Estoy viendo el techo de mi trabajo, algo que constantemente hago por inercia, estoy tan deprimida por extrañar a Alek que me distraigo con facilidad. Desde hace 4 meses mi vida se ha convertido en una rutina constante.

Casi no lo veo, me acuesto tarde, a veces es por esperarlo y otro plan "Ama de casa".

Tengo días sin saber lo que es un beso de buenas noches de su parte. Y cuando me presta atención, tenemos sexo sin romanticismo como lo hacíamos antes.

Estoy trabajando en un bar junto con Manuel, mi fiel confidente, el que me ayuda en todo y esta para mí en todo momento. Me consiguió trabajo como cajera y acepte, necesito dinero trabajado por mi y distraerme un poco.

Me distrae un poco de mi soledad en casa, Alek se está yendo más temprano de lo normal, a veces llega tarde y algunas que ni llega.

Unas que otras veces me busca para tener relaciones sin pasión, esto hace que me deprima un poco.

Sé que le está yendo bien en la FA porque lo he visto por la TV, ha tenido 2 campeonatos como titular. Lo llaman " La muralla Kouffati".

En cada partido ganado se van a celebrar, y ninguno de esos partidos me los pierdo, viéndolos a través de una pantalla, sin poder celebrar junto a él.

Por supuesto, a mí no me invitan, puede que ni sepan que existo.

Ya no sé qué hacer, me siento desesperada. Tengo miedo de perder su amor, nos costó que esto se nos diera, para ir a botarlo tan fácil, aun no sé qué error cometí y es algo que me intriga por saber, porque sé que es el único que tiene esa respuesta.

¡Se me acabaron las ideas!

-Reacciona mujer, atiéndeme- Susurra Manuel en mi oído sacándome de mis tristes pensamientos.

Estoy trabajando, y tengo que cuidarlo, es mi distracción y es el que me está cubriendo mis gustos y caprichos.

Tengo muchos planes, que hasta ahora, él no los sabe, estoy reuniendo para un apartamento con la ayuda de mi trabajo y del alquiler de mi otro apartamento. No me gusta vivir alquilado, siento que algún día te van a sacar de él y te quedaras en la calle.

-Perdón perdón. ¿Qué me estabas pidiendo? - Pregunto centrándome en el trabajo

-2 Whisky para la mesa 3 - Asiento.

Preparo los Whisky y los entrego.

Limpio mi zona de trabajo, solo me faltan 10min para salir y me gusta dejar todo en orden antes de irme.

Manuel me pasa unas botellas y vasos sucios, los cuáles agarro y coloco en su sitio.

-Ainhoa, te espero tras vestidores- Dice Manuel y asiento.

Dayana, mi compañera de turno llega para cubrirme, le dejo todo en orden y me voy a cambiar.

- ¿Que tienes? -Pregunta Manuel con tono meloso.

-Lo mismo de siempre- Respondo cabizbaja

-Desahógate, no me has contado nada esta semana- Asiento

Resoplo y suspiro de tristeza

-Lo espere hasta tarde- Me siento en uno de los taburetes con la espalda pegada a la pared- Me puse sexy y ni me noto, me dio un pequeño beso en los labios, se ducho y se durmió sin más, sin piropos o besos como solía hacerlo antes- Manuel se sienta a mi lado, besa y mima mi cabello para hacerme sentir bien

- ¿Intentaste lo de la carta?

Asiento y sonrió con pena- Si, pero la ignoro. Por eso quiero mudarme, no me siento cómoda viviendo así, me deprime más.

Le escribí una pequeña carta, a ver si por ese medio me respondía, ya que por cel. me ignora al igual que en persona.

"Hola mi chico fantasma... Te extraño, ¿porque estas tan distante? ¿Q hice mal? ¿Q nos está pasando?

Quiero tus besos, necesito tus abrazos, tus palabras dulces, las miles de ayudas q me dabas, tu apoyo y consejos.

Te hice una rica cena, quería q comiéramos como antes, pero es uno de los tantos intentos fallidos.

Son las 3am, te quería esperar hasta tarde, pero el sueño me gano.

Tu comida está en la nevera, te amo"

El día siguiente Alek ya se había ido al igual que la nota que deje pegada en la nevera.

Saber que la leyó y no hizo nada para hablarme me dolió en el alma, pero ya no puedo hacer nada.

Lo más probable es que quiere que terminemos y no sabe cómo decírmelo, alguno de los dos tiene que dar el paso, y esta vez, puede que sea yo la que lo tenga que dar.

Sé que soy bonita, pero jamás tan bonita y perfecta como las chicas con que se la pasa, no hay ni un poquito de comparación.

-Lo hice, pero la ignoró, él quiere que terminemos, pero no sabe cómo decírmelo- Me pongo de pie y me cambio de camisa dándole la espalda a Manuel.

-No pienses así, él debe estar ocupado con tanto entrenamiento- Manu me da la espalda y hace lo mismo que yo

Bufo- El suele estar rodeado de mujeronas, alguna lo enamoró, deberías verte los partidos conmigo para que te des cuenta de lo que digo.

- ¿Qué quieres hacer?

-Me falta poco para reunir la mitad del pago que me están pidiendo, con eso sé que tengo el apartemente asegurado.

Terminamos de vestirnos y salimos rumbo a nuestros hogares, por suerte vivimos cerca del trabajo.

Desde la entrada de edificio se escucha una música a todo volumen

-Mmm fiesta fiesta- Dice Manuel bailando y rio

Subimos las escaleras bailando y riendo juntos.

Con Manuel la paso genial, me hace olvidar lo malo y disfrutar del día día con una sonrisa sincera.

Extraño tanto a Alek que Manu me hace olvidar por un rato lo mal que estamos.

Al pararnos frente a mi departamento nos quedamos sorprendidos al notar que la música a todo volumen proviene es de aquí.

Tengo entendido que Alek llegaba tarde hoy.

Abro la puerta despacio ya que no sé qué me espera.

Entro junto con Manuel observando cada rincón del apartamento, parejas bailando, otros jugando a los chupitos con tequila y sal, la cocina echa un asco con botellas quebradas, pegostes en el piso, el fregadero full de corotos sucios, la mesa de la sala abarrotada de comida, que espero que no sea de mi despensa.

Paso pidiendo permiso y empujando a los que no me escuchan, veo a Alek sentado en el mueble muy cómodo con dos chicas en su regazo devorando su cuello.

Se me hace un nudo en la garganta viendo esa escena, porque para mí desgracia, la está disfrutando.

Se está divirtiendo, Alek besa y manosea a las chicas con ganas, ya que no nota mi presencia, decido carraspear mi garganta para que me observe, al notarme quita su mirada de las pechugonas.

Sube su mirada hacia mí y la vuelve a bajar, repite lo mismo pero esta vez se levanta haciendo caer a las chicas al suelo.

-Amor, te estaba esperando- Subo una ceja y sonrió

-Se nota, por un momento pensé que la fiesta era por mi bienvenida a mi nuevo hogar- Se acerca a abrazarme y doy un paso atrás para evitar ese disgusto

-Amor, esta fiesta es porque estamos en las finales- Sonríe de felicidad

-Voy a comprar más refrescos- Miento- Espérame aquí y sigue disfrutando de tus amigas- Doy media vuelta y salgo cerrando la puerta atrás de mí.

Tenía ganas de hacer un escándalo, los celos me están carcomiendo, pero no ganare nada con eso, a la final ellas ganaran, han disfrutado de el más que yo.

-Vamos a mi casa- Sugiere Manuel y asiento.

¿Cómo cambias a alguien que vive su vida de fiesta en fiesta? ¿Cómo cambias a alguien que no es monógamo?

Un matrimonio no hace cambiar a un rumbeador y menos a un mujeriego.

Confió mucho en él, pero las fiestas y las mujeres es lo que a él le gusta, y no puedo hacer nada para que el cambie ese rumbo.

O bueno si, separarme de él. Duele mucho, pero es lo mejor.