Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 24

Noviembre 25

Noventa y seis horas donde no recibo noticia sobre su estado. Noventa y seis horas donde he fumado no sé cuántas cajetillas por ansiedad. Noventa y seis horas donde tuve que ser detenido para no armar un escándalo. Noventa y seis horas desde que ingreso.

Las primeras setenta y dos horas son las cruciales en su vida, manifestó el médico encargado, ya ha pasado un día extra y no nos comunican nada sobre algún avance o retroceso. Necesito saber sobre ella, saber que en cualquier momento va abrir los ojos y por fin salir de este espantoso sitio.

Dos días desde que no he puesto un pie en su habitación: Miedo, dolor, nostalgia, arrepentimiento, enojo, me da mirar su cuerpo allí. Son tantas emociones que me causa y de todas las que más sobresalen es el dolor y arrepentimiento.

Si quizá, solamente quizá, no hubiera nacido con una vida tan retorcida, miembro de una organización de la cual no decidí ser parte, hijo de un jefe. Si pudiera tener una vida más normal, ser parte de algo más que peleas, carreras, drogas y demás. Tal vez fuera bueno para Noah, pero si hubiera nacido en una vida tan distinta no tuviera a Megan, a mis abuelos y a mi pesar tengo que admitir que tampoco a Noah.

La vida misma fue la encargada en trazarme obstáculos, algunos más difíciles que otros, todos superados hasta esté, en donde superarlo no es cuestión mía sino de aquella chica dentro de la habitación 212 luchando por cruzar la raya de la inconciencia y despertar.

Noviembre 26

<< No hemos tenido avances en su estado, puede despertar hoy como en un año o más, se encuentra en estado de coma>>

Quedándome estático en mi sitio trato de asimilar lo que mis oídos escuchan. A la distancia escucho como algunas personas hablan y otras rompen en llanto.

— Logan, Logan — me hablan mientras yo sigo estático, sin mover un solo dedo o hablar,

Me mueven de los hombros, pero mi cuerpo sigue sin reaccionar. Solo soy capaz de ver como mi mundo que fue reconstruido empieza a romperse, a caer en grandes pedazos hacia la nada.

¿Dolor? Nunca había sentido esto en una magnitud tan grande, el dolor en mis nudillos, los golpes impactando contra mi cuerpo, labios sangrantes y hematomas constantes, no se comparan en nada a la opresión que siento dentro de mí, eso parece ser nada comparado contra esto.

Se claramente que todos expresamos <<me duele el corazón>> cuando tenemos una perdida, en especial, cuando amamos aquella persona, yo no estoy seguro si de amar se trata mi situación, pero sí puedo decir que cada segundo que pasa, duele más. Pero el dolor no viene solo, viene acompañado de nostalgia, haciéndote recordar incluso el más mínimo detalle vivido.

A su lado aprendí que no es necesario actuar como todos por agradar a ciertas personas, con ella aprendí a ser real, me enseño tanto sin darse cuenta que ahora no encuentro el camino correcto para avanzar. Comprendí que para apreciar algo no es necesario disfrutar de lo que todos gozan, se puede disfrutar de un día lluvioso, incluso de un programa de televisión. Son cosas tan pequeñas las que aprendes con el pasar del tiempo, pero tan importantes en tu vida que te marcan.

Y me marco, Noah me marco de una forma tan notoria que incluso llego a creer que tengo tatuado en mi alma su imagen, su sonrisa, su rostro, sus muecas, absolutamente todo de ella.

— Tranquilo hermano — reconozco la voz de Matt. Unas manos suaves me toman el rostro acunándolo en ellas, por un momento creí que era Noah, cuando dirigí mi mirada hacia la dueña de las manos me encontré con Gabriela.

Al igual que la señora Carmen, tiene los ojos llenos de lágrimas, sus dedos rozando mis mejillas me avisaron que yo también me encontraba llorando. Alejando sus manos de mí, restregué con rabia mi rostro borrando cualquier rastro de lágrimas.

Una vez que salí de mi transe, corrí hasta la habitación de Noah, sin dudarlo un segundo me acerque hasta su camilla dispuesto a quedarme a su lado hasta que despierte, confiando en que lo hará pronto.

— Noah despierta, por favor, no encuentro el camino por donde continuar sin ti — musito, tratando de controlar mis ganas por derrumbarme.

Noviembre 29

Desde que nos informaron que Noah se encuentra en estado de coma, su madre ha venido menos, en estos cinco días, no ha venido más de dos y en esos dos, no se quedó más de una hora en cada uno.

¿Cómo un padre puede perder la esperanza en su hijo?

A falta de compañía de la señora Carmen, yo me he quedado todos los días aquí, incluso a dormir, algunas veces dentro de su habitación con la esperanza que mi presencia ayude, otras veces, opte por dormir en la sala de espera ya que no podía soportar más verla así.

Las vacaciones de Navidad me han facilitado todo y aun sin estarlo, no pienso despegarme del hospital. Es nuestro último año antes de entrar a la Universidad, se supone que tendría que estar en fiestas y disfrutando la compañía de amigos, bebiendo hasta estar hecho una cuba, pero al contrario, estoy en un hospital y no me molesta para nada tener que estar aquí, lo que me jode es no poder hacer nada para ayudar a Noah.

Mi móvil sonando me saca de mis pensamientos y salgo de la habitación para contestar.

— ¿Hola? —pregunto ya que no vi el remitente de la llamada

— Logan, los jefes han dado aviso que la siguiente pelea es hoy en la noche

— ¿Hoy?

— Si, adelantaron la fecha pactada, dentro de poco voy a recogerte

— Mierda — mascullo colgando la llamada.

Ya es cerca de medio mes donde no me he movido de aquí, no he entrenado nada y tampoco he tenido ánimo para ello, pero siendo sincero ni siquiera se me había pasado por la cabeza que mi vida no es normal.

— Noah, tengo que irme, pero tan pronto como pueda, voy a regresar

Salgo fuera del hospital de mala gana por tener que alejarme, pero faltar seria empeorar todo.

Luego de unos minutos veo como Matt viene en mi coche, aparca junto a mí y conduce hacia el muelle. Al llegar siento todo desconocido, todo lo que ha sido parte de mi vida, ahora lo siento lejano, no tiene sentido, ahora nada lo tiene. Antes de su llegada, mi vida era esto: peleas, droga, carreras, mujeres. Ahora mi vida se encuentra dentro de un hospital.

Zara se me acerca, trata de besarme y bruscamente la alejo, casi haciéndole perder el equilibro, me fulmina con la mirada y se marcha tan rápido como llego.

Matt se acerca hasta donde estoy, me hace extender las manos y comienza a vendarlas, una vez listas nos encaminamos hasta la multitud preparada para aclamar al ganador. Mi amigo me habla sobre mi contrincante, sobre sus puntos débiles y otras cosas, pero mi mente no asimila sus palabras, mis pensamientos solo giran alrededor de la habitación 212.

Observo que mi contrincante es Fred, un gilipollas al que he vencido varias veces, en cada pelea he visto avances en su táctica. De vez en cuando miraba algunas sus peleas y tengo que admitir que he visto como él ha ganado dejando casi inconscientes a sus oponentes.

Me recuerda cuando yo tenía su edad, cuando di mis primeros pasos en este mundo. Se puede decir que los dos tenemos una historia. Él al igual que yo, comenzó desde lo más bajo.

Nunca tuve preferencia por mi padre, al contrario, las cosas siempre fueron más complicadas y difíciles para mí. Practicaba junto a Matt y otros chicos, ellos después de tres o cuatro horas se marchaban, a mí, al contrario, me dejaban con un saco de box toda la tarde, incluso algunas ocasiones hasta el amanecer o hasta el siguiente día.

Observo como Fred calienta en su lugar, me saca el dedo corazón y me lanza una mirada asesina, sin animo para responder opto por ignorarlo.

Una vez que da inicio la pelea, él es quien lanza el primer golpe, logró esquivarlo, pero alcanzo a rosarme el pómulo, sorprendido al notar que ha mejorado su velocidad opto por concentrarme más.

Vuelve a lanzar varios golpes, uno de ellos me dio de lleno en la boca haciendo que sangre, escupo hacia su rostro ya bastante molesto, no se mosquea ante mi acto, preparado empiezo a lanzar golpes, siento como mi mano derecha impacta directo en su nariz, golpeando tan fuerte que pude escuchar como la acabo de romper.

Contento por lo conseguido, vuelvo a lanzar otro golpe, sorprendiéndome lo esquiva. Mi cuerpo comienza a sentirse cansado ante la poca preparación que tuve para este enfrentamiento.

Con esperanza de terminar rápido la pelea, empiezo a lanzar varios golpes, algunos llegan con éxito y otros no, para mi asombro ninguno de ellos logra que se desestabilice. Me detengo un momento ya que mi cuerpo está quedándose sin energía. Fred lanza un golpe directo a mi mandíbula, logro hacerme a un lado a tiempo, pero fue muy tarde cuando recordé que es surdo, su puño izquierdo golpeo mi rostro tan fuerte que caí al suelo.

Notando mi cansancio comienza atinarme patadas en las costillas, gimo de dolor y trato de levantarme, con poco éxito vuelvo a caer. Cuando estaba a punto de propinarme un último golpe anuncian que él es el ganador.

Matt rápidamente me ayuda a pararme, pasando mi brazo por atrás de su cuello comenzamos a caminar, pronto siento otra persona repitiendo la acción de mi amigo, asombrado de que aquella persona sea Gabriela me dejo ayudar y no pongo oposición.

Una vez dentro para mi sorpresa mi hermano no me reprende ni regaña, me lanza una mirada comprensiva. Gabriela saca del portaequipaje un botiquín, recordándome a Noah.

El famoso nudo que se me ha estado formando en todo este tiempo regresa, niego y trato de alejarme para evitar que cure mis heridas, eso es algo que solo a Noah he permitido hacer.

— Quédate quieto que con esa facha y esas heridas sangrantes no vas a poder entrar al hospital — a regañadientes dejo que lo haga.

Nosiento dolor, ardor, molestia, nada. Parece un cuerpo ajeno al mío. No sé si eldolor que siento en lo profundo de mi ser es más fuerte y opaca a este osimplemente estoy muerto en vida por la pérdida que tengo cada hora, minuto,segundo, desde hace varios días.    

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro