capitulo 9
POV Christian
No puedo creer que hubiera probado los deliciosos labios de, Anastasia, tan dulces, tan inocentes, tan inexpertos. Hemos seguido dándonos besos. Me puedo imaginar a Anastasia debajo de mi.
Me quedo dormido con ese delicioso pensamiento.
- Hola querido, tu madre me ha dicho que has estado muy enojado estos últimos meses. Sabes yo conozco un excelente remedio para ese enojo.
- No se de que habla señora.
- Querido yo te puedo enseñar muchas cosas, solo déjate llevar -
- Ya le dije no se de que habla, y sera mejor que salga de mi dormitorio.
- ¿Me estas rechazando?, ¿Un mocoso como tu rechazándome? - Dice atónita
- Señora tengo quince años, ¿que pretende? -
- Pretendo que te conviertas en hombre, Tal como lo hizo tu hermano -
- ¿QUE?, ¿Usted abuso se Elliot? -
- Claro que no, tu hermano lo hizo feliz, estaba feliz mientras me lo metía y, tu harás lo mismo -
Mierda
¿Qué fue eso? Me despierto todo transpirado.
Maldita zorra de Elena, todos estos años de pesadilla, por culpa tuya, y de la maldita puta adicta al crack. Ni en sueños puedo olvidarme del abuso de Elena, maldita mujer jamas perdonare lo que me hizo.
Me pregunto que estará soñando mi dulce Anastasia, espero que no tenga pesadillas. Después de tantas vuelta, logro quedarme dormido.
***********
Huele a manzanas, deliciosas manzanas las misma que he comido en compañía de Ana. Siento unos dulce labios sobre mi boca. Abro los ojos y me encuentro con los ojos azules mas hermoso que he visto y que solo son de ella.
- Despierte mi bello durmiente - dice con su dulce voz.
- Tal vez tu bello durmiente, necesite un beso de su hermosa princesa, para despertar - le respondo adormilado
- Aquí no hay ninguna princesa - me dice sonriendo.
- Yo veo una de pelo castaño, piel blanca, sensuales labios, y los ojos mas hermosos del mundo - le digo mirándola a los ojos. Ella mira por todos los lados. Yo me incorporo
- No te veo a tu princesa por ninguna parte - me dice burlona
- Señorita Steele, no se haga la tonta y, beseme - le digo ansioso por besarla.
- Me lo pensare - dice ella, yo no aguanto mas, tiro de ella, y la beso con pasión, no me importa no haberme cepillado los dientes, la deseo.
Oh, Dios, cuánto la deseo. Ella me responde el beso. Ella gime en mi boca, el canto de una sirena. Estoy completamente ebrio de su fragancia y de su sabor, le meto la lengua y noto que ella también pareciera saborearme, su sabor de ella es de menta y té. Seguro ya desayuno. Tiene la respiración agitada.
- Te deseo, Anastasia Steele - le digo mientras la pongo debajo de mi, comienzo acariciarle sus pierna. Mmm, lleva un vestido bastante corto. Y la vuelvo a besar, la beso con suavidad, y luego jugueteo con los dientes en su labio inferior.
- Yo también te deseo Christian - susurra
- Ana, déjame hacerte el amor - susurro contra sus labios.
- Christian, estamos en la casa de tus abuelos -
Mierda lo había olvidado.
- Perdón, me deje llevar - le digo, ella se sonroja, pareciera tener vergüenza.
- Christian, yo lo siento - dice, mientras se levanta de la cama.
- No te preocupes, yo fui el idiota por no respetarte -
- Yo también lo deseo, pero no aquí en la casa de tus abuelos, seria una falta de respeto hacia ellos -mmm. Eso me da una idea.
- Ana, ¿Que harás esta noche? - le pregunto
- ¿Esta noche?, nada, ¿Por que? - me pregunta curiosa.
- Por que me gustaría ir a acampar contigo, en las orillas del lago.
- No creo que mi padre me deje ir - dice.
- ¿Por que? -
- Porque no creo que deje de salir a su hija, de casi quince con alguien de casi veintiuno - responde.
Es verdad Ray, es muy protector con Ana.
- ¿Y que tal si le inventa una mentira, piadosa? - le digo, porque lo único que quiero es perderme en ella.
- Christian, yo no miento - dice, Anastasia.
- ¿Te acuerdas que le dijiste a mi abuelo, cuando me mojaste con la regadera del jardín, cuando tenias cinco años de edad?.
- No me acuerdo, y algo se me ocurrirá, para pasar la noche contigo - dice toda sonrojada.
- Por cierto, ¿Que haces aquí? - le pregunto, porque ella no suele venir, sin que no tenga nada que hacer.
- Tu abuela me mando a llamar -
- Ya veo, y te equivocaste de habitación - le digo, de forma burlona.
- Christian Grey, de nuevo burlándote de mi - dice fingiendo enojo, y yo la vuelvo a besar, y ahí esta de nuevo la corriente eléctrica que recorre por todo todas partes. El deseo estalla en todo mi cuerpo, sus besos con idéntico ardor, entrelaza las manos en mi pelo y tira de él con fuerza.
La suelto a regañadientes.
- Mejor me daré una ducha de agua fría, y tu ve a ver que quiere mi abuela.
- Esta bien - dice sonriendo y sale de la habitación.
Esta niña me tiene realmente embrujado.
...
El día ha pasado lentamente pareciera que pasara una eternidad antes de que llegue la noche Anastasia, me dijo que después de tantas suplicas, Ray le dio permiso para que ella, supuestamente visite una amiga. Según tengo entendido Anastasia, nunca se ha quedado fuera ni un día ni una noche sera la primera vez que pasa fuera de casa. Yo por mi parte le dije a mis abuelos que acampare cerca del lago solo para pensar, ellos me creyeron...
- Christian, no crees que la luna esta preciosa - me dice, Ana mientras le pone mas leña nuestra fogata.
- No tan hermosa como tu - le digo acercándome a ella - ¿Qué estás haciendo conmigo? - le digo mirándola directamente a los ojos. La intensidad de sus ojos ardientes me corta la respiración. - Me tienes cautivado. Te deseo, muchísimo, como no tienes idea. -le digo sinceramente - nunca he deseado estar con nadie como deseo estar con ella. Creo que no es solo deseo, ya no puedo seguir ocultandolo mas. Me enamora de mi pequeña amiga...
nos besamos salvajemente, ya no puedo seguir esperando por mi gratificación..
- ¿Qué quieres, Anastasia? - le pregunto, mientras le muerdo el labio, no quiero que se arrepienta después, quiero que este segura de lo que va hacer.
- A ti, Christian - gime
- ¿Dónde me quieres? - le pregunto.
- Ya sabes donde - susurra con la respiración agitada.
- Muy bien, Anastasia, te haré mía esta noche - le digo mientra la suelto, la tomo en mis brazos y la retiro un poco de la fogata y la llevo donde tengo una manta en el suelo.
- ¿Ahora qué? - le pregunto para que si quiere, se puede arrepentir.
- Hazme el amor, Christian - me responde tímidamente
- Muy bien, Anastasia, te haré el amor - le digo, mientras la beso la boca, sigo por el cuello,aprovecho de meter mi mano debajo de su vestido, me alegro que no se hubiera cambiado de ropa se ve jodida mente sexy con este vestido azul.
Pongo mi mano en su muslo. Ella me trata de sacar mi camisa. Yo subo mi mano hasta sus bragas la meto dentro de ella y le toco el clítoris, esta increíblemente excitada. Y lo mas rápido que puedo le arranco su vestidito, sus sandalias dejándola en ropa interior. La beso por el muslo y sigo por encima de sus bragas, ella gime. Le recorro a besos los muslos, por el vientre, y mientras la mordisqueo y succiono su piel, yo sigo besandola por el ombligo, y le quito las bragas con cuidado, comienzo a besarla de nuevo de los muslo subo hasta su clítoris le rodeo, el clítoris con la lengua la beso, desplegó mi lengua. Ella me agarra el cabello y gime, sus gemidos dulces y suaves me vuelven loco.
- Christian, por favor - suplica .
- ¿Por favor qué, Anastasia?- le pregunto .
- Hazme el amor - suplica
- Es lo que hago - susurro, exhalando suavemente en su entrepierna.
- Por favor - grita, mientras noto que se tensa. Yo sigo dándole placer con mi lengua su aroma es embriagador. Y se corre gritando de forma muy sensual mi nombre, yo me quito las zapatillas, y los pantalones con mis calzoncillos. Saco un condón del bolsillo de mi pantalón.
Ella no deja de mirarme con esos ojos tan increíblemente hermosos, que tiene en esa cara tan bonita.
- Eres preciosa, Anastasia Steele - susurro... Mientras me coloco el condón. Su respiración es débil y acelerada. Se la ve temerosa pero excitada a la vez - ¿Tienes idea de lo mucho que te deseo, Anastasia Steele? - le digo, ella solo mira mi pene. Introduzco un dedo en su interior, y ella grita - Estás muy húmeda -
- ¿De verdad quieres hacerlo? -le pregunto, aun tiene la posibilidad de arrepentirse.
- Si, Christian, si quiero - me responde decidida.
Yo me introduzco en ella con mucho cuidado. Está muy tensa. Grita. Mierda, le he hecho daño, lo que menos quiero es hacerle daño.
- Estás muy cerrada. ¿Te encuentras bien? - pregunto, ella asiente con la cabeza mirándome, lo bueno es que la luz de la luna llena, y de la fogata hace que la vea. Me quedo un momento sin moverme para que se acostumbre, - Voy a moverme - le digo, pidiéndole permiso, ella asiente con la cabeza y cierra los ojos.
lentamente, me retiro un poco. Es una sensación extraordinaria y maravillosa: su cuerpo acoge mi pene. La penetro otra vez y la hago mía. Lentamente empiezo a embestirla ella es mía, mi Anastasia solo mía . Empieza a acoger todos mis movimientos, a acoplarse a mi ritmo. Noto que los músculos se tensa. Ella se pone rígida debajo de mí.
- Córrete para mí, Ana - le pido. Ella grita a la vez que vuelve a gritar mi nombre y llega de nuevo al orgasmo. Y la visión de su éxtasis me basta. Exploto en su interior llegando en un alucinante orgasmo mientras grito su hermoso nombre, Anastasia, es la sensación mas maravillosa que he vivido, si es un sueño no quiero despertar.
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