
Capítulo 27 ♡
° A X E L °
Trabajo y más trabajo.
Eso resume la mitad de mi día. La empresa es la causante de estar alejado de Alicia. Sin embargo, sé que tengo responsabilidades, no quiero decepcionar a mí padre cuando confío en mí. No decepcionar a Alicia quién me apoya desde el primer momento.
No puedo evitar extrañarla. Desear que mi trabajo termine y poder estar en casa con ella. Cada minuto distanciados es una preocupación, recibo constantementes sus mensajes avisándome que está bien y es que no podré estar tranquilo mientras Valeria siga libre. No cuando aún no supero ese mal sueño que tuvo Alicia hace días. Por suerte, suceso no se vuelto a repetir, sin embargo no soporté ver a Alicia tan afectada. Temo por ella y nuestro bebé.
Frustrado paso mis manos por mi rubio cabello arruinandolo cuando hace un momento estaba perfectamente peinando
>A la mierda la buena presentación<
Palabras que me repite mi padre.
"La presentación de tu persona ante todo Axel. Demuestra que eres un Navarro. Siempre impecable, responsable y formal"
Sin embargo, estoy demasiado extresado para darle importancia realmente a como me veo.
De pronto la puerta es abierta causando que deje el documento a revisar y posee la vista en la puerta.
—Bro, necesito que me firmes esto.
Dejo caer mi cabeza contra el escritorio.
—No puedo con más responsabilidad Alan.
Escucho su risa, sus pasos y la puerta cerrarse por él.
—Bro, lo estás haciendo bien ¡Joder, muy bien! La empresa te necesita.
Levanto la cabeza y le doy una mala mirada.
—Y yo necesito estar con Alicia.
Alan suspira y sin permiso toma asiento en la silla frente al escritorio.
—Bro, te entiendo perfectamente. También quiero mandar esto a la mierda y solo estar en casa con Sofía y mi hija —finge acomodarse su traje— desgraciadamente, soy el que debe llevar el dinero a casa para darles la vida que merecen.
Se encoge de hombros.
—Necesito unas vacaciones. —digo mientras me recargo en la silla.
Alan deja el documento que traía sobre el escritorio. Este aún lleno de papeles por revisar y aprobar.
—Al menos estás aquí para ayudarme Bro.
—Siempre me necesitas Axel, siempre contarás conmigo.
Le medio sonrío.
—¿Cómo está Estefany? —le pregunto tratando de olvidarme por un momento del trabajo que nos asfixia.
Alan sonríe ampliamente, saca su celular de su bolsillo y sé lo que me espera.
—Es hermosa, Sofía dice que cada vez crece más pero yo la veo igual —me muestra su celular donde puedo ver muchas fotos distintas de ella— es la causante de mis desveladas pero Bro, ¡vale la pena! —Alan mueve su dedo demasiado rápido apenas puedo ver con atención cada foto que señala. Si antes tenía su galería llena con fotos de Sofía o él mismo. Ya me imagino ahora con su hija —mira está.
Sonrío ampliamente.
—Me alegro por ti Alan —hago una corta pausa— ya me imagino cuando nazca mi bebé.
Él bloquea su celular y posa la vista en mi.
—Espero que se parezca a Alicia, pobre de ella o él si es rubio o rubia como tú.
Niego y finjo molestia mientras lo escucho reír.
Suspiro y acomodo cada papel en su sobre.
—Bro, ya hablando enserio —capta mi atención— te deseo lo mejor. Verás que cuando su bebé nazca, tu vida cambiará por completo —él se pone de pie— espero que sea una niña, así podrá ser amiga de Fany.
Asiento
—Seran como hermanas Alan —digo seguro aunque no sé que sea: niña o niño sin embargo ya lo amo.
Alan sonríe y acomoda la silla en su lugar.
—Bueno, tengo que trabajo por hacer y tú igual. Hay que ser rápidos para estar con nuestras chicas —emite y avanza a la salida— me firmas eso.
—Ahora te los mando con mi secretaria.
Dicho esto y él sale de mi oficina y cierra la puerta.
—Vamos Axel, por Alicia —me ánimo mientras regreso a mi estresado trabajo.
...
Con tiempo suficiente antes de la hora habitual logro terminar. Es un reto la verdad. Me esmeré en acabar mi trabajo con rapidez para salir más pronto y poder estar con Alicia.
Me despido de Alan y salgo de su oficina en dirección al elevador.
Al estar apunto de llegar, escucho una voz que hace tiempo, me está jodiendo. Apresuro mis pasos, me detengo frente al elevador y presiono el botón. Desesperado espero que las puertas se abran y apenas lo hacen rápido entro. Me volteo y cierro la puerta mientras la veo a ella correr y gritar mi nombre y antes de que las puertas se cierren, ella logra entrar y ambos quedamos juntos en el elevador.
>Genial Axel<
Finjo una sonrisa al verla acomodarse su falda y caminar tranquila y colocarse a un lado de mí.
—¿Me estás evitando Axel?
—No lo hago.
—Te estaba llamando y parecía que me ignorabas.
—Tenia prisa —digo como excusa.
En las puertas del elevador nos reflejemos y puedo verla a ella claramente sonreír.
—Aun no has aceptado verme en tú oficina. Vengo y no me das respuesta.
—Ahora estoy muy ocupado señorita Ross. No puedo atenderla.
—Crei que habíamos quedado claro en que podía llamarme Lía.
La veo cruzarse de brazos.
—No deberia tener tanta confianza con usted. Le recuerdo que soy casado y amo a mi esposa.
Ella baja sus manos y bufa. Logro ver sus intenciones se acercarse. Entonces, marco distancia y solo deseo que el elevador se detengan y las puertas se abran de una vez.
—Es un asunto de trabajo. Necesito hacerle otra entrevista y realmente necesito tiempo a solas con contigo Axel.
Giro a verla y enarco una ceja.
—Ya hizo una nota de mí y la empresa. Ya es suficiente. —regreso la vista al frente— deje de ser insistente. De una vez le digo que le negaré siempre otra entrevista.
>No quiero problemas o confusiones con Alicia<
Sin embargo, ella no sabe nada sobre esto.
—Axel, la nota causó el interés de muchas personas. Y cuando algo realmente les gusta, piden una segunda parte.
—Lo siento señorita Ross pero tendrá que buscar a otro empresario. —digo incomodo— no me gusta que mi vida privada se exponga se esa forma. Yo no soy como mis padres.
Y en este preciso momento, el elevador se detiene y las puertas se abren. Suspiro de alivio y avanzo prácticamente huyendo de ella mientras escucho sus tacones sonar contra el suelo.
—¡Axel, espera!
—Llevo prisa Señorita Ross.
Apresuro mis pasos, busco mi auto en el estacionamiento de la empresa y me dirijo hasta el.
—¡Una última entrevista! —la escucho gritar— ¡Esperé! Por favor, mi vida, digo mi trabajo depende de esto.
>Ignorala Axel<
Llego a mi auto, estoy por abrir la puerta cuando la escucho quejarse.
—¡Auch! ¡Auch! —repite— ¡Creo que me lastimé el tobillo!
Resoplo y me doy la vuelta.
Ella se inclina un poco mientras se quita un zapato de tacón lo demasiado alto.
>No entiendo como la mujeres pueden caminar con esa tortura. Alicia, muy poco lo hace<
—¿Se encuentra bien?
—No, estoy apunto de morir.
Ruedo mis ojos y por más que mi conciencia interna me grita que no me acerque, hago justamente lo contrario.
—¿Quiere que llame a un doctor? —me detengo frente a ella.
Sin mi permiso, apoya sus manos en mi hombro mientras se endereza.
—Me lo he fracturado.
Bajo la vista en su pie.
—No exagere, lo veo bien.
—Es todo un caballero —la escucho decir.
Y en el momento que alzo la vista, ella intenta besarme, por suerte logro impedirlo y me alejo de ella.
—¡¿Qué cree que hace?!
—Solo es un beso Axel.
La veo con una mueca.
—Le repito que soy casado —la observo, puedo darme cuenta que apoya sin problema su pie contra el suelo y caigo cuenta que caí en su trampa— ya que la veo bien, me retiro.
—¡No te vayas por favor!
—Señorita Ross, evite que sea grosero con usted o le prohíba la entrada a la empresa.
Dicho esto y me doy la vuelta. Camino de regreso a mi auto.
—¡Me gustas Axel! —la escucho decir cuando abro la puerta. Me paralizo en mi lugar, suspiro y niego.
Finjo que no la escuché, no le doy importancia y entro a mi auto. Enseguida lo enciendo y pongo en marcha mientras me alejo de ella, sin evitar verla por el espejo del auto.
—No vale la pena Axel —me digo a mi mismo mientras conduzco.
Por un momento pienso en que debo decirle esto a Alicia. Ella esta vez cruzó la línea. Le he cayado a Alicia que ella a venido muy seguido a la empresa con el afán de verme, tan terca en su entrevistas pero hoy me dí cuenta de sus verdades intenciones.
Suspiro frustrado.
No vale la pena, Alicia no debe enterarse de esto cuando no pasó nada realmente. No es algo importante.
Con esa descision, sigo conduciendo rumbo a la librería.
Pienso darle una sorpresa a mi chica.
A L I C I A
Hoy no me siento realmente bien.
Tengo náuseas sin embargo tampoco quise faltar al trabajo.
El trabajo es la librería hoy es tranquilo. Pocas personas entran y salen con sus libros. Finjo acomodar unos libros en su lugar cuando escucho la campanita de la puerta sonar. Solo indica que un nuevo cliente llegó. Espero que el malestar pase sin embargo aumenta al verlo de nuevo a él.
>Valentino, valiente, Valentín<
Recuerdo su nombre y sonrío incomoda al verlo buscar alrededor. Con disimulo me oculto en los estantes sin dejar de verlo.
—¿Qué ocurre Alicia?
Desvío mi vista al ver a mi compañera de trabajo.
—Llegó un nuevo cliente, no me siento muy bien para atenderlo ¿puedes hacerlo tú?
Ella observa en la misma dirección.
—Uy, otra vez ese chico guapo. Yo me encargo.
Ella camina en dirección hasta él y realmente, lo agradezco.
Suspiro aliviada, fijo la vista en ellos y él le sonríe a mi compañera. Aparto la vista y me doy la vuelta mientras acaricio mi estómago.
—Alicia, no me evite.
Me paralizo al escuchar su voz detrás de mí.
—Es ingenioso mandar a su compañera pero yo solo quiero ser atendido por usted.
Muerdo mi labio inferior sin atreverme a verlo.
—No me iré de aquí.
Suspiro, alejo mis manos de mi estómago y me volteo enfrentandolo. Está vez lleva un pantalón color vino con una camisa blanca doblada hasta los codos.
—¿En qué le puedo ayudar? ¿Qué libro se llevará está vez? —le pregunto fingiendo mi nerviosismo.
Él sonríe ampliamente.
—De hecho aún no comienzo los que me llevé.
—Si me extraña que haya venido aquí a diario y siempre se lleve un libro nuevo.
>Y todos, son por mi recomendación<
—Aun no se a dado cuenta —ensancha su sonrisa— no me interesan los libros, no soy fanático a la lectura. Solo a sido un pretexto para verla.
Aparto la vista de él incomoda.
—Entonces —carraspeo— si no comprará nada, le voy a pedir que se vaya. Tengo otros clientes que atender que realmente necesitan mi ayuda.
Estoy por voltearme cuando siento su mano rodear mi brazo. Regreso a mi lugar y me safo de su agarre con brusquedad.
—Lo siento, mi intención no es incomodarte —borra su sonrisa y me ve fijamente— es solo que no puedo evitarlo. Eres muy hermosa y solo quería verte.
Suspiro y doy un paso atrás.
—Mire, esto está mal. De verdad me incomoda su presencia aquí, sus palabras. —hago una corta pausa— soy una mujer casada, ve —levanto mi mano y le muestro mi anillo aquel que no me lo he quitado desde la boda hasta la fecha.
—Lo sé, ya lo había visto antes.
Enarco una ceja y bajo mi mano.
—Amo a mi esposo —digo esperando lograr que se vaya pero sinceramente, no sé como llevar estás situaciones.
—Debe ser afortunado por tenerla como esposa. Se ve que es una chica interesante.
Paso saliva
—La afortunada soy yo.
—¿Que daría por encontrar a alguien como usted? Mi vida sin duda.
—Ya basta —coloco un cadejo de mi cabello detrás de mí oreja —vayase por favor. No quiero problemas con mi esposo.
