“Una vida junto a ti ”

—¡No voy a dejar que te quedes a Changbin para ti!

Con la boca entreabierta observo aturdido a mi precioso Lee Felix señalarme como si fuera el peor criminal del mundo.

—He estado años siguiendo cada paso de él para que tú cómo si nada llegues y me lo quites— Felix infla las mejillas y no puedo dejar de pensar que es la persona más hermosa que he visto.

Pero entonces pienso con claridad y debe ser una pésima broma, en la otra vida él estaba enamorado de Hyunjin, y en esta, ¿De Seo Changbin?. Oh, Seungmin, ¿Aún sigo pagando por mis malas acciones?. Recapitulando, mis recuerdos de cuando era Dios me fueron devueltos a los catorce años, desde entonces estuve buscando a Felix sin parar hasta que dí con él en está escuela pero aunque siempre lo veía cerca de Seo no le tomaba importancia porque según yo, nuestros corazones estarían unidos en esta vida para siempre.

—Yo no... — balbuceo mirando sus cejas fruncidas.

Felix suspira profundamente y se acerca dándome un pedazo de papel doblado. —Si quieres a Changbin tendrás que pelar conmigo por él.

Tomo el papel y quisiera golpearme porque esto no es más que mi error, coloqué este poema de amor en el casillero equivocado pensando que era el Felix y resultó ser de Seo. Eres totalmente estúpido Minho.

—No quiero a Changbin, ni mucho me gusta — suspiro doblando la nota de nuevo y la meto en mi bolsillo. — No malinterpretes esto por favor, la persona que me gusta eres tú.

Las mejillas de Felix rápidamente se tornan de un rojizo que adorna de una manera adorable sus pecas y tal cosa me hace sentir sonrojado tambien; verlo sonrojado es uno de los placeres más grandes de vivir.

—¡No bromes conmigo! — exclama alterado. — Estás haciendo trampa para engañar a mi mente pero no te dejaré...

—Me gustas mucho, muchísimo — lo interrumpo rompiendo nuestro espacio personal y le robó un beso fugaz en su mejilla. —La próxima vez te robaré un beso en los labios.

Felix abre los ojos en demasía y aunque parece que está por explotar no dice nada y se va en total silencio. Lo observo perderse entre la multitud de los pasillos. Y sonrío apenado sin creer lo que acabo de hacer pero tenía que ser sincero, en esta vida su hilo no está unido al de Changbin por qué sus sentimientos no son mutuos así que no estoy haciendo daño a nadie como lo hice en el pasado.

A partir de ese día, comencé a ver más seguido a Felix y de la misma manera él huía avergonzado de mí. Incluso evitaba estar tan pegado a Seo como solía estarlo, unos días más tarde me enteré que Changbin salía con un alumno de otra clase así que sin pensarlo mucho busqué a Felix.

Él se encontraba en la terraza de escuela tirado sobre el suelo mirando el cielo.

—Chico lindo.

Él cierra los ojos apretando los párpados y sonrío levemente tirandome a su lado.

—Vete de aquí, este lugar es mío — demanda sin abrir los ojos.

Ruedo los ojos negando con la cabeza. —No veo tu nombre escrito por ningún lado.

Él hace un ruido con la boca que catalogaría cómo una respuesta pero finalmente abre los ojos volviendo a mirar fijamente el cielo.

—¿Estás triste y por eso vienes a molestarme aquí? — él ladea la cabeza mirándome. —Por que compartimos el mismo dolor.

Arqueo las cejas y me siento mirándolo confuso. —¿De qué hablas?, ¿Por qué estaría triste?

—Ya deja de mentir, te es gracioso burlarte de mí diciendo que te gustó cuando estás enamorado de Changbin, ya lo sé — dice con calma pero puedo sentir coraje en sus palabras. —Tu carta del año pasado lo dejó todo en claro.

Ahora estoy más confundido, ¿De qué carta habla?. Desde el año pasado ando siguiendo a Felix con la mirada porque soy un idiota y había sido incapaz de decirle nada, tan solo me dedicaba a mirar de lejos.

—Yo no recuerdo de que hablas — le respondo tratando de tomar su mano pero cuando a penas y hacen contacto nuestras pieles, él se aleja.

Con los ojos cristalizados me mira antes de irse corriendo dejándome solo con un mar de emociones porque no entiendo a que se refiere, ni tampoco entiendo su actuar exactamente. Porque siento como si estuviera enojado, no de Changbin, más bien de que lo que le digo sea mentiras solo para burlarme.

Podría ser que, ¿Lee Felix siente lo mismo que yo?

Los siguientes días perdí de vista a Felix, intentaba pasar por su aula y verlo pero no se encontraba ahí.

—Eres, ¿Lee Minho?

Volteo encontrandome con los ojos negros de Changbin, maldita sea, debo admitir que el tipo es atractivo, y parece ser que en este mundo también le encanta cuidar de su cuerpo. Por eso Lixie debe estar loco por él.

—Si, ¿Por qué? — mascullo algo irritado, no es que lo odié. Seo fue un buen amigo antes pero ahora lo considero mi rival de amor.

Él sonríe y palmea mi hombro. —Veo que no eres muy sociable justo como Lix mencionó.

—¿Él habla de mí contigo?— no debería pero me hace feliz que lo haga, pensaba que era una molestia.

—Por supuesto que lo hace y deberías ser más cuidadoso al escribir tus cartas de amor— Seo sonríe quitando su mano de mi hombro. —Si hubieses escrito bien para quién iba dirigida esa carta no habrías perdido un año entero sin la persona que quieres.

—¿Qué?— ahora estoy más que confundido.

—Por cierto, está es la dirección de la casa de Felix — él deja una pequeña nota en mi mano y se va con una gran sonrisa.

Entonces de pronto todo hace click en mi cabeza; el año pasado cuando encontré a Felix escribí una carta demostranle mi gran amor y recuerdo claramente que no me equivoqué de casillero, entonces, ¿Porque nunca recibí respuesta de Lixie?.

—¡Rayos!— exclamo antes de salir corriendo hacía la casa de Felix.

Él único idiota que en efecto estaba perdiendo el tiempo era yo. En aquella carta escribí al final un pequeño texto en inglés pero nunca he sido bueno en ese idioma y puse algo refiriendome al hermoso color de sus ojos negros, pero Felix tiene ojos color café. Quisiera golpearme tanto que reinicie mi cabeza para pensar mejor, en primer lugar porque escribiría eso sí ni se inglés. Y mi pecoso malinterpreto todo por mi error en una palabra.

Eso quiere decir que Felix si siente algo por mi. Pero en ese momento me dijo que no me dejaría tener a Changbin, ¿Qué significaría eso?

Agitado llegó hasta la puerta de la casa de Felix, tembloroso toco el timbre y no pasan más de cinco diez segundos cuando él sale, tiene la nariz roja y algunas ojeras bajo los ojos.

—¿Minho?— pregunta confundido.

—¡Soy el más ser más idiota del mundo!— exclamo respirando profundo. —La carta de hace un año era para ti, el poema de hace unas semanas también lo era. Siempre has sido tú, y solo tú.

—De nuevo estás con tus bromas de mal gusto... — murmura sorbiendo su nariz.

Me acerco tomando sus mejillas entre mis manos y lo hago mirarme. —¿Por qué te es tan difícil dejar de pensar que no son bromas?, Soy serio.

—No entiendo, Changbin es mucho más atractivo, ¿Por qué habría de pensar que ante él me escogerías a mí?— me responde y de nuevo sus ojos se llenan de lágrimas.

—¿Y porque no?— murmuro limpiando con mis pulgares sus mejillas que se han mojado con sus lágrimas. —Llevo años amándote y si te dijera cuántos te reirias de mi.

No puedo simplemente decirle que han pasado más de cincuenta o cien años en los que la única persona a la que he amado es a él.

Felix hipea mirándome con las cejas levemente fruncidas. —Me puse tan feliz cuando ví que había una carta de tu parte en mi casillero pero cuando leía eso dije "es Changbin no hay duda", después de todo su casillero estaba a un lado así que pensé que te habías equivocado...

—No es así... — con suavidad le susurro bajando mis manos hacia sus manos en dónde con cautela entrelazo nuestros dedos.

Felix no hace nada por separarme así que suspiro tranquilo. —Desde entonces pensé que si me volvía inseparable de Binnie tendrías que mirarme también, tan solo como el molesto chico que siempre iba pegado a tu amor platónico pero con eso me bastaba, pero no pude contenerme y te grite cosas sin sentido cuando dejaste el poema en su casillero.

—Que era para ti, pero mi segundo nombre es "estúpido" ¿lo sabías? — con una pequeña risa termino de hablar y Felix al fin sonríe.

Él niega con la cabeza y sus lágrimas son reemplazadas con una bella sonrisa, una que al fin va dirigida totalmente para mí.

—Te amo Felix, creeme por favor, no hay nadie más que tú — lo atraigo hacia mi cuerpo tomándome la confianza de abrazarlo, tenerlo entre mis brazos de nuevo es una parte de cada sensación que me hace sentir.

De las miles de cosas hermosas que conocí estando con él.

Titubeante sus brazos se posan en mi espalda correspondiendo mi abrazo y con un suspiro de alivio deja caer su cabeza en mi hombro, cerca de mi cuello.

—Te he amado desde el primer día que ingresaste a esta escuela, Minho — confiesa, y no puedo verlo pero aseguraría que sus pecas están escondidas debajo de un gran rojo debido a su vergüenza. —Y no sé cuando deje de hacerlo...

—¿Qué te parece si nunca?— pregunto y lo hago levantar su carita para que me mire. —¿Puedo besarte?

Felix sonríe levemente encogiéndose de hombros. —No necesitas pedirme permiso, la última vez dijiste que me robarias un beso y hasta ahora no lo habías hecho.

—Oh, no ataques a mi corazón de esa manera — bromeo pellizcando su tersa mejilla. Por primera vez en ese mundo en dónde se le permitía amar libremente, se dieron su primer beso. Uno de los tantos que les faltaban por compartir.

Y Minho sonrío porque podría esperar nuevamente cien años o más si de Felix se tratara. Porque tenerlo entre sus brazos era algo mucho más valioso que la inmortalidad, si, quizás ahora tan sólo podría amarlo lo que le restará de vida humana pero eso era más que suficiente, prefería una vida con él que una eternidad sin él así que atesoraria cada momento que de hoy en adelante vivirían juntos.

“Gracias Seungmin”, agradeció internamente desde lo más profundo de su corazón.