Epilogo.

Russell.

Siete años después.

Cuando uno es joven, piensa que las posibilidades son limitadas. Equivocarse es algo tan normal y al mismo tiempo nos da tanto miedo.

A los veinte años entre a la facultad de artes, con más miedos que proyectos. En el mejor de los casos sería un profesor de plástica y en el peor, estaría viendo a que carrera cambiarme.

Pero hoy en día, con veintiséis años, me alegro de haber estado tan equivocado.

Podría decirse que mi mayor inspiración es mi novia, la cual se pasaba los días practicando con su banda. Los primeros meses fueron difíciles la verdad, para ser sinceros no veíamos poco. Mis horarios eran totalmente diferentes a los de ellas, pero cuando lográbamos pasar tiempo juntos era lo que necesitaba para poder pintar. Podría decir que todo era color de rosa, pero no es así. Ella me hizo sentir tantas cosas, que todo lo bueno y lo malo que vivíamos lo plasmaba en los lienzos. Era la única forma que tenia de descargar lo que había en mi cabeza. Noches y días, encerrado en mi habitación. Luego en mi estudio, manchado de pintura desde mis pies hasta la cabeza.

No sé en qué momento cree mi primera colección titulada "Ojos color cielo", la cual pensé que solo a vería mi profesor, mi novia y mi madre. No pensé que sería el comienzo de mi carrera como artista. Llegue incluso a pensar que era un sueño.

Cuando no estaba estudiando o pintando, me la pasaba en la fundación de mi suegra. En donde conocí a varias personas que me abrieron puertas al mundo del arte. Aunque no era el único al que su sueño estaba haciéndose realidad. Luna Azul, la bandada a la que pertenece mi novia, logro un contrato con una importante disquera un año después de haber formado la banda. Lo que conllevo a que los ensayos, conciertos y entrevistas las mantuvieran muy ocupada.

Tiempo después, mi novia comenzaba su gira por el país, y pasaban semanas sin poder verla. Yo comencé a exponer en galerías, primero comencé por Cordoba. Luego pase por Buenos Aires, Mendoza, Neuquén... Hasta que me hice tan conocido que comencé a tener muestras como invitados en varios países, y luego a tener las mías propias.

Estaba cumpliendo mi sueño. Estaba haciendo lo que más amaba y encima me pagaban por hacerlo.

Pero me faltaba algo.

Mi flaca, Azucena, ella estaba lejos. Por nuestros horarios, nunca coincidíamos. Ella se convirtió en la cantante de la banda más famosa y conocido de Argentina, no fue fácil al principio. Más de una vez tuve que consolarla a ella y a sus dos, podría decirse hermanos, porque la prensa y la gente era dura. Pero hoy en día, son tan conocidos mundialmente, que los malos comentarios son tan pocos o tan ínfimos que esos días tristes quedaron en el pasado.

Si de alguien estoy orgulloso en esta vida, es de ella. Siete años lleva en el mundo musical, y es una de las mejores personas que eh conocido. Hubo malos tiempo, no voy a mentir. Fue en nuestro cuarto aniversario, cuando casi terminamos porque no nos veíamos. Ella estaba creciendo en su carrera al igual que yo. Habían rumores de ella y también míos, muchos casi lograron separarnos.

Pero ambo sabíamos que nos amábamos, que no importaba el tiempo y la distancia, ella siempre seria mi flaca y yo siempre seria su chico de los brillitos.

Pasaron varios años, hasta que pudimos establecernos en un lugar. Comenzando a vivir juntos, hoy en día tenemos nuestra casa. Con un nuestro lugar de "Creación" como llamamos, ella se sienta en el sillón con ese ukelele viejo que se rehúsa a cambiar. Y yo me quedo escuchando sus nuevas canciones.

Avecés ella se me queda mirando, con una copa de vino en la mano. Mientras pinto, muchas otras veces ella es la obra de arte que me encargo de pintar con mis dedos.

Dicen que te enamoras de alguien durante todo un año, después de ese año se pierde la magia. Yo puedo refutar esa teoría, llevo siete años enamorándome una y otra vez de ella. De mi compañera.

Cuando tenía diecinueve todo era incierto, lo único de lo que tenía certeza era de que quería mi vida con ella. Quería pintar toda mi vida, el turquesa de esos ojos. Y hoy mucho tiempo después lo sigo pintando.

— ¿Estás listo querido mío? — la voz de Azucena me saco del trance. Deje el pincel sobre la mesa y me gire a verla.

— Si, mi flaca hermosa — me levante del asiento y me acerque a ella. Estaba con su pijama colorido.

Su favorito, cada vez que se gastaba o se rompía yo le regalaba otro exactamente igual.

— Hermoso — dijo antes de besarme con fuerza.

Ayer volvió de su gira, esta fue muy larga casi cinco meses. La acompañe en Italia y España, porque acomode para tener dos exposiciones en la misma fecha. Pero luego fue imposible seguirla, ya que tenía mis responsabilidades, fue en Ámsterdam en donde nos separamos. Ahora la tenía solo para mí.

La lleve hasta la sala entre besos, y caricias. Tuve que usar todo mi autocontrol, para no llevarla directamente a la cama. Su cabello estaba mar largo que la última vez que la vi, ahora le llegaba hasta su nuca.

— Espero te guste — dije mientras la llevaba hasta la sala.

Acomode la mesa del centro de la sala, con dos cuadros pequeños. Muchas pinturas y mucha comida, aunque al principio planee que fuera un almuerzo. No me había dada cuenta que ella vendría muy cansada. Así que ahora era una merienda, muy parecida a una cena.

Decore todo con luces blancas, y flores pequeñitas. Parecía un pequeño jardín solo que dentro de la casa.

— ¿Gustarme? — pregunto mirando todo maravillada. Se dio vuelta y salto encima de mí. Con rapidez agarre sus piernas las acomode en mi cintura, luego la bese. — Me encanta, amo volver de las giras porque siempre haces algo así.

— Es que amo cuando volves. Aunque me encanta ver a mi estrella favorita brillando en los escenarios.

— Gracias — me beso la nariz—. ¿Podríamos comer? Aunque te amo, estoy muerta de hambre.

La deje con cuidado en el suelo, ella se dio vuelta. Vi la oportunidad y la tope, le di una nalgada. Haciendo que ella se de vuelta totalmente roja.

— Pesado.

— Tan cariñosa como siempre.

Pase por su lado y deje un beso sonoro en su mejilla.

Me senté en uno de los almohadones que puse en el suelo. Ella hizo lo mismo, tomo un bocadillo y se lo metió a la boca.

— La idea es relajarnos un poquito. Así que vamos a pintar, lo que quieras — dije, mientras servía dos copas de vino.

— Me encanta — ella siguió comiendo, mientras comenzaba a mezclar colores en una de las mezcladoras.

Por mi parte comencé a pintar, usando mis colores favoritos el turquesa y el violeta.

Una hora después, con la panza llena.

— Mira, quiero hacer un video mostrando nuestra tarde de pintura — dije —, la idea sería que no mostremos lo que hicimos. Hasta que estemos frente el celular, entonces lo vemos por la cámara.

Ella entrecerró los ojos y me miro.

— Me gusta la idea, aunque mis dotes artísticas no son tan buenos.

— Pero todavía no me tienes que mostrar que hiciste. Es sorpresa.

Ella rodo los ojos.

— Entendí.

Acomode mi celular en el sillón, luego le dije que se pusiera frente y yo hice lo mismo. Ambos nos veíamos en la cámara frontal, toque el icono del video y comenzamos a grabar.

— Con mi hermosa novia recién llegada, hicimos una sesión de pintura para relajarnos — comencé hablando.

— Pido perdón de antemano, porque mi mamarracho. Soy mejor siendo cantante que pintora — aclaro ella.

— No le hagan caso, ella es perfecta en todo lo que hace.... Menos cocinar...

— ¡Oye! Una vez quemas la comida y ya quedas marcada de por vida.

— Bueno a lo que vamos. Cada uno pinto algo que el otro no vio. Así que a la cuenta de tres vamos a mostrarlos — dije riendo me. El corazón acelerado —. Uno.

— Dos — dijo ella.

— Tres — decimos al mismo tiempo.

Yo doy vuelta mi cuadro y ella el suyo. La verdad no veo lo que ella pinto, sino su cara al leer lo que decía en el mío.

¿Te casarías conmigo Azucena? Pintadas con tonalidades turquesa sobre un cielo violeta claro.

Ella miro el celular por varios segundo, dejo caer su cuadro al piso. Luego se dio vuelta para mirarme. Me gire para mirarla, ella siguió leyendo el cartel.

— Te amo desde que te escuche cantar hace tantos años en la biblioteca. Y aunque jure pasar mi vida entera contigo, me gustaría hacerlo no solo llamándote mi flaca. Sino llamándote mi esposa.

Los ojos de ella se llenaron de lágrimas, sus manos seguían en su boca. De debajo de la mesa, saque la cajita de terciopelo azul. La abrí mostrando el anillo de compromiso.

Antes de que siquiera dijera algo. Ella se levantó y se fue corriendo, me quede con el corazón la mano. Sin saber qué hacer.

¿Me apresure? ¿Eso fue un no?

Antes de seguir haciéndome preguntas. Ella regreso con algo en sus manos.

— Creo que me enamore de ti cuando te paraste en mi banco y me saludaste. Pensé que eras el chico más hermoso que había visto en mi vida — ella saco una caja de terciopelo negra —. Yo siempre supe estaría toda mi vida contigo, lo supe desde que hiciste de todo por ayudarme cuando paso lo de Clara — ella soltó una risa —, juro que planee este momento todo el viaje desde que vi la sortija en Paris. Esto es algo moderno y aunque me lo dijiste antes — ella abrió la cajita, mostrando un anillo de plata con una piedra negra en el centro, al medio tenia destellos como si fueran pequeños brillitos — ¿Me harías el honor de casarte conmigo? Porque la verdad yo si quiero que me llames mi esposa, el resto de mi vida.

No sabía cuál de los dos estaba llorando más. Con la voz temblorosa dije.

— Si quiero, quiero toda mi vida contigo Azucena — conteste. Antes de lanzarme a sus labios y besarla.

— Te amo — dijo entre besos —. Te amo para siempre.

Entre besos y lágrimas, ella me puso el anillo y yo le puse el mío. Aparentemente teníamos gustos similares, porque el anillo que yo le di. Era plateado con una piedra brillante color azul oscuro con piedritas pequeñas al costado. El gemelo del que ella me había dado.

— Te amo más.

***

La vida de casados comenzó tal y como Russell y Azucena lo planearon. Se casaron en noviembre en un hermoso jardín decorado con azucenas y rosas blancas.

William entrego a su hija en el altar. Lloro demasiado al ver a su pequeña siendo inmensamente feliz con el hombre que la trataba como ella merecía. Al dejar a su pequeña en el altar, tomo lugar con su esposa.

Yulliana no podía creer que la niña que tuvo, hoy era toda una mujer. Una cantante famosa, una mujer buena y totalmente amada y feliz. Ambos padres se miraron y entrelazaron sus dedos. A pesar de los años y del tiempo, ellos se seguían amando con mucha fuerza.

A su lado, estaba una joven Gardenia. La joven de casi diecisiete años era tan hermosa como su hermana mayor, y eso había traído ciertos problemitas.... Ella estaba tan feliz por ver su hermana mayor y a uno de sus mejores amigos juntos casándose. Aunque avecés echaba miraditas hacia él castaño. Él cual trataba de no mirarla.

Unos bancos atrás, estaba Tere quien se convirtió en una de las Streamer más famosas del mundo. Hasta estaba siendo protagonista, de la nueva adaptación cinematográfica de su video juego favorito. A su lado se encontraba su muy reciente esposa, Lor, ella logro convertirse en doctora le faltaba poco para obtener su especialidad. Ambas se enamoraron tiempo después... Pero esa es otra historia.

A su lado una niña castaña casi rubia, con un hermoso vestido, estaba al lado de su padre Brandon. Quien tuvo una vida difícil, pero ahora sumamente feliz siendo padre soltero (otra historia aún más larga).

Del lado del novio, se encontraban dos padres llorando felices. Mientras veían a su hijo casarse. Ambos orgullosos del hombre en el que se había convertido.

Detrás de ellos, estaban dos mejores amigos. Llorando mares por la felicidad que sentían.

León había cambiado de carrera y ahora, era instrumentador quirúrgico. Vivía en una hermosa casa, con su novia Anna. Él era completamente feliz.

Joni, se había graduado hace mucho tiempo. Su trabajo, como él dijo, es clasificado. Pero se lo ve feliz, aunque sigue buscando el amor. Pero él dice que todavía es joven y todavía tiene tiempo.

Más atrás se encontraban la abuela de la novia, a su lado estaba un hombre que la miraba con mucho amor. Sin dudas Valeri había encontrado la felicidad, después de muchos años de sufrimientos.

A su lado se encontraban sus dos hijos, Benjamín. Quien vivía viajando por el mundo como excursionista. No se había casado, ni tampoco había tenido hijos. Pero no estaba cerrado a ello. A su izquierda estaba su hermano Kevin, quien estaba tratando de no llorar por ver a su sobrina casando se. A su lado estaba su mujer y sus dos hijas pequeñas. Él había logrado sacarse de encima todos sus demonios, todo lo malo que vivieron. Hoy en día los tres eran sumamente felices y aquello que vivieron en su infancia. No era más que un recuerdo amargo.

Al lado de los novios, que se prometían amor eterno. Estaba los miembros de la banda Luna Azul. Tocando una canción hermosa, Dan en esta ocasión cantaba emocionado por la boda de a quien consideraba hermanos. Pero su mente estaba en otra cosa, o mejor dicho en otra persona.

Por otro lado Harry, que tocaba el piano, no podía evitar cruzar miradas con la ya crecida Gardenia. Algo tenía esa adolecente caprichosa, que lo estaba volviendo loco. Pero ese no era el momento. Y de tras de ellos en la batería estaba el nuevo integrante Flyn, él es complicado...

Volviendo a los futuros esposos. Podíamos escuchar como cada uno decía sus votos. Dos artistas que no iban a repetir algo dicho por alguien más. Sino lo que sus corazón mandan.

"Te amare toda mi vida, serás quien de letra a mi música. La persona que fue mi luz durante tantos años. Ansió compartir mi vida entera contigo Russell"

"Eres el color que más amo pintar, mi inspiración y mi compañera. Prometo ser el hombre que te cuide, te amé y de todo los días lo mejor para hacerte feliz"

Al terminar sus votos, ninguno espero a que el cura dijera "Puede besar a la novia". Ellos se besaron con amor, pasión, con locura que era tan suya. Con la misma ferocidad con la que se besaron cuando se conocieron. Ese beso que fue él comienzo de algo que no tendría un fin...

Hola, como están. No puedo creer que termino, ya que terminar Mi chico, es también darle un cierre a Mi nerd. Sinceramente terminar con estas historias me hizo feliz y triste al mismo tiempo. Ame escribir sobre ellos, sobre como tenemos que rompernos de vez en cuando para poder sanar.

Russell y Azucena, son sin duda otra de mis parejas favoritas. La verdad ame tanto como ellos terminaron, como su historia comenzó y termino...

Por otro lado tengo novedades, ¿A quién le intereso la banda? Pues a mí sí, la verdad pude imaginarme muchas cosas ya.... Harry, Dan y Flyn, son chicos que tienen mucho que decir y hay uno que quedo flechado por la pequeña Gardenia... Si se preguntan, si van a haber historias de ellos. Pues claro que sí, seguramente sabrán pronto de ellos. Por eso les recomiendo seguirme en mis redes. Instagram: Adictalcafeyatii. Y en tiktok: como adictalcafeyati. En ambas cuentas subiré contenido diario sobre cuándo serán publicadas las demás historias.

Por otro lado la historia de Brandon, pueden leerla en "Dos Ambroni y un Villagran", para entender de donde salió la pequeña niña. La historia de Lor y Tere, quizás vea la luz del día si veo interés en ustedes (depende si les interesa leerla).

Espero que esta historia les haya gustado tanto como a mí, espero que nos sigamos leyendo en futuros libros. Yo por mi parte, quiero agradecerles a todas ustedes por sus votos, comentarios y las charlas por Instragram. La verdad amo que les guste y muchas, muchas gracias.

Nos leemos pronto, Jazmin.