Capítulo 29 ♡
A L I C I A
-Prima, Ali, ¡Alicia! -el grito de Ana me hace despertar para después sentir el peso de su cuerpo caer sobre mi sin aplastarme.
Por supuesto que me quejo, la empujo con mis manos sin ver dónde toco y sin abrir los ojos, abrazo la almohada.
-Levantate prima.
Me quejo.
-¡Prima, ándale!
Abro los ojos poco a poco hasta verla aún lado de la cama. Ella a diferencia de mí, arreglada.
-No quiero Ana, no tengo ganas de hacer nada -digo y guardo silencio al sentir el nudo en mi garganta presente.
-Ali, no digas eso -su sonrisa se borra y se refleja una mirada triste en ella.
No me gusta causar lastima sin embargo no puedo evitar recordar lo que pasó ayer con Axel. No dude en venir con mi familia. Llamarle a Ana, después de explicarle todo entre lágrimas, ella aceptó ir por mí a la casa. Sabía que tenía que enfrentar a Axel, más no pude porque ver esas fotos y recordar que besó a otra chica, me partió el corazón. Quería reclamarle, una parte de mi quería escucharlo pero la Alicia no valiente me obligó a salir huyendo.
Agradecí el apoyo de Ana, ella sin mencionar nada en el trayecto de camino hasta que llegamos a casa. Agradezco el apoyo de mi familia. Apenas llegamos y mi madre me recibió en un abrazo, ella confundida y de mí parte, llorando. Le expliqué todo entre lágrimas para terminar en mi antigua habitación con ella y con Ana de cada lado de mi mientras no sé cuántas horas pasé llorando. Mi madre aceptó dejarme a pasar la noche porque lo que menos quería era regresar con Axel.
-Mirate, te ves terrible -la escucho decir.
Sonrio con tristeza.
-Solo quiero dormir todo el día.
-Ali, no te puedes dejar derrotar. Mírate, tienes ojeras, estás muy mal.
Me encojo de hombros.
-Dejame Ana. -me doy la vuelta y me cubro con la sábana.
-No señorita -siento que se levanta- usted se va a poner de pie y le va a demostrar a Axel que no te afectó esto.
-Lo... Lo hizo nada.
-Pues yo no quiero ver a mi prima derrotada. Somos Mendes Alicia.
Peleo con ella por la sábana. Ana trata de quitarmela y yo me aferro a ella.
-¡Ana!
-¡Alicia! ¡Saldrás de esa cama! -logra quitarme la sábana. Enseguida me encojo en la cama- prima, levántate. Te haré levantar porque me llamo Ana Mendes.
Niego y me quejo.
-Vamo Ali -la escucho bufar- ¡Tía ayúdame!
-Ya, es suficiente -me incorporo en la cama.
Mi madre es capaz de venir por mí y ayudarla.
-Ana, respeta mi descision. -doblo mis piernas- no me siento bien.
Muerdo mi labio inferior.
No me gusta recordar eso porque cada vez que lo hago, quiero llorar y me duele el pecho.
No quiero mostrarme como la Alicia no valiente y derrotada sin embargo, no puedo evitarlo.
-No puedes seguir así. Te afecta a ti y al bebé. -ella toma asiento en la orilla de la cama- hazlo por él o ella. Por esa mini tú porque espero que no seas un mini estúpido Axel.
-Ana -pronuncio su nombre con voz débil.
Agacho la vista y acaricio mi estómago.
-El bebé no tiene la culpa de nada.
Paso saliva.
-¿Qué vas a hacer? No te puedes esconder de Axel todo el tiempo aquí.
Alzo la vista y me encojo de hombros.
-Lo sé pero no quiero verlo.
>Y espero que Axel no sea capaz de venir a buscarme<
-No puedo Ana, ni siquiera escucharlo. -suspiro- no le dí tiempo para que se explicara...
-Solo te diría mentiras. Excusas para ocultar lo que hizo. Te engañó Ali, lo hizo y esas fotos lo dicen todo -siento las lágrimas acumularse en mis ojos- lo mejor será es que te separes de él.
