16:27 HRS

Logan: En 20 minutos pasamos por tu casa, prepárate √ √

Noah: ¡Ok! √

¿No pudo avisarme con más tiempo?

Corro escaleras arriba y entro a toda prisa al baño, me cepillo los dientes y hago mis necesidades, salgo y tomo una sudadera junto a un vaquero, me hago un moño rápido y recojo mis cosas para terminar de hacer mis trabajos de la escuela.

Termino de bajar las escaleras y cuando abro la puerta Logan ya estaba fuera junto a Megan, la pequeña me saluda con su pequeña manita y su hermano solo me recibe con un movimiento de cabeza, no me sorprende del todo.

Últimamente tenemos un tipo de "relación" más llevable, empezamos a convivir más por el hecho de que nos vemos casi todos los días fuera de la escuela.

Hoy es el cuarto día que me viene a ver en casa, lo extraordinario de todo es que no hemos recibido más que miradas de parte del otro, e incluso eso es decir mucho, él se dedica únicamente a ponerse en forma ya que la pelea está cerca. Tan solo tres días falta para ella.

El convivir un poco más con él me ha demostrado de muchas formas que no es como yo creía, acepto que en su momento juzgué mal, deduje por sus palabras que no le importaba su hermana, sin embargo, en todos estos días me ha demostrado que estaba equivocada, ahora sé que ama a la pequeña y puedo jurar que todas sus acciones son por el bienestar de Megan.

— Noah ¿Juegas conmigo?

— Claro ¿Qué quieres jugar?

— Vóley

Voy a buscar el balón y cuando lo encuentro empiezo a indicarle a Megan como poner las manitos para poder golpear y acertar.

En un golpe bastante fuerte de su parte debo admitir, el balón rueda lejos, camino de espaldas y choco con algo, doy media vuelta rápidamente para ver con quien choque y quedo a pocos centímetros de Logan, volver a sentir su cercanía después de vario tiempo me pone sumamente nerviosa, me mira directamente a los ojos y se relame los labios, inconscientemente muerdo mi labio inferior, toca mi mejilla en una delicada caricia, mis ojos se cierran impulsivamente ante su toque.

Me quedo embobada viendo cómo se relame los labios. Maldita sea, sus labios son la tentación en carne y hueso, son el paraíso y el infierno a la vez.

Me veo a mi misma acortando la distancia, siendo tentada, a pocos milímetros de poder saborear sus tan deseados labios, me veo interrumpida por una pequeña risita.

Logan cierra los ojos frustrado y nos separamos el uno del otro volviendo a tener una distancia prudente.

Megan está mirándonos fijamente sin siquiera pestañear, sus ojos se mueven rápidamente desde su hermano hasta mi con picardía, es igual que Logan en algunos aspectos.

— Megan ¿puedes ir dentro un momento?

Asiente y se va corriendo no sin antes coger en sus manitos el balón de vóley.

— Creo que tenemos cosas de que hablar

La mención de sus palabras me toma por sorpresa, pero cuando caigo en cuenta que estoy como tonta mirándolo sin responder, asiento.

— Hay muchas cosas que aun tienes que saber y soy consciente de ello, también sé que tienes muchas dudas y curiosidades sobre mí, pero te repito todo tiene una explicación y te doy mi palabra de hablarte sobre todo o lo necesario

— Esta bien —murmuro poniéndome de pie para marcharme

— Espera — dice algo nervioso sujetándome del antebrazo — Yo agradezco mucho lo que estás haciendo por Megan y por mí — farfulla rascándose la nuca nerviosamente.

— No es nada — me llevo una decepción enorme, pensé que me diría algo diferente, me vuelvo a poner de pie.

Cuando estoy a punto de dar el primer paso Logan me lo impide, pero no sosteniéndome, sino de una manera mejor.

Siento sus labios sobre los míos, tardo un par de segundos en responder, sin embargo, cuando sigo el beso disfruto al máximo sus labios, saboreo su delicioso sabor a menta y tabaco que no ha perdido en todo este tiempo, disfruto de la sincronización en la que nuestros labios juguetean.

Perfila con su lengua mi labio inferior pidiéndome paso, sin dudarlo le concedo el permiso, su lengua juguetea un par de segundos con la mía para luego explorar cada parte de mi cavidad bucal, yo disfruto haciendo lo mismo, saboreo su exquisito sabor y me siento extasiada.

Nos separamos y observo detenidamente el rostro de Logan, tiene sus labios ligeramente hinchados y rojos lo que provoca que quiera volver a besarlo.

— Eres preciosa — susurra, conecto mi mirada con la suya y me dejo llevar por esas preciosas gemas grises.

Dejo que me absorba, dejo que me maneje a su antojo.

Me estrecha entre sus brazos y esconde su cabeza en el hueco de mi cuello, nos quedamos así por varios segundos hasta que decido separarme gracias a pequeñas gotas de lluvia caen sobre nosotros, me sujeta de la mano y tira de ella para que lo siga a lo que yo niego.

— Me gusta la lluvia — murmuro mientras cierro los ojos. Dice algo que no distingo bien gracias a mí falta de atención en él.

Disfruto de como las gotas de lluvia caen en mi rostro, de un momento a otro la lluvia se hace más fuerte, los truenos se escuchan con intensidad y unos enormes rayos caen chocando contra el suelo.

Las personas "normales" cuando la lluvia se hace presente buscan lugares en los cuales puedan refugiarse, otras se dedican a ver las gotas de lluvia por ventanales. En mi caso no, desde niña cuando escuchaba las pequeñas gotas golpear contra los cristales salía y disfrutaba de las gotas chocando contra mi cuerpo.

Es precioso salir a caminar y despejarse en medio de días lluviosos, al menos a mí me resulta fascinante observar como llueve.

Las cosas hermosas no las pueden observar todos, o al menos comprender, o quizá todos tenemos una visión distinta sobre lo hermoso.

He escuchado a varias personas decir: Me gusta la lluvia, sin embargo, he visto a muchos de ellos huir cuando cae, buscar un refugio en donde no los alcance. Algunos me han llegado a llamar rara por disfrutar de días lluviosos y no de los soleados que disfrutan todos.

— Noah estas empapada — dice Logan, yo ladeo la cabeza divertida y me sigo negando a entrar — Las personas normales se divierten en el sol — murmura burlón.

— Yo disfruto a mi manera

— Me alegra saber que incluso en aspectos menores eres diferente a muchas

—¿Ah sí? ¿Cómo en qué?

— Como: No temes a quedar como un mapache por el maquillaje corrido, primero porque no te bañas en maquillaje y segundo porque disfrutas de la más mínima cosa sin importarte que digan o murmuren los demás, y no sabes cuan encantadora te hace ver ser así — lo último lo dice más para sí mismo.

—Encantadora ¿eh? — me burlo, seguramente pensó que no lo escuche, su rostro toma un pequeño rubor y yo rio entro dientes — Oh mierda, estas sonrojado — grito riéndome más fuerte, obviamente ya tengo a un Logan molesto en frente, no le toma mucha importancia y sigo con mis sonoras carcajadas.

— ¡Ya! Es suficiente, vamos dentro — espeta entre dientes, me niego y salgo disparada para impedir que me obligue a entrar.

— Noah.... — grita, regreso a verlo y me encuentro que ya está cerca, próximo a alcanzarme, trato de correr más rápido pero ya me siento cansada y agitada, aparte que la ropa que llevo puesta no colabora ya que la tengo pegada a mi cuerpo lo cual dificulta más mi labor.

De repente siento como unos fuertes brazos me sujeten de la cintura para luego colocarme sobre su hombro.

— Logan......... — grito

— ¿Qué? — masculla claramente enojado

— Gracias por esto — grito de vuelta, no veo su rostro, pero puedo asegurar que en este momento está sonriendo.

— No es nada ángel

— ¿Ángel?

— Eres mi ángel, Noah