Capítulo 2
Despertando tarde solo me da tiempo para ducharme rápido. Salgo, me visto y parto a la escuela. Hoy tengo clase de deportes y una prueba para entrar el equipo de vóley. A decir verdad, soy buena en este deporte, pero estoy ansiosa y nerviosa por si no logro entrar. Llego a la escuela y bajo prácticamente corriendo para no llegar tarde a mi primera clase.
En el camino me encuentro con Logán, y todo mi cuerpo empieza a hiperventilar.
—Hola nena
—Eh, ¿hola?— Respondo con una mueca. Gaby me contó y aseguró que Logan es el típico playboy, que se lía con una chica diferente cada día y que no caiga en su juego. Pero debo admitir que su apariencia lo da por hecho. Al igual que cuando lo conocí su parada es completamente negra.
En mi antiguo hogar nunca tuve un novio, es más nunca he sido muy sociable. Si no me hubiese cruzado con la rubia de seguro terminaría el año metida en mis libros sin amigos.
—Veo que alguien no despertó de muy buen humor hoy— dice burlón
—Eso no te importa
—Menudo humor el tuyo Cruella de Vil
—¿Cómo... me dijiste?— esperaba con ansias una respuesta
—Cru-e-lla-de-Vil
Sin pensarlo dos veces levanto mi mano y lo abofeteo ¿quién se cree este imbécil para venir a tratarme así cuando ni siquiera me conoce?
—¿Qué cojones te pasa?— gruñe histérico sobándose la mejilla
—Pasa que yo no soy de las zorras que estás acostumbrado y a mí me respetas idiota
Me importa un pito que este bueno. Que sea el capitán del equipo de lacrosse, ¡joder! no tiene derecho a hablarme así. Observando la hora caigo en cuenta que estoy media hora tarde para llegar a mi clase y de seguro no me van a dejar entrar por lo que decido ir a los vestidores. Me cambio por ropa cómoda. Recojo en una alta coleta mi rizado y castaño cabello, me pongo unos shorts pegados y una remera. Gabriela me ha repetido por mensajes hasta el cansancio que tengo que lucir mis curvas, y que el color de mis ojos es un celeste precioso como para ocultarlos tras unos lentes.
Decidí por algún motivo que desconozco darle la razón y desde hoy empecé a usar lentes de contacto. Envidio a todas las chicas que tienen confianza en sí mismas, yo no, yo soy insegura. Aunque mi madre me diga que soy hermosa y ahora mis nuevos amigos concuerden con ello no me siento una chica atractiva
No sé si es porque a lo largo de mi vida siempre he sido la mejor del curso o la nerd. Nunca me han gustado las fiestas y aunque una que otra amiga haya intentado llevarme alguna no asistía. Las noches de sábado dónde todos salen a divertirse yo siempre me quedaba en casa con mis novios literarios, netflix y pomos de helado. Pero este año va a ser diferente, no sé la razón, pero me siento diferente. Tal vez tenga que ver que conocí a Gabriela y tengo el presentimiento que voy a tener una linda amistad con ella, aunque el resto del grupo no termina por agradarme. He decidido disfrutar mi último año de secundaria, claro, sin descuidar mis notas.
Dándome un último vistazo en el espejo del vestidor salgo hacia el gimnasio donde es la prueba de vóley. Algunos chicos que no conozco se me quedan mirando y otros dan piropos, unos que me resultan intimidantes ya que no estoy acostumbrada a recibir atención de su parte, solo los ignoro y sigo con mi camino. Ayer le avise a mi rubia amiga de las pruebas que voy a dar para entrar al equipo y me manifestó que ella y los chicos me van a ir apoyar. Después de todo creo que mi año escolar no va a ir tan mal como imagine.
Sorprendida por encontrar a Stefany en las pruebas, pero siendo parte del equipo contrario, me ubico en mi puesto para jugar.
Veo que los chicos llegan con un cartel enorme en donde dice "Tu puedes Noah, suerte" me sacan una sonrisa. Ellos también parecen sorprendidos de encontrar a Stefany allí así que empiezan a animarnos a las dos. La maestra toca el silbato dando a entender que el partido empieza. El equipo en donde he jugado gano, la maestra dijo que estoy dentro del equipo, haciéndome sentir orgullosa y satisfecha por saber que mi esfuerzo valió la pena.
—¿Cómo te fue? ¿Entraste? ¡Juegas muy bien Noah!— Son unas de las muchas cosas que me dijeron todos a la vez
—¡Si, entre!— digo dando saltitos de alegría. Todos se abalanzan sobre mí a abrazarme.
—Felicidades contigo de seguro ganamos— farfulla Nick levantándome del suelo y haciéndome girar en el aire. Su sorpresiva muestra de cariño me toma por sorpresa, pero no digo nada.
—No es para tanto— Espeta Stefany con una cara de ¿Disgusto?
—No seas aguafiestas tía, ha entrado y porque tu no lo hayas logrado no te tienes que poner así de aguada— me defiende la rubia. No puedo evitar sentirme culpable cuando Stefany se marcha bastante molesta y echando chispas.
—Venga, no te deprimas Noah. No le tomes importancia que hoy vamos a celebrar— dice Gaby y empieza a dar saltitos de alegría y sin pensarlo dos veces asiento.
Todos se despiden diciendo que después de la última clase iremos a celebrar mí admisión en el equipo. Me dirijo a cambiarme hacia los vestidores. Una vez dentro dejo mi ropa de deporte junto con la que vine a la secundaria dentro de un casillero. No sabía que teníamos que traer un candado para los vestidores para cerrar. Confiada dejo mí ropa y me dispongo a ducharme.
<<Solo van a ser unos minutos. No creo que pase algo ¿o sí?>>
Termino de ducharme y salgo envuelta en una toalla, cuando me dirijo al casillero en donde deje mi ropa está vacío. ¡Se han llevado mi ropa! Me sujeto con fuerza la toalla. Mi única opción es llamar a la rubia, pero mi móvil está sin carga.
—¿Es en serio? — grito en el vestidor frustrada.
Salgo a la puerta mirando a todos lados con la esperanza que nadie este deambulando en los pasillos. Cuando creo que no hay nadie y voy avanzando por los pasillos se aparece el imbécil de Logan.
—¿No sabes las reglas? te vas a llevar un buen castigo por deambular en los pasillos y a eso le aumentamos que estás solo en toalla— dice en tono burlón. Pero solo en su voz, sus ojos no expresan nada y solo destilan frialdad.
—Pues alguien se ha robado mi ropa y no tengo que usar— mi cara empieza arder de vergüenza por el hecho que solo me vea en toalla.
—No creo que a ninguna de estas chicas le interese robar tu ropa si solo usas vaqueros y sudadera cuando ellas usan faldas y vaqueros cortos diminutos
—Idiota— me giro enojada y empiezo a caminar, me sujeta el brazo impidiéndome avanzar.
— Venga, no era un insulto. En mi casillero tengo una cazadora que te puede quedar y es mejor eso a estar deambulando solo en toalla— dice mordiéndose el labio inferior para no reír. Son apenas dos días desde que lo conozco y ya siento que su presencia va forjar un cambio en mi vida — ¿Cómo fue que robaron tu ropa? — pregunta interrumpiendo mis pensamientos.
— Cuando acabe de dar las pruebas de admisión para el equipo de vóley fui a los vestidores y olvide traer un candado para el casillero. Dejé toda mi ropa fuera, y cuando salí ya no estaba— este empieza a estallar en carcajadas
— Anda, ríete de mí desgracia — digo molesta. Y a dos pasillos de llegar a su casillero suena el timbre que avisa la hora de salida. Todos van a salir de sus clases y yo medio desnuda. Logan regresa a verme con un semblante serio y si pensarlo dos veces se saca su chaqueta de cuero y me pregunto cuanta ropa negra tiene este chico.
— Tómala y vístete pronto— pero ¿cómo narices quiere que me la ponga en su frente cuando por debajo de la toalla solo lleve mis prendas íntimas? Una puerta abriéndose me alarma y sin pensarlo dos veces dejo caer la toalla a mis pies y me pongo la chaqueta, me subo la cremallera hasta el tope. Me llega hasta la mitad de los muslos así que me cubre más que la toalla y de un momento a otro, los pasillos empiezan a llenarse de alumnos. Suspiro de alivio cuando nadie se detiene en mirar mi aspecto.
—Gracias Logan
Se pone en un semblante que no conocía; frío y serio. No sé molesta en siquiera dirigirme una mirada. Da media vuelta y se pierde entre la multitud de alumnos. Y yo me quedo aturdida en mi sitio sin comprender bien lo que acaba de pasar.
Qué raro es Logan. Primero se comporta descortés, para luego ser amable y de nuevo volver a ser descortés.
<<Es bipolar o pentapolar>> ni siquiera sé si esa palabra existe. Pero cambia de humor tan drásticamente que me exaspera.
Un aroma varonil inunda mis fosas nasales. El olor es exquisito y caigo en cuenta que es de la sudadera de Logan. Huele a menta y tabaco mezclado con un olor medio dulzón. Me quedo extasiada por el aroma hasta que veo una cabellera rizada rubia que se acerca a mi corriendo.
—Pero que es eso que llevas puesta tía— me mira con cara picara
—Me lo ha dado Logan— digo casi en un susurro. Abre los ojos como platos —no es lo que piensas puedo explicarlo — empiezo a contarle todo con lujo de detalles y empieza a estallar en carcajadas tal y como lo hizo Logan. Vaya amigos que tengo ¿no?
—Disculpa amiga... solo... que a cualquiera le va a dar gracia
—Vale, no pasa nada, pero como te das cuenta no puedo ir así vestida con los chicos a celebrar. Lo dejamos para otro día ¿vale?
—Si, vete a casa
—Nos vemos mañana Gaby — salí en busca de mi coche. Cuando llego a casa busco a Carmen por todo lado y no la encuentro. Tampoco está hoy. Subo hacer mis tareas, pero Logan interrumpía mis pensamientos. Hay algo en su personalidad que me da curiosidad. No me había dado cuenta que ni siquiera me retire su sudadera. A medio camino de mudarme de ropa por mi pijama, me detengo negándome a sacarme la cazadora de Logan. Inhalo su aroma. Abro mis sabanas y me meto dentro de ellas. Cierro los ojos, me llevo su cazadora hasta la nariz e inhalo varias veces su delicioso aroma hasta que caigo en un profundo sueño.
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