Capitulo 12♡
A L I C I A♡
Es Lunes, el fin de semana se a terminado. Ana se ha marchado ayer por la tarde, pero quedamos al corriente de todo tanto la una como la otra, yo por mi parte le conté todo, sobre lo de Axel, el beso, las bromas de Valeria, que cuando le conté a mi prima, juró que si miraba a Valeria ella misma le arrancaría pelo por pelo, la llamo rubia falsa. En fin, mi prima me contó que las cosas marchan bien en su escuela y cada vez se enamora más del tal Max, que me prometió presentarme cuando pueda. Quedamos en juntarnos cada fin de semana y pasar el tiempo juntas de prima a prima. Espero con ansias el fin de semana y pasar tiempo con mi prima favorita.
Hoy, mi madre se ofreció a llevarme al instituto tenía cosas que hacer y me dejaría en el instituto de paso. Llegamos, me bajo del auto sin antes despedirme de ella con un beso en el cachete.
—Gracias Mamá.
—De nada mi cielo, que te vaya bien cualquier cosa me marcas.
—Lo sé nos vemos luego, bay.
Mi madre se marcha, me doy la vuelta y empiezo a caminar al instituto. Avanzo y veo de lejos a Axel, mi corazón se acelera enseguida, él choca con el hombro de Alan y se marcha, por lo visto éstos dos siguen enojados.
Sigo caminando y me encuentro con Sofía, después de hablar con ella, me sentí mal por ella, si cometió errores, pero ella esta totalmente arrepentida.
Corro para poder alcanzarla y grito su nombre varias veces.
—¡Sofia espera!
Ella se detiene y voltea hacía atrás.
—Ey Alicia que tal, ¿Cómo estuvo tu fin de semana?
—Bien, ¿y el tuyo?
—Lo normal, ¿y tú prima?
—Ya se fué, pero vendrá el próximo fin. —digo con una sonrisa.
—Que bueno. —hace una pausa— no le caigo bien ¿verdad?
—No digas eso, es solo que ella es... Complicada.
—Oh entiendo, espero que nos llevemos bien luego.
—Si, lo mismo digo. —hago una corta pausa—Oye, hoy voy a hablar con Alan.
—Enserio, ¿lo vas a perdonar?
—Si, pero con la condición.
Sofía gira a verme.
—Ali no es necesario que hagas esto por mí.
—Te lo prometí y lo voy a hacer. —sentencio.
—Esta bien, sabés, siento que no merezco tu amistad, tú eres tan buena gente y yo...
—No digas eso, todos cometemos errores. Bueno, nos vemos luego, voy a buscar a Alan e ir a clases ¿Cuál te toca?
—Mate, ¿y a tí?
—Química.
—Pues nos vemos luego, adiós Alí.
Sofia se marcha y yo me dirijo a mi salón.
Que comiencen las clases.
(...)
La clase empezó y no pude hablar con Alan, lo haré después, lo bueno es que si vino a clases y está en la misma clase que yo. Lo malo es que Axel no está en la misma clase.
Deja de pensar en él tonta.
Me regaña mi subconsciente, que mal me caes.
De pronto, suena el timbre de que la clase terminó , todos cogen sus cosas y se marchan. Alan está apunto de irse cuando lo llamo.
—Alan. —repito.
Tomo mi mochila, me la cuelgo en el hombro y me acerco a él.
—Ey Alicia.
—¿Puedo hablar contigo?
—Claro
—Ya pensé lo que me dijiste la otra vez.
—A eso. —rasca su nuca— ¿me perdonarás?
—Si.
Su cara muestra mucha emoción como un niño pequeño cuando le darán una clase de regalo.
—Que bueno —Alan se remueve en su lugar—ah adiós.
Alan pasa por mi lado, rápido me volteo y lo detengo del brazo.
—Espera, te voy a perdonar con una condición.
Lo suelto.
—¿Condición?, está bien ¿cuál es?
—Que hables con Sofía y la escuches.
Él frunce el ceño.
—¡Sofia! ¿Sofia Ward?
—Esa misma.
—No tengo nada que hablar con ella. —dice seriamente.
Se cruza de brazos.
—Entonces no puedo perdonarte —me cruzo de brazos al igual que él. Finjo estar enojada.
Es raro, me siento tan pequeña comparada con él. Él da miedo, al contrario de mí.
—Eso no se vale, ella no tiene nada que ver en ésto.
—Es mi amiga Alan.
—Tu amiga —Alan suelta una risa— ella no es amiga de nadie. Ten cuidado es una oveja con piel de cordero Alicia, yo que tú me andaba con cuidado.
—Alan, no puedes hablar de ella así.
—Por lo visto no sabes nada de ella.
—Ya me contó todo.
Alan baja los brazos, los deja caer a sus costados. Su cara se vuelve pálida.
—Too..do te refieres...
—Si, lo que pasó entre ustedes.
Él supiera.
Regresa su cara de molestia.
—Entonces sabes mis motivos ¿no? Alicia ella me engañó y no estuvo cuando yo más la necesitaba. —me dice Alan en tono molesto.
—Lo sé Alan, mira no te pido que vuelvas con ella, solo escúchala y perdonala. Arreglen su relación.
—¡Es que aquí no hay relación Alicia! —exclama Alan exaltado.
—Bueno esa es mi condición. La tomas o la dejás. Tu decides.
Alan muerde su labio. Se acomoda la mochila. Se queda callado por un momento. Nos encontramos solos en el salón, todos ya salieron y somos los únicos que quedan.
—Esta bien
—¡¿Enserio?!
Carraspeo, cambio mi expresión de alegría.
Creí que no aceptaría, lo pienso.
—Si, pero ahora va mi condición.
—Tu no estás para condiciones ¿no crees?
—Alicia, necesito tu ayuda. —ignora lo anterior.
—¿En qué?
Alan suelta un suspiro.
—Mira, Axel está molesto conmigo desde que le conté sobre el beso que te di y ya no sé qué hacer para que me perdone. No quiero que nuestra amistad terminé por una tontería, es más ni siquiera se porque se enojó tanto, necesito que tú hables con el.
Oí bien.
—¡¿Yo?!, pero... ¿por qué yo? ¿Y por qué creés que a mí me escucharía?¿y por qué se enojaron?.... tendría que saber el motivo, no me va a hablar, ni siquiera me mira y...
—Ey, ey tranquila quieres, no te pongas así, ¿siempre te pones nerviosa cuando hablas de él?
—Eso no es cierto.
—Estas roja.
—Es la calor.
Alan sonríe divertido.
—Esta mañana hace frío, tienes suerte ¿no?
Tonta tonta tonta Alicia
—Ya déjame en paz, hablaré con él y tú con Sofía ¿hecho?
—Trato hecho, solo una cosa...
—¿Qué?
Bufo.
—No te pongas nerviosa cuando hables con él.
No me da tiempo de contestarle cuando Alan sale del salón con una fuerte carcajada dejándome sola.
Diablos, ¿en qué me metí?
(...)
Solo falta una clase para terminar el día. Me encuentro en el receso, sentada en una banca pensando cómo hablar con Axel.
¿Por qué es tan difícil hablar con tu crush?
—Axel, yo tengo que decirte que no me gusta Alan, me gustas tú. —murmuro.
No es estúpido.
Descartada ☒
—Axel sobre el beso fue un error.
No☒
—Axel, perdona a Alan es tu amigo y entré él y yo no hay nada, no me interesa.
Ay no ☒
¿Cómo le digo a Axel que perdone a Alan?
¡¡Ayuda, Ayuda!!
Estoy fustrada, pienso y pienso y no sé como decirle a Axel ésto y lo peor es que no quiero hablar con él sin ruborizarse, soy una tonta.
Además, una parte de mí quiere decirle de una vez por todas que me gusta aunque tengo miedo de su rechazo.
¿Por qué tenías que estar tan guapo Axel Navarro?
¿Por qué me fijé en ti?
Prefiero los chicos de los libros, con ellos es más fácil...
Mentira.
Son igual que complicados que los de la vida real.
¡Agh!
Tomo una profunda respiración.
—Axel tengo que hablar contigo... Sobre el beso que pasó con Alan, él me besó, no fue nada él no me gusta y...
—¿Ahora hablas sola?
Me encuentro de espaldas pero reconozco el dueño se esa voz, es de...
¡AXEl!
Volteo y lo veo, es tan guapo como siempre y esa carita que es el culpable de mis suspiros.
—¡Axel! ¿qué... qué haces aquí? —balbuceo.
—Bueno, no siempre te encuentras con una chica hablando sola y mucho menos que mencioné tu nombre. Si es que de mi hablabas, claro.
—Ah, ¿qué tanto escuchaste?
Mis nervios aumentan.
—Todo
—¡TODO!
Abro mis ojos atónica.
—Si, Axel tengo que hablar contigo, sobre el beso que pasó con Alan, él me besó, no fue nada él no me gusta y.. —voltea a verme— Me quede en esa parte lamento interrumpir, continúa.
Siento mis cachetes ponerse rojos como jitomate, Dios santo hace tanta calor o soy yo.
—Aa yo este...
—¿Te encuentras bien? estas...
—Si estoy bien, entonces solo escuchaste eso.
—¿Hay más?
Niego varías veces.
Menos mal que no escucho cuando dije que me gusta, uuf.
Gracias al cielo.
Este no es el momento de confesiones de amor Alicia.
—No. —hago una pausa y evito verlo a los ojos— Axel sobre Alan...
—Si ya sé, escuché todo. —me interrumpe.
—¿Sigues enojado con él?
—No
—No, él me dijo...
—¿Hablaste con él? —me interrumpe.
—Si me pidió perdón, ya sabés por lo que hizo.
—Oh ya, a también lo siento Alicia...
Alicia que bonito se escucha cuando él lo pronuncia, concentrate Alicia esta hablando.
—¿Perdon decías?
—¿No me estas escuchando?
—No yo estaba pensando otras cosas.
Axel suelta un gruñido.
—Okey, bueno pon atención que no repetiré dos veces.
—Lo siento.
—Te decia que lo lamento y..
—¿Vas a perdonar a Alan?
—Alan, no lo sé tal vez. —se encoge de hombros— pero no estamos hablando de Alan. Te decía que...
—¿Por qué se enojaron?
—¿No te lo dijo?
—Masomenos, ¿por qué?
Él toma una profunda respiración.
—Te gusta interrumpir ¿verdad? Mira Alan me contó que te robo un beso, lo cual no le correspondíste y me alegro, si me enojé con él fue porque no me gustó que te besará.
Celos, Axel siente celos...
Una sonrisa en mi boca se plasma en mi rostro.
Axel carraspea.
—No es que me ponga celoso, la verdad es que tu no me interesas.
Ahhhhhhhhhhhhhhhh.
Escucharon eso, es mi corazón haciéndose trocitos.
Borro la sonrisa, agacho la vista.
—Ya entonces, ¿qué te molestó?
Levanto la mirada, Axel da un paso adelante.
—Me molestó que Alan te invitará al cine y pensé que te contaria todo lo planeado y cuánto al beso, pensé que era solo distracción. Que Alan se arrepentiría para ayudarme.
—Pero no fue así, Axel él te ayudo en tu estúpido plan. —digo molesta.
—Lo sé pero...
—¡Pero nada, Axel solo perdonalo habla con él son amigos por dios y a mi dejame en paz! —le grito molesta.
Me doy la vuelta y empiezo a caminar, eso me dolió, no le intereso.
—¡Alicia, espera no me dejaste hablar!
—Tengo prisa.
No obstante, Axel llega hasta mi y se coloca quedando al frente. Me detengo, retrocedo un paso atrás.
—Ni siquiera me preguntaste porque te busqué, solo te intereso Alan.
Lo miro fijamente.
¡¿Me buscaba?!
—Si, te estaba buscando para hablar contigo. Quiero que me perdones por como me comporte contigo, tú me querías ayudar y no acepte esa ayuda, en cambio solo te chantaje; perdóname enserio si no fuera por tí, yo hubiera reprobado la materia. Gracias Alicia. —agrega.
Abro mi boca y la vuelvo a cerrar.
—Axel yo no sé qué decirte... supongo que te perdono.
Él sonríe.
—Enserio, eres increíble, sabés.
Agacho la vista.
Es lo mejor que me han dicho...
Lo mejor que he recibido de mi crush.
Interesante e increíble wouuu.
—Gra... cías. —balbuceo.
Lo escucho carraspear.
—Oye, porqué, para compensarte te invito no sé al ¿parque? ¿al cine ? A donde sea ¿Qué dices?
Levanto la mirada.
—¡¿A mí?!
—Si
No lo puedo creer.
Una mini Alicia grita dentro de mi de la emoción.
—Ah, está bien.
Le sonrío nerviosa.
—Perfecto, solo una cosa.
—¿Qué?
—Que nadie se entere, ni mucho menos Valeria.
Hago una mueca.
—Ya, te avergüenza...
—No es eso, —me interrumpe— es solo que no quiero tener problemas con ella. Ya sabes cómo es, no quiero que te moleste. —lo miro fijamente— realmente quiero salir contigo.
Mi corazón se acelera y estoy segura que él no tiene la menor idea de lo que provoca en mi.
—De acuerdo, no le diré a nadie.
—Genial. —sonrie— Entonces, nos vemos en la salida, te voy a esperar, nos vemos luego Alicia.
Axel se da la vuelta, lo veo márcharse, yo me quedo sola analizando lo que acaba de pasar, me invitó a salir a mí.
¡Que emoción!
Hablé con mi crush y...
¡Tengo una cita con él!
Bueno no.
Pero voy a salir con él
¡Siiiiiii!
Empiezo a bailar como loca.
De pronto, noto la mirada de varios alumnos y me detengo. Finjo acomodar mi cabello y los ignoro.
Vuelvo a sonreír.
Nadie me quita está emocion.
(...)
Las clases concluyeron, es hora de ir a mi encuentro con Axel, estoy nerviosa, lo juro. Incluso conté las horas y no puse mucha atención por pensar solo en él. Por un momento quise decirle a Sofía o llamarle a Ana, necesito un consejo de ellas. No tengo experiencia con chicos, ni mucho menos con mi Crush.
Sin embargo, me arrepentí.
Prefiero mostrarle a la verdadera Alicia que soy.
Salgo del instituto y me encuentro en la salida a Axel. Está parado con su mochila en el hombro, se ve tan sexy.
Concéntrate Alicia
—Hola. —le digo nerviosa al llegar hasta él.
—Hola. —me observa fijamente— nos vamos.
Asiento.
Nos dirigimos a su auto, voy a entrar a su coche no puedo creerlo. Es un auto bellísimo del año y de color rojo. Axel abre la puerta y entra y yo aún sigo parada.
—Entra, oh espera.
Sale del auto y me abre la puerta.
Así o más tierno.
—Gracias.
Entro en el auto, huele tan bien, huele a él. Axel de dirige a su lugar y entra.
—¿Y a dónde quieres ir?
—No lo sé, tal vez al parque.
—A tus órdenes entonces.
Axel arranca el auto, pasamos calles, árboles, casas, dejando atrás el instituto. Volteo a verlo, se ve tan guapo manejando, la mirada hacia al frente y las dos manos en el volante, nunca crei que ver a un chico manejar fuera tan hermoso.
No es la acción querida, Axel se ve guapo hasta parado sin hacer nada. Él es perfecto.
—Lo és
—¿Qué?
Él gira a verme.
—Ah nada
Axel asiente y regresa la vista al frente.
—Ya casi llegamos.
—Genial.
Axel detiene el auto, lo estaciona y bajamos. Llegamos al parque, me gusta la tranquilidad que hay, los árboles el sonido de los pajaritos todo es tan bonito.
—Ven
Sigo a Axel y empezamos a caminar, ninguno de los dos habla. Es un silencio muy incómodo.
—¿Por qué quisiste venir aquí y no al cine? —de pronto me pregunta él.
—Es más tranquilo.
—Entiendo, ¿quieres un helado?
—Por supuesto.
Vamos en busca de un puesto donde vendan nieve, lo encontramos. Yo elijo un helado de chocolate y Axel de fresa. Buscamos una banca y nos sentamos a disfrutarlos estás delicias.
—¿Por qué cambiaste tu imagen? —me pregunta de pronto.
—Pues quería sentirme bien supongo, Sofía insistió y me ayudó. Me gustaron los resultados.
—Te ves bien.
Veo a Axel, el lame su helado. Nota mi mirada y deja de hacerlo. Admiro sus ojos.
Oh por dios.
Son hermosos.
Azules.
Ahh.
Aparto la mirada y llevo el helado a mí boca.
—Gracias.
Axel se acomoda en la banca. Se acerca un poco.
No te pongas nerviosa.
—Igual te miraba bien cuando ibas al instituto toda despeinada, tus lentes toda una nerds ¿no?
—¿Se supone que debo agradecerte por llamarme Nerd?
Él borra su sonrisa.
—Era broma Alicia.
—Ah
Seguimos comiendo los helados.
—Pero me alegro que hayas cambiado, te vez... —él gira a verme—. más guapa.
Un rubor de apodera de mí.
—Gracias.
Él asiente.
—Crei que sería más difícil que me perdonarás. Si me comporté como un imbécil contigo, no quería tu odio.
—¿Por qué? ¿Por qué le das tanta importancia si nunca hablamos hasta ahora?
Él me mira fijamente.
—No lo sé, tampoco lo entiendo. —desvia la vista al frente— supongo que eres la primera chica que me importa. —respiro acelerada— que me importa que no me odie. Eres tan buena que no lo mereces.
Gira a verme.
—No soy de guardar rencor.
—Se nota.
Axel aparta la vista.
Me le quedo viendo embobada, él corta la distancia, nuestras rodillas chocan. Axel estira su mano y lo pasa por mi cachete.
Oh Oh.
—Tienes helado aquí.
Señala cerca de mí boca.
—Ah.
Quita su mano y yo me limpio, por un momento pensé que...
Axel posa la vista al frente.
—Hace tiempo que no venía aca —dice y le da una lamida a su helado.
—¿Y eso? —finjo mis nervios.
Creí que iba a besarme.
No Alicia, no es una cita. No sucederá un beso con él. Tiene novia.
—Cosas que hacer, tienes razón este lugar es tan tranquilo.
—Lo és Axel, es mi lugar favorito.
Él gira a verme y me regala una sonrisa.
—Creo que salir contigo no fue tan malo después de todo. Tú compañia es grata.
Sonrio como boba.
—La prefiero mil veces que estar aburrido en casa.
Observo a Axel.
Realmente me gusta, pero desconozco cómo en realidad es, como es su vida.
—Oye. —carraspeo— esto no es una cita ¿verdad?
—Lo es.
Enarco una ceja.
—Una cita de amigos ¿no?
Asiento sin dejar de verlo.
—Amigos. —repito.
—Si, bueno, compañeros. Más que nada es una manera de agradecerte por tu ayuda, obligada pero lo hiciste. Me arrepiento Alicia, de verdad.
—Ya, ya no importa.
Dejo de verlo y regreso la vista al frente mientras me termino mi helado.
—Prefiero estar aquí que en mi casa.
Giro a verlo al escucharlo.
—No quiero la compañía de Valeria, aveces no la soporto. —agrega sin verme— y Alan, bueno, tenemos algo que resolver. Además, él tiene sus propios problemas.
—¿Por qué dices eso?
Él dura en silencio.
Axel se encoge de hombros.
—Aveces, mi vida es una mierda. —gira a verme— problema con mis padres. Todos tenemos problemas. —se encoge de hombros— olvida lo que dije.
Él aparta la vista.
Observo su perfil.
Definitivamente no lo conozco lo suficiente.
Solo al chico que es en el instituto. Sin embargo, ahora me está demostrando un Axel diferente al que creí que era. Me confunde. Realmente no sé como es Axel Navarro.
No le pregunto más. No quiero incomodarlo. No le contaría sus cosas a una extraña.
Me limito a verlo.
Él se mantiene en silencio.
Piensa Alicia.
—Axel.
Él gira a verme.
—Yo, bueno... gracias por la invitación.
Una media sonrisa se dibuja en su rostro.
Carraspeo y observo al frente.
—Entonces, ¿te gusta el fútbol?
—Mucho. —lo miro de reojo, noto su mirada puesta en mí— deberías saberlo ¿me has visto jugar?
Descubierta.
—Lo... lo hice por curiosidad.
Giro a verlo.
Él sonríe ampliamente.
—Claro, eres más interesante de lo que creí Alicia.
Mis mejillas se ruborizan al escucharlo.
Axel mira al frente y suspira.
—Sabes, tal vez, más adelante te considere mí amiga ¿te parece?
Asiento varias veces.
Axel gira a verme y me sonríe.
—Cuentame más de ti.—emite causando los latidos de mi corazón acelerarse.
Le intereso
Quiere saber de mí.
¡Mi crush quiere saber de mí!
Tomo una profunda respiración y está vez no me quedo callada. Le cuento varias cosas de mi mientras Axel me escucha atentamente. Evito verlo a los ojos por miedo a que descubra lo que causa en mi.
Y así pasan las horas hablando de cualquier cosa, me doy cuenta que Axel no es tan malo después de todo, entre risas la horas se pasan rápido, sin duda este día no olvidaré jamás.
(...)
Axel me lleva a mi casa, llegamos y me bajo del auto.
—Te acompaño.
—Esta bien
Caminamos juntos hasta la casa.
—Asi que aquí vives, es linda. La recuerdo un poco.
Asiento.
—Gracias por traerme.
—Ya había estado antes aquí.
—Lo sé, cuando me desmayé y me trajeron tú y Alan.
—Si, me comporte como un idiota.
Axel mete sus manos en sus bolsillos.
—Quien iba a imaginar que nos encontraríamos de nuevo. —añade.
Llegamos a la puerta, nos detenemos. Saco mi llave, estoy por introducirla cuando la puerta es abierta por mi Madre, ella me mira y sale.
—Hija eres tú.
—Hola mamá.
Mi madre posa la vista en Axel.
—¿Y éste chico tan guapo quién es?
Sonrío nerviosa.
—Mamá, él es Axel, Axel ella es mi Madre.
—Mucho gusto Señora.
La saluda Axel.
—El gusto es mío muchacho y ¿ustedes son?
Mi madre le tiende la mano, se sueltan al instante.
—Compañeros —digo.
—Amigos —dice Axel.
Ambos volteamos a vernos.
—¿Entonces? —pregunta mi Madre con una ceja alzada.
—Somos muy buenos amigos ¿verdad Alicia? —habla él.
¿Eh?
Veo a mi madre, ella espera una respuesta por mí parte. Veo a Axel le doy una mirada de confusión, ni yo sabía que me consideraba su amiga. No ahora.
—Si, somos amigos.
—Que bien, ¿quieres pasar?
—Mamá Axel ya se va.
—Si tengo cosas que hacer, será otro día.
—Esta bien, luego vienes y así conoces a La familia A —le dice mi Madre.
—¿La familia A? ¿Qué es eso?
Frunce el ceño.
—Es una larga historia, luego te explico— le digo.
—Okey, entonces nos vemos Señora y adiós Alicia, me la pasé increíble.
—De nada yo igual, adiós.
Axel de va pero antes me da un beso en la mejilla, se despide, se da la vuelta y se marcha. Sube a su auto, lo pone en marcha y lo veo alejarse cada vez más.
Después de que se va, doy un fuerte grito y salto de la emoción sin importar que mi madre me vea.
Axel mi Crush me a dado un pequeño beso. Oh dios mío me va a dar, siento que me desmayo y es que realmente me desmayo, solo escucho la voz de mi madre antes de caer en una completa oscuridad.
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