-Llevamos juntos 4 años Ana. Estoy esperando un bebé suyo -digo con voz débil- ¿Por qué me hizo esto a estas alturas?
-No lo sé Ali, lo que si es que Axel no vale la pena. No puedes estar así por él, no merece ni una lágrima tuya.
Ana se levanta, se acerca a mí y limpia las lágrimas rebeldes que sin evitar, bajaron por mis mejillas. Toma mis manos y me obliga a salir de la cama.
-Vamos a desayunar.
-No quiero
-¡Vamos Ali!
Me quejo y obligada por mi prima, salgo de la cama.
...
Nunca le tomé tanta importancia en arreglarme o al menos no tan temprano. Puedo andar libremente reciente despierta, con el cabello hecho un desastre sin peinarme hasta después de desayunar, arreglarme. Sin embargo, hoy es ese día que no quiero ni hacerlo, ni verme al espejo.
Así que recién levantada, con mi cabello desordenado y en pijama me dejo guiar por Ana hasta la mesa donde se encuentran mis padres desayunando.
-¡Miren quién nos quiso acompañar a desayunar!
-Ana, lo lograste -oigo decir a mí madre- siéntate hija.
Finjo una sonrisa y tomo asiento frente a mi madre.
-Buenos día mamá, papá -emito sin embargo mi voz sale débil sin poder expresar la alegría.
No me atrevo a ver a mi padre.
Ayer que llegué, él no estaba. Se encontraba en su trabajo y le pedí a mí madre y a Ana que no le contarán nada. Quiero hacerlo sin embargo no sé como. No quiero ver su reacción cuando se entere de lo que me hizo Axel.
-¡Qué rico desayuno! -espeta Ana con alegría y toma asiento a un lado de mi.
-Nos da gusto que estés aquí hija ¿quieres algo especial?
Veo el plato frente a mi con una mueca. Lo alejo un poco y alzo la vista en ella.
-Helado mamá.
-Es muy pronto para helado, prima.
-Es lo único que quiero Ana -de reojo noto la mirada de mi padre verme- es un antojo -me duele usar a mi bebé para ocultar mi tristeza.
-Ahora mismo voy a servirte un poco. -me dice mi madre y se pone de pie.
Medio sonrio y enseguida borro mi sonrisa. Me pongo nerviosa al notar la mirada de mi padre clavada en mi.
-¿Qué tienes princesa?
-Nada papá
Él musita
-¿Y tú esposo? ¿Por qué no vino contigo? ¿Por qué viniste a visitarnos muy tarde y sin avisar?
Giro a verlo lentamente.
-Los extrañaba -me encojo de hombros- Axel -paso saliva- tenía trabajo y él me trajo hasta aquí. Más tarde... Nos veremos. -me esmero en fingir emoción sin embargo, fallo.
-¿Por qué me mientes princesa? Tú madre ya me contó todo.
Me alerto al instante.
Mi madre regresa y me deja un plato pequeño con diferentes sabores de helado.
-Lo siento hija, tu papá tenía que saberlo.
Dejo de verla y regreso la vista en mi padre.
-Yo... lo siento
-No princesa, no debes disculparte -él atrapa mi mano con la suya- Él que debería disculparse es él. De hecho, debería mandarlo a la cárcel.
-¿Bajo que delito tío?
-Por hacer sufrir a mi hija.
-Cariño, no puedes hacer eso contra Axel.
-Pero si puedo darle su merecido -él me suelta y observa a mi madre.
-Te ayudo Tío
-¡Ana! -le dice mi madre- Basta los dos, lo que Alicia necesita es estar tranquila. Nuestro apoyo.
Todas las miradas están puestas en mi.
-Lo siento hija pero no soporto verte así. Le advertí a ese chico.
-No quiero hablar más de... Axel. Por favor.
Bajo la vista.
De pronto, siento los brazos de mi madre. Se une mi padre y Ana y sin evitar comienzo a llorar mientras intento comer helado. Una rara escena pero en este momento solo necesito desaparecer esta tristeza que siento, solo quiero el apoyo de mi familia y comer mucho helado para superar esto.
A X E L
No pude dormir en toda la noche por estar pensando en Alicia. El recuerdo de su despedida, su rostro de tristeza, decepción y esas lágrimas me atormentaron a altas horas de la noche.
Por un momento quise ir por ella sin embargo comprendí que lo mejor era darle espacio. Que se calmara y al día siguiente poder hablar con ella.
Es la primera vez que desde que nos casamos, ella duerme lejos de mí. Me fue difícil conciliar el sueño y más al sentir su falta de presencia en la cama. Las ganas de poder besarla, abrazarla y no poder por su ausencia.
Estuve apunto de llamarle sin embargo, tenía el presentimiento que ni siquiera me contestaría.
A estas alturas, no me importa mi físico. Tener ojeras bajo mis ojos. Vestirme informalmente y ni siquiera peinarme al cabo la frustración arruina mi peinando.
Hago otra pausa y termino por contarle todo a Alan y a Sofía.
Necesitaba hablar con alguien, un consejo. Necesitaba que alguien me escuchara y recurrí a la casa de mi amigo. Tenía pensado solo hablar con él pero Sofía terminó escuchando apenas escuchó el nombre de Alicia y lo que supuestamente le hice y ella piensa. Al principio quiso matarme con el biberón de Estefany sin embargo, Alan la calmó y les expliqué todo.
-No puedo creerlo Bro.
-La perdí Alan -digo sin dejar de mover mis manos.
-Pense que Alicia era más sensata. Que te dejaría hablar. No actuaría por impulso.
-Debe haber algo que puedas hacer Axel -me dice Sofía mientras arrulla a su hija- no puedes perder a Alicia, ella te ama.
-Y yo a ella Sofía
-Entonces recuperala Bro -Alan golpea mi hombro con su mano- ¡Actúa!
Guardo silencio, desde mi sitio suspiro y agacho la vista.
Los tres estamos en la sala, nosotros sentados en el sillón y Sofía de pie.
-Alicia no quiere escucharme.
-Tendras que hacer algo para lograrlo.
-No será fácil Axel. Alicia es complicada, una mujer no puede perdonar un engaño tan fácil.
Alzo la vista.
-No lo hice Sofía.
-Si, no lo hizo -sale Alan en mi defensa- mi Bro es inocente. No engañó a Alicia él es solo víctima de las circunstancias.
Sofía bufa
-Como sea, debes solucionarlo Axel. Debes explicarle esto a Alicia. Sé que es complicado porque es una Mendes y normalmente, les dura mucho el enojo, pero no puedes quedarte sin hacer nada. Debes estar con ella y tú bebé.
Asiento y guardo silencio mientras pienso una manera.
-Ademas, tu suegro es policía y cuando se entere, vendrá por ti hasta aquí -Alan golpea mi espalda- Bro, por toda la amistad del mundo que existe entre nosotros desde hace tiempo, te voy a pedir que te vayas si eso sucede. Por el bienestar de mi esposa y mi hija.
Le doy una mala mirada y alejo su mano de mi.
-No digas idioteces Alan. Eso es lo que menos me importa.
Paso saliva al pensar que a estas alturas mi suegro ya debe estar enterado.
-Bueno, hay que pensar en algo -emite Sofía.
Paso mis manos por mi rubio cabello y inflo mis cachetes hasta dejar salir el aire.
-No se me ocurre nada más que secuestrar a Alicia.
-Descartada amor -le dice Sofía.
Niego y hago una mueca.
-¿Quieres que le avise a Alexa? Es tú hermana y te puede ayudar. -me dice Sofía.
-No, no quiero preocuparla -suspiro- esto lo voy a solucionar. Todo es culpa de esas fotos.
-¿Por qué esa periodista haría algo así?
-Porque le gusta Axel y es mala, Cielo -le responde Alan.
Veo a cada uno.
-Debo ir a hablar con Alicia, así sea hasta la casa de mis suegros.
-No te va a recibir -me dice Sofía.
-Y más si está su prima ahí. -le sigue Alan.
Ella camina por la sala con su hija en brazos.
-Necesitas pruebas Axel. Algo que demuestre que esas fotos no son reales. Algo que Alicia crea que tú no la engañaste.
-Solo sería el testimonio de esa periodista.
Giro a ver a Alan con una sonrisa.
-Eso Bro
-¿Qué?
-Lo que dijiste -me pongo de pie- debo hablar con Lía Ross y que ella le aclare todo a Alicia.
-¿Eso se me ocurrió? -pregunta Alan, asiento al igual que Sofía- ¡Soy el mejor!
No obstante, el llanto de Estafany se escucha.
-Si, el mejor para despertar a tú hija. Te toca dormirla Alan -le reclama Sofía.
Su llanto aumenta.
Alan se acerca a Sofía y carga a su hija.
-Cuenta con mi ayuda Bro pero ante me voy a encargar de está nena hermosa -Alan le hace muecas a su hija- ¿Por qué llora? ¿Quién es la más hermosa?
Asiento y no evito sonreír.
Ellos son la prueba de querer solucionar esto con Alicia y estar así como ellos con nuestro propio bebé.
(...)
-¿Seguro de lo que vas a hacer?
-Muy seguro Bro, espérame aquí.
Dicho esto y bajo del auto de Alan. Avanzo hasta entrar a ese edificio. Veo con la mirada alrededor y me acerco a una secretaria.
-Disculpe ¿la señorita Lía Ross?
-En su oficina -sonrio ampliamente ante la respuesta
-¿Puedo pasar? Es urgente -le sonrío a la secretaria mientras sujeto con fuerza mi celular. Por suerte, obtengo una respuesta favorable.
...
-Lina, estoy ocupada.
-Solo es un minuto de su tiempo señorita Ross.
Mi voz capta su atención. Ella alza la vista y pasa saliva.
-¿Qué haces aquí Axel?
Me adentro a la oficina.
-Sere directo ¿por qué le enviaste esas fotos a Alicia, mi esposa? -digo hasta detenerme cerca de su escritorio sin soltar mi celular.
-No sé de que me hablas.
-Las fotos donde sale cuando tú me besaste.
Ella guarda silencio un instante.
-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué quieres destruir mi matrimonio con ella?
-Porque ella no te merece. -hace una corta pausa- si, está bien. Yo le envié esas fotos. Yo te besé a la fuerza. Yo quería que ella pensara que tú la habías engañado conmigo -sonrio al escucharla- tenía que hacerlo al pie de la letra. Tú no entiendes Axel.
-Navarro, solo llámame por mi apellido. -doy un paso al frente- no te quiero volver a ver. No te quiero cerca de mí, de Alicia o de la empresa ¿entendido?
-Lo siento
Niego varias veces.
-No lo lograste Lía Ross, que te quede claro que amo a Alicia y voy a recuperarla. No descansaré hasta que me perdone. Ella es una chica que si vale la pena y por ella voy a luchar.
Dicho esto y salgo de su oficina sin esperar su respuesta.
Suspiro y pauso la grabación de mi celular. La única prueba que necesito.
...
-¿Lo lograste? -me pregunta Alan apenas entro a su auto y me acomodo en mi lugar.
-La tengo Bro -le respondo mientras muevo mi celular- vamos por Alicia.
-Te deseo el doble de suerte Bro.
Y dicho esto y él enciende el auto hasta ponerlo en marcha rumbo a la casa de mis suegros sin evitar los nervios presentes con el fin de recuperar el amor de mi chica.
A L I C I A
Ana y mi madre tratan de sacarme una sonrisa o distraerme mientras estamos en la cocina y las escucho hablar sin intervenir mucho. Solo quiero regresar a mi antigua habitación, acostarme sin embargo ellas, no me lo permiten.
-¿Entonces? ¿Qué te parece Antonia? ¿Aldo? ¿Alexandra? ¿Andrea?
Niego varias veces.
-No es el nombre que quiero para mí bebé, Ana.
-Debes decidirte por uno.
-Aun faltan meses. Además, no estoy segura del sexo del bebé.
-Aun así hija, debes pensar en muchos nombres de niña o niño.
Asiento ante las palabras de mi madre.
De pronto, el timbre de la puerta nos interrumpe. Las tres nos vemos y Ana es la primera en gritar:
-¡Yo abro! - y corre a abrir hasta salir de la cocina.
Le sonrío a mi madre y suspiro.
Le agradezco el apoyo de Ana. Desde ayer no se a ido y ha pasado el resto del día conmigo.
-¡Vete! ¡Ni te atrevas a entrar!
Veo a mi madre al escuchar el grito de Ana.
-¡No eres bienvenido Axel!
Me tenso al reconocer la voz de mi padre.
-Necesito ver a Alicia, déjenme pasar por favor ¡Alicia! ¡Alicia necesitamos hablar amor!
-Es... A-Axel -balbuceo.
-Tranquila hija, yo me encargo.
Mi madre se voltea y avanza a la salida de la cocina hasta perderla de vista.
Comienzo a ponerme nerviosa al saber que Axel está aquí. Axel afuera con la intención de verme. Sé que es capaz de no irse y mi padre es muy capaz de correrlo a la fuerza.
>Vete Axel< pienso y repito varias veces.
Desde la cocina, los puedo escuchar. La mezcla de sus voces. Axel exigiendo verme, queriendo entrar y mi padre que lo amenaza y se lo impide. Entre ellos la voz de Ana que apoya a mí padre y mi madre queriendo calmar la situacion.
Entonces, me pongo de pie sin poder soportar más. Camino a la salida sin embargo al último momento, me detengo y retrocedo.
-¡Alicia!
-¡Vete Axel o te juro que te llevo preso!
-¡No me importa suegro, no me iré hasta hablar con ella! ¡Alicia escúchame!
-¡Cielo, tráeme mi arma!
-¡No, cielo! ¡No harás una tontería!
-¡Él no merece a nuestra hija!
-¡Yo la amo!
-¡La hiciste sufrir muchacho!
El silencio los invade por cortos segundos.
-Yo no engañé a Alicia, esa mujer me besó y me tomaron las fotos. Yo la rechacé al instante. No tengo porque engañar a Alicia cuando es la única mujer que quiero a mi lado -escucho a Axel decir con voz rota- por favor suegro, déjenme hablar con ella.
-Casi suegro que por esto ya perdiste el derecho completo.
-Mi prima no merece esto Axel.
-Ana, así no sucedieron las cosas.
-A ver, ya basta -oigo a mi madre decir- ya dejen de amenazar a Axel. Aléjate cielo, Ana retrocede -pausa- espero que sea cierto lo que dices Axel, mi hija está en la cocina, adelante.
Me paralizo al escuchar las últimas palabras de mi madre.
-Cielo pero...
-Dejalo pasar, Alicia decidirá si lo escucha.
Y entonces, con pocos segundos veo a Axel aparecer en el marco de la puerta.
-Ali
Siento el nudo presente al verlo.
-Axel
-Por favor, escúchame -se adentra y avanza unos pasos hasta mi. Enseguida retrocedo. Entonces él marca distancia y se detiene.
De pronto, mi madre aparece junto a mi padre y Ana. Todos detrás de Axel.
-¿Quieres escucharlo hija? -me pregunta mi madre.
Dejo de verlos y enfoco la vista en Axel
Quiero responder: ¡Si!
Sin embargo la Alicia interna grita por dentro un: ¡No!
-Yo... no estoy segura.
-Lo dudas, si lo haces es porque quieres escuchar la verdad. Dame una oportunidad Ali -lo oigo decir.
Muerdo mi labio inferior y me tomo segundos en responder.
-Si no quieres, no lo hagas prima y fácil Axel se va.
-Me iré después de que me escuches. Después de esto, decide.
Tomo una profunda respiración.
-Lo haré, déjeme a solas con él.
Noto una media sonrisa en él.
Tras recibir quejas de mi padre, unas amenazas para Axel, de Ana, ellos se marchan con ayuda de mi madre. Escuchando lo último: estaremos muy cerca si nos necesitas.
Después, ambos quedamos solos en la cocina frente a frente.
-Ali, gracias por la oportunidad.
-Solo di lo que tengas que decir.
Lucho con todas mis fuerzas para no llorar en este momento y lucir afectada frente a él.
Axel suspira y se acerca un paso. Lo veo sacar su celular.
-Lía Ross planeó esto, ella te envío las fotos. Hace días que iba a la empresa con el pretexto de hacerme otra entrevista cuando su propósito era esto. Separarnos porque le gusto. Ya le aclare que no me interesa, yo te amo a ti Ali. Entonces fue ahí cuando ella me besó. Caí en su trampa, quería ayudarla porque supuestamente se torció el tobillo. Ella se aprovechó y ahí me besó. Te juro que enseguida la alejé pero parece que el maldito fotógrafo, no capturó eso -Axel hace una corta pausa- escucha esto.
Axel reproduce un audio donde reconozco su voz y la de ella. Una confesión. La única prueba para verlo fijamente con una media sonrisa al esta terminar.
-Ves, no tenía porque engañarte. -guarda el celular en su bolsillo- Sé que no debí ocultarte nada. Lo siento Alicia.
Doy un paso hasta él y lo termino abrazando.
-Perdoname tú a mí.
Lo escucho reír y me aleja colocando sus manos en mis mejillas.
-No hay nada de que perdonarte.
-Me fui de esa manera y no te escuché. En el fondo, no te creía capaz Axel pero no sé... No supe como actuar en esta situacion.
-Entonces, estás perdonada por dejarme.
-Axel -suelto una risita.
Él se encarga de limpiar las lágrimas de felicidad de mis mejillas y se inclina un poco hasta lograr besarme. Lo abrazo con fuerza mientras cierro los ojos y disfruto sus besos. Por las lágrimas, nuestros labios saben un poco salados.
Segundos después, ambos nos alejamos y Axel ríe. Enseguida abro los ojos.
-Te amo
No obstante, un carraspeo nos interrumpe. Axel se aleja enseguida de mí sin embargo permanece a mi lado.
-¿Lo perdonaste princesa?
Asiento
-Escuchamos todo hija -mi madre aparece a un lado de mi padre- sabía que Axel no te haría eso.
-Bueno, lo siento Axel. Yo te juzgué y le ayude a mi prima a escapar. Incluso la aconseje de dejarte.
-Lo entiendo Ana -Axel coloca su mano en mis hombros- sé que aprecian a Alicia pero les juro, que esto no se va a repetir.
-No lo jures casi yerno, cumplelo y suelta a mi princesa.
-Papá -digo avergonzada.
Axel enseguida baja su mano.
-¿Es enserio los de casi yerno? ¿Ya regresamos a eso?
-Tendras que pasar nuevas pruebas jovencito. -le dice mi padre y se cruza de brazos.
Axel suspira y asiente.
-Las que sean por estar con Alicia.
Mi madre aplaude feliz.
-Ya que todo se solucionó entre ustedes ¿sé quedan un rato más?
Giro a ver a Axel, él asiente. Regreso la vista en mi madre y el respondo:
-Nos quedamos mamá.
Ella celebra y se lleva a mi padre del brazo. Sin embargo antes de irse, él se detiene y observa a Axel .
-Por cierto, mereces un castigo por hacer llorar a mi hija. Ya verás Axel Navarro.
Escucho a Axel pasar saliva y sonreírle nervioso.
Ana se despide de ambos y termina por marcharse.
Suspiro y giro a ver a Axel. Me volteo y muevo mis manos nerviosas.
-Que vergüenza, estoy así ante ti -me señalo yo aún en pijama.
-Te ves hermosa
Sonrío como boba y Axel se acerca a mí. Da un último y rápido vistazo a la puerta y me termina besando a escondidas de mis padres y Ana.
Pasamos todo el día en casa de mis padres. Axel superando las pruebas. Juegos básicos donde mi padre le hacía preguntas de mí y Axel respondía. La mayoría acertó sin embargo, la prueba terminó al Ana preguntar:
-¿Cuál es el color favorito de la ropa interior de mi prima?
A esas alturas yo muy avergonzada con la mejillas rojas.
-Pues, usa mucho el tono rojo. Se ve muy sexy con encaje.
Soltó Axel logrando la mirada fulminante de mi padre. Axel tuvo que levantarse y él correr por la casa mientras huía de él. Ana divertida entre risas llevando acabo su malvado plan.
Hasta que la lluvia arruinó ese momento con mi familia y aceptamos quedarnos en la casa de mis padres a pasar la noche. Por supuesto, con estrictas reglas:
-No puedo creer que esto haya sido el castigo de mi casi suegro -menciona Axel desde el suelo. Prácticamente está en una colcha entre las sábanas mientras puedo verlo desde mi cama -alejarme de ti.
Río y apoyo mi mano en mi cabeza.
-Me recuerda viejos tiempos.
Axel gira a verme y me sonríe.
-Como olvidarlo Ali
Le sonrio y suspiro.
-Mi padre te iba a matar, no debiste decir eso.
-Querian que hablarán con la verdad.
-No tan sincero Axel -lamo mis labios- realmente me conoces.
-Demasiado
Ambos guardamos silencio sin apartar la vista.
-Axel, con lo que pasó...
-No quiero recordar eso Alicia, ya estamos bien.
-Si pero es necesario decirte esto -pausa-tambien debí decirte lo de Valentín. No te lo debí ocultar.
-Ya no importa -Axel se voltea- no más secretos okey.
-Okey -le sonrio- descansa amor.
Dicho esto y me doy la vuelta. Le doy la espalda mientras escucho las gotas de lluvia afuera cada vez con más fuerza.
-Shh, shhh Ali ¿estás dormida?
Río al escuchar a Axel. Me volteo y lo observo él viéndome.
-Aun no
-No puedo dormir, me siento solo aquí abajo y tengo frío. Tal vez necesito un abrazo.
Muerdo mi labio inferior.
-Ven aquí -me incorporo en la cama.
Axel rápido se levanta y se acerca hasta llegar a mi cama. Enseguida me roba un beso.
-Espera, la puerta -digo al alejarlo.
Axel asiente y con pasos apresurados, se encarga de cerrar la puerta y regresa conmigo.
-No quiero más problemas con tus padres -dice mientras se mete entre las sábanas a un lado de mi.
Ambos nos acostamos de lado quedando nuestros rostros frente a frente.
-Estan es la otra habitación, nos pueden escuchar así que shhh -digo quedito y coloco mi dedo en sus labios. Enseguida lo alejo.
Axel asiente y me sonríe.
Sé acerca más a mi hasta entrelazar nuestros pies y sentir su mano en mi cintura.
-No quiero que tú padre nos escuche y me obligué a dormir en el suelo -me responde en el mismo tono bajo- te extrañé.
-Yo también
Dicho eso y lo beso con ternura.
Un beso duradero hasta que sin cortar el beso, me alejo un poco de él y me acuesto mientras Axel se acomoda arriba de mi con cuidado. Al principio, su mano sube mí blusa y acaricia mi estómago con las yemas de sus dedos por largo tiempo hasta que comienza a deslizar su mano y se detiene al inicio de mi shorts como pijama.
Axel corta el beso y sin ningúno apartar la vista, asiento y desesperada lo vuelvo a besar.
Me encargo de deslizar mis dedos entre su rubio cabello sin dejar de besarlo. Siento su mano colocarse por debajo de mi shorts y tocarme sobre mi ropa interior. Muerdo su labio inferior, dejo de besarlo y nerviosa y agitada me muevo un poco. Trato de no gemir al sentir uno de sus dedos tocar mi intimidad, sin apartar la vista Axel sigue con esa tortura, me toca con experiencia mi sensible zona. Sin sopotar más, oculto mi rostro en su pecho callando los gemidos mientras siento una oleda de calor, mis mejillas rojas sin embargo, me dejo llevar y disfruto este momento.
La mejor reconciliación sin duda.
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