Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6.{No soy una de esas.}

Capítulo 6.

{No soy una de esas.}

Russell.

Me pongo mis audífonos y camino con tranquilidad hacia mi auto. Aunque Bad Guy de Billie Eilish, resuena en mis oídos. No puedo quitarme de la cabeza la canción de la princesita. Ni si quiera la voz de mi reina, puede opacar la voz de ella.

Me ha sorprendido, intentando hacer ese trueque. ¿Pasión por pasión? ¿Acaso cree que estamos en una película de los años 2000? En donde el chico canta una canción en las gradas o hacen un baile y se declaran amor eterno. Eso solo pasa en las películas.

Pero debo admitir que no me desagrada para nada la idea de pasar tiempo con ella. Y mejor dicho, demostrarle en que cosas soy bueno. No estaría mal.

Suena mi celular. Me subo al auto y mientras lo enciendo abro el mensaje.

Grupo: Leña para el carbón.

León: ¿Salimos al bar hoy? Quiero tomar algo.

Joni: Si, de una. Los parciales empiezan hasta final de mes. Así que puedo juntarme ahora.

León: Si hermano, igual yo.

Yo: Pobre, deberían haber hecho como yo y quedarse de año. Sigo viendo lo del año pasado y adivinen que.

León: ¡¡¡HDP!!!!! JAJAJAJA ¿Qué?

Joni: ¿Qué paso?

Yo: Nada, solo quería hacerles creer que tenía algo interesante que contar.

Ignoro los reiterados insultos de mis amigos. Pongo en marcha el auto y me dirijo a casa.

***

Conduzco mi auto hasta la casa de Joni, porque allí están los dos pesados que considero amigos. Nunca eh sido de muchos amigos, pero después del incidente... No eh sido muy popular, o mejor dicho no soy muy amigable con el resto de la humanidad.

Solo mi familia, mis dos amigos... Y la princesita, pero solo porque aparénteme no cambio y sigue siendo igual que cuando la conocí. Mi mente viaja a esos recuerdos, pero los ignoro no me gusta recordar esa etapa de mi vida.

No es necesario que estacione, porque ambos me están esperando en la vereda. Ambos están haciendo dedo y chiflando como si fueran trabajadores sexuales. Joni hasta pone su culo de una forma sugerente. Lo que me hace soltar una carcajada.

— Lo siento, prefiero chicas esta noche —digo riendo.

— Ya quisieras comerte esta — León señala su entre pierna.

— Si, esa cosita— se burla Joni.

De forma rápida se sube al auto en la parte de adelante. León sube atrás y le pega con su palma en la nuca. Luego choca su puño con el mío.

— Dejando de lado, las mentiras que dice este tipo — habla León. — ¿Cómo va tu último año?

— Eso pequeño Russel, ¿Ya has visto por segunda vez los mismos temas? — comenta Joni.

—Idiota— bufo— Empezamos de forma tranquila, es igual al año paso. Mismo chicos idiotas e insufribles, misma niñas mimadas y...

— ¿Y?

Ruedo los ojos, estos molestos. Harán un gran alboroto si les digo que alguien me cae bien.

— Hay alguien...

—Una chica.

Ruedo los ojos y suelto un bufido.

— Sin duda es una chica — confirma León.

— Ay, por favor cuéntame más.

—Son tan molestos, no les voy a decir nada. — me quejo. — Son insoportables.

Aunque los ame, son insoportables muchas veces. Lo que dura el viaje se la pasan preguntándome sobre la misteriosa chica.

Al llegar al estacionamiento del bar, apago el auto y salgo. Ya habían acaparado suficiente de mi oxígeno. Me estaban molestando.

— ¿No nos contaras?

— Claro que no.

— ¿Tendremos que esperar a que un día simplemente la presentes?

— Yo no les voy a presentar a nadie. La princesita, solo es una chica que me cae bien.

<<Eres idiota. >> Si lo soy.

Ambos se me quedan mirando perplejos.

Joni mira León y ambos se miran sorprendidos, para luego mirarme y doblarse en dos, de la risa.

— ¿Qué? — cuestiono molesto.

— ¿Princesita? — me interroga Joni.

<<Que tipo que enserio es idiota >> Gracias conciencia por ser tan colaborativa.

— Creo que en menos tiempo del que creemos vas a presentarnos a la princesita — comenta Joni riendo.

— No, solo es una compañera que me cae bien.

Ambos siguen hablando ridiculeces, así que prefiero ignorarlos.

Llegamos al Bar, es uno de mis lugares favoritos. Tienen buena bebida y comida, también tiene karaoke y siempre tocan bandas muy buenas.

Al entrar al local, suelto una risa. Porque suena el tema favorito de León, con Joni nos damos vuelta y lo miramos. Los tres vemos a la DJ, Lana o mejor conocida como su novia.

Los tres nos reímos y vemos como León, se pone a bailar y cantar en el escenario Poker face, de Lady Gaga. Sus movimientos son exageradamente buenos, y al decir verdad no lo hace mal. Su tono de voz es perfecto para el tema. También se debe, a que su atuendo lo hace ver muy a tono con la canción. Un pantalón de cuero y su chaqueta de lentejuelas azules y una camisa blanca debajo. Su cabello rubio desordenado lo hace ver como un cantante de los años ochenta.

La gente lo aplaudía y hasta tiene su mini club de fans unas chicas que le sacan fotos y le gritan cuanto lo aman.

— Vamos a sentarnos, El príncipe gaga está en la suya — dice Joni.

Nos sentamos en la misma mesa de siempre, mientras ordenamos las bebidas.

— Ese, damas y caballeros, es León.

Todos aplaudimos.

— Espero que algún día, le llegue a Lady Gaga uno de sus videos y lo invite a bailar con ella — dice Joni. — Me gusta el maquillaje de hoy — me comenta viéndome de reojo.

Ruedo los ojos, de los tres el más discreto es Joni. Aunque más o menos tenemos la misma personalidad y compartimos gusto en casi todo. En cuanto a la vestimenta somos muy diferentes, mientras León siempre tiene algo con lentejuelas o colores brillantes. Joni, opta más por lo básico jeans y remeras blancas o negras, pero siempre con su campera de jeans (de esas tiene cientos). Y por último yo, siempre uso todo negro, pero me gusta jugar con los brillos. Ponerme glitter o brillitos a los costados de mis ojos o usar delineador.

Hoy me hice un delineado básico y agregue brillitos debajo mis ojos. No es el más elaborador, pero como me puse un arito brillante en mi oreja, da un efecto de brillo en toda mi cara.

— Gracias, y eso que tuve poco tiempo.

— ¿A que cante súper? — pregunta León recién llegando.

Los dos lo miramos riendo, tiene la boca manchada de labial morado.

— Tienes un poco de cara en tu labial — se burla Joni.

— Cantaste bien — digo al mismo tiempo.

Los tres nos reímos de la forma en la que él se quita el labial. Mientras se queja porque le regala labiales que no se traspasa a su novia y ella nunca los usa.

Algo me hace mirar hacia la entrada del bar, allí la veo.

Entrando con el grupo de sus amigas, se ve hermosa con un vestido lila ajustado a su cuerpo. Unas bucaneras blancas que hacen juego con su blazer del mismo tono. Su cabello negro cae suelto por su espalda, esta sostenido por una vincha de piedras blancas.

Otra cosa que me gusta de ella, es la forma en la que se viste, como camina, como se mueve, su cara...

<<Si ya entendimos que te gusta todo de ella.>> Pues si.

— ¿A quién miras? — pregunta León.

— ¿La princesita? — pregunta Joni. Mirando hacia donde estoy, mejor dicho estaba mirando.

— ¿Qué? No, a nadie— respondo tomando todo el contenido de mi vaso.

— Es bonita, me parece conocida — dice Joni mirándola con disimulo.

— ¡Ya se! Es la del boliche, la chica a la que le succionaste el alma — se burla León.

Ruedo los ojos, estos son insoportables.

— León, date cuenta somos los espectadores de una historia de amor.

— Dejen de hablar tonterías.

— Yo creo que nadie habla tonterías.

—Pues ustedes son tontos — replico.

— No vos sos el tonto, por no ir y hablarla.

— No voy porque no quiero — hablo mirándolo a ellos. —No porque no me anime.

— Si claro — se burla Joni.

Mientras ellos se burlan, yo vuelvo a mirarla. Pero esta vez, me petrifico por unos segundos. Porque sus ojos azules, tan preciosos, me están mirando. Le regalo una sonrisa, casi quiero darme un abrazo, cuando veo que se sonroja y me saluda con la mano.

El chico Villagrán se acerca y la lleva hacia la mesa con sus amigas. Ruedo los ojos y vuelvo a ponerles atención a mis amigos. Que se están riendo.

— A ella le gustas — afirma León como una vieja chismosa.

—Y a ti te gusta — canturrea Joni.

— No sean insoportables.

— Es que nunca te interesa una chica, nunca miras más de una vez a una chica. Y a ella la miraste más de una vez.

— Y no obviemos el hecho de la llamas princesita.

Iba a decirles algo, pero se escucha a alguien ladrando. Porque eso no era cantar.

Una chica, que reconozco como amiga de Azucena. Está en el escenario cantando y meneando sus caderas, el único que le hace porra es un chico de su mesa y una chica. Azucena y otra chica, que no recuerdo el nombre, solo la miran.

Se podría decir que el canto es malo, pero el baile es demasiado obsceno. No es sensual, es casi ridículo o mejor dicho completamente.

— Por Dios, nunca escuche a alguien cantar tan mal — masculla mi amigo.

— Shh no seas malo — lo reprende León.

Pasaron dos minutos y medio de mi vida, que jamás recuperare. Y ella al fin termina, me dio un poco de pena que solo los de su mesa la aplaudieran.

— Mira, quieren que tu princesita suba — dice Joni. Miro hacia esa dirección y veo como Villagrán y una de las chicas la anima. Y hacen que ella suba al escenario.

— Ella sabe cantar y lo hace bien — comento.

De vuelta tengo los ojos de mis amigos sobre mí.

— ¿Cómo lo sabes?

— Solo sé.

León hace de cuenta que olfatea el ambiente. Los dos lo miramos como si se le hubiera salido un tornillo.

— Si, aquí huele a romance.

Joni suelta una carcajada, tan fuerte que algunas personas nos miran. Me limito a rodar los ojos, pero no puedo evitar reírme.

— Con ustedes Su, cantado I wanna be your slave— anuncia Lana.

<< Buen tema>>

Ella sube al escenario, toma el micrófono, se ve que está nerviosa. Las chicas en su mesa, se ríen y la alientan.

Muéstrales princesita que eres toda una diosa cantando.

Sus ojos azules se encuentran con los mis, le doy una sonrisa.

— Quiero ser tú esclava, quiero ser tú ama. Te quiero acelerar, ser yo quien te profana — comienza cantando. — Ser tu salvación, también ser tu villana. Tú serias el ángel y yo, casi ni humana.

Su voz tiene un tono seductor y tierno, una combinación perfecta. Se mueve en el escenario como si fuera suyo, sus caderas se mueven al ritmo de la música. De una forma seductora tan adictiva que me hace que no pueda quitar mis ojos de encima de ella.

Al parecer al público le agrada como canta, ya que todos le aplauden y hasta ahí varios celulares filmando.

Sus gestos van perfectos con la canción. Sus manos van por su cintura hasta la parte inferior de su pecho.

— Yo sería la bella y tú la bestia — al cantar ese párrafo, sus ojos azules se encuentran con los míos. Sé que no es adrede, eso hace que mi corazón se acelera y cuando eleva el tono para la nota final me deleito con su voz. — Quiero ser tú esclava, quiero ser tú dueña.

Juro que use, hasta el último gramo de mi voluntad. Para no ir hasta el escenario y besarla.

— Esa mujer es perfecta, si no la presentas como tu novia y el amor de tu vida. Te juro que te pego —me amenaza León.

— Ya vuelvo.

Me levanto de mi lugar, voy rumbo hasta el escenario. Espero que ella baje, no puedo evitar mirarla. Cuando llego a sus ojos, ella está mirándome con una ceja alzada.

De forma casual, me acerco hasta ella, quedando frente a frente. Ella es mucho más baja, pero sus bucaneras hacen un buen trabajo haciéndola ver alta.

— ¿Sabes que podrías hacerme esas propuestas en privado? Digo, aceptaría de todas formas — comento mirándola con una sonrisa.

Ella abre y cierra la boca.

— ¿Qué propuesta? — pregunta.

— Que seas mi esclava y dueña.

Su cara se vuelve roja. Literalmente sé que me está odiando. Pero me encanta molestarla.

— Es solo una canción, y no era para vos.

— ¿A no? — pregunto.

Ella da un paso hacia atrás, chocando contra la pared. Me acerco lo suficiente como para que su aliento choque con mi mentón. Apoyo una mano en la pared, cerca de su cara. Acerco mi boca a su oreja.

— A mí me pareció que sí, me gustaría mucho aceptar tu propuesta.

Muevo mi nariz por su cuello, huele increíble. Subo hacia su mentón, cuando estoy en su barbilla, mis labios rozan su piel. La miro a los ojos, sus pupilas están dilatadas y sus labios abierto. Quiere que la bese, lo veo en sus ojos y quiero besarla.

— Canta conmigo — pido.

Ella esperaba un beso, sé que lo hacía. A sí que algo aturdida me pide que repita lo que dije.

— Que cantes conmigo princesita.

Antes de que diga que no, la tomo de la mano. Entrelazo sus dedos a los míos, llego hasta la Dj.

— Lana, cantare con ella — le digo. La rubia me mira sorprendida. Sé que después me hará un interrogatorio. — No soy una de esas de Jesse y Joy. — Lana asiente riendo. Luego miro a Azucena. — ¿La sabes?

— Si — dice rápidamente. Me mira con una sonrisa. — Estas chiflado.

— Tal vez— digo riendo.

Nos paramos en el escenario, algunas chicas aplauden, otras veces cante. No lo hago seguido, pero debes en cuando lo hago. Pero no es algo que me guste mucho.

— ¿Lista? — pregunté.

— No.

Suelto una carcajada, que la hace reír. Ella toma el micrófono y comienza a cantar.

— Sin prisa y con media sonrisa llegaste agitado a aquel bar. — esa frase la dice riendo. Moviéndose a mí alrededor. — Cruzamos miradas y como si nada empezaste a cantar — su mano se pone en mi pecho y con esos ojos, nada santos, me miro y dijo — Tus ojos sobre mi boca, mis ojos sobre otra cosa — el público grita. — Tus manos en esa guitarra me llevaron a imaginar. Todo lo que una dama no debe contar.

— La música, fluye tus ojos me huyen, te quiero amarrar — paso mi mano por su cadera y la hago girar. — Caminas al filo de mi precipicio fingiendo saltar — me coloco detrás de ella, haciendo que se menee contra mí. — Mis ganas son una roca, las cosas que no se tocan. Seducen al gato a explorar los tejados de tu suspirar.

Ella se ríe mientras baila, le sigo el ritmo. La tomo de la mano haciéndola girar. Quedamos frente a frente, quiero besarla. Pero ella me esquiva y sigue cantando.

— Ay, ay, mejor doy paso atrás — canta riendo.

— Si te quitas los tacones corres mucho más — le digo acercándome más. El público aplaude y se ríe. Ella hace lo mismo.

Ella pone una mano sobre mi cara.

— Aunque me interesas, no soy una de esas que tan fácil se deja enredar — canta muy cerca, peligrosamente cerca de mis labios. Para luego alejarse.

Seguimos cantando haciendo que el público aplauda. Ella se ríe a carcajada de nuestro show. Disfruto cada momento e intento guardar todo esto en mi mente.

— Tampoco soy tan facilito — le canto. La multitud grita enloquecida. Ella suelta una carcajada.

— Tú te acercas y yo doy un paso a atrás.

— Yo doy uno adelante — me paro frente suyo. Sus ojos azules brillan de una forma que dejaría deslumbrado a cualquiera.

— Ay, ay aunque me interesas no soy una de esas — sigue cantando. — Que tan fácilmente se deja enredar.

La tomo de la mano y la hago girar.

Amo escucharla cantar y reír. Cuando la canción termina, nos quedamos quietos. Mirándonos, la gente nos aplaude. Tan mal no lo hemos hecho.

Pongo una mano en su mejilla y no lo aguanto más... y la beso.


Holis, holis, segundo capitulo. Gracias por leer, y esperen por mas.

besitos

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro