»» Dos meses y medio después ««

Trabajar en una librería no es tan aburrido como parece, estar rodeada de docenas de libros, atendiendo a personas en busca de un buen libro por leer, ser de ayuda, recomendar, ver varios amantes de la lectura es algo que disfruto ver y por supuesto, encontrar más y más libros con nuevas historias por descubrir.

En mi vida, he leído infinidad, sin un número exacto de libros, dejándome llevar por esa magnífica imaginación de los respectivos escritores/escritoras, mandar volar nuestra increíble imaginación, descubrír nuevos mundos en tan solo varias páginas de un libro. Encontrar desde una historia de amor, personajes ficticios, soñar con un personaje irreal, sin tenerlo en la vida real...

Pero yo, yo encontré a mí chico de libro. Axel Navarro, con él a su lado vivo mi propia historia de amor.

Los meses han pasado tan rápido, cada vez falta menos para nuestra boda. Irreal, increíble, es un sueño el que vivo y no quiero despertar jamás. Pronto me casaré con el amor de mi vida. Juntos viviendo nuestro amor. Estoy nerviosa, entre más pasa el tiempo, más se acerca ese día.

Tenemos todo casi todo listo, el lugar será en un hermoso jardín en la casa de Axel, espacioso, el lugar perfecto. Mi vestido y el traje de Axel listos para ése día. Nuestras damas de honor listas con el vestido adecuado, por supuesto serán Ana, Sofía y Alexa.

Cada vez más emocionada esperando ése día.

Entre yo y Axel hay un buena relación, en cuanto a Alexa y Bryan viven bien juntos, Lucas se a acostumbrado a su nuevo hogar, lo mismo puedo decir de Axel, a asimilado la idea de ambos hermanos Navarro por su lado. Constantemente va a visitarlos, él va, ellos vienen. La relación entre hermanos y de tío a sobrino sigue en pie. En cuanto a Sofía y Alan, cada vez estan más felices, atentos a la llegada de su primer hijo o hija. Cada vez falta poco para que una nueva vida llegué a éste mundo. El embarazo le ha causado varios problemas a Sofía, sus cambios de humor son constantes, puede estar enojada y pasar a llorar sin motivo. Por suerte, tiene a Alan, aunque sea "irresponsable" no deja de ser un excelente esposo y futuro padre para mí amiga.

Por otro lado, respecto a Ana y a Max en base a su relación, no puedo decir que es perfecta porque han tenido varias discusiónes de por medio, se arreglan y vuelven. Pero estoy segura que Max es su Chico Ideal de mi prima, deben pasar por tantas pruebas como lo hice yo, estar segura si su amor es tan grande, vale la pena y superarlas. Estar juntos.

Estoy feliz con la vida que tengo, tengo una hermosa familia, un increíble futuro esposo, una amiga, una prima que siempre cuento con ellas, un amigo divertido y raro. Alan puede sacarte una sonrisa y alegrarte el día. Estoy agradecida con la vida por darme la alegría que le faltaba a mí vida... Aunque no puedo decir lo mismo por Valeria, cada quien cosecha lo que siembra. Ella se equivocó y ahora paga las consecuencias de sus actos.

Desde que fuimos a visitarla a la prision, no volvimos a ir de nuevo. Entré tantos preparativos para la boda nuestro tiempo es escaso. Por una parte, me da lástima por ella, Valeria se equivocó, no puedo evitar dejar de pensar en lo que ese día nos dijo. Ver a Dylan, su estancia en la cárcel debe ser un verdadero infierno. Ese día, pude darme cuenta en la forma que vio a Axel, aunque odié admitirlo, ella siempre "quiso" a Axel, una obsesión que la llevo hasta tal punto. Agradezco que este encerrada, aunque se notó su arrepentimiento, Valeria sigue siendo un peligro para todos.

...

—Alicia ve a revisar las cajas que acababan de llegar y acomoda los libros por favor.

—Lo haré.

Acato la orden de Tatiana y camino hasta las cajas. Al llegar, empiezo a quitar la cinta que la cubre, abro las tapas empezando a sacar varios libros. Los empiezo a acomodar en su lugar correspondiente. Por categoría. Sigo acomodando mientras leo las portadas de los libros, libros que me interesan, pronto leeré y compraré.

—Disculpe, ¿a visto a una chica hermosa, castaña, amante de los libros que trabaja en este lugar?

Sonrio al escuchar la voz conocida de Axel. Me volteo encontrandome con unos hermosos ojos azules.

—Axel

—Hola hermosa

Axel me entrega una rosa roja. La tomo sin poder evitar una sonrisa boba en mi rostro.

—Gracias, es bonita.

—Como tú.

Axel da un paso adelante. Quedando a una distancia nula de mi. Se inclina un poco dándome un corto beso.

—Eres todo un cursi, lo sabías. —le digo mientras acaricio los pétalos de la rosa.

—Bueno tú me has cambiado.

Axel levanta los hombros y mete sus manos dentro de los bolsillos.

—¿Estás lista? —añade.

—¿Lista para qué?

Axel suelta un suspiro.

—Lo olvidaste, recuerdas la sorpresa de la que te hablé, te dije que hoy mismo la descubririás. Quedamos en venir yo por ti.

Llevo mis manos a mí frente.

—Lo siento, lo siento. Lo olvidé, se me pasó.

Axel sonríe.

—No te preocupes, lo bueno que estoy aquí para recordarte, ¿nos vamos?

—¿Qué hora es?

Axel observa su reloj de mano.

—Falta una hora para que tu turno termine, ¿no le pediste permiso a Tatiana?

Muerdo mi labio inferior y niego.

—Adivinare, ¿se te olvidó?

Asiento apenada.

—No sé que me pasa, lo de la boda me tiene tan distraída.

Axel empieza a reír, lo fulmino con la mirada. Él deja de hacerlo, se pone serio.

—Ire a pedirle permiso, espero que me lo de.

Me despido de Axel y me doy la vuelta. Busco a Tatiana, la encuentro y me dirijo hasta ella. Nerviosa, con las manos que me sudan pienso mentalmente lo que voy a decirle.

—Tatiana.

Ella gira a verme, llego hasta ella.

—Dime Alicia.

Tomo una profunda respiración.

—Queria pedirte...

—Permiso para salir pronto. —me interumpe. —No te preocupes, lo tienes, tu chico ya me dijo, anda Alicia vete ya.

Me quedo atónica.

¡¿Cómo?!

Tatiana me sonríe, intento devolverle la sonrisa y pasa por mi lado marchándose.

No obstante, escucho la risa de Axel. Me volteo, me cruzo de brazos fingiendo estar enojada.

—¿Por qué no me dijiste que le habías dicho? No debiste Axel.

Él deja de burlarse y se acerca a mí.

—Sabia que se te olvidaría, antes de acercarme a ti, hablé con ella.

—¿Y por qué no me detuviste?

—¿Tenía que hacerlo?

Axel rompe con la distancia que nos separa. Se acerca y me toma de la cintura acercándome más a él.

—Me gustas más cuando estás enojada.

—Basta Axel.

Coloco una mano en su pecho.

—Oh vamos Alicia, ¿te enojaras por eso? —evito verlo—. Alí, amor. —Axel suelta un bufido— lo siento, vamos Alicia no me gusta verte así conmigo.

—Tendras que hacer méritos. —le digo y me safo de su agarre.

Axel se mantiene callado un momento.

—Te compro el libro que quieras.

—El chantaje no funciona conmigo Axel. —sonrio—. Pero te tomaré la palabra.

Me acerco a él y beso su mejilla. Me doy la vuelta y empiezo a caminar lejos de él.

—¿A dónde vas? —lo escucho decir.

Me detengo y giro a verlo.

—Por mi bolsa, ¿no vas a mostrarme mi sorpresa?

Axel sonríe y asiente.

Sigo avanzando, tomo mi bolsa, me la cuelgo en el hombro. Me despido de Tatiana y salgo de la librería.

Afuera, veo a Axel recargado en su auto, me sonríe. Camino hasta él, Axel me da un beso y me abre la puerta. Me adentro al auto. Él rodea el auto y sube en el asiento de copiloto. Me acomodo en el asiento y giro a verlo.

—¿A dónde vamos?

—Es una sorpresa Alicia.

Saca la llave, la introduce y enciende el auto.

—Te va a encantar. —añade y arranca el auto. Tan rápido poniéndolo en movimiento.

Sintiéndome nerviosa y emocionada al mismo tiempo por dicha sorpresa.

(...)

Poco tiempo antes...

Observo la hora en mi reloj, justo a tiempo. Me levanto de la silla, acomodo varios documentos sobre el escritorio y salgo de mi oficina. Me despido de la secretaria, me dirijo al elevador. Antes de llegar me topo con Alan.

—Ey Bro, ¿a dónde vas?

—Tengo cosas importantes que hacer.

Alan se cruza de brazos. Nos observamos mutuamente. Suelto un suspiro.

—Le daré una sorpresa a Alicia.

—Que bien, y se puede saber ¿qué es?

—No, no puedes.

—Axel. —dice serio.

—Alan. —digo burlón.

Me río.

—Solo quiero mostrarle la casa a Alicia. —confieso.

—Oh de la que me hablaste.

—Esa mera, no lo arruines Alan.

Él suelta una risa.

—Por quién me tomas, no le diré nada, lo prometo.

—Bien

Camino hasta el elevador, presiono el boton.

—Oye Axel.

Me giro posando la vista en mi amigo.

—No se les olvide la pequeña fiesta de Sofía.

Asiento.

—No se me olvida su cumpleaños Alan, Alicia me lo a acordado toda la semana. —respondo—. Por cierto, espero que está vez no se te haya olvidado regalarle algo.

—Claro que no, eso pasó hace años.

—Dos años.

—Bueno yo que iba a saber que ella regresaría conmigo después de la discusión que tuvimos y para acabarla, el día de su cumpleaños.

Me río al recordarlo. Las puertas del elevador se abren, me adentro en el. Me doy la vuelta.

—Estaremos ahí a tiempo.

—Mas le vale que Sofía se pondría como loca y aquí yo pagaría las consecuencias.

Asiento, me despido de Alan con la mano, las puertas del elevador se cierran. Meto las manos en mis bolsillos. Observo mi reflejo en las puertas.

Como a cambiado mi vida desde que Alicia entro en ella. Quién iba a pensar que a Axel Navarro una chiquilla amante de los libros lo cambiaría, lo volvería loco por ella.

Suelto un suspiro.

—Ay Alicia, mi hermosa Alicia.

+

Más tarde entre a la librería donde trabaja Alicia, al entrar me encontré con la dueña, sin dudarlo, pasé a hablar con ella primero antes de ver a Alicia. Le pedí permiso de dejar salir más pronto a Alicia que el horario normalmente sale, por supuesto evitando detalles. Sin dudarlo, lo aprobó. Con una sonrisa triunfante me di la vuelta sin antes agradecerle. Busqué a Alicia hasta encontrarla acomodando varios libros.

Me divirtió su expresión, que bien me conoce y reconoce mi voz. Ella al voltearse, le mostré la rosa.

"Todo un cursi"

Grita mi subconsciente.

Lo sé, lo sé. Todo es su culpa de ella.

¿Qué me has hecho Alicia?

Hablo con ella, le recuerdo la sorpresa, por su expresión todo implica que la ha olvidado.

Sonrio por ello.

Últimamente Alicia está muy distraída, estresada por la boda. Para ser un día especial para ambos se a asegurado de todo quedar impecable, le ayudo en lo que puedo. Juntos como un equipo, tenemos la ayuda de todos, así como lo pedimos nuestras familias no se han metido tanto el la preparación de la boda, todo lo dejan a nuestra elección.

Si nos casamos nosotros, no ellos.

No sabía que casarse fuera tan complicado. Miles y miles de preparativos de por medio.
Pero vale la pena, solo espero ese día, el día donde Alicia al fin sea mi esposa, con ella pasar el resto de mi vida. Como le he dicho varias veces, quiero estar con ella, formar una familia, no ahora a futuro, tener nietos, envejecer juntos y lamentablemente que la muerte sea la única que nos separe.

Alicia se disculpa, sin tomarle tanta importancia por mí parte aunque por dentro, me duele. Desde días lo he planeado, quedé con ella y quiero darle una grata sorpresa.

Alicia se despide de mí, la veo pasar por mi lado en busca de Tatiana. Me doy la vuelta, estoy por detenerla y explicarle todo cuando me arrepiento.

Lo merece por olvidarlo.

Me mantengo en mi lugar con una sonrisa burlona en mi rostro. Espero varios segundos y voy tras ella.

Al llegar, escucho que Tatiana le dice todo. Se aleja de Alicia, ella se mantiene en su lugar. Me acerco y no evito soltar una risa. Alicia se gira con un semblante serio y se cruza de brazos. Finge estar enojada, lo sé. La conozco perfectamente. Le ruego, utilizo mis encantos para lograrle sacar una sonrisa, no funciona. Me temo recurrir y usar el chantaje para lograrlo y para mí suerte, lo logro.

Alicia me vuelve loco sin duda.

Ella se da la vuelta, le pregunto a dónde va.

De nuevo debo correr trás ella, pienso.

Sin embargo, me responde justo lo que quería escuchar. Se despide y la veo alejarse cada vez más. Me doy la vuelta y salgo de la librería. Camino hasta mí auto, me recargo en el esperando a Alicia, a los pocos minutos, ella sale reluciente, hermosa.

Estoy fascinado por la belleza de Alicia, tan simple, sencilla, nada exagerada. Aún viéndola desarreglada para mí es la mujer más hermosa que existe.

Ella llega hasta mi, la recibo con un beso. Probar sus labios es una adicción. Le abro la puerta, ella entra. La cierro, rodeo el auto y me adentro. Me acomodo, saco las llaves, enciendo el auto.

—¿A dónde vamos? —me pregunta ella.

—Es una sorpresa. —le digo y giro a verla—. Te va a encantar.

Pongo en marcha el auto. Conduzco por la carretera viendo de reojo a Alicia, tan hermosa como siempre. Sonrio.

Sólo espero que la sorpresa le guste.

(..)

(Presente)

✨ A L I C I A ✨
Axel aparca el auto en una lugar desconocido. Confundida giro a verlo. Axel apaga el auto y voltea a verme.

—¿Aquí es?

—Mas adelante, pero antes debo pedirte algo.

Enarco una ceja.

Axel saca un pañuelo de su bolsillo. Me lo tiende, confundida lo tomo. Él sin decir nada, sale del auto. Lo veo rodear el auto, llega hasta la puerta y la abre. Levanto la cabeza para verlo.

—¿Qué significa esto Axel? —le pregunto mostrándole el paño.

Él me tiende su mano, la tomo y salgo del auto. Axel cierra el auto y me arrebata el paño.

—Es parte de la sorpresa.

—Axel me estás asustando. —confieso.

—Para ver la sorpresa, necesito que te cubras los ojos.

Con el ceño fruncido asiento y me doy la vuelta. Axel cubre mis ojos con el paño.

—Si me caigo.

—Te sostendré. —Axel besa mi mejilla—. Confía en mí.

Siento que toma mi mano, me dejó guiar por él, Axel me toma de la cintura, me dirije y me guía.

Siento que he avanzado por un largo trayecto. Sigo avanzando escúchando atentamente las instrucciones de Axel.

—Ya

—Ya falta poco.

Suelto un bufido.

Seguimos caminando.

—Alto. —me dice.

Me detengo.

—¿Me la quito?

—No —lo escucho decir—. Vamos a subir varios escalones.

—Axel voy a caerme. —me quejo.

—No si yo estoy aquí.

Sigo las indicaciones de Axel al subir los escalones. Los cuento, son cuatro. Seguimos avanzando en un lugar plano.

—Espera aquí.

Axel me suelta. Trato de detenerlo pero no lo logro.

—Axel, Axel no me dejes sola. —suplico con un hilo de voz.

Permanezco en la misma posición. Solo logro escuchar un ruido.

—Ya estoy aquí.

Suelto un pequeño brinco al escuchar la voz de Axel.

—Tonto, ¿a dónde fuiste?

—Ya verás.

Axel toma mi mano, me dejo guiar por él.
Avanzamos de nuevo, me pide detenerme y así lo hago.

—Axel está sorpresa ya no me está gustando. —le digo.

—¿Estás lista? —me murmura al oído.

Asiento.

—Espero te guste.

El paño cae, me permite ver, parpadeo varias veces y observo alrededor.

—Axel que...

—¡Sorpresa! —Axel se coloca frente a mí—. ¡Bienvenida a nuestra casa Alicia!

Abro la boca y la vuelvo a cerrar.

—Axel es...

Cubro mi boca.

—Es hermosa. —añado.

Limpio una lágrima de mi mejilla, Axel se acerca a mí y me abraza. A los pocos segundos me suelta.

—¿Te gusta?

Observo la casa.

—Si, es perfecta. —poso la vista en él—. ¿Cómo? ¿Cuándo la compraste?

Él sonríe.

—Hace meses, cuando aceptaste mi propuesta de matrimonio empecé a buscar una casa para ambos. Al principio quería que también me ayudarás a elegir pero llegué a la conclusión que quería que fuera una sorpresa.

—Oh Axel.

Empiezo a avanzar por la casa, observo la sala.

—Debio costarte mucho.

Me volteo a verlo.

—Algo pero por ti lo vale.

—Axel no era necesario gastar tanto, no pido lujos, con una pequeña casa me conformo con tal de estar contigo.

Axel se acerca a mí.

—Lo sé Alicia, pero solo quería darte lo que mereces. —él me toma de la cintura—. Además quiero una casa grande cuando tengamos a nuestros hijos. —paso saliva—. Quiero ver a nuestros hijos correr por aquí por allá.

—Apenas nos vamos a casar y ya piensas en tener hijos.

—Si es contigo sí.

Lo observo a los ojos. Ambos soltamos una risa. Axel me suelta.

—Ven, te enseñaré el resto de la casa.

Axel toma mi mano y me dejo guiar por él a cada lugar de la casa. Me lleva a ver la cocina, varias habitaciones, una pequeña biblioteca, (mi lugar favorito y que bien me conoce), me dirige al patio trasero con un enorme patio lleno de pasto, flores y una piscina. Quedo anonadada por tan tremenda casa. Después Axel me guía a la parte de arriba. Subimos las escaleras. Doblamos por el pasillo.

—Mi parte favorita. —me dice. Seguimos avanzando hasta detenernos frente a una puerta. —Nuestra habitación.

Axel abre la puerta, se aparta. Lo observo, avanzo y me adentro a la habitación. Abro los ojos. Axel me abraza por atrás y coloca su barbilla en mi hombro.

—¿Te gusta?

—Es... demasiado grande.

—La más grande de todas las habitaciones y eso contando la cama.

Mi vista va a la cama matrimonial.

—Es demasiado Axel. —hago una pausa—. Me gusta.

—Que bien, porque pronto tú y yo viviremos aquí y lo mejor de todo es que queda cerca de tu casa y la mía.

Asiento.

Axel besa mi mejilla.

—Y esa cama pronto la estrenaremos.

El rubor se hace presente. Axel se aleja de mí. Camina por la habitación, se sienta en la orilla de la cama. Llevo un mechón de mi cabello detrás de mí oreja.

—Por cierto, hay que ver lo de la luna de miel ¿a dónde quierés ir?

Me encojo de hombros.

—Sorprendeme.

—¿Te gustaría ir a la playa?

—Me parece bien.

Axel estira su mano, me acerco y la tomo. Él tira de mi y caigo arriba de él. Axel recostado sobre la cama rodea mi cintura. Ambos nos empezamos a reír. Axel aparta mi cabello de mi cara y acaricia mi mejilla.

—Eres hermosa Alicia.

Axel une sus labios con los míos. Nos besamos por un largo rato disfrutando el momento. Tiempo después nos alejamos por falta de aire. Esta vez yo lo beso.

De pronto, ell sonido de su celular nos interrumpe. Me separo de él. Axel suelta un gruñido. Me suelta, me levanto, Axel se sienta sobre la cama y saca su celular.

—Es Alan, voy a matarlo.

Axel se dispone a contestar la llamada.

Me cruzo de brazos, a los pocos minutos Axel cuelga.

—¿Qué quería?

—La fiesta de Sofía, se nos hace tarde.

—Oh es cierto, vamos antes de que se enoje.

Axel se levanta, estoy por darme la vuelta cuando me detiene.

—Antes quiero darte algo. —Axel me entrega una llave. —Tu casa Alicia.

—Axel no...

—Ey, descuida es sólo una copia yo tengo la original.

Me muestra su llave.

Sonrio y le doy un corto beso.

—Vamonos, antes hay que pasar a mi casa por el regalo de Sofía.

—Me creerías que se me olvidó comprarle algo a Sofía. —dice Axel llevando su mano a su nuca.

—El regalo no importa, con que te hayas acordado basta.

—Cierto, igual le comprare algo rápido. —Axel toma mi mano—. Vamos.

Ambos salimos de la habitación.

Próxima parada, a la casa de Sofía.

(...)

Tiempo después...

Llegamos a la casa de Sofía, bajamos del auto, cada quien con una bolsa de regalo. Caminamos hasta la puerta, Axel toca el timbre. La puerta es abierta por Alan.

—Ya era hora, pasen tortolos.

Nos adentramos a la casa, saludo a Alan y ellos se saludan. Camino por la casa dejando atrás a Axel con Alan ajena a su plática. Llego hasta la sala veo a Sofía sentada en el sillón.

—¡Ali!

Sofía se levanta y se acerca a mí. La recibo con un abrazo deseándole un feliz cumpleaños. Me alejo de ella y le tiendo la bolsa de regalo.

—Ay Alicia no debiste. —me dice y toma la bolsa de regalo.

La observo de arriba a abajo. Su estómago abultado es más notorio.

—Te ves hermosa embarazada.

—Hare como que te creo.

Ambas reímos.

—¿Y mis padres?

—Estan por allá.

Poso la vista en ellos, se mantienen hablando con el padre de Alan.

Si raro, con los años, su relación de padre a hijo mejoró. Aún tienen ciertas diferencias, pero se toleran más. Al saber sobre su primer nieto mejoró la relación entre ambos.

Levanto mi mano y los saludos, ellos devolviéndome el saludo.

—¡Prima! —escucho la voz reconocida de Ana.

Ella junto con Max vienen saliendo de la cocina. Lo suelta y corre hasta mi. Me atrapa con un abrazo lo cual recibo.

—¡Ana!

—No sabes cuánto te extrañé.

—Ana nos vimos la semana pasada.

Ella se aparta de mí. Volteo a ver a Sofía. Axel la felicita y le da el regalo.

—Hola Alicia.

Me volteo al escuchar mi nombre.

—Hola señora Sandra.

La madre de Sofía.

La saludo al igual que su marido el señor Andrés.

Hace tanto que no los miraba, se la pasan de viaje en viaje, pocas veces vienen a ver a Sofía.

Me alejo de ellos y me acerco a Axel, el timbre de la puerta es sonado. Alan se marcha a abrir.

—¡Tío!

El pequeño Lucas entra corriendo a la casa y corre hasta Axel. Él se agacha a su altura y lo recibe con los brazos abiertos.

—Hola hermano, cuñada.

—Hola Alexa. —le sonrio—. Bryan.

Axel se aparta de Lucas y se levanta.

—Alexa

Abraza a su hermana y saluda a Bryan con un apretón de manos.

Detrás de ellos vienen los padres de Axel lo cual saludo.

—Creo que estamos todos. —menciona Alan.

Sofía se acerca a él y lo abraza.

—Tenemos casa llena eh amor.

—Sientense. —nos dice Alan.

Tomo asiento en el sillón junto a Axel. Entrelazo mi mano con la suya. Todos toman asiento en la sala acomodándose. Sofía deja sus regalos en la mesa de centro.

—Primero, gracias por venir a todos, segundos gracias por sus regalos, sus felicitaciones me hacen...—Sofia cubre su boca y llora.

—Lo siento, mi esposa está muy sensible.

Alan la abraza. Sofía limpia sus ojos con una servilleta que le pasa Ana.

—Lo siento, esto del embarazo es tan difícil. —Sofia hace una pausa—. Antes de celebrar y pasar a la mesa, quiero, queremos yo y Alan anunciarles el sexo del bebé.

—¿Qué será? —pregunta impaciente Ana.

—Que sea niño. —habla Lucas.

—Dinos hija.

—Dejenla hablar. —inquiere Axel.

Sofía sonríe, voltea a ver a Alan.

—Será niña.

El lugar se inunda con felicitaciones.

—¿Y ya saben cómo le pondrán? —les pregunto.

—Si, se llamará Estefany.

—Igual que mi madre. —menciona Alan.

—Tu madre se sentiría alagada hijo. —le dice el padre de Alan.

—Es lindo.—digo.

—¿Y la tradición? —pregunta mi madre.

—Lo siento señora pero creo que ya hay muchos con iniciales de A.

Todos empezamos a reír.

—Hija, ¿y cuál era la sorpresa que te tenía Axel?

—Si prima, dinos.

Les empiezo a contar todo. La increíble sorpresa que me lleve.

Alan se levanta.

—Yo digo que brindemos. —habla él—. Por nuestro hijo y por Axel y Alicia y su nueva casa, casa que pronto visitaré y harán una fiesta para celebrar.

Yo y Axel asentimos.

Alan se marcha a la cocina, las preguntas sobre la casa no se hacen esperar. Contesto, dando detalles lo más que puedo.

Alan regresa con varias copas, Max le ayuda a servir vino. Ana viene con una jarra de limonada y varios vasos y les entrega uno a Sofía y otros a Lucas. El resto con vino. Alan nos entrega una copa a mí y a Axel. Se dirige a Alexa.

—No Alan, yo no beberé.

—¿Por qué no?

Él frunce el ceño.

Ella gira a ver a Bryan.

—Porque... quiero dar un anuncio.

Alan se aleja de Alexa. Todos ponemos atención en Alexa.

—Ya que estamos todos reunidos, quiero decir que...

Bryan toma la mano de Alexa, Axel le da un trago a su copa.

—Estoy embarazada. —anuncia Alexa con alegría.

Axel escupe el vino y tose. La sala se queda en completo silencio, golpeo leves golpecitos la espalda de Axel.

Todas las miradas puestas en Alexa, Axel deja de toser. Carraspeo.

—Felicidades, a ambos. —rompo con el silencio.

—Gracias cuñada.

—Hija, nos tomaste desprevenidos. —le dice la madre de Axel—. Pero muchas felicitaciones.

—¡¿Qué?! —exclama Axel— ¡Embarazada otra vez!

Axel se termina la copa de un trago.

—Alan sirveme más lo necesitaré.

Alan cómo el "buen amigo" le llena la copa. Axel la lleva hasta su boca.

—Sere tío de nuevo. —posa la vista en Alexa— ¿Lucas ya lo sabía?

—Le contamos unos días antes.

Axel voltea a ver a Lucas.

—¡Y no me contaste nada tocayo!

—Lo siento tío, mami me pidió que guardará el secreto.

Axel abre la boca y la vuelve a cerrar.

—Hija muchas felicidades y espero en verdad espero que Bryan se haga responsable.

—Gracias papá

—Asi será señor.

Axel me entrega la copa. La tomo con confusion.

—Sere tío, de nuevo. —Axel se levanta y se acerca a Alexa, los observa a ambos—. Felicidades hermana.

—Axel

Ambos se abrazan. Todos se levantan y felicitan a Alexa y a Bryan. Me levanto y hago lo mismo, me coloco a un lado de Axel. Él llama a Bryan. Él con confusion se acerca.

—Mas te vale que vayas a hacerte cargo del bebé. —lo amenaza Axel.

—Lo haré Axel, amo a tu hermana y te prometo que seré un buen padre tanto para Lucas como para ese bebé que viene en camino.

Axel coloca su mano en su hombro.

—Mas te vale que lo hagas si no entre yo y mi Bro te daremos la paliza de tu vida. —interrumpe Alan. —Alexa es como mi hermana.

—Amor deja de amenazarlo por favor, basta a ambos. —se une Sofía y aleja a Alan de Bryan.

—¿Y tus padres ya lo saben? —le pregunto a Bryan.

—En unos días viajaremos y les daremos la noticia, ellos no viven aquí.

Asiento.

Alexa se acerca y lo abraza.

—Adivinare, mi hermano y su amigo ya te amenazaron.

—Para nada amor. —le contesta Bryan viendo a Axel y a Alan de reojo.

No obstante, Lucas llega corriendo y abraza a Alexa.

—Mami verdad que será niño.

—Aun no lo sabemos cielo, aún es muy pronto.

Axel se agacha a la altura de Lucas, el pequeño se da la vuelta.

—¿Qué piensan de eso tocayo? Tendrás un nuevo hermanito.

—Estoy feliz tío, por fin tendré con quién jugar.

—Yo digo que celebremos.

—Alan tú sólo buscas un motivo para tomar. —le dice Axel y se levanta.

Todos reímos.

Le entrego su copa a Axel. Alan le entrega una a cada uno a cada presente. Un vaso de limonada a Sofía, a Alexa y a Lucas.

—¿Alguien más quiere anunciar algo? —pregunta Alan mientras abraza a Sofía. —Estan a tiempo.

Todos niegan.

—En ese caso, salud por la futura casi boda de Alicia y Axel, de su futura casa, salud por mí hija que dentro de varios meses vendrá a éste mundo, por Estefany y salud por el embarazo de Alexa. Salud por todos.

Todos brindamos, bebemos de nuestras copas, todos hablan al mismo tiempo felicitando a Alexa, a Sofía. Mis padres hablan con Axel.

—Atencion. —dice Ana. —¡Guardé silencio! —todos se callan y posan la vista en ella— Gracias, bueno solo quiero decir que dentro de unas semanas, exactamente dos se casan Alicia y Axel.

Ambos sonreímos.

—Bueno como es costumbre, yo considero que deberíamos hacerles una despedida de soltera. —añade Ana.

Abro los ojos y niego.

—¡Ana!

—De ninguna forma yo no acepto esas cosas. —dice mi padre.

—Seria divertido. —inquiere Alan.

—No creo que sea necesario. —digo.

—Prima es tu despedida de soltera, dejás la soltería y pasas a casarte, si comprendes.

—Me parece bien, nosotras organizamos todo y cada quien una, una de hombres y mujeres. —habla Sofía.

—¿Por qué no juntos? —cuestiona Max.

—No sería divertido. —le contesta Ana.

Abro la boca para hablar pero todos me interrumpen. Entre todos nuestros amigos discuten por dicha despedida.

—Ah oigan. —digo.

—¡Qué se callen! —grita Axel.

Todos guardan silencio.

—Aqui los que debemos elegir somos nosotros. Yo y Alicia. —Axel hace una pausa—yo considero que... es una buena idea.

Volteo a ver a Axel con los ojos abiertos.

—Yo me encargo de la tuya Bro.

—Y yo la de Alicia. —dice Sofía.

—Yo voy a ayudarte. —añade Ana.

—Pero la de nosotros será mejor. —alardea Max.

—Tienen al mejor para alegrar el ambiente, a mí. —se señala Alan.

Ruedo los ojos.

—¡Es que a nadie le importa mi opinión! —exclamo.

Todos voltean a verme.

—¿Mami que es eso de despedida de soltera?

—Cosas de grandes hijo.

—¿Puedo ir?

—No

Lucas hace puchero.

—Alicia tiene razón. —habla Axel—. ¿Qué opinas?

—Bueno yo creo que no es necesario. —confieso.

—Vamos prima no seas aburrida.

—Solo es una despedida, ¿qué puede pasar? —me dice Alan.

Muerdo mi labio inferior. Observo a todos, Alan me suplica con la mano. Volteo a ver a Axel.

—Las despedidas de soltera siempre acaban mal. —dice la madre de Axel—. A mí no me inviten, prefiero cuidar a mi nieto.

—¡Mamá! —le dice Alexa.

—¿Y bien Alicia? —me pregunta Alan.

Suelto un suspiro.

—Esta bien. —todos celebran—. Pero porfavor no tomarán mucho y tú Axel, estarás presentable para la boda.

Él levanta su mano.

—Lo prometo amor.

—¡Sera inolvidable! —exclama Ana.

Sonrio, todos empiezan a hablar sobre el tema. Axel pasa su mano por mí cuello, recargo mi cabeza en su hombro y bebo de mi copa.

—Nuestra despedida Alicia.

Asiento.

—Espero no se descontrole y sea un desastre. —digo.

Sólo es una despedida de soltera, pienso, total: ¿Qué podría pasar?

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Nota de Autora:
Hola espero hayan disfrutado del capítulo. Se nos viene la despedida de soltera están todas invitadas 😁 esto se va a descontrolar ya lo ví en mi mente. Spoiler.
Cuatro palabras: Axel termina siendo stripper 🤭🙈🙊👌😏🤤😍 grito por aquí. Nos leemos en el siguiente capítulo.