esto.-susurro.

Se levanto y tomo su teléfono para después salir del departamento.

Comenzó a marcar a un algún contacto que tenía mientras caminaba a la salida del gran edificio.

—¿Dylan?.-se escuchó una voz un poco grave.

—Kaosuke.-dijo el ojiverde.

—¡Vaya! ¡Que milagro! Eres un maldito, no me has hablado desde hace ya un largo tiempo ¿Acaso te olvidaste de mi?

—¿Estas de coña? ¡Claro que no idiota!.-dijo con gracia mientras algunas carcajadas se le escaparon– Tu sabes como es esto y el otro... pero tu que me dices ¿tanto trabajo te costaba marcarme?

Escucho como Kaosuke comenzaba a reír... ese tipo tenía la habilidad de hacerlo reír.

—Tienes tu punto desgraciado.-comento con gracia el japones– ¿Sabes? Creo que extrañaba tus cambios de acento, hablas como mexicano y de repente se te sale lo español, eres bilingüe.

—Ha ha ha, se que lo dices con sarcasmo en esa parte, porque realmente soy políglota al igual que la gremlin, dejando de lado eso, yo creo que también extrañaba escuchar tu intento de Español, pero veo que ya puedes pronunciar un poco más la "r" ahora si podrás decirme que te respete en vez de que te gespete.

—No se por que sabia que dirías eso... por cierto ¿Y Esmeralda? No me ha venido a saludar, lastima mis sentimientos.

Desvió la mirada y la sonrisa que tenía se comenzaba a borrar ¿enserio tenían que preguntar por ella?

—Ah, no creo que te venga a saludar.-comento decaído.

—¿Por qué?.-pregunto Kaosuke algo extrañado.

—La aceptaron en Overwatch, así que no creo que puedan hablar por un tiempo.

—¡¿Qué?! ¡La aceptaron en Overwatch!

—Exacto ¿acaso ya no entiendes español?.-dijo el ojiverde en un tono burlon.

—Ha ha, si entiendo tu idioma no creo que se me complique el español.

—¿Entiendes el idioma de los imbéciles? Eso significa que tu también eres uno.

Al terminar de pronunciar esas palabras las carcajadas por parte de ambos no tardaron en aparecer.

Pasaron unos minutos hasta que comenzaron a relajarse, vaya que si extrañaban hablar.

—Literalmente te acabas de insultar.-dijo Kaosuke tratando de recuperar el aire.

—Wow, en serio, no me digas fíjate que ni me di cuenta.-comento irónicamente Dylan antes de dejar salir algunas carcajadas más.

—Si que eres un idiota.-añadió con gracia el japones– Lo que quería decir era ¿En serio la aceptaron con sus mejoras? ¿No esta en peligro de que la descubran? ¿Cómo van a ocultar sus misiones a Overwatch?

—Esperate tantito, relaja la raja no hay que ir con prisas; Primero, si la aceptaron con sus mejoras, de hecho fue por ellas y por sus habilidades que la colocaron con los agentes de primer mando o algo así me dijo ella; segundo, si corre bastante riesgo de que la descubran pero ya sabes como es ella de aventada y tercero va a pedir permiso para salir a reunirse con su "novio" solo por un determinado tiempo antes de que dejemos de hacer esas misiones.

—Osea que ya forma parte de Overwatch.-comento Kaosuke.

—Si, así es.-contesto desanimado Dylan.

Su tono de voz demostraba lo que ahora sentía, tristeza y de eso se percato el Japonés.

—Sigues sin contarle ¿cierto?

El ojiverde se quedó callado y miro el piso.

—¿Por qué no le dices como te sientes realmente? Tu sabes que no puedes seguir ocultandolo y menos a Esmeralda.

—No, no pienso hablar de eso con ella, suficiente tiene con sus pesadillas...

—Dylan, el más grande miedo que Esmeralda y tu tienen es a la soledad, ninguno de los 2 puede con ese miedo.

—Claro que si, yo veré como me las arreglare para superarlo.

—¿Y qué piensas hacer si te da un ataque de pánico?

Silencio.

El ojiverde no sabía que contestar, hace unos días estaba a punto de sufrir uno... pero ¿Qué pasara si lo sufre realmente?... odiaba que Kaosuke tuviera razón.

—Realmente no tienes por que preocuparte ¿si? Yo se que ya me las arreglare, no pienso tocar ese tema ahora que ella esta disfrutando de su sueño de estar en Overwatch.

—Ese es el problema, nunca hablaron del tema así ninguno de los 2 podrá superarlo, siguen con su duelo pero algo que aun no quieres ver es que esos recuerdos no pararan de molestarlos hasta que los enfrenten.

—¡¿Qué coño quieres que haga?!.-pregunto el ojiverde con la voz quebrada y con lágrimas que dejaban un rastro en sus mejillas– No puedo hablar del tema ¿okey? No puedo... no puedo... no puedo si quiera hablar de eso... no quiero recordar las suplicas de mis padres, sus cuerpos inmóviles, el cuerpo de Sebastián en el piso y las últimas palabras de Adrián... no puedo.

Cuando termino de hablar varios sollozos comenzaron a escaparsele... odiaba sentirse así... sentirse vulnerable... débil.

—Dylan... al tratar de ocultar esos recuerdos te estas haciendo más daño, aumentas tu propio miedo...

Kaosuke tenía razón... pero Dylan no sabía como afrontar esos momentos que lo marcaron...

—Ve a verlos.-dijo el japones– Ve a ver sus tumbas...

¿Ir a ver sus tumbas?

¿Aquellas que ni él ni Esmeralda han ido a ver hace años?

¿Aquellas que les recuerdan lo duro que fue la vida en su niñez?

¿Aquellas que les recuerdan las muertes de sus seres queridos?

Pero lo más importante...

¿Realmente merecía estar ahí?

Es una pregunta que indagaba por su cabeza... sus padres y tíos buscaban erradicar con los crímenes... y al final se había convertido en un asesino a sueldo, y no cualquier asesino, sino que uno de los más buscados en el mundo...

♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•♤•

Espero les haya gustado el capitulo, lamento la demora pero realmente los trabajos y clases virtuales son una verdadera carga... tratare de actualizar un poco más rápido.

Gracias por leer.

Capitulo publicado: 8/10/2020

Capitulo editado: 02/11/2020