—Por favor, no quiero que mis amigos lo sepan, por favor—suplico Seung con un puchero en el rostro mirando a las cuatro chicas.

—¿Qué no sepan que entraste a un baño de chicas o que estaba encima de Eun Gi?—Pregunto Jae Hee con una sonrisa burlona.

—¡N-no lo digas así, suena mal!—respondío Eun Gi con las mejillas coloradas.

—Hasta que al fin te encontramos sabandija—menciono Min Shin.

La castaña observó cómo Joon Hwan la miraba con cierta pena, esto hizo que despertara curiosidad en ella, pero decidió ignorarlo, ya que sus amigas estarían molestándola con algo que era imposible que pasará.

—¿Y bien, que haces con estas chicas?—pregunto el más alto.

—Eh... Yo, pues...

—Decidio platicar con nosotras, nos estaba contando el como casi atrapa al ladrón que vieron en su recámara—dijo Sun Bi sonriente.

—Te salvamos el trasero—le susurro Jun Bi entre dientes.

Joon Hwan noto la inquietud y vergüenza por parte de su mejor amigo, algo malo debió a ver pasado como para que lo viera así. Pareciera estar amenazado por esas chicas, aunque era casi imposible, ya que eran unas inocentes niñas.

—Bueno, ¿porqué no vienen un rato con nosotros?—cuestiono Sung Yoo.

Los chicos y las chicas rápidamente lo observaron con rareza. El chico de cabello rizado tocó su rostro para sentir si no tenía algo, ya que todos lo miraron e incluso su Min Shin quién era el más cercano a el.

—Emmm, eso fue bastante raro—respondío Seung.

—Lo fue—Joon Hwa contesto.

Sung Yoo bufó con algo de enojó, y las chicas hablaron entre ellas, asintiendo al mismo tiempo para ir con ellos. Era una buena oportunidad para acercar a Seung y Eun Gi, ya que sus amigas querían un acercamiento por parte de ambos jóvenes, mientras que Eun Gi lo hacía para que Jae Hee hablará con el chico con el que la juntaban.

—¿Gustas un helado?—le pregunto Seung a Eun Gi.

—Hmmm... Puedo comprar el mío, muchas gracias—sonrío tímidamente.

—Vamos, acéptalo. Es mi manera de disculparme p-por lo que sucedió.

—Descuida.

—Aceptalo ¿Si?

Eun Gi asintió con pena y el castaño compro el helado, se lo entrego en la mano y ella sonrió. Parecían estar algo apenados mutuamente, el chico por haber caído en ella mientras que ella al aceptar un helado de la persona que había pateado.

Por su otro lado Jae Hee y sus dos amigas restantes se encontraban jugando diferentes juegos, ninguna ganaba nada y eso las hacia sentirse decepcionadas, mientras que los chicos se reían de sus derrotas a excepción de Joon Hwa que se encontraba serio en todo el camino.

—¿Porqué simplemente no la hablas?—preguntó con fastidio Min Shin.

—Tiene razón—contestó Sung Yoo.

—No puedo hacerlo, da un poco de pena. Nunca hemos hablado, tal vez si, hmmm pero fue por cosas de escuela.

—Se positivo, se ve algo complicada pero puedes ser amable—dijo Sung Yoo.

—No lo sé.

—Tengo una idea—respondío Min Shin.—¡Hey chicas! No quisieran subirse ahí—señalo aquél juego llamado troncos.

Era un juego donde subía arriba y se bajaba rápidamente tirando agua por doquier, Sun Bi y Jun Bi se miraron mutuamente mientras asentían con emoción, por su parte Jae Hee se encontraba callada, sin decir nada.

—Nos subimos tú y yo Jae Hee—contesto Jun Bi tomando del brazo de su amiga.

—Oh no, te irás conmigo cachetona—contesto Min Shin tirando de su brazo mientras se la llevaba

Sun Bi miro Jae Hee, está iba a hablarla cuando de pronto el chico de cabello rizado la miró.

—¿Subimos?—sonrio.

—Ni loca.

Sung Yoo la miró con los ojos entre cerrado mientras negaba con la cabeza. Al final acepto, ya que sin querer había captado el plan. Era el momento de que hablarán, un momento en el que Joon Hwan debía aprovechar.

—¿Gustarías subir?—cuestiono Jae Hee sin darle importancia.

—Oh, ¿Te gustaría hacerlo?

—Eh... Es un poco injusto que se diviertan y nosotros no, ¿No crees?—lo volteó a ver.

—Eso creo.

Ambos compraron unos boletos, Joon Hwan moría de miedo, odiaba las alturas sin embargo quería crear un momento junto a la chica que le gustaba, así que no tuvo opción más que aceptar la oportunidad que el destino le presentaba.

—Bien, aproveche sus cinturones de seguridad—dijo el encargado del juego.

El pelinegro se sentó atrás de la castaña, estaba que se le salía el corazón, tenía miedo de las alturas. Poco a poco el juego fue comenzando, el chico cerró los ojos al sentir como el carrito iba subiendo mientras que Jae Hee emocionada esperaba de la adrenalina.

Al estar en lo más alto Joon Hwan abrió los ojos, estaba apunto de caer, y no eso sucedió. Cayó y gritó de desesperación, mientras que Jae Hee gritaba con alegría, cada vez iba más rápido. Sus demás amigos habían bajado mientras que desde abajo miraban a su amigo aterrado, provocando risas en ellos.

—¡Maldición!—dijo mientras estaba apunto de marearse más.

Faltaban solo dos vueltas más y la caída era la que más le afectaba a Joon Hwan. A la segunda vez este se aferró a la cintura de la chica, haciendo que Jae Hee se ruborizara, su rostro de el estaba apoyado en ella, como un pequeño niño con miedo.

Desde arriba unas personas los miraron desatando demasiada ternura.

—Que lindos—dijo una señora.

Sus demás amigos se quedaron asombrados, mientras que las chicas miraban a esos dos como una pareja enamorada. Estaban realmente ilusionadas por aquella escena que sería inolvidable en sus vidas.

Al terminar el juego Joon Hwan se bajó rápidamente para dirigirse al bote de basura más cercano y vomitar, sus amigos se rieron de el.

Había olvidado por un momento lo que había hecho, sin embargo Jae Hee no lo había olvidado y aún estaba apenada por ello.

—¡Genial! ¿Que sentiste? Oh fue espectacular, se veían tan bien—menciono Sun Bi dado saltos de emoción.

—¡Se veían realmente lindos!—gritó Jun Bi alegremente.

—Dejen de decir eso, fue vergonzoso. De saber que pasaría eso, jamás me hubiera subido.

—No seas así, admite que sentiste algo—dijo Sun Bi tirando de la ropa de su amiga.

—Prometieron no volver a hacer esto, no me gusta que hagan esto.—Jae Hee estaba enojada sin embargo las mejillas aún las tenía rojas.

—Dile eso a tus mejillas—saco la lengua la menor.

Seung y Eun Gi encontraron a sus amigos, se habían perdido por un momento al detenerse a comprar un helado, sus amigos no les gustaba esperar a nadie.

—Bueno, gracias por el helado.

—De nada—sonrio.

Eun Gi emocionada camino hacía sus amigas, pudo observar como las chicas molestaban a la niña con lentes quién se encontraba completamente furiosa.

—¡Ahora que hicieron sin mi ausencia!—gritó.

—Oh, pequeña enamorada ¿Pasó todo bien con su Romeo?—dijo Jun Bi emocionada.

—Sin bromas amiga, ¿Qué sucedió?

—¡Joon Hwan abrazo a Jae Hee!—menciono la menor con descaro.

—¡Cielos! Siempre pasan las cosas buenas cuando no estoy—la mayor se cruzó de brazos.

—No fue la gran cosa, simplemente olvidenlo—menciono la castaña tomando su bolso mientras caminaba.

Eun Gi le hizo señales a sus dos loquitas amigas de que lo olvidarán, no querían otra pelea con Jae Hee, la querían mucho y debían evitar sus shippeos locos.

—¡¿QUE HICE QUÉ?!—gritó eufórico Joon Hwan.

—¡Woow! Solo me descuide unos segundos—dijo Seung.

—¡Qué vergüenza! ¡Qué vergüenza!—respondió tapándose su rostro.

—Deberías decirle que te gusta, esto liberará sospechas.—menciono Min Shin

—¡AAAAHHHHHHHH! Soy un imbecil, deberían darme un premio al más idiota.

—Cierto.

—No ayudas en nada Sung Yoo—dijo Seung.

Joon Hwan se levantó y desapareció del lugar donde vendían papas fritas. Camino un poco y observó a las chicas que comían una deliciosa pizza, suspiro y se acercó a ellas, carraspeo.

—Jae Hee ¿Podemos hablar un momento?