A L I C I A✨
Es tarde, estoy en mi casa ayudándole a mi mamá a lavar los trastes, manteniendo una plática agradable entre madre e hija. Mi padre está sentado en la sala viendo una película en la televisión.

No obstante, logro escuchar el timbre varías veces. Dejo el plato, me disculpo con mi madre y corro a abrir.

—Yo abro. —le aviso a mi padre, aunque sé que está muy atento en la televisión que estoy segura que no pensaba abrir.

Me encamino a la puerta mientras seco mis manos en mi pantalón.

—Gracias princesa. —me responde él y vuelve la vista a la televisión.

Bueno, si está atento a su alrededor.

Llego a la puerta, la abro y frunzo enseguida el ceño. Mi expresión demuestra sorpresa y confusión al encontrarme a Alan frente a mí.

O mejor dicho chico apuesto #2

—Alan. —balbuceo.

—Hola Alicia, perdon por llegar sin avisar.

—No, no hay problema. —no evito analizarlo con la mirada— ¿Qué... qué haces aquí? —finjo acomodarme los lentes.

—Bueno, yo pensé que... No sé realmente que hago aquí.

Ríe sin ánimos.

—¿Te has perdido? —le pregunto.

—No, no claro que no. —me observa y suspira. —Escucha Alicia, la verdad es que no tengo que hacer o más bien no tengo compañía con quién salir.

—¿Qué hay de tu amigo?

En este momento prefiero no nombrarlo. No se me olvida nuestra mala y primera conversación.

—Me refiero a salir con una chica.

—Oh. —me limito a decir.

Alan da un paso adelante y lleva una mano a su nuca

—Me preguntaba ¿Si tú quieres ir al cine conmigo ahora?

¿Una cita?

Escuché bien.

Con Alan

¡Alan!

¡Alan me acaba de invitar a mi!

Me quedo en shock.

—¿Entonces? ¿Aceptas Alicia?

Me obligo a reaccionar y oculto mi pequeña emoción. Pocas veces salgo con un chico. Un chico tan atractivo como Alan. Es la primera que me invitan a salir.

—Ah, no lo sé, —digo nerviosa—. espera ya vuelvo.

Cierro la puerta en su cara, giro y pego un susto a ver a mi padre y a mi madre frente a mí.

—¿Quién es? —me pregunta mi padre.

—Es solo un amigo. —digo nerviosa.

Eso creo.

—Compañero. —rectifico.

—¿Por qué no lo invitas a pasar? —me pregunta mi Madre mostrándome una calidad sonrisa.

Se nota la emoción en su rostro, es la primera vez que hay un chico en la casa. Que traigo uno, bueno, llegó sin ser invitado.

—No, no creo que quiera, solo vino a invitarme a salir al cine con él —veo a cada uno— ¿puedo ir?

Sinceramente, me emociona ir con alguien que no sea Ana.

¿Qué puedo hacer en su ausencia?

No creo que se moleste si se trata de un chico ¿O sí?

Al contrario, gritará de emoción cuando le cuente.

—No —habla papá.

—Si —habla mamá

—¿Si o no?

Se ven entre ellos, después de un rato que ambos lo piensan, habla mi padre.

—Está bien, puedes ir, pero te quiero antes de las 10 entendido hija.

Sonrío ampliamente.

—Entendido papá, gracias.

Le doy un beso en la mejilla a ambos y me voy corriendo a mi habitación por mis cosas.

Al llegar, rápido entro, tomo mi celular, mi cartera. Me coloco el suéter y me observo al espejo. Estoy un poco despeinada. Me encojo de hombros, peino mi corto cabello con mis dedos mientras me doy la vuelta y salgo de la habitación.

Al bajar, termino por despedirme de mis padres y salgo de la casa.

Al salir, Alan se voltea, saca las manos de sus bolsillos y me sonríe.

—Es la primera vez que una chica me azota la puerta en la cara.

Me ruborizo llena de vergüenza.

—Lo siento Alan. Yo...

—Nah, no hay problema. Quería sentir la experiencia. Será algo gracioso de recordar.

Él sonríe.

Enarco una ceja al verlo.

Espere su molestia o que se fuera o peor. Que me desinvitara.

Le sonríe nerviosa y me acerco a él.

—Vamos. —le digo.

Nos dirigimos a su auto, Alan me abre la puerta, entro y me acomodo en el asiento, él cierra la puerta y rodea el auto. Le echo un vistazo al auto. Es raro, nunca me he subido al auto de un chico más que el de mi padre o tío, pero eso no cuenta ¿no?

Aunque si contamos cuando me desmayé. Iba en el auto de Axel. Pero eso tampoco no cuenta porque estaba desmayada. Es mejor tener los ojos abiertos y disfrutar el momento.

Alan se introduce al auto, gira a verme. Me remuevo en mi asiento. Alan saca la llave, lo enciende.

—¿Te molesta?

Giro a verlo.

—¿Eh?

—Si pongo musica.

—Oh no, es tú auto.

Me encojo de hombros.

Recibo una risa leve por su parte. Alan prende la radio, escoje una canción, le sube el volumen (me agrada, buenos gustos) y pone en marcha el auto.

Cada vez me alejo más de mi casa, con un chico extraño siendo mi acompañante.

Estoy nerviosa, muy nerviosa. Estoy con un chico.

Ana, necesito tus consejos con urgencia.

No sé que decir. No sé como comportarme. Qué hacer.

"No exageres"

Grita mi subconsciente.

Observo por la ventana las casas, carros y árboles pasar. Alan se dispone a conducir siendo consumidos por un silencio abrumador.

Tampoco lo conozco, no es como si quisiera sacarle platica. Además, soy mala para eso.

Tres palabras.

Ya estoy nerviosa y tartamudeando.

Pésima, lo sé.

El resto del camino pasó en silencio. Alan solo me preguntó sobre la película que quería ver, lo dejé a su elección. Sólo nuestra conversación se basó en preguntas de él a mí, recibiendo un sí o no de mi parte.

Bien hecho Alicia.

Al fin, hemos llegado, ambos bajamos del auto. Espero a Alan y los dos entramos al cine, nos formamos en la fila, Alan elige la película y vamos a comprar las palomitas.

Alan no quizo que le ayudara a pagar, será la siguiente vez entonces.

¿Segunda vez?

Si ajá

Sigue soñado Alicia

Es un milagro esto.

—¿Vienes?

Parpadeo varias veces. Alan me ve con la ceja levantada.

Asiento y camino hasta él.

Ambos nos dirigimos a la sala, entramos. Buscamos nuestros asientos, nos sentamos. Alan me pasa mis palomitas. Le agradezco con un murmuro. Alan se acomoda en su asiento y se lleva una palomita a su boca.

—Me extraña que no hayas querido compartir las palomitas. Eso hacen las parejas ¿no?

Giro a verlo.

—Pero tú y yo no somos pareja. —mi voz sale débil, frágil. Apenas en unn murmuro.

Alan sonríe.

—Cierto. —le da un trago a su vaso de Coca-Cola. — sabés, es la primera vez que una chica me deja elegir la película. La mayoría de las chicas con las que salgo tengo que aguantarme a su elección. Aveces es aburrido la que eligen. Demasiado romance ¿no crees? Es bueno ver de terror, risa que sé yo. —Alan habla sin parar, mi dispongo a sólo asentir.

Y en ese momento, me siento en confianza con él al escucharlo.

—Tambien tengo que aguantarme cuando con mi prima veo una película, ella siempre elige Romance. —me sorprende al escuchar mi propia voz.

—Es bueno saberlo, vaya hablaste más. Te felicito.

Le sonrió tímidamente.

La sala empieza a llenarse de gente.

—Espero que te guste la película, es buena.

—¿Ya la viste?

Él asiente.

—Pero no es lo mismo en una pantalla gigante.

Me llevo una palomita a mí boca.

—¿Me das?

Le acerco las palomitas a Alan, él toma varías. Me ofrece de las suyas. Las recibo así intercambiando palomitas.

—Alan

—¿Si?

—¿Por qué me invitaste? No somos amigos.

—Somos compañeros ¿no?

Asiento.

—Si pero...

De pronto, las luces de apagan. La película comienza.

—Shh ya va a comenzar. —dice Alan y posa la vista al frente.

Suelto un suspiro, me volteo, me acomodo con la vista al frente y miro la película.

...

Miramos la película, la verdad es que Alan es muy buena compañía, es muy chistoso me hace reír mucho, por poco y nos sacan del cine. La película a terminado, salimos de la sala.

Quedé llena de palomitas.

Caminamos hasta salir del cine. Seguimos avanzando en silencio. Observo la hora en mi celular y lo vuelvo a aguardar.

—¿Te gustó la película? —me pregunta de pronto Alan.

—Si era ... interesante

—¿La película o yo? —lo dice en tono burlón.

—Mm, los dos. —hago una pausa—. ¿Por qué me invitaste?

Él dura en contestarme.

—Me caes bien, no lo sé creí que serías buena compañia y no me equivoqué.

—Nunca me hablas.

—Pues lo haré en hora en adelante. Eres una chica genial Alicia.

El rubor de apodera de mi.

¡Lo dijo!

¡Un chico dijo que soy genial!

Eso no es sinónimo de aburrida ¿verdad?

Seguimos caminando sin borrar de mi parte mi sonrisa. De pronto, Alan me  toma de la mano y eso me toma desprevenida. Se detiene, también me detengo. Él se voltea quedando frente a mí y el rubor se apodera de mi enseguida.

—Alicia, ¿quiero preguntarte algo?

—Dime. —digo en tono bajo.

Paso saliva al verlo a los ojos.

—¿Te gusta Axel?

Bien, eso no me lo esperaba.

—Ah, no, ¿por... por qué lo dices? —digo nerviosa y me safo de su agarre.

—Bueno, he visto como te le quedas viendo, yo pensé que te gusta.

Agacho la vista, muevo mis manos nerviosa. La vuelvo a levantar, observo a Alan esperando mi respuesta.

—Alan yo...

Pero no me deja terminar cuando estampa sus labios con los míos.

Oh por Dios, un chico me está besando.

Besa bien, pero no sé porque me quedo quieta, ni siquiera le devuelvo el beso.

¿Qué hago?

¡¡Besaloo!!

Grita mi subconsciente, pero no puedo.

Alan se separa de mí, con la cara confundida.

—Ya entendí, te gusta Axel.

Ni siquiera me deja hablar cuando se va. Rápido reacciono y lo empiezo a seguir. Camino a su lado y lo observo, su burla a desaparecido, se mantiene con el semblante serio, diría que hasta molesto.

—Alan yo...

—Alicia no, ahora no, sólo cállate y dejame llevarte a tu casa. —dice en tono molesto.

Y si lo está.

Me limito a asentir.

Nadie me había dicho que esto sucedía en las primeras citas.

Qué ésto me sucedia a mí.

¿Qué hago?

Nos dirigimos a su auto y me lleva a la casa, por todo el camino se la pasó callado, igual que yo. Ni siquiera me atrevo a verlo a  la cara.

Varios minutos después y llegamos a la casa. Alan aparca el auto, me despido de él sin recibir respuesta y bajo del auto.

Sin voltear atrás, me dirijo a la entrada. Lo último que escucho el el ruido del motor al él marcharse.

Finalmente, entro a la casa, todo está silencioso, creo que mis padres están dormidos. Cierro la puerta y subo a mi habitación.

Al llegar, me quito el suéter, los zapatos, dejo mi celular en el buro y el resto de mis cosas y entro al baño. Minutos después salgo, me pongo mi pijama y me meto a la la cama dejando mis lentes en el buro. Tallo mis ojos y segundos después, bajo mis manos y observo el techo pensando en lo que acaba de pasar.

(...)

Llevó horas acostada esperando que el sueño de apiade de mi, no puedo dormir pensando lo que pasó con Axel y ahora el beso que me dió Alan.

Me giro un poco y tomo mi celular, veo la hora con esfuerzo, ya es tarde, pienso en llamar a mi prima, pero... ¿si está dormida?

Mejor le marco mañana.

Justo cuando voy a poner mi celular en el buro que tengo a lado de la cama, suena asustandome haciendo que lo tire, por suerte cae en la misma cama.

Lo agarro y veo que es una llamada de Ana, al parecer me leyó el pensamiento.

Rápido contesto y las dos hablamos al mismo tiempo .

—¡¡TENGO QUE CONTARTE ALGO!!

—Bien me leíste el pensamiento, justo te iba a marcar —le digo.

—Igual yo, estamos conectadas prima.

—Bueno dime.

—No, tu primero.

—No tú

—No tú

—Ana tu llamaste primero. —digo enojada.

—No tu pensaste en llamarme, así que tú primero —dice ella.

—Ana

—Alicia

—Tú

—No, tú

—¡Que no tú!

—¡Ahí está bie! —habla Ana— yo primero.

Jaja ¡¡GANÉ!!

—¿Y bien?

—Te acuerdas que te dije que Max me invitó a salir.

—Ajá

—Pues me pidió que fuera... ¡Su NOVIA!!

—Wou ¿tan rápido?

—Ali

—Es broma, ¿qué le dijiste?

—Obvio que si.

—Me alegro por ti prima, luego me lo tienes que presentar, tengo que ver si es digno del amor de mi prima.

—Claro, ¿tú qué me ibas a decir?

Hago una corta pausa.

—Mm nada importante, solo que Alan vino a la casa y me invitó a salir al cine y...

—¿Alan? ¿Qué ese no es el amigo de tu crush? —me interrumpe Ana.

¿Todo sabe?

Tú, le cuentas todo.

Cierto.

—Si exacto. —digo rendida.

—¿Y?

Observo el techo, duro varios segundos en contestar.

—Me beso —listo ya lo dije, mi prima se queda un momento callada por la noticia—Ana, ¿sigues ahí?

—Ah, si solo que, ¡¡Aaaaaaaa!!

Tengo que retirar el celular de mi oído por los gritos de mi prima, me va a dejar sorda.

—Ana ya basta. —me quejo.

No quiero despertar a mis padres.

—Es que no lo puedo creer, vaya mi prima es toda una roba corazones.

—Si supongo.

Ruedo los ojos al escuchar su comentario.

—¿Por qué no te escucho emocionada?

—Es que no me da tanta alegría, fue solo un beso.

No fue el primero, pero si el mejor. Tan solo tenía 15 años cuando recibí mi primer beso. Un chico, una apuesta, una fiesta. Una desepcion. Todo fué horrible. Ana terminó defendiendome. Ese chico recibió una cachetada, lo merecía. Ana me consoló. No fue el mejor, lo admito, no sabía besar y ese chico solo quería devorar mi boca... Ahg que asco. Sólo fue un beso insignificante.

Pero con Alan fué todo diferente. Ahora tengo 17 años y sin novio...

"Genial"

—Diablos Alicia exacto es un beso de lo cual debes estar emocionada y gritando como loca al igual que yo.

—Ana, Alan se molestó conmigo.

—¿Por?

—Porque no le correspondí el beso y me dijo que le había quedado claro que... Axel me gusta.

—Oh, ¿tú le dijiste que te gusta?

—No, pero obvio que se dió cuenta, además me lo preguntó y yo no supe que contestar.

—Mm bueno eso sí.

—Prima me siento mal por él, no se  merecía que lo tratará así, soy la más tonta de todas.

—Oye no exageres, tal vez ...mm no sé, quizo comprobar sus sospechas.

—Encerio no ayudas Ana.

Me doy la vuelta aún con el celular pegado a mi oído.

—Ya prima, tu tranquila, además, no se te hace raro que justo cuando rechazaste a Axel, Alan te invitó a salir.

—¿Y?

—Es su mejor amigo ¿no?

—Si

—Ahi esta, si Axel le pidió a Alan que te invitará a cine solo para desquitarse de lo que tú le hiciste.

Hago una mueca.

—Ana, eso no tiene lógica, no creo que Axel tenga que ver en todo esto. De igual forma, Alan me beso y no sé que pensar al respecto.

—Mmm, tal vez le gustas.

—¡¿Gustar?!... No no creo, no soy su tipo. —digo nerviosa.

Yo gustarle a Alan lo dudo, no soy como su antigua novia Sofia y él es el mejor amigo de Axel, el único culpable que me sienta tan mal con todo esto... Porque lo prefiero a él y apesar de todo, me sigue gustando.

Ojalá hubiese sido con él el beso.

Ahí sí estaría saltando de alegría.

—Eso no lo puedes saber con certeza Alicia.

La voz de mi prima me trae a la realidad. Dejo mis pensamientos a un lado.

—¿Qué hago Ana?

—Primero que nada, tranquilizate y dejar de sentirte culpable por lo que pasó con Alan y segundo, dormir que ya tengo sueño.

—Si, tienes razón, trataré, de igual forma mañana hablaré con Alan, para que me aclare bien las cosas... adiós prima, descansa.

—Igual Ali, sueña con tus galanes.

Se oye la risa de Ana y solo le digo un "jaja".

Cuelgo, alejo mi celular de mi oído y lo apago hasta dejarlo en el buro. Apago la lámpara y me acomodo en la cama.

Cierro los ojos y me dispongo a dormir dejándome llevar por el sueño. Espero poder dormir en paz y no pensar en todo lo sucedido con esos dos chicos que han cambiado mi día normal completamente ☪



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