Capítulo 49
Noah
Acabo de liberar todo lo que tenía bien guardado. Logan no ha hecho ningún comentario borde al respecto, y le agradezco rotundamente.
—Puedes vivir ángel. No necesitas la aprobación de nadie
—No es tan fácil— admito
—Menuda forma de celebrar nochevieja— dice en tono burlón, tratando de amenizar el ambiente. Logra sacarme una sonrisa y me seco las lágrimas que acabo de derramar. —¿Qué haces en nochevieja?— me pregunta con interés.
Pues a estas alturas estaría limpiando y arreglando la casa con Carmen, luego cocinaríamos para recibir el año, junto a las doce uvas. Al anochecer me obligaría a usar un vestido y me maquillaría y peinaría. Apuesto que hubiera invitado a Jake, y estaría toda la noche escuchando sus aburridas charlas.
—Nada interesante ¿qué haces tú? — le pregunto de vuelta
—Salir a una fiesta o emborracharme. O ambas—dice como si fuera lo más normal del mundo.
—¿No cenas con Martha, Jorge y Megan?— le pregunto. Se limita a negar con la cabeza y no dice más. —Deberías ir. Puede ser una buena excusa para que te reconcilies con Megan y Martha— le ánimo. Me mira con desdén.
—Supongo— dice dudoso mientras se rasca la nuca.
—Toda saldrá bien— musito. Sé que no está convencido, pero también sé qué extraña mucho a Megan. Aunque no lo admita.
—Vale...— confirma desganado.
—Sera mejor que me marché, pronto deberás ir a casa a de tus abuelos
—No, quédate por favor. Ven conmigo a la cena— me sorprendo rotundamente y busco en su rostro algún atisbo de broma. —por favor— repite
—No quiero ser una intrusa
—No quiero ir solo— en su tono de voz noto desesperación y no encuentro el motivo. Solo es una cena con sus abuelos y Megan.
—Vale...— accedo
—¿En serio? — me pregunta esperanzado. Afirmo con la cabeza y me sonríe de medio lado.
—¿Qué debo usar? — pregunto
—No sé, un vestido quizá— me dice. Lo miro con sorpresa y él se encoje de hombros.
—¿Vestido? ¿la cena no es en casa de Martha?
Yo suponía que sería algo sencillo.
—No, la cena es en la casa de una tía, ahí se reúne toda la familia
<<¿toda la familia? Es una broma ¿no?>>
—No creo que deba ir. Parece algo muy intimo
—No iré si tu no vas. No puedo asistir sin tu presencia
Para asistir tengo varios puntos en contra:
1. No tengo nada elegante que usar
2. Nadie de su familia me conoce salvo sus abuelos y hermana
3. Estoy nerviosa a mas no poder
4. Mi madre va a estallar en furia cuando no me vea en casa
—No tengo nada que usar— me excuso
—Aún falta medio día, podemos ir a comprar algún vestido— me dice con la sonrisa en la cara.
Minutos después estamos camino al centro comercial. Debo admitir que accedí gracias a su astuta persuasión en mi contra. El muy condenado sabe cuáles son mis puntos débiles. Pero ¿Quién no se vende por pomos de Nutella? Yo sí.
Entramos a algunas tiendas de vestidos. Logan está refunfuñando desde hace cuarenta minutos. Pero no es mi culpa no encontrar nada para la ocasión, y más porque no sé qué demonios debo usar.
—Noah hemos entrado a siete tiendas y no encuentras nada— ignoro su comentario borde y entro a una tienda diferente.
Logan camina detrás de mí, tal cual niño enfurruñado, diciendo maldiciones por lo bajo. No es la persona más paciente, pero su gesto por acompañarme de alguna forma me alegra.
Entro a la octava tienda y camino directo a la sección de vestidos. Paso uno por uno buscando alguno, una joven se acerca para ayudarme, y le digo más o menos lo que busco. Me enseña algunos modelos y me simpatiza uno rojo, un negro y uno de color beige.
—¿Qué te parece? — le pregunto a Logan mostrándole el vestido rojo.
—Ni hablar— responde tajante. Le lanzo una mirada escéptica tomo los tres vestidos y entro al vestidor. Dejo atrás los comentarios de Logan y comienzo a desvestirme.
Empiezo por el vestido beige; la altura me queda sobre las rodillas, tiene manga tres cuartos y el torso es pegado, con el escote muy discreto, la espalda es descubierta hasta la cintura, pero no se ve mal. Me miro en el espejo tres veces y cuando me dispongo a ponerme el siguiente vestido escucho a Logan a través de la cortina del vestidor, quejándose.
—Noah quiero ver— dice tal cual niño berrinchudo. Ignoro sus reclamos y continuo con el vestido rojo.
Este es completamente pegado, su altura apenas me cubre, tiene un enorme escote en forma de corazón.
—Noah, si no sales voy abrir la cortina— no creo que lo diga en serio. Pero claro es Logan Scott y de él puedo esperar cualquier cosa. La cortina se abre y doy gracias el seguir vestida. Logan me mira de arriba abajo descaradamente. Me siento como una liebre frente a un león.
—¿Y bien?— pregunto tímidamente
—No es muy... ¿demostrativo? No vas a usa eso— dice viéndome el escote. Frunzo el ceño y lo saco de empujones del vestidor cuando la vendedora me entrega unos tacones. Aunque sinceramente el vestido nunca lo usaría, es demasiado alto y exhibicionista para mi gusto, pero tampoco me gusta que Logan crea que puede elegir que debo usar. En este momento me gustaría ser como Gaby, ella seguramente elegiría este vestido y lo saldría usando segura de sí misma.
Respiro hondo y voy por el vestido negro. Este a diferencia de los anteriores, me llega a mitad del muslo. Tiene unos tirantes delgados y el escote es ligeramente indiscreto. Me vuelvo a poner el vestido beige, y me calzo los zapatos. Decido que de los tres, este es el vestido más decente y que para una reunión familiar estará perfecto.
Cuando voy hacia la cajera para pagar, Logan prácticamente me arrancha de las manos el vestido y los zapatos, para que sea él quien pague la cuenta. Casi se me salen los ojos cuando la cajera dijo el precio. Era demasiado costoso como para ser un regalo, quise decirle que no, que buscaría una más económico, pero Logan ya había dado su tarjeta de debito y el vestido junto a los zapatos ya estaban en una bolsa.
En el camino a casa ignoro los berrinches de Logan sobre el no querer ir a cenar. Por último se da por vencido y nos mantenemos en silencio.
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