Capítulo 7 ♡
✨A L I C I A ✨
Abro los ojos poco a poco, la claridad de la mañana se cuela por la ventana. Dejo salir un bostezo, tallo mis ojos. Observo donde me encuentro. Varios flashback pasan por mí cabeza. El recuerdo de todo lo ocurrido ayer.
Estoy en una de las habitaciónes de la casa de Sofía. Siento una mano en mi cintura, me volteo viendo a Axel dormido y roncando. Me safo de su agarre, me levanto de la cama con cuidado. Tomo mi celular viendo la hora, ya es tarde. Me coloco mis zapatos, peino mi cabello con mis dedos haciéndome un chongo, camino hasta la puerta, le doy una última mirada a Axel y salgo de la habitación.
Me empiezo a alejar de la habitación, camino por el pasillo, llego a las escaleras y las empiezo a bajar.
El recuerdo de Axel cayendo pasa por mi mente, al principio me asusté mucho, temia que se hiciera daño. Por suerte solo fué el golpe, un pequeño raspón en su ceja. Mentiría si dijiera que nunca había visto a Axel pasado de copas, en varias ocasiones lo ví de ese forma, él y Alan suelen ir a beber el fin de semana o incluso nos reuniamos entre todos e ir a un antro y pasar un rato agradable. Por mí parte, yo no tomo mucho, nunca me a gustado exceder con el alcohol. Pienso que puede ocasionarte problemas, hacer/decir cosas que no quieres bajo su efecto, al contrario de Axel, con lo de ayer, Axel perdió la cabeza, estába en un estado de ebriedad.
Quiero entender que lo hizo por lo ocurrido con Lucas, le afectó tanto que Alexa se lo llevará, es lo más normal de la vida, tarde o temprano pasaría. Para Axel será difícil aceptarlo, pero sé que lo hará.
Termino de bajar las escaleras, escucho ruidos provenir de la cocina. Camino en esa dirección. Entro viendo a Sofía en pijama con Alan sentado en una silla, los codos apoyados en la mesa tocando su cabeza mientras escucha los regaños de Sofía.
Me detengo, estoy por girar y volver en otro momento cuando escucho la voz de Sofía.
—¿A dónde vas?
—Yo sólo... ustedes hablen, yo me voy a...
—No estamos hablando, más bien estoy escuchando los regaños de tu amiga. —dice Alan.
—¡Te lo mereces! —le dice Sofía con las manos en la cintura.
—Amor ahora no, me estalla la cabeza.
—¡Cómo no si ayer llegaste hasta te caias!
—No fue para tanto. —le dice Alan.
—¡Estaba preocupada por ti Alan! ¡Podías ser poquito responsable!
Alan voltea a verla.
—¡Lo soy, solo fui a tomar un rato con mis amigos, admito que se nos pasó las copas!
—Te recuerdo que ya no estás soltero. —le dice Sofía— ¡Estamos esperando un bebé Alan, cambia por favor!
—Asi me conociste Sofía deberías aceptarme.
—Lo sé pero tenía la esperanza que cambiarás aunque sea por el bebé que viene en camino.
Momento incómodo.
Alan se queda callado, agacha la mirada.
Sofía se limpia una lágrima, evita verme.
—Axel me necesitaba. —habla de pronto Alan.
—Yo también lo hago. —le dice Sofía—.No digo que Axel sea una mal amigo, sé que han sido amigos de años pero creo que es hora de cada quién por su lado, pronto él se casará con Alicia, todo va a cambiar. Yo te necesito Alan y más cuando nazca el bebé y Axel tiene que estar con Alicia.
—Creo que estás exagerando Sofía, no voy a dejar mi amistad con Axel solo por eso. Si, nada es igual como antes lo era hace cuatro años, dónde ambos estudiabamos la preparatoria, pero no significa que dejemos ser amigos. Él siempre contará comigo y él lo sabe.
—¿Lo prefieres a él?
Alan bufa.
—No me hagas elegir Sofía, él es mi amigo y tú eres el amor de mi vida, mi esposa, la madre de mi hijo, la chica que amo y quiero pasar el resto de mi vida. —Alan hace una pausa—. Ojalá lo entiendas y lo veas de ese modo.
Sofía guarda silencio.
Alan cubre su cara con sus manos.
—Alan...
—Ya no quiero escuchar reclamos, si la cagué pero no exageres. —Alan quita sus manos de su cara—. Y tampoco voy a discutir contigo enfrente de Alicia, le puede hacer daño al bebé.
Los observo a cada uno, que incómodo, carraspeo.
Pocas veces los veo discutir de esa forma.
Tan solo lo comparo con mis discusiones con Axel en ciertas ocasiones aunque no se compara. Se resuelven. Nos enojamos y poco nos dura el coraje para terminar otra vez junto y felices. Sin embargo, ver a mis amigos, casados y con estas discusiones. Me aterra un poco al pensar que así será mi matrimonio con Axel.
No pienses en eso Alicia.
Me regala esa pequeña Alicia en mi cabeza.
—¿Y Ana? —hablo de pronto.
—Aun no despierta. —me dice Sofía.
Ella camina hasta el refri, saca una jarra y se sirve un vaso de agua fresca.
—¿Quieres?
—No gracias.
—¿Y Axel? —escucho que me pregunta Alan.
—Sigue dormido. —digo.
—Deberias despertarlo con una vaso de agua fría para que se le quite. —opina Sofía, se encoje de hombros —. Yo solo digo.
—Alicia. —me llama Alan, volteo a verlo—. Mi Bro te necesita y más ahora, con lo de Lucas le pegó fuerte.
—Lo sé y siempre tendrá mi apoyo incondicional...
—¡Buenos días! —giro al escuchar la voz de mi prima.
Ana se adentra en la cocina tomada de la mano de Max.
—Hola prima.
—Buenos día Ana, Max. —les dice Sofía.
—Que tiene de buenos. —suelta Alan tocando su cabeza.
—O te pegó fuerte la cruda ¿eh Alan?
—¿Tú qué creés?
Ana se ríe.
—Veo que se arreglaron ustedes dos. —les digo al ver sus manos entrelazadas.
—Si, ayer hablamos y ya todo se resolvió.
—Le pedí disculpas a tu prima, Alicia. —habla Max—. La verdad me comporte como un idiota, egoísta, si es su trabajo lo respetaré al igual ella con el mío. —Max gira a verla. —no pienso perderla. —le da un beso en la mejilla.
—Me alegra oír eso, se ven bien juntos.
—Ya me imagino como acabo la reconciliación. —dice Alan burlón.
Sofía le da un golpe, esté se queja y rie. Contagia a Sofía y ella también ríe, por mi parte aguanto las ganas de reír.
—¡No es lo que piensan!
—Amor hay que cambiar las sábanas. —le dice Alan a Sofía.
—¡Oye! —se queja Ana. —solo hablamos.
—Si claro, ya me sé eso. Créeme que lo uso con Sofía, que pensaron que ese bebé se haría solo.
—¡¡Alan!!
Sofía le da un golpe poniéndose colocarada, esté se burla.
—Para la otra te pediré consejos —le dice Max.
—Ya sabés amigo.
Ellos se ríen, Ana y Sofía fingen estar enojadas, siendo arruinada por una sonrisa.
—¿Qué tal tú Alicia? Ya sabes, tú y Axel... —me dice Alan con una sonrisa pícara.
—A mi no me metan, mejor iré ver a Axel. —me doy la vuelta y salgo de la cocina.
—¡No te salvas Alicia! —escucho el grito de Alan.
Camino hasta las escaleras, las empiezo a subir. Termino de subirlas, doblo a la izquierda por el pasillo.
No obstante escucho un grito. Frunzo el ceño.
—¡Alicia! ¡¡Alicia!!
—Ese es...—abro los ojos—. ¡Axel!
Corro por el pasillo hasta la habitación, llego, abro la puerta encontrándome a Axel sentado en la cama con la mano en la cabeza.
—Axel hasta que despiertas —le digo.
Me adentro a la habitación.
—¿Qué me hiciste?
—¿Eh?
—Dios me duele la cabeza mucho. —Axel se queja, lleva su mano a la frente—. Auch que es esto. —se toca la pequeña herida en su ceja. —Me duele todo el cuerpo ¿Y mi camisa? ¿Me violaste Alicia?
Abro la boca, aguantando la risa por eso.
Enserio, yo a él, si ajá.
—¿Qué? ¡Noo! ¿No recuerdas lo de ayer?
—¿De qué hablas? —voltea a verme.
Suelto un suspiro y me acerco a él.
—Ayer te pusiste muy borracho con Alan y Max, ¿no te acuerdas?
Axel frunce el ceño.
—Solo recuerdo que después de comprar el traje nos fuimos a un bar, empezamos a beber, hablamos un rato, bebimos mucho y...—Axel guarda silencio— Es lo único que recuerdo. —Axel cubre su cara con sus manos— ¿Qué pasó ayer Alicia? —aparta sus manos de su cara— ¿Cómo llegué aquí?
—Axel es normal que no te acuerdes, estabas muy borracho.
—¿Hice una estupidez?
—Varias
Axel abre los ojos.
—¿Qué?
Me siento en la cama a su lado.
—Te voy a contar todo sí. —hago una pausa, giro a verlo. —Estaba muy preocupada por ti Axel. —acaricio su mejilla—. Bien, todo comenzó cuando Max los trajo a ti y a Alan.
—No recuerdo nada. —Axel toma mi mano— ¿Qué pasó ayer?
Empiezo a contar todo a Axel, su cara muestra sorpresa, le cuento cada detalle. Desde su vomitada, la caída por las escaleras, cuando le llamó a Alexa, cuando estaba por matar a Max hasta como terminó dormido...
—...Eso fué lo que pasó. —termino de explicar.
Axel suelta mi mano y toca su frente.
—Alicia yo...no quería me vieras así.
—Axel no importa, aún así te amo.
—Pensaras que soy un borracho no es así.
—Te conozco Axel, no voy a mentirte, si me sorprendió verte así pero, nada lo cambiará entré tú y yo.
—Te juro que solo quería pasar una rato con Alan y Max, perdí la cuenta de cuánto bebí.
—Eso explica todo.
Axel mira su mano.
—¿Qué me pasó en la mano?
Observo su mano, los nudillos los tiene morados con un poco de sangre.
—Max dijo que se metieron en una pelea.
—Y eso tampoco lo recuerdo ¿Algo más?
—Creo que es todo, tendrás que preguntarle a Max para más detalles de eso.
—Lo hare.
Axel se levanta, estira sus manos.
—Me duele la espalda.
—Rodaste por las escaleras.
Él abre los ojos.
—Oh, ¿tú dormiste comigo? —asiento—. ¿No pasó nada verdad entre tú y yo? —niego— Por un momento creí...—me ve—. Nada olvídalo.
—Mejor date un baño, te espero en la cocina con los demás. Le pediré algo de ropa a Alan. —me levanto y camino hasta la puerta. —Por cierto, algo bueno paso de todo esto, Ana y Max ya se renconciliaron.
—Que bien.
Axel camina hasta mi, toma mi barbilla y me da un corto beso.
—Te amo Alicia.
—Y yo a ti, pero mejor date un baño que hueles a alcohol. —le doy un leve empujón.
Axel se ríe, le sonrio y salgo de la habitación
—¡Aún así me quieres! —escucho su grito.
Lo amo.
...
Vuelvo a la cocina, entro. Sofía y Ana hablan entre ellas. Max se burla de Alan al verlo con las manos en la cabeza.
—Ey Alicia, ¿cómo está tu prometido? —me pregunta Max.
—No recuerda nada.
—Ja pobre. —se burla Alan.
—Mirate sí estás igual. —le dice Max.
—¡Cállate! Ya no vuelvo.
Todos reímos.
Minutos más tarde y Axel entra a la cocina recién bañado. Los saluda a todos y se sienta en la mesa a mi lado.
—¿No recuerdas nada Bro?
—No la verdad no, muy poco. —Axel toca su nuca.
—Buena caída que tuviste. —se burla Max.
Axel lo fulmina con la mirada.
—Bro nos han prohibido volver al bar.
—¿Por qué?
—Pues lo único que recuerdo es la pelea pero nada más. Además que se quejan ellos empezaron.
—Mentira tú empezaste Alan. —le dice Max.
—¿Yo? —Alan se señala a el mismo.
—Si, ¿no que te acordabas?
—Yo sólo recuerdo que ellos empezaron.
—Pues recuerdas mal.
—¿Qué pasó exactamente Max? —le pregunta Axel.
—Pues. —Max lleva su mano a su barbilla—. Estábamos bebiendo, cantando cuando unos tipos se nos quedaban viendo, Alan se les puso al brinco, ellos lo ignoraron, pero Alan no lo dejó así, fué hasta ellos, traté de detenerlo pero no pude. El dio el primer golpe, empezaron a pelear, obvio eran tres contra uno, te estaban dando una paliza, entonces Axel se metió. Los dos empezaron a pelear con esos tipos, traté de no meterme pero uno de ellos me tomó de la camisa y me dio un golpe, me enojé y se lo regresé. Cuando me di cuenta los tres estábamos ya entré la pelea. El dueño se enojó mucho, nos separaron, nos amenazaron en llamar a la policía pero ya que yo era el menos borracho lo evite. Nos terminaron sacando del bar, nos gritaron "y no vuelvan" y eso es todo. Fue un reto en traerlos hasta acá y meterlos al auto. Alan estaba terco con que quería darles su merecido, que debía respeto y no sé cuántas estupideces más lanzaste.
—Asi que Alan comenzó todo. —digo viéndolo.
—Que raro, eso no recuerdo. —Alan agacha la mirada.
—Les juro que no vuelvo a tomar de nuevo. —menciona Axel.
No obstante, se escucha el timbre.
—Yo abro.
Me levanto, salgo de la cocina en dirección a la puerta. Llego hasta ella y la abro encontrándome a Alexa.
—Hola Alicia.
—Hola Alexa.
—¿Puedo pasar?
—Claro.
La dejo pasar, Alexa se adentra a la casa. Da unos pasos y gira a verme.
—¿Y mi hermano?
—En la cocina.
Alexa asiente, camina en dirección a la cocina. La sigo, la veo entrar, todos se callan cuando la ven.
—¿Axel podemos hablar?
Axel que está espaldas, se gira a ver a Alexa. Se levanta y cambia su cara a una seriedad total.
—¿Qué haces aquí?
—Estaba preocupada por ti, lo de ayer...
—Estoy bien, ahora largate.
—Axel creí que estábamos bien.
—Alexandra no quiero hablar de lo mismo, vuelve por dónde viniste, regresa con Lucas él te necesito más que yo.
—Por Dios Axel, no quiero que nos separamos sólo por eso.
—¡Vete con Lucas!
—¡Lucas está bien, Bryan puede cuidarlo!
—¡Claro él lo hará mejor que yo!
—Axel. —lo llamo.
Alexa se cruza de brazos.
—Yo mejor me voy. —Axel gira a ver a Alan y Sofía—. Gracias por recibirme en su casa, nos vemos Bro. —le pega en su espalda—. Ana, Max, nos vemos. —Axel esquiva a Alexa y se acerca hasta mi—. Iré a la oficina, te hablo luego. —me da un casto beso en la mejilla.
—¡Axel por favor escuchame! —Alexa gira a verlo.
—No tenemos nada de que hablar.
—Axel...—toco su hombro—. Escúchala.
—No Alicia, no quiero hablar. —gira a verme— estaré en el trabajo.
—¡Es domingo desde cuándo vas los domingos a trabajar! —le grita Alexa.
—Me servirá de excusa para no verte.
Axel sale de la cocina. Alexa lo llama varías veces pero es ignorada.
—Dale tiempo Alexa. —le dice Alan.
—Me estoy arrepientiendo lo que hice, tal vez nunca debí irme con Bryan.
—Alexa mereces hacer tu vida y eso Axel debe entenderlo.
—Eso espero cuñada.
Me acerco a Alexa y la abrazo. La escucho llorar en mi hombro.
—No quiero perder a mi hermano. —dice entré lágrimas.
—Tranquila Alexa, sé qué Axel lo entenderá.
—Alicia ayudame, habla con él. A ti sí te hará caso. —me dice Alexa cuando se aparta de mí.
—No te prometo nada pero lo haré.
♡+♡
Entro a la empresa donde trabaja Axel, entro al elevador esperando que suba hasta el último piso.
Le prometí a Alexa que hablaría con Axel y aquí estoy.
Salgo del elevador, llego hasta la secretaria y la saludo.
—¿Esta Axel en su oficina?
—Si Señorita, ahora está hablando con un hombre, la verdad ya llevan rato.
Frunzo el ceño.
—¿Un socio?
—No para nada, su nombre era. —Sara la secretaria toma una libreta. —Gustavo Olson.
"Olson"
"¡El padre de Valeria!"
—¿Está bien?
Parpadeo al escuchar a Sara.
—Si es sólo... aquí lo esperaré.
Pasan varios minutos cuando la oficina de Axel es abierta, sale el padre de Valeria, me ve y gira a ver a Axel.
—Gracias por tomarte tu tiempo y escucharme.
Axel cruzado de brazos asiente.
—Es bueno verla Señorita Alicia. —me dice.
—Hola Señor Olson.
—Bueno yo me retiro, con su permiso.
Gustavo se aleja de nosotros caminando en dirección al elevador. Lo veo entrar, regreso la vista en Axel.
—¿Podemos hablar?
—Pasa
Camino hasta su oficina, Axel me deja pasar primero, entro. Axel cierra la puerta.
—¿Te mandó Alexa no es así?
—¿No puedo venir a verte al trabajo?
—Claro, que puedes pero es raro verte por acá.
—Bueno nunca vienes los domingos.
—Ya
Axel se recarga en el escritorio.
—Sientate.
Me señala la silla.
—Asi estoy bien. —hago una pausa— ¿A qué vino el padre de Valeria?
Axel dura unos segundos en contestarme.
—A lo mismo.
—¿Quiere que vayas a verla?
Axel asiente.
Axel me a contado que el Señor Gustavo insiste en convencerlo para que vaya a ver a Valeria a la prisión, Axel se niega. Lo entiendo, Valeria nos hizo mucho daño en el pasado.
—Ya le dije que no voy a ir a verla. Según Valeria insiste en verme para pedirme perdón.
—Debe estar pasándola muy mal.
—No tengas compasión de ella cuando ella no lo tuvo contigo, te hizo daño y eso jamás se lo perdonaré.
—Axel no podemos vivir con rencor.
—Alicia entiende.
Guardo silencio un momento.
—Al principio yo no pude perdonarla por todo el daño que me hizo, pero Axel yo no puedo vivir con odio, ahora soy feliz con lo que tengo, feliz contigo. —hago una pausa— Por mi parte, estoy lista para perdonarla. Ella ya está pagando por ello, tal vez necesita nuestro perdón.
—No Valeria no cambia así como así.
—Tal vez la cárcel le ayudó a hacerlo. —me acerco a Axel. —Quiero ir a verla.
—¡No Alicia! Es peligroso.
—Axel está vigilada, no me hará nada. Es más, tú ven conmigo.
Axel niega varias veces.
—No y tampoco voy a exponerte a ti ¿Ya olvidaste todo lo que nos hizo, lo que te hizo?
Mi memoria va a hace cuatro años. Aquella vez que fui secuestrada por ella y Dylan, este último lo vi morir frente a mí cuando ella le disparó.
Cierro los ojos, los vuelvo a abrir.
Eso suele provocarme pesadillas.
—Jamas voy a olvidarlo Axel, pero debo pasar página.
—Yo no lo veo de esa forma Alicia.
—Bien, si no quieres ir no vayas. Iré sola.
—No voy a dejarte ir sola. —me dice Axel y se acerca a mí. —ire contigo, pero sólo por ti.
Asiento.
—¿Podría ser mañana?
—¿Tan pronto?
—Entre más pronto mejor.
—¿Segura que estás lista para ver a Valeria?
—Muy lista
Axel me abraza.
—¿Cómo puedes ser tan buena persona Alicia con los que te hicieron daño?
—Ni yo misma lo sé Axel.
Me aparto de él.
—Por cierto, ya compré el vestido de novia.
—Asi, ¿Y cómo es?
Axel me toma de la cintura y me pega a él.
—No te lo diré, lo verás hasta el día de la boda.
—No sabés cuánto espero ese día, también ya tengo el traje.
—Oh ya quiero verte.
Coloco una mano en su pecho sin dejar de verlo a los ojos.
—Pero para estar todos felices el día de la boda, arregla las cosas con Alexa.
—Alicia no te metas.
—Axel hazlo por mí.
Acerco mi cara a su rostro, lo miro a él y a sus labios, lamo mis labios.
—Dios Alicia contigo no se puede.
—¿Lo harás? —murmuro.
Axel lo piensa un momento.
—Esta bien, lo intentaré sólo por ti.
Le sonrio, Axel se inclina un poco y estampa sus labios con los míos. Le sigo el beso, un beso lleno de pasión. Movemos los labios a la par, saboreando el sabor de nuestros labios.
Me separo de él.
—Estamos en tu oficina.
—¿Y? Hay muy pocos el domingo.
Axel me sonríe, vuelve a besarme, camina conmigo hasta el escritorio. Sin dejar de besarnos, torpemente me subo. Me separo de él dejando salir una risa. Axel se burla, se acerca a mí y me vuelve a besar. Coloco mis manos alrededor de su cuello, profundizamos el beso. Axel me toma de la cintura, lleva su mano hasta el final de mi blusa, la levanta un poco e introduce su mano dentro de ella acariciando mi piel.
—Ali. —dice entre mi boca.
—Mm
No obstante, la puerta es abierta de golpe.
—Oye Bro que si me firmas...
Rápido nos apartamos de golpe, Axel se gira, me bajo del escritorio de un brinco y acomodo mi blusa torpemente.
—¡Maldita sea Alan toca antes de entrar!
—Lo siento, yo no vi nada. Sólo venía a darte esto pero mejor vuelvo otro en otro momento.
Alan cierra la puerta. La puerta se vuelve a abrir asomándose él.
—Casi lo olvido. —nos mira—. Qué traviesos. —nos guiña el ojo.
—¡Largate Alan! —le grita Axel.
Alan cierra la puerta siendo escuchada su risa del otro lado. Axel gira a verme.
—Creo que debímos ponerle seguro. —le digo.
—Si
—¿Alan también viene en domingo?
—Si es raro de él.
—Raro de ambos. —confieso.
—Ya, ¿en qué nos quedamos?
Axel me toma de la cintura.
—Sera en otra ocasión.
—Alicia
—Axel
Me observa a los ojos.
—Me traes loco. —me dice y me besa.
»Ya somos dos« pienso.
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