Capítulo 36
Me subo a mi coche y marco su número más de diez veces y no tengo respuesta. Lo mismo sucede con los mensajes que envió. Dos preguntas se formulan en mi cabeza.
¿A dónde se supone que debo ir si ni siquiera me contesta? Y la más importante ¿Por qué siempre termino corriendo tras Logan?
Son las cinco de la tarde. ¿Dónde puede estar a las cinco de la tarde un día antes de noche vieja?
<<Probablemente este teniendo relacio....>> elimino cualquier pensamiento petulante y pienso en todos los lugares posibles que pueda estar.
Casi todas mis opciones viajan a bares de mala muerte en donde se encuentre con los ojos inyectados en sangre y echo una cuba. Los demás se trasladan a habitaciones de moteles y la parte que confía en él dice que se encuentra en la casa de su abuela o en la suya tomando chocolate caliente.
<<¡Ja! ¡eso ni tú lo crees!>> me recuerda mi subconsciente. Obviamente sé que la última opción es la menos probable y literalmente la imposible.
Intento llamar un par de veces más, pero sigo sin resultado. Arranco el motor y me dirijo a su casa, esperando y rezando para que se encuentre en ese lugar. Si no está allí empezare a buscar en todos los bares de la ciudad o los que pueda.
Veinte llamadas sin contestar, su casa y cuatro bares después, estoy sentada en mi auto golpeando con la cabeza el volante. Frustrada en un nivel que creía imposible y con ganas de mandar al diablo al mundo entero y aún más a mí jodido destino por haber cruzado mí camino con el suyo.
Visito dos bares más. Ambos de mala muerte, bueno en realidad, todos los bares que he visitado son espantosos, y hasta ahora no me creo que estoy buscando a Logan cuando él tendría que ser quien me busca a mí. No yo a él.
El recuerdo de la noche que tuve que ir a sacarlo de un bar en lunes me abofetea, así dándome una pequeña esperanza de que se encuentre allí. He visitado varios bares menos ese. Si no se encuentra en ese bar se acabó. No pienso seguir nadando contra corriente.
Tengo cientos de llamadas perdidas y mensajes de voz de mi madre. Sé que me espera una y buena cuando llegue a casa. Estoy fuera de casa un día antes de noche vieja, ahora tendría que estar ayudando a Carmen con los preparativos para mañana. Pero ella se lo busco y siendo sincera no tengo ganas de pasar los últimos momentos del año discutiendo con Carmen. Por ahora no me importa ni un poquito las consecuencias que voy a tener al cruzar la puerta de su casa.
Conduzco hasta mi último destino. Observo a unos cuantos metros de distancia un letrero luminoso. Aparco fuera del bar y siento como una oleada de nervios me golpea. Las manos me empiezan a sudar y siento las piernas echo flan. Miro el aparcamiento en busca de su auto o de un indicio que se encuentre en este horroroso sitio. No encuentro nada.
Dando un sonoro suspiro atravieso la puerta de vaivén. Me situó en un lugar estratégico y miro detenidamente a cada persona. Nada. No se encuentra en este sitio. Salgo rendida y a unos cuantos metros de distancia observo otro bar. <<Towers irish pub>>, sin dudar entro allí.
Siento como las lágrimas se empiezan agolpar en mis ojos. Parpadeo rápido y camino hasta la barra y me siento. Estamos en vísperas a noche vieja y llevo conmigo un dolor en el pecho casi insoportable. Un trago no me va hacer daño. Tengo todo el derecho de beber. Sé que esta no es la solución a nada, pero solo una noche. Solo por esta noche quiero olvidar todo. Quiero deshacerme de los recuerdos amargos, de los problemas que tengo con mi madre, de un padre ausente, de noches oscuras y de unos preciosos ojos grises. Solo por hoy.
No tengo idea de que pedir ya que soy nueva en esto. No recuerdo nunca antes a ver bebido algo salvo champan, en uno que otro compromiso. La camarera se da cuenta de mí desconocimiento en el tema y me recomienda vodka, dudo unos segundos, pero termino aceptando.
Me pone en frente una pequeña copa de cristal con un líquido transparente. Me llevo a los labios la copa y bebo de un solo trago. El líquido me pasa ardiendo por la garganta. Es molesto hasta cierto punto, pero supongo que se debe a que no acostumbro a beber. En la segunda capa el ardor es más leve y la tercera me la bebo como zumo.
Poco a poco siento como toda la tensión que he sentido durante estos días va desapareciendo. Me siento relajada. Sin embargo, soy consciente que todo se desvanece solo por un momento y mañana volverá a aparecer y con más fuerza.
Pido un trago más y desconozco mi voz. Suena pastosa y borrachosa. No sé siquiera si esa palabra existe, pero me entra risa de mi propia estupidez.
Bebo mi quinta o tal vez novena copa y me entran arcadas. Tambaleándome y sujetándome de mesas logro llegar al baño. Giro la perilla y desde el otro lado escucho <<ocupado >> así que me recargo junto a la puerta del baño a esperar que la persona que está dentro salga. De repente siento confianza y valentía en mi misma y en último intento decido llamar a Logan. Sigo sin tener resultado. Intento una vez más y me salta a buzón de voz o eso creo. Dudo unos segundos sobre dejarle un mensaje, pero termino hablando y descargando allí toda la ira e inconformidad que siento.
<<¿Pero coño te pasa a ti? Te he llamado todo el jodido día y no me contestas. Te he buscado en más de siete o cinco, seis o bueno muchos bares. Supongo que debes estar tan ocupado follandote a cualquier zorra y no tienes tiempo de... >>
— ¿Noah? — dice al otro lado de la línea
El aire abandona mis pulmones y juro que la valentía momentánea que tenía se esfumo. De pronto empiezo a sentir vergüenza por mi vocabulario y un inmenso miedo de responder a la persona que se encuentra al otro lado de la línea. Comienzo a hiperventilar y siento como una gota de sudor frio recorre mi espina dorsal.
— ¿Noah? — vuelve a insistir. La puerta del baño se abre empujándome, me desequilibro y caigo de bruces al suelo. Maldigo entre dientes y recojo mi móvil del suelo con desesperación. Me entra una ira incontenible al ver trizada la pantalla. No puedo evitar decir una sarta de insultos hasta que me doy cuenta que la llamada nunca se cortó. Me coloco de nuevo el móvil en el oído
— ¿En dónde estás Noah? — grita al otro lado de la línea y entro en pánico.
<<¡Mierda! >>
— Noah no está disponible en este momento, por favor deje el mensaje después del pi, pi... — Claro y como soy tan acertada tomando decisiones y más aun estando hecho una cuba, se me ocurrió decir lo más estúpido en este momento.
— ¿Estás borracha? ¡¿En dónde demonios estás?! — escucho antes de colgar.
<<!Trágame tierra! Esto no puede estar pasándome a mi>>
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro