Capítulo 40 ♡ EPÍLOGO ♡
"Lo que bien comienza, bien termina"
A L I C I A
—¿Estás segura que quieres hacer esto? —me pregunta Axel con una pizca de preocupación en su voz.
—Muy segura amor —le respondo mientras él sigue conduciendo en dirección donde le pedí llevarme— estoy lista para hacer esto. Sé que puedo.
Me repito esa última frase varias veces.
>Vamos Alicia, tu puedes<
Eso me a ayudado a seguir adelante. Superar lo que pasó porque por más que quiera, no puedo olvidarlo pero poco a poco, con ayuda de las terapias que he recibido, no me afecta tanto.
He perdido el miedo, mi seguridad a regresado y no dejo que nada cambié a la Alicia valiente que con esfuerzo, he intentado ser.
Han pasado dos meses desde lo que vivimos. Ambos hemos recibido ayuda y hemos mejorado. Estar con Alli nos motiva, tener el apoyo de cada una de nuestras familias y amigos. Que en todo momento, nos apoyan en lo necesario.
Tal vez podría fingir que eso no pasó. Pero esa no es la cura porque no puedo evadir los problemas y es mejor enfrentarme por más difícil que sean.
Todo me es más fácil si Axel está mi lado ayudándome.
—No lo sé Alicia, creo que es demasiado pronto.
Giro a verlo mientras arrullo a Alli, ella está por cerrar sus ojitos. Su vista está puesta en la carretera.
—Puedo hacerlo Axel
—Ali, sé que puedes. Sé que la doctora te a dicho que eres una chica muy valiente y haz superado todo lo que pasaste pero esto, no quiero que retrocedas cuando haz tenido mucha mejoría.
Lo veo con detenimiento
A Axel también le a costado perder sus miedos. A estado muy atento conmigo y en una cita con la doctora, lo ví muy mal. Él Axel fuerte que finge ser, se rompió frente a mis ojos. Lo ví llorar y no solo eso, sus palabras. La culpa que siente, el miedo a perderme. Todo eso le a costado enfrentar y superar cada día.
—Axel quiero hacerlo, de verdad.
Regreso la vista en Alli que a cerrado sus ojitos por completo.
—La doctora me dijo cuando esté lista y lo estoy. Lo necesito para darle un punto final al pasado y seguir con nuestra vida.
Lo escucho suspirar
—De acuerdo, sabés que te voy a apoyar y si quieres hacer esto, no tengo más opcion que ayudarte.
—Gracias amor —giro a verlo y le sonrío— te amo. Después te voy a agradecer mejor la ayuda.
En su rostro se plasma una amplia sonrisa.
—Muchos besos ¿Eh?
Suelto una risa y asiento.
—Todos los que mereces
El resto del camino transcurre con tranquilidad. Hablamos un rato. En todo el camino Alli no se despierta. Hablar sobre eso nos ayudó aún embargo llega la parte más difícil, llevarla acabo.
La sonrisa de Axel se borra por completo apenas aparca el auto fuera del cementerio y lo apaga.
—Te voy acompañar, sé que quieres hacer esto sola pero quiero apoyarte Ali.
Asiento de acuerdo
Axel se guarda las llaves, se quita el cinturón de seguridad y abre la puerta del auto. Enseguida la cierra, rodea el auto y termina por llegar hasta mí.
—La cargaré —emite mientras abre la puerta y carga con cuidado a Alli. Con cuidado salgo de auto, me cuelgo mi pequeña bolsa y tomo el ramo de flores del auto.
—Vamos —le digo apenas cierro la puerta y veo a Axel con nuestra hija en brazos.
—Vamos Ali
Ambos nos dirigimos al cementerio. Axel cubre a Alli con cuidado, pues hace un poco de aire. Es un día nublado.
Entramos al cementerio, es un extraño silencio muy incomodo. A medida que nos adentramos, nos dirigimos a una tumba en especial mientras la buscamos entre todas.
—Ali, si no quieres hacerlo...
—Axel —lo interrumpo y me detengo— lo haré.
Le sonrío y regreso la vista al frente. Suspiro y avanzo unos pasos. Me detengo frente a la tumba de Dylan. Axel se mantiene a unos pasos detrás de mí.
Su tumba aún se mantiene en perfectas condiciones, está limpia y flores que aún no se marchitan, adornan los floreros y la tumba.
—Hola Dylan —espeto mientras coloco la mitad de mis flores en un florero — ha pasado tiempo —sonrio con tristeza— no sé cómo pero después de todo, aúnque estés aquí, me ayudaste. Por ti Valeria no hubiese hecho eso —hago una corta pausa— espero que al fin puedas estar en paz.
Medio sonrío y avanzo por ese estrecho pasillo. En todo momento, Axel me sigue.
—Aquí es —me avisa.
Tomo una profunda respiración antes de detenerme frente a la tumba de Valeria. La de ella es la última de todas, está sucia, no hay ninguna flor que la adorne y es muy sencilla. No puedo creer que ni su madre venga a visitarla aunque no me consta.
—Valeria —emito mientras leo su lápida— sé que te dije que te perdoné y es cierto. Lo hice, lo hice por mi misma.
Axel se acerca y coloca su mano en mi hombro izquierdo.
—Vamonos Ali, ya no tenemos nada que hacer aquí.
Asiento
—Adiós Valeria —hago una expresión triste y dejo las primeras flores en su tumba. Con mi mano limpio un poco y las coloco en el centro.
No obstante, el llanto de Alli se escucha. Me enderezco y giro a ver a Axel que la arrulla.
—A alguien no le gusta estár aquí
Asiento y me acerco a él.
—Superé el pasado, Axel —le digo y él se da la vuelta. Ambos avanzamos a la salida mientras Axel besa de la mejilla a Alli en un intento de que se calme.
(...)
—Te juro que me siento mejor —le sincero a Axel mientras él baja del auto. De mi parte lo espero a unos pasos con Alli en brazos.
—No sé porque te hago caso en todo y te ayudo. Eso me convierte en tú cómplice.
Medio sonrío
—Pero estás aquí y no sabes lo mucho que te lo agradezco.
Axel se acerca a mi, lo suficiente para darme un casto beso en los labios.
Antes de entrar a este lugar que ahora nos encontramos, le entrego a Alli y avanzamos juntos con un permiso.
Decir que no estoy nerviosa, sería una mentira.
Esta prisión es más vigilada y se ven muy estrictos. A ambos nos guían al lugar de visitas y nos piden tomar asiento en una mesa.
—Si hubiese sabido que querías venir aquí, te juro que no te hubiera contado nada.
—Lo hiciste Axel, ya no puedes cambiar el pasado —le digo al recordar esa plática.
Veo a ambos lados, evito posar la vista en esos prisioneros de alto peligro. Cada mesa es vigilada por varios oficiales y la nuestra, no es la excepción.
Nerviosa subo mis brazos a la mesa y froto mis palmas.
—Prisionero número #120 tiene visita, mesa #8.
Axel atrapa mi mano sin soltar a Alli que se encuentra despierta balbuceando mientras se lleva su manita a la boca.
Sus pasos se escuchan cada vez más cerca hasta que logro verlo frente a nosotros. Él escoltado por tres policías.
—Vaya, no esperé recibir visitas y menos de ustedes.
—Sientese Black. —le ordenan y lo obligan a hacerlo.
Lo veo con detenimiento, aunque no a pasado tanto tiempo solo meses, sigue igual aunque es evidente la barba que comienza a crecer. Su cabello está un poco más largo y tiene una cicatriz pequeña en la mejilla izquierda.
—No me pueden quitar esto, al menos quiero estar decente.
—Silencio o regresa a su celda.
Él bufa y regresa la vista en nosotros.
—Alicia y Axel, que inesperada sorpresa —se mueve un poco en su silla— ¿A qué vinieron?
—Por mi no hubiera traído a Alicia pero ella insistió —le responde Axel seriamente.
—Pensé que te habías olvidado de mi petición —Valentin gira a verme— ¡Alicia que gusto verte!
Sube sus brazos, está por tocarme cuando rápido bajo los míos.
—No la toques
—Tranquilo Axel, sería la última persona que dañaría —él aleja sus manos lentamente sin embargo siguen sobre la mesa donde está esposado.
Tomo una profunda respiración antes de hablar:
—Cuando Axel me contó lo que pasó, realmente no lo creí. Sea como sea ayudaste en darles una pista del paradero de Valeria.
—Lo cuál no sirvió porque Alicia, ni ella ahí estaban. —agrega Axel sin dejar de verlo.
Él no parece afectado o intimidado con su mirada.
—Sea como sea, hiciste algo bueno —menciono captando su atención— Axel me contó todo y por ende tu petición. Te voy a ser sincera, no quería venir. No estaba lista para verte. No antes.
—Que estés aquí significa mucho Alicia y no me agradezcas de algo que yo pude haber impedido. No quiero que me temas como todos aunque soy un criminal y dicen que soy muy peligroso —baja sus brazos y se recarga en la silla— pero de verdad es bueno verte bien. Que tengas tu libertad y sobre todo me alegra que Olson no se haya salido con la suya.
Asiento
—¿Sabés... lo que le pasó?
—¿Te refieres a cómo terminó? — sonríe con malicia. Nunca lo vi sonreír así y caigo en cuenta que nunca lo llegué a conocer bien— es lo único que me alegra de todo lo que ella hizo. Sabía que terminaría mal y es lo que merece. Te lo dije Axel.
Niego y observo a Axel de reojo.
—¿Le deseabas la muerte?
—Lo merecía Alicia, me acuso y por su culpa terminé aquí.
—Fue por lo que hiciste Valentin, tú también lo merecías.
Paso saliva al ver que me mira seriamente.
—Ali, no digas más. No puedes cambiar su forma de pensar. Es un criminal y punto.
—Ya estoy pagando por lo que hice Alicia —me responde ignorando el comentario de Axel— tengo una larga condena. No tendré mi libertad y muchos enemigos aquí dentro —se encoge de hombros— si muero, esta bien. Le haré compañía a mi muñeca rubia.
Ríe
Axel niega y gira a verme.
—Vamonos
Asiento
—Esperen —él vuelve a apoyar sus brazos sobre la mesa— Alicia, gracias por venir, a los dos. Quiero decirte que nunca leí los libros que me diste —se encoge de hombros— te parecerá tonto pero ahora lo hago. Ante el tiempo y aburrición, puedo hacerlo. No es lo mismo pero cada que leo te recuerdo a ti —enarco una ceja— fue un gusto conocerte Mendes.
—Se acabó el tiempo —informa un oficial.
—Fueron mi última visita, me las han prohibido por un mal comportamiento —se encoge de hombros. Nos observa a cada uno— nunca digo esto pero les deseo que sean felices ahora sin Olson. Sin nadie más que los dañe. Te envidio Axel, Alicia es la chica que todos quisieran tener. —posa la vista en Alli— cuiden a esa niña, será igual a a ti Alicia.
—Black, levantese
Él bufa y se pone de pie.
—Adiós —emite y nos sonríe.
Alli suelta un gritito y él tiene el descaro de decirles adiós con la mano.
—¡Inicien su nueva vida! ¡Su historia apenas comienza!
Ríe mientras se lo llevan hasta perderlo de vista.
Giro a ver a Axel, él deshace su puño. Ni siquiera me dí cuenta en que momento lo cerró.
Veo a Allison, ella comienza a balbucear mientras observa alrededor.
Suspiro y coloco una mano sobre la mesa.
Axel voltea a verme y su expresión, se relaja.
—Nuestra historia no inicia ahora, inició hace años —me dice Axel sin dejar de verme con una sonrisa.
—Justo el día que me hablaste por primera vez —le respondo de igual manera— ese día inició todo.
A X E L
Al fin las peticiones de Alicia terminaron. No estaba completamente de acuerdo en que ella fuera al cementerio y mucho menos viera a ese criminal pero insistió tanto. Por un momente me arrepenti de contarle sobre mi visita con él y sobre todo, llevarla a cada lugar.
Insistió tanto que lo hice aunque lo último que quería es que Alicia retrocediera en su mejoría. Que el pasado la volviera a atormenatar sin embargo, Alicia es valiente y me lo a demostrado.
Así que quiero que olvide ese mal momento y me propongo hacer que este día mejore. Que pase un buen momento porque aunque no quiera, la vida así es. Malos y buenos momentos que debemos superar.
—Son tres, uno por mes sería un libro por mes si comenzamos ahora, lo podemos terminar mucho antes.
Alicia ríe ante mi comentario.
—No puedo creer que me hayas llevado a la librería y me hayas comprado libros.
—Nos, serán de ambos —le digo y giro a verla con una sonrisa divertida.
Esta vez Alicia me dio la oportunidad de elegir y realmente quiero ver sus expresiones cuando lea el último libro que elegí. La portada dice tanto.
—No sé si quiera compartir eso libros contigo.
Me detengo enseguida al escucharla.
—Alicia
Ella se encoge de hombros.
—Tal vez haga una excepción con usted señor Navarro.
Ríe y ambos seguimos caminando.
Cargo a Alli mientras avanzamos por el parque.
—Puede que me convenza y le otorgue ser la dueña de ellos, Mendes.
Siento que roza mi mejilla y enseguida baja su mano.
—Lo voy a lograr —me responde y observa alrededor. En su rostro se refleja la tranquilidad. —hablé con Tatiana y me dió la oportunidad de regresar. No puedo alejarme tanto de los libros, aunque eso no significa que voy a descuidar a Alli.
—Nos ayudaremos mutuamente Ali
Seguimos caminando, está vez en silencio mientras escuchamos a Alli murmurar cosas inentendibles y ver alrededor asombrada.
—¿Crees que le guste nuestro lugar especial? —le pregunto a Alicia mientras nos acercamos a los columpios.
—Apuesto a que si
—Por tus libros
—Axel —noto su tono serio.
Alicia se dirige a un columpio y se sienta. Me acerco lo suficiente para intercambiar a Alli por los libros que ella sujeta entre sus manos. Así cada quien termina por cargar algo. Veo a Alicia con nuestra hija en brazos mientras se la acomoda y ella misma se mece. Alli sonríe ampliamente.
—He capturado este momento en mi cabeza.
Alicia me sonríe al escucharme.
Me acomodo los libros y hojeo el primero.
—¿Quieres escuchar una historia?
—¿Vas a comenzar a leer ahora? —Alicia frunce el ceño— pensaba que sería cuando estuviéramos en casa, abrazados en la cama y cuando Alli se durmiera.
—Lo sé pero solo quiero contarte algo. —tomo una profunda respiración— una historia que te va a encantar. Es sobre una chica, ella era tímida, muy inteligente y aún tiene una belleza única —finjo posar la vista en la primera página— aquí dice que ella tenía un crush, lo describía como el chico ideal para todas. Con buenas cualidades pero la verdad es que él era de lo peor. Presumido, arrogante. No se ponía a pensar en las consecuencias, solo quería lograr lo que se propusiera sin importar a quién afectaría. Un día, eso cambió cuándo le habló a esa chica y ella le dijo un rotundo no.
—Axel, no...
—Continuo —la interrumpo. Alzo la vista y obtengo su atención. Alicia me observa sin dejarse de mecer con Alli— ahí comenzó todo. Nunca imaginó que esa chica sería tan importante para él, con ella conocería lo que es el amor. Superaría cada prueba. Ambos se equivocaron. Hubo baches durante ese camino pero pudieron contra todos. —sin dejar de verla paso a la siguiente hoja de ese libro que ni siquiera leo— Pasaron los años y ambos seguían juntos. Hubo una boda y buenos y malos momentos. Esa chica le dio a él una hermosa hija —veo por un instante a Alli— él nunca pensó que terminaría así. Todo lo que vivió con ella y es que su historia aún no termina mientras ellos sigan juntos —paso a la siguiente hoja— mientras exista ese hilo rojo.
Doy un paso adelante
—Él se hizo una promesa y es que no volverá a perderla. Luchará contra quién sea. Jura verla feliz y regalarle los mejores momentos.
Alicia amplia su sonrisa
Debo detenerme, veo sus ojos con lágrimas y deseo y espero que sean de felicidad.
—Para él fue su Chica Ideal y única.
Cierro el libro y le sonrío. Coloco mi mano libre sobre el primer libro.
—Yo Axel Navarro, encontré al amor de mi vida y se llama Alicia Mendes. —hago una corta pausa— y eres tú, la tengo frente a mí y apesar de todo, no es como la imaginé, es mucho mejor. La ideal para mí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro