Capítulo 21
De pronto todo a mi alrededor se desvanece, solo soy capaz de escuchar la voz de Logan gritando con desesperación mi nombre y el enorme dolor que me llega desde la parte media del abdomen.
— Noah, Noah, no cierres los ojos — suplica Logan llevando una mano a mi abdomen y haciendo presión en la herida, ahogo un chillido de dolor.
— Duele mucho — murmuro
— No hables, solo no cierres los ojos por favor, quédate conmigo — una gota cae sobre mi rostro, miro el cielo y reconozco que va a empezar a llover, regreso la mirada al bello rostro de Logan y observo que sus ojos se están llenando de lágrimas, desconozco sobre si la gota que me cayó en la mejilla fue a causa de la lluvia o de una lágrima.
— Matt — llama a su amigo, captando la atención de mi estado se agacha y hablan algo que no logro entender, Logan se para y puedo distinguir mi sangre embarrada en sus manos, siento las manos de Matt sobre mí herida.
Logan sale corriendo y yo siento como cada vez se me dificulta más tener los ojos abiertos, parece una eternidad estar en este estado.
Siento como alguien toma en brazos ya casi mi inerte cuerpo, se sube conmigo a la parte trasera de un coche y me recuesta sobre el sin dejar de hacer presión en mi herida.
Su inconfundible olor llega a mis fosas nasales, si estos son mis últimos momentos me alegra que sean a lado de Logan.
— Los parpados me pesan — murmuro como puedo
— No, ya falta poco para llegar a un hospital, no me dejes ángel — en su tono de voz reconozco desesperación y dolor — Acelera joder — grita diciéndole a Matt supongo.
— No resulte ser un ángel del todo, no hago milagros
— El ángel se equivocó al escoger que demonio rescatar
— No me arrepiento de haberlo hecho
— ¡Abre los ojos Noah! — grita
— Te quiero — musito con los ojos cerrados, recogiendo toda la fuerza que me queda e invirtiéndola en aquellas dos palabras
Cansada me dejo sumergir en la oscuridad que amenazaba con rodearme desde hace tiempo.
Logan
— Maldita sea abre los ojos Noah
Nada, no responde, siento como se me forma un nudo en la garganta, la desesperación al ver que no abre los ojos se hace más grande, las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos y me refriego con odio. Me odio a mí mismo por ser tan cabrón. Juro por Dios que invertiría los papeles, estaría gustoso de ser yo quien se encuentre medio muerto no ella, no mi ángel.
No sé en qué momento empecé a sollozar, pero me abrazo al cuerpo inmóvil de la hermosa chica que tengo en mi regazo, siento como el auto para en seco, cuando miro a través ventanas reconozco el hospital.
Sin dejar que Matt aparque bien tomo a Noah en brazos y la llevo corriendo hasta recepción.
— Que alguien me ayude — grito llamando la atención de todos, la enfermera llama rápido a una camilla en donde varios enfermeros le colocan sueros y revisan su pulso.
— Tiene el pulso muy débil — grita alguien — juro por mi vida misma que en ese momento sentí como la vida abandonaba mi cuerpo.
Corro tras la camilla hasta que un doctor me impide el paso.
— Es mi novia — grito con desesperación
Me llevan a la sala de espera informándome que Noah está en estado crítico y que la tienen que operar de emergencia, firme varios documentos sin importarme mucho mancharlos de sangre, cuando acabe de firmar todo entro Matt, se acercó a mi sigilosamente y con la mirada le supe decir que no quería hablar de nada.
Sabiamente entendió y no hiso nada más que acompañarme, en menos de dos horas ya he fumado una cajetilla, incluso algunos doctores me han dicho que es prohibido fumar en esta sala, haciendo caso omiso seguí dándole caladas a mi tabaco.
Me he acercado más de diez veces en busca de información a varios doctores que se han cruzado por la sala de espera, a un hombre y una mujer que se encontraban frente a mí, un doctor se les acerco y les explico algo, la mujer cayo desconsoladamente al suelo llorando.
Ya son dos jodidas horas en donde nadie me ha dicho una puta mierda sobre el estado de Noah, con cada segundo que pasa estoy a punto de perder más la poca cordura que me queda.
Mi polo blanco está lleno de sangre, imagino que toda mi ropa y cuerpo deben estar así, en un intento de ya no pensar en ello me dirijo a un baño para poder limpiarme y estar un poco más presentable. Una vez más limpio, salgo y Matt me pasa su cazadora que se encuentra con solo pequeñas gotas de sangre.
Me siento en una de las sillas y entierro mi cabeza entre mis manos. Cada vez me supero a mí mismo en lo idiota, es la segunda vez que Noah va a parar en el hospital por mi culpa, en la primera no con tanta gravedad, pero esta vez esta entre la vida y la muerte.
He intentado comunicarme con su madre, no he tenido éxito en ello, pero siendo franco, no quiero ni imaginarme lo que me espera con la madre de Noah.
"Buenas tardes señora, su hija recibió un disparo que estaba dirigido para mí ya que soy de una banda" No creo que sea una explicación sensata.
Dudo mucho que eso le sirva de algo o que con esa explicación pueda tener la aprobación de mi futura suegra.
Cuatro putas horas han transcurrido desde que Noah ingreso, nadie me ha dado información sobre ella. Ya con desesperación y al borde de la locura me paro dirigiendo a un doctor dispuesto hacer un escándalo para poder recibir información sobre su condición.
— Familiares de Noah Smith — habla el doctor antes que yo legue a él, Matt se pone de pie en un brinco y da grandes zancadas hasta llegar a nosotros.
— ¿Dígame como esta por favor? — suplico.
— Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos, tienen que entender que la señorita entro en un estado muy crítico — siento como las piernas me flaquean — Ahora solo depende de ella luchar para vivir — dice, justo en ese momento caigo de rodillas sabiendo que hay un alto índice sobre que no sobreviva.
Matt y el doctor me toman de brazos y me obligan a ponerme de pie, Matt me abraza y sin importarme el espectáculo que estoy montando me dejo llevar por los sentimientos encontrados que tengo, sollozo en su hombro, mi amigo tratando de darme animo dice que Noah es muy fuerte y va a luchar para vivir.
— ¿Puedo verla? — pregunto con la voz cortada después de calmarme un poco, el doctor se lo piensa un momento.
— Solo unos minutos — le agradezco con la mirada, él le dice a una enfermera que me lleve a donde se encuentra Noah, una vez que estoy fuera de su habitación el miedo me corroe por todo el cuerpo, incluso dudo unos segundos entre entrar o no.
8j
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