Él sonríe ampliamente y da un paso adelante.
—Axel Navarro ¿verdad?
Lo miro con confusión.
—Hace poco vi una nota en la revista y ahí se mencionaba él. Se mencionaba a usted. Su esposa Alicia Mendes. Él amor de su vida. Vi sus fotos juntos en otras revista. No pensé que fuera más hermosa en persona.
—Yo... yo no lo conozco así que váyase por favor.
Me doy la vuelta, avanzo unos pasos cuando escucho que me llama.
—Esta embarazada ¿verdad?
Me detengo de pronto y medio giro.
—¿Cómo...?
—Los periodistas son muy informantes, las noticias vuelan rápido. Que si no lo sabré.
Coloca sus manos en sus bolsillos.
Suspiro y me volteo por completo quedando frente a frente.
—Cuide muy bien a ese bebé. Siempre hay un mal cerca. Cuídate muy bien Alicia.
Pestañeo varías veces.
Escucho la campanita sonar.
Me tenso al ver a Axel entrar a la librería. Tan sonriente sin embargo apenas me encuentra, borra su sonrisa al notar mi mirada y camina en esta dirección.
—Va–vayase —enfoco la vista en él.
—¿Todo bien amor? —emite Axel con seriedad al llegar hasta nosotros mientras permanece detrás de él sin dejar de verlo y después a mí.
Asiento
—Solo es un cliente Axel... ya se iba.
Él medio sonríe.
>No es nada divertido esto<
El tal Valentín se voltea y enfrenta a Axel. Nerviosa los veo ambos verse fijamente. Ambos la misma estatura. Distinto color de cabello.
—Axel Navarro, hasta que lo conozco en persona —él hace una corta pausa— hace un momento hablaba con su esposa.
—Lo a dicho, mi esposa. —Axel me ojea rápidamente— y la está incomodando con su presencia.
Él musita
—No lo volveré a hacer, solo que no puedo evitar ver lo hermosa que es.
Axel se ve lo demasiado serio que me asusta.
—Axel
Me ignora
—Le voy a pedir que se vaya o no responderé.
Rápido me interpongo entre ambos.
—Axel cálmate, no quiero problemas con Tatiana. —lo veo hacer sus manos puños— no hagas un escándalo.
—Tengo cosas hacer, también soy un hombre de negocios. Lamento este mal incoveniente —lo escucho a él decir y posa la vista en mi— Me dió gusto volver a verla, Alicia.
Descarado me manda un beso y se voltea. Avanza por la librería hasta perderlo de vista al él salir.
—No hizo eso ¿verdad?
—Axel, no —lo empujo un poco al ver sus intenciones de avanzar —Axel, amor mírame.
Él posa la vista en mi.
—Calmate, no vale la pena —le sonrío— ¿Qué haces aquí? Aún no termina mi turno.
Dura segundos en respónderme.
—Quise salir de la oficina un poco antes para darte una sorpresa. Estaba dispuesto a esperarte —se cruza de brazos— ¿Quién es ese? Los ví muy juntos y note tu mirada incomoda.
—Solo es un cliente —digo y me doy la vuelta. Realmente me siento mal. Siento que esto al bebé le afecta al sentir náuseas.
—Alicia —escucho sus pasos seguirme— dijo que le dió gusto volver a verte. Quiere decir que ya ha venido más veces ¿cierto?
Suspiro y me doy la vuelta.
—Dime —noto su seriedad.
—Si, a venido toda esta semana con el pretexto de comprar un libro cuando hoy no lo hizo.
—Con el único fin de verte porque les gustas.
—Axel
—¡Es obvio Ali!
Lo veo seriamente.
—No quiero un escándalo Axel, menos aquí. No quiero discutir contigo por algo que no vale la pena. Ya le dejé en claro que te amo, que eres mi esposo y no tengo interés en alguien más.
Sin embargo, mis palabras no logran borrar esa mirada seria en él.
—Le pediré permiso a Tatiana de salir pronto, no me siento bien —agrego y me doy la vuelta mientras la busco.
Dejo a Axel atrás mientras trato de borrar de mi mente esta mal situación.
≥Solo esto me tenía que pasar a mi<
Por suerte, Tatiana comprendió y me dió permiso de salir antes de la hora habitual. Así que sin mencionar nada, salgo de la librería con Axel.
Al llegar al auto, él me abre la puerta. Entro, me acomodo en mi lugar y lo veo cerrar la puerta y rodearlo. Entra y en silencio, lo pone enseguida en marcha.
(...)
Veo por la ventana el trayecto del camino pasar a medida que el carro avanza. Nos consume un silencio incomodo sin embargo, ninguno de los dos se anima a mencionar palabra.
Incomoda desvío la vista al frente. De reojo veo a Axel tenso. Sujeta con ambas manos el volante mientras a cada rato pasa su mano por su rubio cabello. Observa por el espejo y acelera.
Suspiro y dejo de verlo.
La seguridad privada nos sigue en todo momento.
—No vas a decir nada. —lo escucho decir de pronto.
—No hay nada que decir —regreso la vista en la ventana.
—¿Estás molesta conmigo?
—No lo estoy —esta vez lo digo lo demasiado calmada. Suspiro y giro a verlo— tú lo estás. —lo acuso cuando es obvio.
Axel bufa y sigue conduciendo.
—No quiero estarlo, arreglemos esto —lo escucho maldecir cuando un carro se le adelanta con velocidad.
—Axel, sabés lo que pienso al respecto. Ninguno de los dos va a hablar en un intento de arreglar este tipo de situaciones cuando él otro...
—Este molesto —termina de decir por mí
Asiento
—No quiero que se empeore esto. No quiero que nos digamos cosas que realmente no queríamos decir y nos afecten. Además, estoy embarazada. No quiero pasar corajes, me afecta y al bebé. —lamo mis labios— y mucho menos hablar aquí. No quiero que causemos un accidente por venir discutiendo.
Axel guarda silencio un instante.
—Tienes razón
Lo escucho decir y el transcurso del camino pasa en silencio.
Con confusión, siento el auto detenerse cerca del parque. Giro a ver a Axel, él suspira y suelta el volante.
—Lo siento —gira a verme— me dieron celos Ali, verte con alguien más que no soy yo. Y para colmo, ese imbécil tan... Agh cínico.
—Axel, nos dejes que esto nos afecte. Creo que te he repito que tú eres...
—Él único —termina por mi a lo cual yo asiento —perdoname Ali, no se volverá a repetir —medio sonrío.
—Le pediré a Tatiana que le prohíba la entrada, no quiero problemas entre nosotros por su culpa.
Axel asiente y suspira.
—Ese imbécil arruinó la sorpresa —emite— quería sorprenderte por mi llegada en el trabajo. No que fuera así.
—Lo hiciste
Río al recordar su escena de celos.
—De nuevo lo siento —se acerca a mi y besa mi mejilla— soy un imbécil, todo lo que creas de mi —rio con más fuerza— Ey, al menos quiero que esto termine bien. Te tenía una segunda sorpresa.
—¿De qué trata?
Eso me hace olvidar ese mal momento. Lo veo intrigada.
—Un momento a solas en nuestro lugar favorito.
Asiento al recordar dicho sitio.
Axel es el primero en bajar del auto y tan rápido me abre la puerta. Salgo, él cierra la puerta y enseguida ambos caminamos juntos al parque. Él les indica a los guardias que nos den espacio y ellos marcan distancia sin embargo se mantienen cerca del parque.
Axel toma mi mano y las entrelaza.
—Sobre el bebé ¿qué quieres que sea? —me dice mientras seguimos caminando.
—No estoy segura, eso lo sabremos hasta que lleve más meses Axel.
Caminamos en dirección a los columpios hasta llegar.
—Me gustaría que fuera niña —digo apenas tomo asiento mientras recuerdo ese mal sueño que no se a vuelto a repetir sin embargo, lo último puede ser una señal.
—Sin duda sería tan hermosa como tú.
Axel permanece de pie, coloca sus manos en la cadena del columpio y sin moverlo, se inclina mientras me besa y con gusto le sigo el beso. Hasta que por falta de aire, nos alejamos. Axel roza su nariz con la mía mientras lo veo sonreír.
—Hola de nuevo, Alicia.
Esa voz interrumpe este lindo momento.
Axel borra su sonrisa, se endereza y se voltea.
—Esto ya es coincidencia ¿no? ¿Acaso estás acosando a mi esposa?
—Axel —lo tomo de la mano sin dejar de ver a Valentín a unos pasos de nosotros.
—De casualidad vivo cerca y antes debo pasar por el parque.
—Y cerca de los columpios y justamente frente a nosotros justo cuando Alicia está aquí conmigo ¿no? —le responde Axel en tono alto.
Él deja de verlo y me observa a mi.
—Es muy celoso, yo lo estaría si te tuviera.
—Esto es el colmo.
—¡Axel, no! —le grito al verlo soltarse de mi agarre, verlo acercarse a él y darle un golpe en la boca.
Axel se aleja, Valentín se endereza sin antes escupir sangre.
—Deja a Alicia en paz, no me interesa quién carajos seas.
—No sabes quién realmente soy —le responde y limpia su boca— eres tan importante Alicia para que alguien te defienda de sujetos como yo.
Axel se interpone evitando que lo siga viendo.
—Sera mejor que te vayas.
—No soy tu enemigo Axel, ni tú rival —lo escucho decir— De hecho, vengo ayudarte. Sé que hace años tenías una relación con Valeria Olson —hace una corta pausa— lo sé por la nota en el periódico, esta chica, Lía Ross habló mucho de ti.
—No debería interesarte mi vida privada.
Lo escucho reír.
—Y no lo hace en lo más mínimo pero tengo información que puede ayudarte. Hace un tiempo creí ver a la tal Valeria Olson, la rubia que toda la policía busca —me pongo de pie y avanzo unos pasos hasta lograr verlo— en un antro, no muy recuerdo pero estoy seguro que era ella.
—Si ya terminaste, ya vete.
Él sonríe y gira a verme.
—Descuida Alicia, será la última vez que te moleste. Cuídate —me dice y se voltea. Apenas va por la mitad y se coloca una gorra negra. Voltea a ambos lados y lo vemos entrar a un auto lujoso color rojo con hombres que lo escoltan armados.
—Amor —dejo de verlo a él marcharse y sujeto del hombro a Axel— ¿Y si dijo la verdad? Él vió a Valeria, nos puede ayudar a encontrarla y que la policía la encuentre y la atrape —él voltea a verme— esto se acabaria —sonrio con ilusión— la próxima vez que lo vea, le diré que me diga la dirección y...
—No Ali, tal vez mintió. No quiero que lo veas o lo tengas cerca. Se nota que es peligroso. Es mejor no arriesgarse. Si es verdad, que la policía hablé con él. Nosotros no hay que involucrarnos.
Axel se coloca frente a mi.
—Espero que cumpla su palabra y no lo vuelvas a ver. —agrega.
Asiento
—De acuerdo, si me parece extraño.
Sin embargo, si realmente hablaba enserio. Quiero averiguarlo aunque tenga que esperar en ver de nuevo a Valentín.
A X E L
Suspiro y me acerco a Alicia. Ella luce pensativa.
—¿Estás bien? Lo siento por estás situaciones que tienes que ver, no quiero que te afecte o a nuestro bebé.
Con toda la libertad, levanto mi mano y la coloco en su estómago.
Alicia reacciona y me sonríe.
—Estoy bien
Me acerco y le doy un casto beso. Enseguida me alejo mientras la observo.
No esperé que este día fuera arruinado por él. Tipo que no me cayó bien y empeoró todo. Hay algo raro en él sin embargo, no me importa arrisgarme con tal de proteger a Alicia. Si sentí muchos celos. Mucho miedo a perderla y ella cambiarme.
Meneo la cabeza al pensar eso.
—¿Volvemos al columpio?
Alicia asiente, tomo su mano y se deja guiar por mí hasta llegar y ella tomar asiento. Enseguida me coloco detrás de ella y comienzo a mecerla lentamente mientras no evito recordar ese tipo.
>Tengo que investigarlo<
>Tengo que alejarlo de Alicia<
—Te amo Ali —le digo, me inclino y le doy un casto beso en la boca.
—Y yo a ti Axel
Le sonrío y continuo por pasearla logrando que ría y se olvida de este mal momento.
Quisiera que estos momentos de felicidad y tranquilidad, durarán más. Que nos olvidaremos de todos y solo disfrutaramos el momento justamente como ahora en nuestro lugar favorito y especial.
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