
Capítulo 33 ♡
° A X E L °
Definitivamente no puedo estar tranquilo ahora que sé que le pasó a Alicia. No después de tener la seguridad que Valeria se la llevó. Si antes ella era un peligro para nosotros, para todos, ahora lo es más estando cerca de Alicia.
No puedo evitar culparme. La preocupación aumenta en cada hora y día que pasa. Cada vez más al no tener noticias sobre Alicia. Al no saber su paradero y no tener alguna idea de dónde esta. Sin embargo, no evito pensar que corre mucho peligro estando con Valeria, pues ella es capaz de todo y tengo miedo que le haga daño a mi chica.
Frustrado camino de un lado a otro mientras escucho al oficial encargado en el caso. Mis padres, mi hermana sin Lucas o su hijo, ni Bryan están aquí. Preferimos que Lucas no se entere de esto. Ana, Sofía y Alan me brindan apoyo sin embargo no puedo estar tranquilo si Alicia no está aquí conmigo. Con todos.
Ana carga a mi hija, en estos dos días ella prácticamente se a encargado de cuidarla mientras yo de estoy de un lado a otro buscando pistas para encontrarla.
—¡No me están ayudando!¡Dos días y mi esposa sigue desaparecida, secuestrada por Valeria!
—Señor Navarro, le pido que se calme. Estamos haciendo todo lo posible. —me detengo y me cruzo de brazos. Él recibe toda mi molestia— De hecho, el oficial Mendes ya está investigando al respecto. Nosotros le vamos ayudar a encontrar a su hija y a su esposa.
—Deben apurarse, Valeria es capaz de todo.
Guardo silencio al sentir el nudo que se forma en mi garganta.
—Asi será señor Navarro— el oficial se remueve en su lugar— pero la verdadera razón del porque estoy aquí es porque hay algo que debo decirle. —hace una corta pausa y concentra su vista en mi— uno de nuestros prisioneros quiere hablar con usted, Valentín Black.
Enarco una ceja
—Yo no tengo nada de que hablar con él ni nada que ver. —emito con brusquedad.
—Se equivocas señor Navarro. Le recuerdo que él era el aliado de la Valeria Olson. Quién tiene a su esposa. Creemos que él tiene noticias o información importante que nos ayude a dar con ellas. Debe saber algo pero por más que lo interrogamos, se niega hablar si no habla en persona con usted primero. —el oficial hace una corta pausa y se pone de pie— el prisionero dice haber conocido a su esposa.
Recuerdo ese maldito día y asiento.
—Fue hace meses, no sabíamos quién en realidad era. Buscó a mi esposa en su trabajo, en la librería del centro de la cuidad. Tuvimos un pequeño inconveniente.
—Se arriesgaron demasiado. El señor Black es muy peligro. —suspira— pero le pido pensar bien las cosas. Se le solicita su ayuda, su presencia en prisión.
—Hazlo Axel, por mi prima —escucho a Ana decir mientras arrulla a Alli, ella en su profundo sueño— por tu hija.
—Axel, si no quieres no estás obligado a hacerlo. Que ese criminal hablé es trabajo de la policía— me dice mi hermana.
Veo a cada una dudando.
Hablar con ese tipo no me agrada en lo más mínimo pero Ana tiene razón.
—Esta bien —poso mi vista en el oficial— iré a hablar con él.
Él asiente varias veces.
—Tienes mi apoyo Bro.
—El de todos— termina Sofía por Alan.
Medio sonrío y regreso la vista en el oficial.
—Más tarde iré
—Que sea lo antes posible, permiso. Cualquier información, se lo haré saber.
El oficial se termina marchando, mi padre lo sigue a la salida.
Rendido, me dejo caer en el sillón y uno mis manos.
—Es demasiado riesgo hijo. También quiero que encuentren a mi nuera pero no arriesgándote tú. Si ese criminal es tan peligro como dice, no te puedes exponer.
—Lo tengo que hacer por Alicia, madre.
Giro a verla, ella niega una y otra vez. Se nota el desacuerdo y la preocupación sobre esto.
—Debe haber otra forma.
—Pues no la hay, es más el peligro que está viviendo mi prima con esa loca.
—Ana, calmate —le pide Sofía.
Ella suspira y se voltea alejándose con Alli.
—No debemos preocuparnos. La policía estará vigilando. No es como si dejen a ese criminal libre cuando hable con Axel —escucho decir a Alan — Bro, yo te llevo. No irás solo, te voy a acompañar.
—Gracias Bro —digo en voz baja y me pongo de pie— debo hacerlo —observo a todos— está angustia me está matando. Tal vez con esto, recuperemos a Alicia y haré lo que sea por ella.
—Deberias esperarte hijo, tal vez su padre ya debe tener noticias.
—Si así fuera, le hubiera llamado a Axel, madre —emite mi hermana lo mismo que acabo de pensar.
—No puedo esperar, iré ahora mismo.
Giro a ver a Alan, él asiente y le entrega su hija a Sofía.
—¿Estás seguro hijo?
Dirijo mi vista en mi padre y asiento.
—Axel, no
—Regresaré madre
Me acerco a ella y beso su frente. Le medio sonrío y me enderezco. Mi padre toma asiento a su lado y trata de calmarla.
—Vamos Alan —le digo y avanzo en dirección a Ana. Ella se voltea, me acerco lo suficiente y beso la frente de mi hija— cuídala mucho.
—Lo haré, váyan, mi prima no puede esperar.
Me alejo de Alli y asiento. Me doy la vuelta y me acerco a Alan que se encuentra listo para irnos.
—Con mucho cuidado —nos dice Alexa— suerte.
Vuelvo a sentir y le doy una última mirada a mi hija.
—Cuidenla —emito en voz alta. No soportaría perderla a ella.
Termino por darme la vuelta con Alan y con él avanzamos a la salida hasta salir de la casa.
(...)
—¿Estás seguro que quieres entrar solo? Bro puedo entrar contigo.
—No Alan, debo hacer esto solo. Él solo querrá hablar conmigo.
Giro a verlo dejando de ver la entrada a la prisión por el vidrio del auto.
—Quedate, ahora regreso.
—Va, cualquier cosa me avisas. Espero que no tenga que pagar una multa por tu rescate.
Medio sonrío ante su ocurrencia y niego. Me despido de él y salgo del auto. Al cerrar la puerta tomo una profunda respiración y avanzo a la entrada. Mis manos sudan de los nervios y más al ver oficiales afuera vigilando todos con armas.
>Vamos Axel, por Ali<
...
—Sientese por favor.
Hago caso a la indicacion de un oficial y tomo asiento en el lugar que me indica. Hay varias mesas a mi alrededor. En varias hay personas con un prisionero frente a ellos. Hablando, riendo. De visita, sin embargo no puedo decir lo mismo de mi parte porque no vine a eso, más bien soy obligado a estar aquí.
Espero que vayan por él, espero lo suficiente sin dejar de ver alrededor con nervios. Subo mis manos y las uno, las froto entre ellas y más al escuchar la puerta ser abierta.
—Prisionero numero #120, tiene visita, mesa #6.
Paso saliva al ver ese número marcado en mi mesa. Escucho unos pasos cada vez más cerca y de pronto, de reojo veo su silueta a un lado de mi. Desvío la vista en él, es escoltado por dos oficiales de cada lado. Lleva ese uniforme naranja que tienen todos, sus manos atadas con esposas.
—Vaya, si es Axel Navarro. Al fin te hicieron venir.
—Sientese Black —lo empujan hasta tomar asiento frente a mí— está advertido.
Él sonríe ampliamente y asiente.
Los oficiales se alejan un poco sin embargo se mantienen alerta vigilandolo.
Él calmado, coloca sus brazos sobre la mesa.
—Estar encadenado de pies y manos es realmente incomodo.
—Solo di lo que tengas que decir. —me recargo en la silla y bajo mis brazos— lo que más quiero es irme.
—¿Por qué tan tenso? Antes no me tenías miedo para atreverte a golpearme. O es que ahora sabes lo peligroso que soy y eso a cambiado.
—Eras, estando así no puedes hacer nada.
Él ladea la cabeza.
—Mi intencion no es desquitarme aunque quiero golpearte pero eso aumentaría me condena de por vida —suelta una risa. Deja de reír y me ve seriamente— hace mucho que les pedí a estos imbéciles hablar contigo o con Alicia. No me hicieron caso.
—Ya debes saber lo que pasó con ella. —digo sin rodeos.
Él asiente
—Me enteré pero no me dieron detalles.
—Valeria se la llevó, la secuestro. La sacó del hospital donde estaba. La hizo dejar a nuestra hija. No sabemos dónde la tiene y no a dado noticias de ella estos dos días.
—Olson, siempre si se salió con la suya.
Me inclino y apoyo mis brazos sobre la mesa.
—¿Qué sabes de eso? ¿Dónde está Alicia?
Él medio sonríe y se recarga en la silla. Tal disminuto movimiento, los oficiales se alertan. Él levanta ambas manos y les sonríe burlon.
—A ver Axel, no estoy seguro. —regresa la vista en mi.
Hago mis manos puños.
—Pierdo mi tiempo aquí —estoy por levantarme cuando su voz lo impide.
—Escucha antes— hace una corta pausa— te diré todo lo que sé. Es cierto que fuí el aliado de Olson. Confíe en ella, demasiado y ella tan engañosa. Esa maldita rubia me traicionó, por su culpa acabe aquí —tensa la mandíbula— estoy pagando mi error. No debí ayudarla pero ya es tarde para arrepentimientos. Quise ayudarla con su enfermedad, ella se negaba a seguir con su tratamiento y últimamente, dejo de importarme. Aunque ayudarla me causó riesgos, también ganancias. Olson mató a su violador, él me debía mucho dinero y ella fácil se deshizo de él. También me ayudó en mi antro, como mesera. —se inclina un poco— si la ayude en todo menos en secuestrar a su sobrino. Yo a un niño nunca lo involucro. Ella actuó a mis espaldas. Lo que soy culpable es haber matado a su padre, a esa periodista y a Coral. Esto ya todos lo saben. No voy a engañarte.
Suspiro cansado
—No me interesa saber lo que pasaste con Valeria, solo quiero saber dónde puede estar Alicia. Debes saber algo.
Él asiente
—Ella me contó su plan al pie de la letra. Era secuestrar a Alicia y Olson la mataría —me tenso al escucharlo decir eso. Él tan tranquilo— Sin embargo, cuando conocí a Alicia, cambié de parecer. Iba a ayudarla pero yo cambiaría el plan. Olson se encargaría de su bebé y yo salvaría a Alicia. Me la llevaría lejos de ti. Sería para mí. Me interesó tu esposa Axel .
En este momento me pongo de pie, me acerco a él y lo jalo de su ropa con brusquedad.
—¡Regrese a su lugar o se va!
Él se ríe de mí.
Obligado por un oficial, lo suelto y regreso a mi lugar. Sin embargo la molestia no desaparece.
—Ella no me era correspondida Axel. Siempre me aclaro que para ella eras el único. Solo yo me hice falsas esperanzas. Por eso, quiero ayudarte. Realmente me importa el bien de Alicia. —se inclina un poco— el plan era llevarla lejos de la ciudad. Le ofrecí a Olson una casa fuera de la cuidad, que es de mi propiedad. Ahí debió llevarla aunque si es astuta, cambiará de lugar. Sé su rastro y su plan.
Me calmo un poco.
Ese lugar es nuestra única esperanza para encontrarla.
—De verdad Axel, que la encuentres. Ella merece ser feliz aunque sea contigo. Les deseo que lo sean con su bebé.
Enarco una ceja al escucharlo hablar por primera vez con seriedad.
—Y otra cosa, si logras recuperarla. Dile que venga a verme, quisiera verla por última vez.
—No lo voy a permitir. Tú ya viste a Alicia esa última vez. No dejaré que ella venga aquí.
—Eso lo decide ella, no tú. Solo quiero hablar con ella. Tal vez me regale un libro. —rie.
—Se acabó el tiempo —informa un oficial y se acercan a él. Lo hacen levantar a la fuerza. En ningún momento él borra su sonrisa.
—Olson va a pagar Axel. Si no termina en prisión como yo, su locura la va matar.
—¡Camina!
—¡Suerte Axel! ¡Ve por nuestra Alicia! —grita mientras se lo llevan a empujones hasta salir de ese cuarto de visitas.
Suspiro y niego varias veces.
Si es cierto lo que me dijo, existe una posibilidad para encontrarla.
...
—¿Sirvió de algo? —me pregunta Alan apenas entro al auto.
Asiento sin verlo, le contesto:
—Hay un lugar donde Alicia puede estar. Ya se los informe incluso a mi suegro. Él les dió la dirección y no sé porque sonó sincero.
Alan asiente
—La vas a recuperar Bro
—Es lo que más quiero Bro —emito sin evitar hacer mis manos puños.
HORAS DESPUÉS...
Todos están informados sobre lo que hablé con Valentin Black. Todos esperamos noticias.
Muevo mi pie con desesperación sin dejar de ver el celular que se haya en la mesa de centro. Esperamos noticias de mi suegro. Él y más oficiales quedaron en ir a esa casa. Sin embargo, cada vez el tiempo avanza y la paciencia se me acaba.
No obstante, mi celular suena. Enseguida me inclino, atiendo la llamada y coloco el alta voz.
—¡La encontró! ¡Díganme suegro que Alicia estaba ahí!
Él dura segundos en responder.
—¡Cielo! ¿Qué ocurre? —impaciente la madre de Alicia le grita a mi celular.
—No, mi princesa no estaba ahí.
Me enderezco y me recargo en el sillón mientras esas palabras se repiten en mi cabeza.
—La casa estaba sola. Ni ella ni esa fugitiva se encontraban ahí —hace una corta pausa— la voy a encontrar... Lo juro. —es notorio su voz rota al decir aquello.
Dejo de prestarle atención y me pongo de pie.
Alan le responde al padre de Alicia y cuelga la llamada.
No lo soporto, escucho a la madre de Alicia llorar mientras Ana la consuela. Alexa carga a mi hija.
Dejo de prestarles atención y camino hasta la cocina. Al llegar, me adentro y coloco mis manos sobre la mesa. Suelto un grito frustrado. A este punto, siento las lágrimas acumularse en mis ojos y como una lágrima rebelde se desliza por mi mejilla.
>Te fallé Ali<
Sin embargo, no pierdo las esperanzas de que voy a encontrarla.
(...)
—Axel, ¿qué haces?
Me encojo de hombros al ver a Ana entrar a la cocina. Tuvo que rodear la mesa para dar conmigo al estar en el suelo, con las piernas extendidas sin soltar la botella de alcohol.
Bufa al darse cuenta de ese detalle.
—¿Es enserio Axel? —se cruza de brazos— todos estamos preocupados por ti y tu aquí bebiendo.
—Me ayuda a sobrellevar esto
—Bebiendo de esa forma no vas a arreglar nada. Con eso Alicia no va a volver.
—Por favor Ana, déjame en paz.
Sorbo mi nariz y le doy un trago a mi bebida.
La escucho suspirar.
—Ya todos se fueron, te dieron tu espacio por eso no se despidieron de ti pero yo no me pienso ir. No después de esto. Así no podrás cuidar a tú hija.
Bajo la botella y la observo con detenimiento.
—Soy un mal padre
—No digas eso, ven aquí —ella se acerca y trata de ayudarme a levantar. Sin embargo niego y me quedo en el suelo— ¡Axel! ¡A mí prima no le gustaría verte así! —se rinde y coloca sus manos en su cintura— hazlo por Alli, ella necesita a su padre. Esto no te va ayudar porque cuando él efecto te pase, te sentirás igual o peor. Por favor Axel, si Ali no está aquí, al menos tu cuida a su hija.
Niego varias veces.
—Axel, debemos ser fuertes. Estoy segura que mi prima va a volver. La van a encontrar y tú debés ser fuerte para todo esto. Por favor, deja eso y levántate.
La veo desde mi lugar y asiento.
—Son tercas... las Mendes —con su ayuda me pongo de pie. Dejo la botella en el suelo y logro ponerme de pie, me apoyo de la mesa y limpio de mis mejillas las lágrimas.
—¿Quieres que te ayude?
Niego varias veces
—Puedo solo
Tomo una profunda respiración.
Apenas me doy cuenta que Ana está sola.
—¿Y Alli? —espeto con preocupación.
—Esta en tu habitación, se quedó dormida en la cuna.
Después de esto, preferí cambiar la cuna de mi hija a mi habitación para tenerla más cerca y cuidarla cuando en lo último he fallado.
—Gracias Ana, por cuidar a Allison.
—Lo hago por mi prima y porque es una bebé adorable.
Me sonríe
—Yo voy a cuidarla —la veo fijamente— tienes razón. Es mi hija y de Alicia. Es lo único que me queda ahora —me encojo de hombros— no es necesario que te quedes. Se hará de noche y ...
—Axel, ya es de noche.
Enarco una ceja.
—Las 8 —agrega Ana— mira, no me voy a ir y menos si estás así. Lo siento pero no confío en ti. Puedes quedarte en tú habitación con Alli, yo me quedaré en una de las otras habitaciónes. Si necesitas algo o ayuda, me avisas okey.
Asiento
Ana se da la vuelta hasta perderla de vista cuando sale de la cocina.
Agacho la vista, despeino mi cabello y suspiro.
>Vamos Axel, no te rindas<
Con ese pensamiento, avanzo hasta salir de la cocina. Con pasos lentos, pierdo un poco el equilibrio y fácil me recupero. Camino hasta las escaleras y es una gran reto subirlas. Subo de dos escalones, piso la orilla, por suerte me voy agarrando de la pared para subir la escalera hasta llegar a mi habitación.
Logro entrar, sin cerrarla me adentro y visualizo la cuna. Avanzo en esa dirección y al llegar, veo a Alli dormida cubierta con la sábana. Tan hermosa y tranquila sin aún sentir la ausencia de su madre.
—Mi princesa —digo y me apoyo de la cuna. Una sonrisa se plasma en mi rostro. Una verdadera sonrisa después de estos dos días. —voy a recuperar a tu mamá.
Dicho esto y me doy la vuelta. Avanzo hasta la cama, apenas llego y me dejo caer. Con la vista fija en el techo, este me da vueltas. Veo borroso y por más que lucho, cierro los ojos poco a poco hasta ganarme el sueño.
✨V A L E R I A ✨
Es mi oportunidad. Estoy frente a la casa de Axel. He estado vigilandolo y cuando vi la oportunidad y las luces apagadas, actuo.
Como Coral me enseñó, abro la puerta con cuidado y en silencio. Sigilosa entro y la cierro. Veo alrededor y con la linterna en una mano y mi arma en otra avanzo sin dejar de ver alerta por toda la casa.
>Me hubiese gustado vivir aquí y no donde vivo ahora y más con Axel. Es la casa que merezco<
Antes pensé en llevarme a Alicia a la casa que tantas veces me habló Valentín sin embargo estaba segura que la policía iba a implicar en ello. Que él perdería todas sus propiedades por estar preso. Además no me iba a arriesgar a que él hablara y fácil me encontraran. Preferí llevarme a Alicia lejos de aquí y en el peor lugar de todos donde yo he pasado hambre y frío. Una casa abandonada.
Sin perder el tiempo, subo las escaleras con cuidado. Al escuchar ruido en una habitación, mi corazón se acelera. Con pasos lentos avanzo por el pasillo. De pronto me pego a la pared y avanzo hasta llegar a la habitación. Empujo la puerta con cuidado y veo a la prima de la tonta de Alicia hablar por celular. Ella se encuentra de espaldas a mí.
>No, creí que solo estaría Axel en casa<
Hago una mueca a doy un paso hasta ella. La escucho hablar con un tal Max. Entonces avanzo más y en el momento que ella cuelga, la golpeo con mi arma hasta ella caer al suelo.
Rápido retrocedo y salgo de la habitación. Busco la de Axel hasta ver una puerta abierta. Me dirijo ahí y entro.
Enseguida me detengo al verlo acostado en la cama con sus ojos cerrados. La iluminación que me proporciona esa lámpara en el buro, me es de ayuda.
Sonrío ampliamente, bajo mi arma y la linterna. Me deshago del gorro de mi chamarra y muevo mi cabello dejando libre mi cabello.
Lamo mis labios y me acerco lo suficiente. Sin embargo, esa cuna llama mi atención.
>A lo que viniste Valeria<
>Matas a esa bebé y te vas<
Lo sé pero...
Muerdo mi labio inferior al regresar la vista en Axel. Por suerte, él sigue dormido profundamente sin sentir mi presencia.
Lo dudo un momento hasta que me animo a aprovechar la oportunidad. Después me deshago de es niña.
Así que sigilosa, me guardo mi arma detrás de mí espalda. Dejo la linterna sobre la cama y con cuidado me acomodo arriba de él. Alejo un poco mi cabello y me inclino. Me emociona estar muy cerca de él y ahora tener la oportunidad sin Alicia aquí.
Me inclino más y más. Lo suficiente para unir mis labios con los suyos. Un simple roce. Me alejo enseguida y coloco mi mano en su mejilla. Ensancho mi sonrisa y acaricio su mejilla, me vuelvo a inclinar y lo beso esta vez logro que él despierte. Sin abrir lo ojos, se mueve un poco y mueve la cabeza. Con mi mano, hago girar su cabeza y lo obligo a besarme. Sello mis labios con los suyos y esta vez él me sigue el beso. Cierro los ojos disfrutando tanto este momento. Tanto tiempo anhele un beso de Axel.
Sin detenerme, mis manos las llevo a sus hombros y comienzo a deslizarlas por su pecho.
Axel corta el beso y siento sus manos en mi cintura.
—Ali —murmura— regresaste.
Toda adrenalina se esfuma. Oculto mi rostro en su cuello mientras dejo castos besos. Maldigo a Alicia a mis adentros y comienzo a subir hasta besar la barbilla de Axel. En este punto, él mantiene sus ojos abiertos sin embargo, lucha por no cerrarlos. Aprovecho la oportunidad de que aún no me reconoce ni me aparta y sigo subiendo hasta besar sus labios otra vez.
—Alicia —emite adormilado.
—Soy alguien mejor que ella.
Me regaño a mi misma al pronunciar mis pensamientos en voz alta. Basta Axel escucharme para abrir más los ojos y verme fijamente.
—¡¿Valeria?!
Enseguida me levanto y saco mi arma. Olvido nuestros besos y le apunto.
—No te muevas Axel.
Él se incorpora en la cama y me mira con molestia.
—Tú me besaste, lo disfrutaste igual que yo.
—Estas loca, te–te confundí con Alicia.
Presiono con fuerza mi arma y retrocedo un paso atrás.
—¿Dónde está? Dejá a Alicia libre.
Noto sus intenciónes de levantarse. Entonces sigo retrocediendo y me acerco a la cuna.
—Si te levantas o intentas algo, mato a tu hija.
—Ya basta Valeria —él permanece obligado sentado en la cama— no lo hagas.
—Es tu culpa. Tú y yo pudimos ser felices. Tener una hija más hermosa que ella. Estar juntos pero tú me cambiaste por la estúpida de Alicia —sonrio con malicia— alguien que ya está muerta a estas alturas.
—Callate
—¡Alicia va a estar muerta Axel! ¡Ya me voy a encargar de ella! —grito con fuerza y río mientras retrocedo a la salida. Mi risa se mezcla con el llanto de su hija— vendré por ti Axel, no, mejor tú irás a mi.
Dicho esto y corro hasta salir de la habitación.
—¡Valeria!
Huyo sin detenerme a pesar de escuchar el grito de Axel. Dejo de escuchar sus pasos, bajo las escaleras deprisa. Por suerte no me caigo hasta salir de la casa con una sonrisa amplía.
Tal vez no logré matar a esa niña pero logré un beso de Axel y eso es mucho mejor para mí.
—¡Vamos Coral! ¡Corre! —grito mientras apresuro mis piernas mientras me alejo de la casa de Axel con mi fiel aliada a mi lado.
• A X E L •
—¡Valeria!
Apenas pongo un pie fuera de la habitación cuando dudo en seguir y más al escuchar a mi hija llorar con intensidad.
Bufo y regreso a la habitación. A pasos rápidos me acerco a la cuna y cargo a Alli.
—Shhh, no llores princesa. Ya pasó. —la arrullo con delicadeza. Me doy la vuelta mientras asimilo lo que acaba de pasar.
>Cómo pude confundir a Alicia con Valeria cuando son tan distintas y lo peor, como la besé y la dejé hacerlo<
>Eres un idiota Axel<
Resoplo y sigo arrullando a mi hija. Ella deja de llorar sin embargo se mantiene despierta.
Entonces, camino a la salida y comienzo a llamar a la prima de Alicia en voz alta.
—¡Ana! ¡Ana!
Me dirijo a su habitación, al ver la puerta abierta entro y la veo en el suelo apunto de levantarme mientras se toca la cabeza con su mano.
—¡ANA! ¿Qué pasó?
—Axel, no, no sé.
Me acerco a ella sin soltar a Alli.
—Dejame ayudarte
—No, tu carga a Alli. Yo puedo sola.
Ella sola se pone de pie, se arrastra y toma asiento en la orilla de la cama.
—Alguien me golpeó en la cabeza muy fuerte y por eso perdí el conocimiento.
—Fue Valeria, entró a la casa. Ella estuvo aquí.
Evito contarle sobre lo que pasó en la habitación antes de darme cuenta que era ella.
—¡¿Qué?! Agh, maldita —Ana baja su mano de su cabeza— ¿La atrapaste?
—No, Alli se despertó y tuve que recurrir a ella, pero no debe estar lejos. Necesito que la cuídes mientras voy a revisar la casa.
—Claro, dámela
Le entrego a Allison a Ana. Ella la carga y rápido avanzo a la salida.
—Ahora llamo a un médico Ana.
—Olvidate de mí, estoy bien. Ve y atrapa a esa loca.
Asiento y termino por salir de la habitación. Corro mientras bajo las escaleras con prisa hasta salir de la casa y ver alrededor sin ver rastro de Valeria.
Resoplo frustrado sin dejar de ver alrededor.
—Se fue —emito y paso mis manos por mi rubio cabello.
Fue una mala idea ya no tener seguridad vigilando. Hace meses, tanto Alicia como yo decidimos que ya no era necesario cuando Valeria no nos volvió a hacer daño y ahora me arrepiento.
Bajo mis manos y regreso adentro. Apenas cierro la puerta y me recargo en ella sin evitar recordar sus palabras.
>Matar a Alicia<
Eso debo impedirlo. No puedo permitirlo. Debo encontrar a Alicia, ella debe regresar con nosotros en cuanto antes.
>Maratón 3/5< 👉⭐❤️👈 Sigue leyendo...
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