—Lamento todo lo que he dicho—mencionarón las chicas al mismo tiempo mientras bajaban la mirada.

—Ya no importa, lamento levantar la voz. Pero ya no podía esconder lo que sentía.

—¿Y quien es?—preguntó Jun Bi con interés a lo que Eun Gi le dio un pellizcon—¡Auch!

Sun Bi golpeó su frente levemente con vergüenza.

—Si no quieres decirnos está bien—dijo la menor un tanto sería.

Jae Hee asintió con la cabeza y suspiro algo cansada, Eun Gi sonrió y revolvió sus cabellos al pasar su mano en la cabeza. Las demás trataron de cambiar de conversación hablando de otras cosas, como sus cambios de horarios y horas de deportes. Afortunadamente Sun Bi, Eun Gi y Jae Hee estaban en el mismo sitio de actividades de distracción, les gustaba el baile a diferencia de Jun Bi que gustaba de la lectura.

Se había pasado el coraje de la castaña, olvidó el inconveniente de hace unos minutos hasta que Woo Hyuk paso caminando adelante de ella con sus demás amigos, el chico le gustaba mucho a Jae Hee, siempre lo miraba desde lejos y ahora que estaban en la misma aula debía aprovechar y tener comunicación con este.

Woo Hyuk era un chico astuto, introvertido y carismático. Suele ser un poco distraído de las cosas, también no es alguien que gusta expresar sus sentimientos abiertamente y cuando lo hacía en verdad era de corazón, no siempre sucedía esto, no era con cualquier persona.

El timbre sonó, Jae Hee y sus amigas se despidieron con tristeza, amaban estar juntas pero ahora en adelante tendrían que acostumbrarse. Aunque aún quedaba fin de semana para compartir juntas. La castaña corrió hacía su salón, reviso su horario y pudo observar que iniciaba con la asignatura de biología, suspiro cansada para luego sonreír.

—Buenos días—la maestra Kim entro al salón con una enorme sonrisa

—¡Buen día!—respondierón los alumnos

—Es un gusto conocerlos, soy la profesora Kim Sun Mi. Pueden contar conmigo en cualquier problema, yo los guiaré hacía un futuro mejor.

—Que agradable—dijo Joon Hwan, quién se encontraba dos filas atrás de Jae Hee.

—Gracias maestra Sun Mi—menciono una alumna.

La maestra asintió con la cabeza, saco sus cuadernos y libros para poder iniciar su clase. La mujer era agradable, apesar de las dos horas sabían que no se aburririan puesto a que su clase era bastante entretenida. Se encontraba mencionando el como una persona debía nutrirse y explicaba el número de horas que el ser humano debe dormir aproximadamente.

—Por favor pasen la hoja que les di, quiero que anoten sus nombres. Harán un trabajo.

—¿Qué tipo de trabajo?—cuestiono Joon Hwan.

—Será en parejas—todos los alumnos tomaron del brazo felices a su amigos, hasta que la maestra carraspeo la garganta—parejas que yo escogeré, claro está.

—¡No puede ser!—Jae Hee hizo un puchero puesto que quería estar emparejada con Min Eun; compañera del mismo aula en el que vino.

—Tranquila Jae Hee, en otra ocasión podremos estar juntas—dijo positiva la pequeña chica de estatura.

Una vez terminada la hoja con todos los alumnos en ella, la maestra la tomo y comenzó a enumerarlas en pares. Se tomo unos minutos para hacerlo y fue entonces que comenzó a mencionar las parejas.

La castaña rogaba que le tocará con una mujer, ya que siempre al hablar con hombres solía apanicarse, no era una buena entendedora en los hombres. Una vez mencionando los nombres, faltaban cinco personas en decir, no le dio importancia a los demás, solo quería escuchar su nombre y juntarse con esa persona para acabar de una vez por toda con la duda.

Menciono a la pareja faltante y ella aún faltaba, por su otro lado Joon Hwan se encontraba con nervios que habían sudar sus manos.

—¡Qué veo aquí! Parece que a una persona le tocará hacer la maqueta sola—dijo con sorpresa.

—¿Eh?—Jae Hee se asustó de inmediato.

—Park Jae Hee, Jung Joon Hwan y Baek Woo Hyuk. Solo ustedes me faltaron.

—¿Eso es malo?—preguntó el chico con lentes.

—No cariño, haremos una cosa. Jae Hee al ser la única mujer, ¿Con quién quieres trabajar?

Jae Hee trago saliva mientras se quedaba en shock. Joon Hwan por su parte quería que lo escogiera.

—Oh, bueno. Puedes tomarte tu tiempo—menciono Woo Hyuk con sonrisa angelical.

—G-gracias, pero no sé a quién escoger.

—Vamos dulzura, no hay tiempo—la maestra respondió—Al no saber respuesta, te eligiré con quién estar—con el dedo índice apunto a Woo Hyuk—Tú.

Las mejillas de ella tornaron un color rojizo. Y el chico de lentes pudo notarlo.

—Yo no quiero hacer trabajo solo—Joon Hwan cruzó sus brazos con puchero.

—¡Qué exagerado!—dijo el otro chico.

—¡¿Perdón?!

—Si quieres hacer el trabajo con ella solo dilo.

Joon Hwan río tratándose de oír sarcástico. Y aunque lo logró podía escucharse algo nervioso en su voz.

—No es que quiera estar con ella, solo... No quiero hacer una maqueta solo, es mucho ¿Maestra?

—Hmmmm, harán la maqueta los tres juntos.

—Mucho mejor—sonrío Joon Hwan.

Todos estaban reunidos en el aula, podía notar un cambio en la actitud del chico inteligente, puesto a que el siempre se encontraba tímido y feliz. En los pensamientos de Woo Hyuk estaban la cara de este, ya que era algo notorio su molestia cuando hablaba con la castaña, sin embargo decidió no darle importancia. Después de ponerse de acuerdo para hacer el trabajo todos se quitaron y regresaron a sus respectivos lugares.

—Que cara te traías hace unos momentos—menciono Sung Yoo con risas.

—¿Podrías callarte?

—¿Estas celoso? ¡Si lo estas!—el chico de cabello rizado reía más fuerte.

—Callate, no estoy celoso. Que estupidez—se sonrojo.

—Casi matabas con la mirada a ese chico, no me lo niegues, Jae Hee te trae loco.

—Callate.

(...)

Jae Hee camino hasta su dormitorio sola, ya que las demás habían salido mucho antes de la escuela. Estaba un poco sonrojada por lo que había pasado. Estaba en el mismo equipo que su amor platónico y ah Joon Hwan.

—¡Hey! ¡Ptsss!

La castaña volteó, miro a alguien que hacía sus pies temblar.

—¿S-si?

—Quería hacerte una pregunta, el chico con el que estamos en el equipo ¿Es tu novio?

—No, ¿Por?

—Juraría que veía celos en su rostro—rasco su nuca algo confundido.

—No lo es, le gusta alguien más.

—¿Quiere decir que tengo una oportunidad?—sonrio.

—¿Perdón?—la expresión de Jae Hee cambio a una sorprendida.

—Solo jugaba—rio—debiste ver tu cara—sonrío de boca cerrada.

Ambos jóvenes se regalaron sonrisas mutuamente, mientras que por otro lado el chico alto los observaba con tristeza, su corazón dolía.

Pero no estaba dispuesto a tirar la toalla.