Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 19

No me pasó desapercibida la acción que tuvo mi padre de esconder algo detrás de su espalda cuando ingrese sin previo aviso a la cocina.

Ambos me observaron nerviosos, pero mi abuela fue la primera en sonreirme.

—Buenos días —saludó acercándose a mí.

Me aleje un paso y los observe molesta. Ya era tiempo de que me contaran de qué se trataba toda esa locura.

—¿De qué hablaban?

Mi padre le dio una rápida mirada a mi abuela.

—De cosas, de la familia. ¿Quieres desayunar?

Bufe.

—Los escuche. ¿Qué tiene que ver la muerte de mamá con todo esto? y quiero la verdad, quiero la verdad de todo, del collar, de esa estúpida magia, de todo.

Para cuando pronuncie las últimas palabras ya estaba llorando.

Mi abuela se me acercó de inmediato y me abrazo. Escondí mi rostro en su pecho y solloce.

Me mantuve a raya mucho tiempo, pero joder. Solo era una adolescente que quería vivir un romance. Y me encontraba con un sin fin de misterios. No buscaba escapar, no quería hacerlo. 

—Cálmate Auryn, no pasará nada—dijo con cuidado y me aleje observándola.

—¿Qué es lo que me están escondiendo? Dímelo, por favor.

Pareció debatirse internamente sobre que hacer, pero al final me pidió que me sentara y ambos se sentaron frente a mí.

—Hija —mi padre sonrió, pero sabía que estaba preocupado —, te dije que ese collar era magia que tu madre te había heredado, ¿recuerdas? —asentí —Y te dije que no podías invertir un deseo —asentí nuevamente secando una de mis lágrimas —. Bien, esto me lo dijo tu abuela hace unos meses, me pidió que no te diera el collar, pero no le creí, por eso até cabos cuando me contaste sobre Ignacio. Esto viene desde antes, tú abuelo le heredó la magia a tu madre, y el padre de tu abuelo a él, y así desde hace años, solo que no es algo bueno Auryn.

Sabía que no era algo bueno, pero el semblante con el cual hablaba, me causaba terror.

—¿Por qué?

Suspiro y refregó su rostro frustrado.

—No te quite el collar solo para que no pudieras pedir revertir el deseo Auryn, te lo quite porque estamos casi seguros que la misma magia te va a obligar a pedir más cosas. Va a desmoronar tu deseo para que debas pedir más y más, hasta que llegues a un punto sin retorno.

Fruncí el ceño con la cabeza dándome vueltas.

—¿Qué significa un punto sin retorno, papá?

—Significa que llegará un punto en el cual la única forma de solucionar todo, será tu muerte. No es magia, es un recolector de almas Auryn. Y usa la magia para atrapar almas, tú eres su alimento en este caso, y tu madre lo fue antes.

Dejé escapar un gemido lastimero y lleve mi mano al pecho cuando escuché aquello. Era como estar en una película de terror, una donde yo era la persona siendo perseguida por un fantasma.

Sentí los brazos de mi padre rodeándome y me descargue allí. Me sentía triste, y solo me venía a la mente mi madre... porque sabía que yo había sido su primer deseo, y si lo que acababa de enterarme era la verdad, yo era la culpable de iniciar su camino hacia su muerte.

Me aleje alterada y me puse de pie.

—Debo salir —informé secando mi lágrimas.

—No, Auryn. No puedes salir así, ¿a dónde irás?

Negué.

—No lo sé, pero no puedo quedarme encerrada aquí —los observe —¿Qué es eso que deben averiguar? —observe a mi abuela —¿Qué es?

Estiró su mano como queriendo acariciarme y me volví a alejar. No estaba enojada con ellos, estaba dolida por todo, estaba asustada, confundida y triste. Solo quería saber toda la verdad de una vez por todas.

—Aún no es algo seguro, pero prometo contártelo en cuanto me asegure —prometió y asentí.

Subí las escaleras con mi corazón martillando como un loco en mi pecho y entre con cuidado a la recamara, Nacho aún seguía durmiendo, así que con cuidado me vestí y salí de allí sin prestar atención a las palabras de mi padre y abuela. Necesitaba estar sola.

No sé por cuánto tiempo caminé, ni a donde estaba yendo, en mi mente solo se repetían las palabras de mi padre, el recuerdo de mi madre, ese maldito día de mi cumpleaños. No lograba entender cómo mi vida común y corriente se había transformado en ese nido de cosas místicas y locuras en solo semanas. 

 Me detuve al llegar a un parque, era un lugar muy grande, como un bosque en medio de la ciudad. Me metí entre los árboles y me detuve cuando llegue a un pequeño lago, me senté frente a él y lloré hasta cansarme. Hasta que sentí que ya no me quedaban lágrimas por derramar, hasta que me di cuenta que estaba actuando como una cobarde. 

No debía llorar, debía intentar buscar una solución. Intentaba pasar por alto la realidad, pero lo cierto era que Nacho debía volver a su vida, no podía simplemente vivir aquí como un ser extraño que no figuraba para nadie, como si escapara de la policía, sin la libertad de ir a un hospital, si poder estudiar, olvidando todo lo que era su vida. Yo era la culpable de todo eso, y debía buscar la forma de devolverle su vida. Sin excusas.

Seque las gotas que salían de mis ojos inconscientemente y me puse de pie dándome la vuelta. Pegue un grito cuando una figura apareció detrás de unos árboles.

—¡Hey! Soy yo.

Nacho apareció frente a mí con una sonrisa de disculpas y se acercó hasta quedar a un metro de distancia.

Suspire aliviada.

—¿Qué haces aquí?

Rasco su nuca.

—Lo siento... no quería molestarte.

Suspire.

—Perdón, no me molestas. ¿Cómo me encontraste? —pregunte con una sonrisa.

—Estaba despierto cuando entraste al cuarto, creí que lo mejor era dejarte desahogar, te vi llorando... pero no pude evitar levantarme como un loco y seguirte cuando note que te ibas. No podía dejarte sola en ese estado. Tu papá y abuela se veían nerviosos también —admitió con un poco de timidez.

Sonreí con ternura y las ganas de llorar volvieron a invadirme. ¿Me odiaría cuando sepa la verdad? Quizás debía contárselo de una vez por todas y afrontar lo que fuera a suceder.

—Nacho, yo... debo decirte algo.

—No —me interrumpió —, no debes decir nada, solo quiero acompañarte. No debes contarme cosas que no quieres.

—Es que, es algo que debes saber, algo que... prométeme que no me odiarás —pedí casi como una súplica.

El chico que cada vez se metía más dentro de mí, se acercó borrando la distancia entre nosotros y me abrazo permitiéndome esconder mi rostro en su pecho, mientras que besaba mi frente.

—No hay nada en este mundo que pueda hacerme odiar a la chica que me ayudó, me cuido y es tan linda conmigo —aseguró y alejó un poco mi rostro para poder inclinarse y dejar un suave beso en mis labios —. No lo olvides.

No aguante aquello, me largué a llorar nuevamente, porque sabía que si había algo que podía hacer que me odiara. Él jamás podría cumplir eso, no cuando escuchara como destruí cada cosa que amaba.

Luego de un rato, en el cual Nacho solo hizo cosas para distraerme, nos encontrábamos acostados en el pasto. Su cabeza estaba apoyada en mi estómago, una de sus manos entrelazada con las mías y con la otra me dedicaba a acariciar su cabello, lo que parecía que le gustaba, porque cuando me detuve por un rato, me pidió que volviera a hacerlo.

—Hoy hay una fiesta —comentó con su mirada fija en los rayos de sol que se colaban por los árboles —, y sé que no estás de humor, pero quizás, si te dejan, podríamos ir y divertirnos.

—¿Qué fiesta? —pregunté frunciendo el ceño.

—Una de un chico de tu colegio, me enteré cuando fui a buscarte.

—¿Te lo dijo Amanda?

No sabía que tono había usado, pero al parecer uno muy divertido por la carcajada que dejó salir.

—No —aseguro a los segundos —. Un chico que pasaba por allí, me dijo algo de "Debes venir, los universitarios rubios atraen a muchas chicas" no sé a qué se refería, pero podemos averiguar donde es e ir. ¿Quieres?

Lo pensé, nunca había ido a una fiesta, todo lo que sabía de ellas era por Amanda, Franco o algún otro compañero. Quizás Nacho tenía razón y me haría bien distraerme, además, debía disfrutar de estar con él antes de que todo explotara.

—Esta bien.

—¡Genial! Verás que será todo un placer ir conmigo, soy pura diversión.

Fruncí el ceño. Habían cosas que no me cerraban.

—¿Te gustan las fiestas? —asintió —¿Desde cuándo?

Lo pensó unos momentos.

—Desde que recuerdo, supongo. Es algo que llevo dentro, no es como que haya habido un momento exacto, menos con esto de las cosas olvidadas.

—¿Estilo de música?

—Oh, preguntas y respuestas, me gusta —giró su rostro observándome —. Una pregunta tú y otra yo, ¿está bien? —asentí —Rock, ¿el tuyo?

—Bachata... ¿Fobia?

No tengo fobias.

—¿Seguro? —asintió sin dudar y mi ceño se frunció aún más.

Ya estaba segura, este chico ya no era aquel que yo cree. Y lo peor es que me gustaba aún más que mi invento, pero no debía dejar de prestar atención a esos detalles.

—¿Te gusto?

Abrí mis ojos y desvié mi mirada de la de él.

—Creí que eso había quedado bastante claro anoche —comenté deslizando mi mano por su frente.

Sonrió como si le hubiera hablando de una de las mejores cosas.

—Quedó bastante claro, pero me gustaría escucharlo de tu boca, ¿te gusto, Auryn?

Mordí mi labio intentando ocultar una sonrisa que no podía evitar mostrar a pesar de saber toda la mierda que había detrás de esos sentimientos.

—Me gustas, Ignacio.

Con su sonrisa aún más grande, se quitó de sobre mí y se acercó para besarme. Me gustaba sentir la forma en la cual lo hacía, como si siempre fuera la primera vez.

—Tú también me gustas, brujita.

—¿Brujita?

Se encogió de hombros.

—Debiste usar magia sobre mí para tenerme así.

Pd2: Capítulo dedicado a MaryFinol5 AleAlvas Fer_xx Estefania-C user3966588 Eliz129 GRACIAS POR SU APOYO Y POR COMENTAR "Licuado de banana con sal" locas jajjaja

Pd3: SI llegaste hasta aquí, comenta "Pablito clavo un clavito, que clavito clavo pablito, clavando pablito clavitos, pablito clavo clavitos" no vale copiar y pega TRAMPOSAS.



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro